Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

miércoles, marzo 28, 2007

La clase de los asalariados, y el asalariado

Por Manuel C. Martínez M.
27/03/2007

El concepto de clases sociales contemporáneas, digamos de CAPITALISTAS y ASALARIADOS, de patronos y obreros, de burgueses y proletarios, marca una diferencia muy grande respecto de la de esclavistas y esclavos, feudales y siervos. En estas últimas cuatro clases sociales su existencia y diferencias entre sí eran obvias y casi tangibles. A un esclavo, por ejemplo, de se le compravendía según su peso, edad y complexión, y semejante transacción era estrictamente privada entre vendedores y compradores de esa mano de obra. A un asalariado se le contrata por tiempo determinado o ilimitado, y es el Estado, a través del mandatario de turno, el que fija su salario. Efectivamente, los Presidentes de la República aprueban pomposa y anualmente el SALARIO MÍNIMO, y este sirve de parangón para la elaboración de los tabuladores salariales en las empresas privadas comprensivos del obrero raso hasta el presidente de la compañía. Resulta evidente que los problemas derivados de los salarios bajos terminan siendo endilgados al gobierno.

Comencemos por identificar a los trabajadores del presente, o sea al asalariado común y corriente, como personas que gozan de absoluta libertad para escoger patronos, para seleccionar sus oficios y profesiones, para trabajar por determinado tiempo bajo determinadas circunstancias, y en cual ciudad y tipo de empresa. Esta libertad queda resumida en su carencia de responsabilidad con su patrono y con sus compañeros de trabajo fuera de las estrictas horas laborales de los días conveniente y contractualmente pactados. Dispone de sus asuetos como algo suyo, y camino a su casa (si ya la compró) decide a dónde ir, y cómo distribuir y consumir su salario, qué comprar, a quién comprar, dónde y cuándo, etc. Esto induce al asalariado a no sentirse grupalmente oprimido ni explotado. Su llamada conciencia de clase le resulta inaprehensible.

Actualmente coexisten, por una parte, asalariados muy satisfechos con su salario, son los defensores del sistema vigente. Se trata de aquellos trabajadores que según su preparación técnica perciben remuneraciones *dignas*, remuneraciones que les basta para cubrir sus necesidades básicas con cierta holgura, y además les permite hacerse de algunos ahorros que les da cierta dosis de seguridad psicológica. Viven para sí, para su familia, su iglesia y sus amigos políticos. Poco les importa la forma de vida de sus semejantes con quienes no se sienten ligados, ni comprometidos, salvo para actividades culturales y divertimentos en sus clubes y sindicatos. Digamos que no se ven inmersos en ninguna clase social, y repetimos: para ellos sólo existe su empresa anónima y su familia, su iglesia y sus amigos políticos.

Por otra parte, coexisten trabajadores conformes con su salario a pesar de llevar una vida medianamente estrecha, y a pesar de tener que *rebuscarse* algunos ingresos extras. Sacrificar sus descansos nocturnos, laborar horas extraordinarias o realizar varios oficios paralelos, (generalmente humillantes y hasta mediados por la inevitable servilidad ante un *padrino*, o un político influyente y deshonesto), todo esto es común en este tipo de asalariados. Estos tampoco se sienten partes de clase alguna, sólo tienen amigos, familiares y gobernantes.

También los hay permanentemente disconformes, quienes se suman a los desempleados, un alburosa condición laboral que pesa diariamente sobre todos los asalariados, ya que sus empresas son inestables por naturaleza. Basta que sus principales y anónimos dueños decidan cambiar de ramo, de giro, o cerrar definitivamente sus puertas, para que el desempleo prospere sin que nadie los detenga. Los patronos también son libres para la contrata laboral. Las leyes laborales son moralistas y mutuamente reconvenidas por el asalariado y el patrono, y el gobierno se limita a vigilar el cumplimiento de esos acuerdos privados. Estos asalariados de bajo perfil y desempleados son quienes más alejados se hallan de sentirse integrantes de alguna clase, porque ni siquiera son miembros de sindicatos ni de clubes, ni de gremios.

Los patronos, por su parte, tampoco se sienten integrados a ninguna clase social, sino al Estado que les proteja su propiedad privada, a uno que otro sindicato de espuria directiva, al margen de que los demás empresarios se arruinen, tengan bajas en sus ingresos o sean penalizados y sobregravados por un gobierno desequilibrado.

Ahora tratemos de definir la CLASE de los ASALARIADOS:
Es una masa laboral humana desuniformada y de variopintas cualidades tecnocientíficas, culturales, religiosas y políticas que garantiza al patronato empresarial e industrial la disponibilidad permanente de mano de obra asalariada.

Esta clase social carece de guías, no se aglutina en ningún club, ni en sindicatos, separatistas y que sólo rigen temporalmente para trabajadores en funciones. Los desempleados son asalariados en potencia, y a los asalariados de altos ingresos les está moral y psicológicamente vedado el ingreso semejantes y *bajas* instituciones, diseñadas para el reclamo salarial que a ellos no les asiste.

Como vemos, los asalariados piensan para sí, en términos estrictamente individualistas, y su condición social les induce a culparse a sí mismo de su deficiente vida, y al gobierno, de todos sus males.

En concordancia aclasista, la CLASE de los EMPRESARIOS es más individualista aun. Su improsperidad suele atribuírsela a sus propias y personalísimas fallas empresariales, y da gracias al cielo y al gobierno de turno de toda su riqueza y prosperidad. No se conoce ninguna loa, ni ningún panegírico a favor del asalariado como base de la riqueza patronal. Y quienes han señalado a la clase de los asalariados, inextricablemente coexistente con la de los industriales, como fuente ilícita de la riqueza empresarial, han sido tildados de comunistas, de revoltosos, de inestabilizadores, de terroristas y de enemigos de la prosperidad tecnocientífica mundial.

miércoles, marzo 21, 2007

NO EXISTE GANANCIA LÍCITA ALGUNA

Por Manuel C. Martínez M.
20-Mar-07

Se ha escrito muchísimo sobre este interesante tema, y la fuente de la riqueza material, con cargo a la cual comemos, calzamos, vestimos, habitamos, nos divertimos, chateamos, educamos, etc., es su inevitable prerrequisito.

Pero el origen de la ganancia de tipo comercial, industrial, real, feudal, esclavista, lúdico, justo, injusto, ventajista, leonino, económico, idealista, etc., sigue pendiente de aceptación universal.

Todavía hay grupos poderosos, poseedores de grandes y medianas y hasta de pequeñas fortunas patrimoniales, que consideran la ganancia como fruto de su trabajo, en el sentido más amplio de esta palabra, de su industriosidad, de sus buenas acciones, de su suerte, de su afán y empeños y cualidades empresariales, del empleo económico de su herencia no preterida, etc.

Y ocurre que en la actualidad literaria sigue definiéndose la voz trabajo como participación directa o indirecta en alguna empresa, personal o despersonalizadamente, y en esta definición, muy de consuno entre los *afortunados*, se incluye las discutibles funciones (*labores*) de financiamiento, de aportación de capital de trabajo, de la praxis comercial directa o intermediariamente, de inversiones en sociedades anónimas y de ahorristas en instituciones bancarias, y en la populares *Cajas de Ahorros* .

