Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

viernes, junio 27, 2008

La Plusvalía y los Impuestos esquilman al obrero

Por Manuel C. Martínez M.
12-jun-08

La plusvalía es una categoría económica de repulsiva lectura para los amantes del capitalismo. La niegan, la silencian y hasta la tergiversan con la más descarada tendenciosidad. Pero por mucho que se la obvie ella no dejará de existir mientras haya patronos capitalistas en cualesquiera dimensiones y giros. Desde el bodeguero pequeñoburgués hasta el mas podrido magnate, todos se la embolsillan durante cada segundo que sus asalariados le venden “a crédito” su trabajo a un precio inferior a su verdadero valor añadido. Unos créditos a 7 días, otros a 15 d. Si se cuantifica y pudiera cobrarse el monto de intereses causados (por cobrar) por estos créditos que da y ha dado gratis el trabajador a sus patronos muy posiblemente buena parte de ellos irían a la ruina. Hasta ahora su mora la ampara la irretroactividad prevista en las mismas leyes burguesas.


Las bolsas de trabajo manejadas por sindicalistas de dudosa probidad y de cuestionada fidelidad clasista (léase intermediarios de asalariados) ofrecen una baja defensa para el obrero. No así las asociaciones de empresarios que no conocen los apuros ni el apremio para la contrata fría, pacienzuda y unitaleralmente favorable que descaracteriza al trabajador sin ahorros.


Pero, como si no bastara, y para reafirmar la negación del plusvalor, los Estados burgueses heredaron y adoptaron el sistema tributario que castiga a los trabajadores asalariados como si estos fueran generadores de ganancias, como si fueran campesinos con conuco, propio o arrendado; como si fueran libres artesanos.


Los textos de Economía proburguesa, esos que pueblan las bibliotecas de institutos públicos y privados, las academias y universidades más “prestigiosas” y connotadas del planeta, consideran rentistas a los asalariados, como si su contrata con sus patronos fuera a la par, o sea como si no existiera el plusvalor.


Digamos que el Estado le asesta un segundo “palo cochinero” al asalariado. En esta materia el más inicuo de todos es el flamante y ya universalizado IVA. Este no es otra cosa que un impuesto directo con el que este Estado avaro e insaciable esquilmador castiga el hambre, la falta de vivienda, de medicinas, calzado, vestido, enseres domésticos; la falta de bebidas varias y hasta de los cajones funerarios de cierta calidad. Mercancías gravables todas esas que debe forzosamente adquirir una muy considerable parte de los trabajadores para 1/2 llenar su cesta de bienes imprescindibles. Bienes de la “cesta básica” que paradójicamente le permitan seguir trabajando a favor del mismo patrono que se apropia de su plusvalor y para el mismo Estado que seguirá esquilmándolo. Algo así como el condenado a muerte que deba pagar el coste de los instrumentos con que el Estado le suprimirá la vida.

jueves, junio 26, 2008

Los patronos no trabajan

Por Manuel C. Martínez M.
26 jun. 08

Definimos patrón en sentido amplio. Son aquellas personas jurídicamente dueñas de las fábricas y demás empresas afines, son sus empleados de máxima confianza, directores, supervisores, contralores; lo son sus asesores ingenieriles, económicos y judiciales, sus apoderados judiciales; son los “policías” y publicistas ad hoc. Porque Los dueños económicos del capital ni siquiera coparticipan en ningún proceso productivo, y como no los emplea nadie, son el verdadero parasito del mundo empresarial. Hablamos de financistas o banqueros en general.
Ninguno de esos empleados trabaja productivamente. Vale decir que, al igual que el de las máquinas y otros costes constantes, no son sumables al capital variable, es decir no crean riqueza alguna. Todos estos patronos pertenecen a ese capital constante de la inversión correspondiente.
Su presencia empresarial es históricamente transitoria; serían inconcebibles en la sociedad comunista. Su coparticipación actual en el trabajo aportado y creado por los verdaderos trabajadores se limita a cuidar el patrimonio de sus jefes superiores, a proteger la inversión correspondiente.
Desde luego, semejante presencia y participación de esos patronos durante el proceso productivo y fabril cuesta mucho dinero, un costo que contradictoria, absurda e improductivamente, suele superar la suma de las remuneraciones del grueso de los asalariados. En este sentido, ninguno de aquellos recibe paga salarial sino ganancias o dividendos a final de cada año económico, y honorarios varios que aparecen como tales en las nóminas regulares de cada empresa. Estas últimas remuneraciones sirven en buena parte para la evasión de impuestos sobre la renta.
Los honorarios varios o la remuneración de los “custodios o auxiliares patronales”, en su condición de capital constante forma parte intrínseca del valor de los productos. Consecuencialmente encarece el valor de la producción y con ello los precios de mercado. Digamos que esos “patronos”, lejos de favorecer la productividad del verdadero trabajador, la desmejoran constantemente, y lo hacen con tanto peso como tan importante sea la empresa que los emplea.
Las transnacionales, las empresas de elevado giro, son las menos productivas desde este punto de vista. Por el contrario, las empresas medianas y las de los pequeñoburgueses ofrecen una mayor productividad y un bajo costo de producción, que si bien parece contablemente elevado, esto respondería sencillamente al constreñido volumen de sus mercancías ofrecidas, frente a los minimizados costes de las empresas grandes y sus ingentes volúmenes producción.
Dejamos en pie que sin duda alguna si tales empleados fueran cesanteados dentro del mismo sistema industrial