Desde luego, para ahorrar debe primeramente obtenerse alguna riqueza de cualquier fuente sin importar para nada su carácter de lícita, ilícita, legal o ilegal, merecida o inmerecida, *trabajada* o ganada en alguna actividad azarosa, deportiva, artística, circense, etc. Y esto rige también para poder aportar capital de trabajo en sociedades nominales y anónimas.

Ahora bien, en estricto sentido, en el más angosto sentido, ganar significa recibir más de lo que se entrega. Y es en tal sentido que podríamos desbrozar el camino para hallar el más próximo y científico significado social de cualesquiera ganancias, supuestamente lícitas, y sobre todo explicarnos un poco el descubrimiento marxiano acerca del origen de la ganancia capitalista que subsumió el trabajo impago del valor creado por el asalariado, esclavista o feudatario, como origen del valor o de la riqueza. Y cuando lícitamente recibimos más de lo que ofrecemos, digamos, por ejemplo, un regalo que sobrepuje el que hemos dado al amigo, esta diferencia de valor, comúnmente llamada ganancia, es más bien un donativo recibido.

Efectivamente, la Economía Marxista subestima la ganancia comercial como fuente de valor, por inadecuada e improcedente, particularmente las simples transacciones de compraventa. Por esta última razón, la contrata salarial, el convenio entre un patrono “X”, y un obrero “Y”, no puede llamarse transacción de compraventa, sino explotación del segundo por el primero, ya que sencillamente aquel obrero crea la riqueza por un valor superior al de su paga recibida por su patrono, mientras que los comerciantes entregan tanto valor como el que paga el comprador final, y en los casos de comerciantes medios o intermediarios de segundo y demás órdenes superiores, estos se limitan a comprar por debajo del valor y a vender un poco más caro, pero por debajo del valor original, para ir dejando una alícuota de valor, arrancado o retenido al trabajador por su patrono, a favor del comerciante detallista. Este último, no sólo expropia, o coexpropia al trabajador de la industria involucrada en su variopinto inventario, como origen de sus mercancías, sino que suele confundir su propia remuneración, como agente transportista entre la dicha industria y el consumidor final, con su propio salario. Digamos que este comerciante y bodeguero, o quincallero, también termina *orgullosamente* autoexplotándose.

El capitalista industrial también reparte esa expropiación con el Estado en forma de impuestos (por lo general parcialmente evadidos), con los financistas, inclusive en presencia de capital propio no tomado en préstamo de ningún financista, y también con los terratenientes sobrevivientes del viejo sistema feudal y esclavista, con inclusión de industriales dueños de sus galpones y demás infraestructuras inmobiliarias.

De Perogrullo, si somos coherentes, no hay ganancia lícita, sino toma de valor ventajosamente apropiado por un patrono que se limita a funciones de explotador, ora comerciante, ora industrial, ora financista, ora ahorrista, ora burócrata ocioso e improductivo. En este último rubro entran militares, policías, jueces, magistrados, fiscales, ministros seglares y religiosos, gobernadores, legisladores, presidentes de repúblicas, y mil parasitarios funcionarios públicos vividores del Estado y del trabajador originario.

sábado, marzo 17, 2007

CHAVEZ, BUSH Y FRENTE AMPLIO URUGUAYO

Por Marzha Navarro

Cuando participaba del movimiento Chavista desde su comienzo, cometí, como todos, muchos errores de identidad, tal vez por un excesivo idealismo. Es muy importante saber que en realidad ninguno de nosotros sabíamos adonde iba el Presidente Chávez, a pesar de que el hablaba muchísimo pero no nos comunicaba nada, hoy se que ni el sabia y es exactamente lo que me preocupa porque es lo mismo que ahora veo en el Paraguay con el surgimiento del liderazgo del Monseñor Lugo.

Como no teníamos una orientación específica del Presidente Chávez nosotros hacíamos y divulgábamos el camino que entendíamos, intuíamos o idealizábamos y con eso engañábamos, no solamente a nosotros mismos sino que a todo el mundo. El movimiento fue adquiriendo un formato que de "Dar poder a los Pobres", desemboco en lo que hoy se llama Socialismo del Siglo XXI, pero sigue siendo pura retórica vacía y sin rumbo, mas que el debilitamiento del Estado y su institucionalidad.

El Presidente Bush, rompiendo mas que nunca la ética y la moral del pueblo norteamericano, llego al poder en forma dudosa y se nota que sin rumbo definido, ha matado mas que los otros presidentes en el esquema de la venta de armas, y ha desestabilizado como nunca la institucionalidad y el Estado Norteamericano.

El Frente Amplio Uruguayo, para mi es una olla de presión brutal, injusto y humillante, pues por un Uruguay mejor, por el anhelado cambio, obligó a los ciudadanos limpios abrazarse con los sucios, los honestos con los deshonestos y lo peor, los torturados con los torturadores.

Los torturados quienes deberían ver la justicia con sus debidas indemnizaciones obligados a tolerar a su torturador impunemente trabajando por el cambio a su lado, como correligionarios, como compañero de lucha - cambio que no implica para nada exactamente su castigo y su encarcelamiento. Y hoy todos vemos un Tabare Vázquez a pasearse a su gusto por la izquierda y la derecha sin dolor ni piedad, como dicen en Brasil. Pregunto: ¿A donde va Uruguay?, Nadie sabe.

Sugiero por lo tanto, un Paraguay mucho mejor, un proyecto claro - CLARISIMO, nítido y transparente, que cada líder, cada candidato y que cada uno de los ciudadanos sepamos a donde vamos, cual es la meta y objetivo, para tenernos el privilegio de salir de la confusión globalizada y entonces construir entre todos y de verdad nuestro futuro.¡ Basta ya de imprecisiones!

jueves, marzo 15, 2007

¿REPUNTE del IMPERIALISMO CRISTIANO?

Por Manuel C. Martínez M.
14 Mar. 07

La exclusión de los clérigos en favor de civiles y militares seglares en el ejercicio de labores gubernamentales o para el desempeño de la *cosa pública* ora como burócratas, ora como asesores, data desde bien agotado el siglo XVIII.

La Historia non sancta habla de la autocoronación de Napoleón Bonaparte como un claro hito del rompimiento definitivo de la dependencia que hasta ese momento tenían los políticos mundanos del poderoso y omnímodo papado. Hasta el calendario se configuraba según las fiestas cristianas, por eso se decía: *el día de San Martín*, en lugar de 11-11-YY, costumbre aún no quebrada del todo porque seguimos diciendo: *día de Navidad en lugar de 24 de diciembre.

Y si bien es innegable la marginalidad política que empezaron a sufrir los clérigos, también debemos reconocer que su influencia psicológica, su control espiritual sobre la muchedumbre humana y cristiana no ha cesado un segundo durante la vida posmedieval, a tal punto de que ante el imborrable desprestigio sufrido por los gobernantes y políticos seglares, es común la designación de un representante religioso cristiano (caso venezolano) para que este sirva de avalista confiable ante la potencialidad de corruptelas, malversación, dilapidación, prevaricato y demás actos desviados de la moral mundana que tan apasionada y disciplinadamente sigue vigilando la Iglesia Cristiana, por encima de las inevitables desviaciones que suelen sufrir algunos de sus miembros, quienes forzosamente respiran en la misma contaminada atmósfera de infieles y descarados políticos, más atados al poder individual y materialista que al poder colectivo de los pueblos que, sin embargo, siguen eligiéndolos, y políticos civiles y castrenses que continúan recibiendo el beneficio de la duda en favor de cada nuevo aspirante a Presidente de una república o a la corona de alguno de los imperiales que aún que subsisten en nuestro planeta.

Por eso estamos viendo que las sociedades cristianas actualmente tienen en la Jerarquía Cristiana, y hasta en sus derivaciones protestantes, una alternativa a la incontrolable inmoralidad civil y militar, ante el fracaso de los seglares quienes como políticos ya han demostrado ser incapaces para suavizar o eliminar, por ejemplo, el problema del hambre, el problema de la *redistribución de la pobreza*, de la injusticia social, de la indolencia popular, de la delincuencia desenfrenada, de la demagogia remunerada, de la impunidad descarada.

Inferimos que el dominante Imperio Mercantil tiene esa carta bajo la manga, y muy posiblemente pronto veamos reformas constitucionales para que los clérigos cristianos y afines gocen del mismo derecho político que gozan por ahora hasta los más connotados y reincidentes pillos, acusados, cuestionados y recuestionados que hasta han sido reelectos como concejales, diputados, magistrados, fiscales, alcaldes, gobernadores, ministros y hasta Bipresidentes de estas repúblicas.

Tal cambio podríamos considerarlo como un repunte y vuelta por sus fueros del Imperialismo Cristiano, como relevo a la ineficacia e inutilidad y desprestigio de los actuales gobiernos civil y militar que tienen por ahora la exclusiva del Derecho Político.

martes, marzo 13, 2007

La Aristócrata EUROPA y la *Emplebeyada* AMÉRICA

Por Manuel C. Martínez M.
13 Mar. 07

Todos sabemos de la existencia de las clases sociales humanas; estas son de vieja data, y fue dentro de los más connotados y arcanos IMPERIOS civiles y religiosos de Europa y Asia donde fuertemente se hicieron presentes. Enfatizamos a Europa porque de esta vinieron los invasores que se mezclaron genéticamente con los aborígenes *americanos*, calificativo, este, que no nos pertenece y que forma parte de la dominación que la región peninsular e insular más cercana de Europa siempre ha mantenido sobre este gigantesco continente

Los aristócratas, de la Europa mediterránea, viciosamente escogidos por ellos mismos, primero, y luego los patricios romanos, no menos aristocráticos que sus antecesores y pioneros de la oprobiosa diferenciación de la humanidad, siempre miraron desde arriba a la clase trabajadora, a la que etiquetaron despectivamente como clase baja, que no ocuparon las empinadas colinas, por ejemplo.

Trabajar, siempre ha sido sinónimo de bajeza para los aristócratas, y si no, preguntémoselo a los sifrinos 1/ de la moderna *clase media*, a cuyos miembros horroriza que se los vea realizando trabajos de marcado ejercicio manual, como no sea mal manejando un lujoso vehículo adquirido a crédito. Para esas labores siempre acuden a personas de carne y hueso, tan humanos como ellos, pero que consideran gente baja o emplebeyada por el sólo hecho de que estos trabajan, y ellos no, salvo en labores de delicada textura y de infatuado rango intelectualoide, artístico o comercial, industrial o financiero, de literato ramplón o de panegirista de crónicas municipales.

Así las cosas, nuestra América, de nombre sobrepuesto por los europeos sin consultar a ninguno de sus aborígenes, no ha podido quebrantar su condición de plebeya frente a la aristócrata Europa, con el agravante de que hasta los descendientes de plebeyos eurasiáticos han estado llegando aquí con ínfulas de nobleza. Por ejemplo, los *bastardos* españoles nacidos en la Venezuela tropical (nombre también inconsultamente puesto a esta región), eufemísticamente llamados *blancos criollos* o mantuanos, jamás trabajaron. Estos contaron con mano de obra esclavoafricana de bajo coste, y con la servidumbre indígena luego de ser religiosamente idiotizada por el Imperio cristiano, con el más descarado irrespeto de sus propias creencias, de su idolatría y de sus originales mitos. Sólo palurdas reminiscencias folklóricas de convencional e hipócrita práctica, timorata y ridículamente sobreviven por allí.

América también tuvo imperios, y civilizatoriamente con poco qué envidiar a los europeos o del Mediterráneo sur, como tuvo sus diferenciaciones sociales, pero el europeo siempre negó sus rangos, y cuando se hablaba, por ejemplo, de *príncipes* indígenas, se sobreentendía que eran *príncipes de macacos o de papagayos*. Los tratamientos de caciques, de igual manera, jamás fueron respetados, y se les tuvo sólo con su pesada carga despreciativa. Si consultamos cualquier diccionario lexicográfico de origen europeo podemos comprobar estos asertos. Jamás ni en ninguno de estos se les da tratamientos despectivos a las voces de rey o emperador, pero a la de los títulos americanos, sí.

De manera que para los *aristócratas* y europeos de allá, y para los *neoaristócratas* venidos acá en *búsqueda de fortuna* o de *aventuras*, los americanos seguimos siendo una proyección de los plebeyos que poblaron las Europa y Asia precolombinas. De allí que no se preocupen por aprender nuestras lenguas, sino que hicieron hasta lo imposible por borrarlas de los archivos ancestrales; de allí que se limiten al saqueo permanente de nuestra riqueza material, y a la contrata de la mano de obra útil para dicho saqueo.
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1/Sifrino.- Persona pudiente, que por lo general denota una actitud despectiva.

domingo, marzo 11, 2007

Unidos en la Defensa de Nuestro Bolívar y la Economía Venezolana

Por Eudes Vera

Los Defensores del bolívar salimos a la palestra pública desde el mes de noviembre de 2003 cuando un grupo de más de 40 compatriotas identificados con el proceso bolivariano dirigimos una Carta abierta al Presidente Chávez, la cual fue publicada en Aporrea, Soberania, Rebelión y muchas páginas progresistas, en la cual le rogábamos al Presidente que no permitiera la devaluación del 20% del bolívar para el 2004, anunciada para ese entonces por el Ministro Nóbrega, para llevar el tipo de cambio de Bs. 1600/dólar a Bs. 1920/dólar. Con argumentos técnicos bien fundamentados (http://www.aporrea.org/actualidad/a6205.HTML ), Le pedíamos al Presidente que no permitiera esa devaluación, pues la misma no se justificaba a la luz de las variables macroeconómicas que imperaban en ese entonces y porque estábamos convencidos de que la devaluación de la moneda es el arma secreta de la contrarrevolución, cuya aplicación inevitablemente acarrearía mayor inflación y pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos. No fuimos oídos en ese entonces, como tampoco lo fuimos a fines del 2004, cuando dirigimos otra Carta abierta al Presidente pidiéndole una vez más que detuviera una segunda devaluación del bolívar, anunciada por Nóbrega, esta vez para llevar el tipo de cambio de Bs. 1920/dólar a Bs. 2150/dólar. Tampoco nos tomó en cuenta la Comisión Permanente de Finanzas de la Asamblea Nacional, presidida por el hoy Ministro de Finanzas, Rodrigo Cabezas, ante la cual expusimos a principios de 2005 nuestras objeciones contra esa segunda devaluación. Ante esa comisión demostramos que el proyecto de presupuesto del 2005, al igual que el del 2004, infringía el artículo 313 de la Constitución Bolivariana, pues en el mismo se subestimaban escandalosamente los ingresos petroleros del país, con la finalidad de crear un déficit fiscal ficticio, aumentar el endeudamiento del país y al mismo tiempo devaluar innecesariamente nuestra moneda.

Lamentamos decir que el tiempo nos ha dado la razón. Venezuela en estos momentos exhibe una de las tasas de inflación más altas del mundo, producto, en primer lugar, de las innecesarias devaluaciones del 2004 y del 2005 y en segundo lugar por la errática política de retirar elevados montos de las divisas internacionales para convertirlas por partida doble a bolívares y de esa manera aumentar considerablemente el circulante o liquidez monetaria que es un factor que sin duda estimula la inflación. Debo dejar claro que si bien estamos de acuerdo en que las reservas excedentarias se destinen al desarrollo endógeno, sostenemos que el manejo de esos recursos debe ser transparente, con oportuna rendición de cuentas, eficiente, y regido por un presupuesto previo, para evitar la discrecionalidad, o el despilfarro. Tampoco es sano la doble conversión de esas divisas a bolívares, pues tal procedimiento equivale a debilitar la base de sustentación de nuestra moneda.

Pero no nos hemos limitado a realizar críticas constructivas y alertas con relación a la política monetaria, sino que hemos formulado oportunas propuestas o vías de acción destinadas a reducir la inflación, aumentar el poder adquisitivo de los venezolanos y mejorar la distribución de la riqueza. Nos atrevimos a participar en una campaña electoral, no con el ánimo de ganar, pues estábamos conscientes de la gran popularidad del Presidente, sino con el fin de traer a la opinión pública nuestras propuestas en política monetaria y fiscal (revaluación, eliminación del IVA, aumento del aporte fiscal de PDVSA), en política petrolera (estamos en contra de Las Empresas Mixtas, porque violentan nuestra soberanía), en materia de seguridad, etc. Pero no nos quedamos allí. Solicitamos audiencia con el Vicepresidente de la República para exponerle nuestras propuestas, pero ni siquiera hemos sido favorecidos con una respuesta.

La campaña electoral nos reafirmó nuestra convicción de que estamos en presencia de una sociedad de cómplices, pues ni los canales del estado ni los canales privados nos dieron cabida suficiente para exponer estas propuestas. Pareciera que no sólo la oposición derechista, sino también sectores muy poderosos dentro del gobierno estuvieran de acuerdo para que una voz como la de Los Defensores del bolívar que plantea la revaluación de la moneda sea silenciada o minimizada, porque lo que interesa al parecer es beneficiar a los grandes capitalistas y banqueros que han migrado de nuestro país más de 150 mil millones de dólares desde el Viernes Negro y que son los únicos que se benefician con un bolívar débil.

Ante esas evidencias, para nosotros es claro que la revaluación del bolívar es una conquista que debe lograr el pueblo, porque los intereses creados jamás permitirán la recuperación efectiva de nuestra moneda. Es una lucha que debe dar el pueblo, quien debe movilizarse y ejercer presión para lograr el objetivo final que no es otro que la meta de Hambre Cero en un plazo de pocos años.

Por tal motivo, amigos, debe quedar claro que los Defensores del bolívar tenemos una trayectoria de lucha incansable en defensa de nuestro signo monetario porque estamos convencidos de que Sin Revaluación No hay Revolución. Sólo la revaluación hará posible llevar la inflación a cero, acabar con el mercado Negro del dólar y reactivar nuestra industria y agroindustria, al minimizar sus gastos operativos. Sólo la revaluación posibilita el aumento de la gasolina, sin que el pueblo salga afectado, es decir, sin aumentar la inflación.

Pero también estamos claros de nuestras debilidades: No tenemos recursos económicos y somos vetados por todos los medios, tanto los públicos como los privados. Entonces, la única alternativa que nos queda es llevar nuestra lucha a la calle. Eso sí, de manera pacífica. Se trata de exigirle al gobierno que rectifique su política monetaria. Se trata de decirle al gobierno que estamos con el proceso, pero que no convalidamos el maquillaje del bolívar sin una previa revaluación.

De tal manera que consideramos que llegó la hora en que los revolucionarios nos definamos claramente con respecto al bolívar. Tenemos que hacernos un examen de conciencia y preguntarnos si estamos de acuerdo en que el bolívar siga postrado frente al dólar, o por el contrario recupere la fortaleza que una vez tuvo, una fortaleza que se debe corresponder con el empuje de nuestro país como primera potencia energética mundial.

Te propongo a ti y a todos los partidarios de la revaluación a que realicemos una marcha en Caracas lo más pronto posible. Es más, te invito a que formemos un Comité de Defensa del bolívar que se encargue de organizar esa marcha. Propongo el 30 de Marzo como fecha para realizar dicha marcha. ¿Qué dicen?

Recibe un saludo fraterno y nacionalista,


Eudes Vera
eudesvera@cantv.net

¡Sólo el pueblo salva al pueblo!

SOCIALISMO del SIGLO XXI o DEVALUACIÓN ABSOLUTA del BOLÍVAR

Por Manuel C. Martínez M.
11 Mar. 07

Ningún venezolano ignora que esta Administración Pública continuó con la política Devaluacionista iniciada por Raúl Leoni y seguida por Luis Herrera C. El primero acabó con el poco respaldo argentoso de nuestra moneda, aunque siguió respaldándola con níquel, y el segundo dio luz verde a la revalorización del dólar, aunque con monedas febles como las que ahora tenmos confeccionadas a punta de aluminio y zinc. un proceso revalorativo que Chávez ha sostenido en términos relativos, es decir modificando hacia abajo la paridad Bs. /dólar.

Pero lo que con una solemnidad digna de comiquitas anunció recientemente la Directiva en pleno del cuestionado Banco Central de Venezuela, es nada más y nada menos que una MACRODEVALUACIÓN, o devaluación absoluta.

Las devaluaciones absolutas, no sólo e implícitamente refuerzan el valor de la divisa referencial (el dólar), sino que minimizan, contraen, desvalorizan, confiscan , o socializan de un plumazo 99,9% (noventa y nueve, coma, nueve por ciento) de toda la riqueza del pueblo. Esto involucra inventarios comercioindustriales, ahorros, patrimonio de enseres domésticos, tierras e inmuebles varios, pinacotecas, bibliotecas, filatelia, bicicletas, autos de pobres, yates, avionetas, barcos y barquitos, Copyright, sueldos, salarios, becas, comidas, mercancía seca o húmeda, perecederos e imperecederos, fungibles y de uso, es decir, toda la riqueza nacional, salvedad hecha de los activos en DÓLARES.

Tal fenómeno político podríamos denominarlo: Socialismo del presente siglo o Devaluación absoluta del bolívar

miércoles, marzo 07, 2007

Algunas Curiosidades *comunes*

Por Manuel C. Martínez M.
07 Mar. 07

1.- Si el café fuera de color negro, entonces en vez de *marroncito* habría que pedir un grisecito. La academia de la lengua hispana trae *café puro* o sin leche, pero no NEGRO.

2.- Solemos decir: Te espero en mi casa, ve por mi casa, cuando no pasamos de simples inquilinitos, casi siempre morosos, y nómades.

3.- Hablamos de la *Prehistoria*, como si se tratara de una era cumplida y pionera de la humanidad, pero quien arroja basura por las calles mientras desenvuelve mercancías, o arroja conchas de bananas y mamones, es viejo espécimen prehistórico, sólo que ahora sus desperdicios son imbiodegradables.

4.- Se habla de *democracia* como un sistema donde el pueblo tiene el poder, a pesar de que se trata de sociedades abiertas y descaradamente clasistas, donde los pobres y asalariados sólo tienen voto, pero no voz, y un voto perfectamente vulnerable, manipulable, tracaleable, como lo demuestran hasta ahora todas las cuestionables elecciones que se realizan con cargo al Erario Público.

5.- hablamos de libertad de expresión, pero los cogollos partidistas le imponen a sus seguidores que estos oculten todas las marramuncias practicadas por el mediano y alto liderazgo, bajo la desvergonzada figura de *lavar los trapos sucios en casa*.

6.- En las elecciones *democráticas*, para elegir directivas de organismos gremiales, sindicales, de oficios o profesiones en general se inscriben ternas o cuaternas, según el número de directivos a elegirse, y cada grupo político presenta su respectivo equipo directivo, pero la constitución de la Directiva termina conformada por aquellos aspirantes que aparecieron como candidatos a la presidencia de dicha Directiva, independientemente de que, pongamos por caso, como Secretario de Finanzas quede un ignaro que no sabe lo que es una cuenta corriente.

7.-Los niños asisten a la escuela a enterarse de la Historia de sus antepasados internacionales, pero desconoce de dónde de son sus vecinos del piso superior del edificio donde vive.

8.- A esos mismos niños se les enseña el concepto de infinito, a y sumar gigantescos sumandos con decenas de dígitos, pero el salario de sus padres, por ejemplo, no pasa de tres dígitos en términos de dólares.

lunes, marzo 05, 2007

La INFLACIÓN no ES MONETARISTA (Estanflación en Venezuela)

Por Manuel C. Martínez M.
4-Mar-07

En búsqueda de una sana pedagogía sobre este trillado tema, es necesario partir de la Ecuación del Cambio. Esta rige para todos los sistemas económicos de libre tráfico.

Trátase de una tautología, según la cual para adquirir determinada oferta anual es necesario que equivalentemente haya determinada demanda expresada en dinero. Esta última viene dada por el CIRCULANTE que vuelque sobre el mercado la autoridad financiera correspondiente (Banco Central de Venezuela y Ministerio de Finanzas, en nuestro caso), y en concordancia con la Política Económica ejercida por el gobierno de turno.

En términos algebraicos, tenemos: P.Q = M.V,

para P, Índice de Precios al Detal; Q, cantidad de oferta-demanda; M, masa de circulante adquisitivo (dinero) en sus diferentes formas y denominaciones, y V, velocidad de circulación habitual o característica de los consumidores del país en cuestión.

Digamos que modernamente las economías de mercado, no troquetistas, deben disponer de un volumen máximo-mínimo de dinero en circulación, y con las variadas denominaciones que permitan la fluidez cambiaria en tiempo y espacio.

Matemáticamente, resulta obvio que si la producción e importaciones de mercancías se mantienen constantes (Q) y es respetado el librecambio, cuando el circulante (M) sobrepuja su máximo, en un primer momento los precios tienden a subir. A este fenómeno indebidamente suele llamársele Inflación.

Pero si dicho excedente adquisitivo se sostiene en el tiempo o sigue subiendo, la oferta debería subir también, salvedad hecha de figuras monopólicas u oligopólicas de alto poder económico, burguésmente intocables o apoyados por el gobierno de turno ora por conveniencia política, ora por ineptitud de mando, figuras empresariales que vean en dicho incremento de dinero una posibilidad de especulativas sobreganancias, y salvedad hecha de que se trate de excedentes monetarios de bajo poder adquisitivo, dinero devaluado, dinero sin respaldo confiable, o de dinero feble e inorgánico, acuñado y lanzado a la circulación con meros fines políticos o populistas.

De perogrullo, los asomos inflacionarios y su mantenimiento en el tiempo requieren el correspondiente financiamiento que lo facilita el propio gobierno, o va con cargo a los ahorros del consumidor. En este hecho se afirma la concepción monetarista, muy expedita e irresponsablemente asumida por la mayoría de los gobiernos de los países diplomáticamente controlados por las potencias económicas mundiales, y según la cual para frenar la Inflación bastaría con reducir o represar circulante mediante rebajas salariales, elevación de tasas de interés bancariopasivas, reducción del gasto público, mora en los pasivos laborales, venta de bonos o endeudamiento interno, regulación de precios en el comercio menor, etc.

Esta teoría monetarista, que aconseja reducciones del *excedente* de dinero circulante no va al fondo de las causas inflacionarias, se queda en su expresión dineraria. Porque, de ser acertada, entonces, por ejemplo, podríamos suponer que los asalariados, las ganancias y rentas afines, el gasto público, el incremento en inversiones productivas, etc., debería estar permanentemente frenados, puesto que a mayor contrata salarial, mayor salario, mayores ganancias, mayores impuestos, mayor gasto público, y consecuencialmente mayor circulante en juego.

A resultas, cuando nuestro gobierno se dispone a reducir circulante, mediante retiro de masas de dinero, venta de bonos, rebaja de sueldos y salarios, o reduciendo el gasto público, está directamente contribuyendo con la especulación de los comerciantes e industriales del momento, está frenando los conatos de incrementos en el próximo PTB, y hasta estaría propendiendo a una contracción económica de impredecibles consecuencias dañinas al consumidor de bajos recursos.

En concreto, la indebida DEVALUACIÓN venezolana causa inflación y tranca el crecimiento económico, una atípica situación económica que tiene nombre: ESTANFLACIÓN.

La inflación no es monetarista, sino devaluacionista ya que, entre otras contradicciones, de ser cierta la recomendación de los *monetaristas*, el Presidente Chávez estaría propagando la inflación en varios países, en aquellos a los que les regala o facilita ingentes cantidades de circulante en dólares y sucedáneos medios de compra, y no se trataría de ayudas económicas estimulantes de las respectivas economías beneficiarias de dicha política internacional.

domingo, marzo 04, 2007

La INFLACIÓN no ES MONETARISTA

Por Manuel C. Martínez M.
4-Mar-07

En búsqueda de una sana pedagogía sobre este trillado tema, es necesario partir de la Ecuación del Cambio. Esta rige para todos los sistemas económicos de libre tráfico.

Trátase de una tautología, según la cual para adquirir determinada oferta anual es necesario que equivalentemente haya determinada demanda expresada en dinero. Esta última viene dada por el CIRCULANTE que vuelque sobre el mercado la autoridad financiera correspondiente (Banco Central de Venezuela y Ministerio de Finanzas, en nuestro caso), y en concordancia con la Política Económica ejercida por el gobierno de turno.

En términos algebraicos, tenemos: P.Q = M.V,

para P, Índice de Precios al Detal; Q, cantidad de oferta-demanda; M, masa de circulante adquisitivo (dinero) en sus diferentes formas y denominaciones, y V, velocidad de circulación habitual o característica de los consumidores del país en cuestión.

Digamos que modernamente las economías de mercado, no troquetistas, deben disponer de un volumen máximo-mínimo de dinero en circulación, y con las variadas denominaciones que permitan la fluidez cambiaria en tiempo y espacio.

Matemáticamente, resulta obvio que si la producción e importaciones de mercancías se mantienen constantes (Q) y es respetado el librecambio, cuando el circulante (M) sobrepuja su máximo, en un primer momento los precios tienden a subir. A este fenómeno indebidamente suele llamársele Inflación.

Pero si dicho excedente adquisitivo se sostiene en el tiempo o sigue subiendo, la oferta debería subir también, salvedad hecha de figuras monopólicas u oligopólicas de alto poder económico, burguésmente intocables o apoyados por el gobierno de turno ora por conveniencia política, ora por ineptitud de mando, figuras empresariales que vean en dicho incremento de dinero una posibilidad de especulativas sobreganancias, y salvedad hecha de que se trate de excedentes monetarios de bajo poder adquisitivo, dinero devaluado, dinero sin respaldo confiable, o de dinero feble e inorgánico, acuñado y lanzado a la circulación con meros fines políticos o populistas.

De perogrullo, los asomos inflacionarios y su mantenimiento en el tiempo requieren el correspondiente financiamiento que lo facilita el propio gobierno, o va con cargo a los ahorros del consumidor. En este hecho se afirma la concepción monetarista, muy expedita e irresponsablemente asumida por la mayoría de los gobiernos de los países diplomáticamente controlados por las potencias económicas mundiales, y según la cual para frenar la Inflación bastaría con reducir o represar circulante mediante rebajas salariales, elevación de tasas de interés bancariopasivas, reducción del gasto público, mora en los pasivos laborales, venta de bonos o endeudamiento interno, regulación de precios en el comercio menor, etc.

Esta teoría monetarista, que aconseja reducciones del *excedente* de dinero circulante no va al fondo de las causas inflacionarias, se queda en su expresión dineraria. Porque, de ser acertada, entonces, por ejemplo, podríamos suponer que los asalariados, las ganancias y rentas afines, el gasto público, el incremento en inversiones productivas, etc., debería estar permanentemente frenados, puesto que a mayor contrata salarial, mayor salario, mayores ganancias, mayores impuestos, mayor gasto público, y consecuencialmente mayor circulante en juego.

A resultas, cuando nuestro gobierno se dispone a reducir circulante, mediante retiro de masas de dinero, venta de bonos, rebaja de sueldos y salarios, o reduciendo el gasto público, está directamente contribuyendo con la especulación de los comerciantes e industriales del momento, está frenando los conatos de incrementos en el próximo PTB, y hasta estaría propendiendo a una contracción económica de impredecibles consecuencias dañinas al consumidor de bajos recursos.

La inflación no es monetarista, ya que, entre otras contradicciones, de ser cierta la recomendación de los *monetaristas*, el Presidente Chávez estaría propagando la inflación en varios países, en aquellos a los que les regala o facilita ingentes cantidades de circulante en dólares y sucedáneos medios de compra, y no se trataría de ayudas económicas estimulantes de las respectivas economías beneficiarias de dicha política internacional.

Siguen las propuestas

Por Osmar Castillo
osmarcastillo@cantv.net

Ya hay quejas porque la disminución del IVA no está causando el efecto de reducción de precios que se esperaba. Está comprobado que vivimos en un país donde abundan los “vivianes”; las matemáticas dan para manejar la situación y no importa que le bajen unos puntos al IVA, el “vivián” sigue cobrando el mismo precio, que ahora es ganancia para él. La respuesta debería ser la ELIMINACIÓN TOTAL del IVA, con un control previo del precio de venta de TODO, de modo que al eliminarlo, el “vivián” no podría hacer el juego matemático; y si lo hace, métasele preso.

La anunciada eliminación de tres ceros al bolívar, a partir del 1 de enero de 2008, también ha generado especulaciones: que si el nuevo cambio será 2,15 bolívares por dólar; que si será 3 bolívares por dólar; que si el Presidente dijo que un dólar valdría un “cachete”, 5 nuevos bolívares; y hay quienes afirman que el Presidente dijo que sería 2,10 bolívares por dólar. Esto último sí sería deseable, ya que, aunque mínima, sería una REVALUACIÓN de nuestra moneda.
Ahora, si lo que suceda es lo que se plantea primero, entonces estaríamos en presencia de una DEVALUACIÓN de nuestro “golpeado” bolívar; y entonces tendríamos que llamarlo no “bolívar golpeado” sino “bolívar requetegolpeado”.
Es aquí donde insistimos con la propuesta de Defensores del bolívar, en el sentido que antes de quitarle los tres ceros al bolívar, REVALUEMOS, PAULATINAMENTE, cada mes, de ahora al 1 de enero del año próximo; así sí podríamos hablar de un “bolívar FUERTE”. Esta REVALUACIÓN iría ligada a la implantación de la nueva escala de sueldos referida como “Hoodiana”.

Legislemos, la Asamblea Nacional, para que PDVSA entregue al FISCO NACIONAL, mínimo el 70% de TODOS sus ingresos; así se podría, teniendo un estricto poder CONTRALOR, evitar la discrecionalidad absoluta del Ejecutivo en la disposición de esos dineros. Pareciera que es mucho lo que se dispone para gastos en el exterior, mientras aquí adentro las necesidades insatisfechas pululan por doquier.

Tomemos medidas de Emergencia para disminuir la INSEGURIDAD, la CRIMINALIDAD, en nuestra hermosa Patria: Estructuremos PATRULLAJE PERMANENTE, con la Fuerza Armada, combinada con las Policías, en las ciudades y pueblos, estadísticamente más inseguros. Que no hay suficientes vehículos para implantar eso; revisemos los gastos en el exterior y veremos que sí se podría lograr el equipamiento para esas patrullas. Paralelamente elevemos el nivel de formación de los cuerpos de seguridad, sus condiciones socio económicas (aquí aplica lo del círculo virtuoso que se originaría con la REVALUACIÓN del bolívar), etc. Prohibamos en forma ABSOLUTA, el porte de armas por civiles; apliquemos penas ejemplarizantes, ejemplo 10 años de cárcel, para los infractores; incentivemos la entrega de armas en manos de la delincuencia, canjeándolas por, por ejemplo, cestas básicas de alimentación por un año; y finalmente creando mayores fuentes de empleo con un plan de multiplicación de turnos de trabajo, contemplado dentro del círculo virtuoso que se ha mencionado en anteriores oportunidades.

Actuemos contra la CORRUPCIÓN: hemos propuesto la DECLARACIÓN JURADA DE BIENES para TODOS los residentes en el País, y para los viajeros frecuentes, o sea los que viven aquí y afuera; con ello se procuraría ELIMINAR al TESTAFERRO. Legislemos para INHABILITAR de por vida para ejercer cargos públicos, a los convictos de casos de corrupción.

Combatamos la IMPUNIDAD: aplíquense las leyes, y modifiquemos aquellas que entraban los procesos judiciales.

Si además se quisiera, como parece ser el espíritu del Ejecutivo, REESTRUCTURAR el Estado vigente, convoquemos a una ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE, para debatir TODAS las propuestas en bien de la república Bolivariana de Venezuela. Lo que no debemos hacer es posponer la solución de ingentes problemas, por debatir respecto a ideologías. Todo lo podemos atacar en paralelo, de modo que vayamos “viendo el queso a la tostada”; ya es tiempo de ello.

Continuaremos en próxima oportunidad.

CUANDO UN TRABAJADOR DE LA CALLE SE ENFERMA

Por MARZHA NAVARRO

El motivo de este artículo es resaltar la abismal diferencia entre la vida de un ciudadano de un país rico y un similar de un mundo llamado tercero. Llamar la atención a como la ausencia del Estado puede ser tan grave y alterar toda una vida. Repito toda una importante vida.

Si una trabajadora de la calle, sufre un derramen cerebral, un accidente vascular, no solamente su vida quedara totalmente estancada y destruida, sino que también todas las personas dependientes de ella y de su trabajo quedarán de repente en absoluto abandono. De ahí un efecto domino matemático. Los niños ya no tendrán alimentos, ropas, medicamentos, deberán abandonar la escuela pues para sobrevivir tendrán que trabajar. Cómo trabajar sin capacitación? Se abren entonces los portones de la realidad, la prostitución, la esclavitud, las drogas o el robo.


A la enferma la espera algo mas que el terror, la desgracia y la tragedia completa, pues se unen el desespero al saber de los peligros y el deterioro de la vida de sus hijos, su hambre, todas sus necesidades, la falta de higiene, las condiciones climáticas y, su parálisis física. Siempre acostada, tirada entre las moscas, su única posibilidad es llorar. El Estado no aparece y la señora sobrevivirá en la forma mencionada hasta que se muera...

Cuando la ciudadana es tratada como contribuyente, la trabajadora formal y contabilizada, al sufrir un derramen cerebral el Estado se hace presente inmediatamente, de la clínica de emergencias medicas, la paciente pasa automáticamente a la sala de rehabilitación y allí ya empieza todo un trabajo sincronizado de análisis, exámenes, baños de parafina, hidro masajes, infrarrojo, ejercicios en piletas hidrotermales, con un equipo altamente especializado que trabajará para que la señora vuelva a su vida normal. Obtendrá su alta posiblemente en menos de seis meses. Es bueno recordar que los hijos de la paciente estarán ilimitadamente amparados, estarán estudiando, en las escuelas recibirán a parte de la instrucción, también educación, alimentos, vacunas, medicinas, servicios odontológicos, transporte, guarderías. La paciente y toda su familia disfrutarán de la alta calidad de vida necesaria para su bienestar.

No es magia, ni milagros, es el Estado bien administrado, riquezas bien distribuidas, contribuyentes y gobernantes honestos. Ahí está un ejemplo de la abismal diferencia. Un trabajador informal, no puede enfermarse y no goza de una jubilación, y eso es muy triste, injusto y muy grave!

sábado, marzo 03, 2007

Quítele 3 ceros al bolívar, pero por amor, ¡revalúelo primero! . Figuras de 1 a 8, en primer lugar.




















Por Eudes Vera

Nota: Las figuras están en orden creciente, desde arriba hacia abajo; la primera es la figura 1. En el texto se indica donde va ubicada cada figura.

El Presidente Chávez y su Ministro Cabezas afirman que el bolívar será una moneda fuerte y que se reducirá la inflación simplemente eliminándole tres ceros a partir del 4 de febrero del 2008. “Wishful thinking”, diría un gringo cínico. Porque para que eso realmente ocurra se necesitaría que se cumplieran concurrentemente las siguientes situaciones:

Primero, que el mercado negro desapareciera o se redujera a su mínima expresión. Como se sabe, nuestros comerciantes y empresarios en su mayoría fijan el precio de sus mercaderías en función de la cotización del dólar en el mercado paralelo y no en función del dólar oficial. La minimización de ese mercado sólo podría lograrse con la revaluación progresiva del bolívar, como lo hemos venido proponiendo los Defensores del bolívar. Nadie que no sea gafo iría a comprar dólares en ese mercado, si sabe que el dólar oficial va a valer menos el mes siguiente. Pero, si CADIVI no agiliza la entrega oportuna de los dólares solicitados y si persisten los factores que atentan contra nuestra moneda, luce improbable que ese mercado desaparezca o sea despreciable antes de la fecha citada.

Segundo, que disminuya la liquidez en forma sostenida en los próximos 12 meses. La emisión de bonos por PDVSA por 3.500 millones de dólares, y la nueva emisión de bonos de deuda por hasta 2.469 millones de dólares, ayudarán a restringir la liquidez a corto plazo y de esa manera reducir la presión sobre el bolívar, pero no hay garantía de que al cabo de unos pocos meses sea inevitable el aumento de la liquidez, so pena de paralizar la economía y acrecentar el malestar social. La única manera efectiva de reducir significativamente la liquidez y al mismo tiempo reactivar la industria nacional es a través de la revaluación, combinada con la aplicación de una nueva escala salarial, como mostraremos más adelante.

Tercero, que el nivel de las reservas internacionales supere significativamente el tope de los 36 mil millones de dólares que le ha impuesto el ejecutivo al Banco Central, al obligarlo a transferir al Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN) cualquier excedente por encima de la cifra anterior.

Como es improbable entonces que se cumplan las tres situaciones que hemos señalado anteriormente, resulta poco probable por tanto que se logre abatir la inflación con el simple expediente de quitarle tres ceros al bolívar. Y si para el 4 de febrero de 2008, la inflación no ha decaído apreciablemente y si el mercado paralelo persiste como una referencia importante para nuestros comerciantes y empresarios, entonces el efecto de maquillar el bolívar va a ser más bien contraproducente, es decir, va a devenir en una mayor especulación e inflación, a menos que el OMDECU y el SENIAT desplieguen miles de funcionarios a lo largo y ancho del país para impedir la especulación. Porque al tomar como referencia la cotización del dólar paralelo, nuestros comerciantes y empresarios no van a resistir la tentación de redondear por arriba el precio de sus mercaderías. De tal manera, que si un bien por ejemplo cuesta antes de la reconversión Bs. 1.950, es muy probable que al entrar en efecto el nuevo bolívar el precio de la misma mercancía sea fijado en 2 nuevos bolívares (NB) , en lugar de su valor correcto (1,95 NB).

La especulación por redondeo se podría contrarrestar efectivamente si previamente el gobierno se decide a aplicar nuestra propuesta de llevar el tipo de cambio a Bs. 500/dólar, en un plazo de 10 meses o un año, combinada con la implantación de una nueva escala salarial, tipo Hoodiana (http://www.soberania.org/Articulos/articulo_2878.htm).


¿Cuánto revaluar?

El costo actual de la canasta básica, según el INE, es de Bs. 923.184, muy por encima del salario mínimo que actualmente es de Bs. 512.325.

¿Cómo bajar el costo en bolívares de la canasta básica, manteniendo el valor actual del salario mínimo en bolívares, de tal manera que este último iguale o sobrepase a la primera y de esa manera se logre el objetivo Hambre Cero, según lo definimos en un previo artículo? (http://www.soberania.org/Articulos/articulo_2837.htm).
La única forma de llevar a cabo este objetivo es a través de la revalorización de la moneda. ¿Por qué? Para un país como Venezuela en el cual el 100% de los bienes y servicios contienen al menos un componente o insumo importado, los cuales se adquieren con divisas, la revaluación, acompañada de la vigilancia de precios por parte del Estado, da origen al fenómeno económico conocido como deflación, o caída general de precios. Fundamentados en esa ley económica, proponemos entonces revaluar el bolívar con la finalidad de bajar el costo de la canasta básica y hacerla comparable o menor al salario mínimo medido en bolívares.

Podemos demostrar que para una tasa de revaluación del 77%, es decir, bajando el tipo de cambio a Bs. 500/dólar, es posible obtener una tasa de deflación del 46%, y una canasta básica del orden de los Bs. 498.090, manteniendo el salario mínimo en Bs. 512.325. Es decir, si empezamos a revaluar ya, disminuyendo el valor del dólar en Bs. 165 cada mes, al cabo de 10 meses habríamos obtenido los siguientes resultados (siempre y cuando el Estado supervise eficazmente los precios):

Tipo de Cambio = Bs. 500/$

Canasta Básica = Bs. 498.090 ($ 996)

Salario Mínimo = Bs. 512.325 ($ 1.025)


Fig. 1

De esta forma, al llevar el costo de la canasta básica por debajo del salario mínimo se estará logrando el objetivo de Hambre Cero, como lo definimos en un artículo anterior (http://www.soberania.org/Articulos/articulo_2837.htm). Al mismo tiempo se logrará que el salario mínimo en dólares se convierta en uno de los más altos, a escala mundial. (Fuentes: http://latino.msn.com/noticias/articles/articlepage.aspx?cp-documentid=1852756. http://www.finanzas.com/id.3680319/noticias/noticia.htm )

Fig. 2


¿Cómo disminuir apreciablemente la liquidez monetaria, sin recurrir a la emisión de bonos de la deuda?

Con la finalidad de lograr una distribución más equitativa de la riqueza, disminuir sustancialmente la liquidez monetaria y fijar un tope salarial para los altos funcionarios públicos, sugerimos combinar la revaluación con la implantación de una nueva escala salarial tipo Hoodiana. Proponemos una escala salarial Hoodiana, similar a la de las Figuras 3, 4 y 5.



Fig. 3


Fig. 4


Fig. 5


Las características más resaltantes de dicha escala son:

1. Todos los sueldos en dólares ubicados por debajo de un cierto tope salarial (17 salarios mínimos actuales en la Figura 3) son aumentados en proporción inversa al monto de los salarios actuales (Quien menos gana actualmente, recibe un mayor aumento).


2. Todos los sueldos en dólares ubicados por encima del anterior tope salarial serán reducidos en proporción directa a su monto actual (Quien más gana actualmente, mayor reducción tendrá).


3. Todos los sueldos en bolívares serán reducidos en forma directamente proporcional al nivel actual, con excepción del salario mínimo, el cual se mantiene en Bs. 512.325.


4. Se propone como sueldo tope para los funcionarios públicos la cifra de Bs. 2.025.471, que al tipo de cambio de Bs. 500/$ equivale a 4.051 dólares.


La Figura 6 muestra las diferencias en dólares entre la escala propuesta y la actual.


Fig. 6


¿Qué produce mayor reducción de la liquidez monetaria, emitir bonos de la deuda o aplicar la nueva escala salarial con revaluación?

Para el INE, la masa laboral ocupada ascendía a 11.285.098 trabajadores para Diciembre de 2006. (Referencia: http://www.ine.gov.ve/ ). Suponiendo que sólo el 50% de dicha población posee un empleo formal actualmente, hemos hecho una simulación para determinar grosso modo el sueldo promedio en Venezuela en la actualidad y en el supuesto de que se aplicara la nueva escala salarial que proponemos. Los resultados obtenidos son los siguientes:


Nº de personas ocupadas 11.285.098

Nº de personas con empleo formal 5.642.549

Sueldo Promedio según escala salarial actual 3.817.012

Sueldo Promedio según escala salarial propuesta 1.122.347

Total a pagarse en sueldos en un mes, escala actual, billones Bs. 21,54

Total a pagarse en sueldos en un mes, escala propuesta, billones Bs. 6,33

Diferencia (Disminución de la liquidez monetaria en un mes), billones Bs. 15,21

Disminución de la liquidez por la emisión de bonos por $6 MMM 12,9

Si comparamos la disminución en liquidez que produciría en tan solo un mes la adopción de la nueva escala de salarios con la que produciría la emisión de bonos, vemos que la primera opción conlleva una disminución de la liquidez monetaria superior a la segunda opción en más de 2 billones de bolívares, con la ventaja adicional de que no sería necesario incurrir en mayor endeudamiento del país.

Finalmente las Figuras 7 y 8 muestran respectivamente las escalas salariales propuesta y actual en nuevos bolívares y en dólares.

La recta en anaranjado muestra la escala salarial que se propone aplicar el gobierno, una vez que se efectúe la conversión monetaria:

Un Nuevo bolívar = 1 NBs. = 1.000 bolívares

Con lo cual el nuevo tipo de cambio sería:

1 dólar = 2,15 NBs.

La recta en verde representa la nueva escala salarial que proponemos, pero en la cual el tipo de cambio sería:

1 dólar = 0,5 NBs.

Fig. 7

Fig. 8


Por supuesto que en el esquema que se dispone a aplicar el gobierno a partir del 4 de febrero de 2008 (reducción de tres ceros al bolívar sin revaluación), no se obtiene disminución alguna de la liquidez.

En cambio, con el esquema que proponemos (revaluando primero a Bs. 500/$ y quitándole 3 ceros al bolívar después, aunado a la aplicación de la nueva escala salarial), se produciría en tan sólo un mes una reducción de la liquidez del orden de los Bs. 15,21 billones (o NBs. 15,21 millardos).

Tiene la palabra el gobierno nacional.


Eudes Vera
Ex - Candidato Presidencial
eudesvera@cantv.net

jueves, marzo 01, 2007

La MAQUILLADA LETRA del HIMNO NACIONAL VENEZOLANO

Por Manuel C. Martínez M.
1-Mar-07

Sabemos que desde nuestros primeros pasos escolariegos se nos hace oír las *gloriosas* notas de *nuestro* Himno Nacional. Aquí el posesivo involucrado excluye etnias, posición económica, afiliación política, y es tal vez la única bandera que nos había uniformado hasta ahora.

Decimos eso porque se viene corriendo el riesgo de que una parte de los venezolanos termine renunciado al culto del cántico epopéyico nacional más conocido por todos y todas, tradicionalmente sembrado en nuestros espíritus, con la elevación, exultación e imposición en colegios, radios, TV, etc., (sólo omitieron su edición en medios escritos a fin de que sacaran su letra y música en alguna de sus páginas con una obligación de igual peso).

Además y desafortunadamente, su letra no guarda la fidelidad histórica que semejante símbolo patrio debería exhibir.

Efectivamente, uno de sus versos reza lo siguiente:

<>

Por una parte, el tratamiento de *señor* suponemos que alude al amo de las haciendas de marras, y en este sentido su objetividad se da por sentada. Sábese que la Venezuela de entonces era marcadamente esclavista, y que el usufructo (PTB) de este modo de vida era desigualmente compartido por *realistas* y *poderosos blancos criollos* (léase mantuanos).

Sábese también que no fue precisamente la protesta popular del esclavo ni la del llanero, ni la del artesanado, la que impulsó la Guerra de Independencia, que fue más bien una guerra entre consanguíneos y fratricidas escenificada cruelmente entre los poderosos de entonces.

Sólo a raíz de las pérdidas de las primeras repúblicas el propio Simón Bolívar cayó en la cuenta de que debía incorporar a los excluidos de entonces, a la sazón reclutados por el mediáticamente desprestigiado José Tomás Boves, el mismo caudillo que había despertado la conciencia de los pobres

Porque el isleño Boves les hizo ver a los humildes que en esa guerra no tenían arte ni parte porque no era de ellos sino de los señores esclavistas entre sí.

Respetuosamente sugerimos que dicha letra sea constitucionalmente reformada y acercada a la realidad social que rigió durante esos sangrientos sucesos, porque de lo contrario seguiremos sembrando desde la cuna una versión patria y epopéyica apartada de la verdad histórica.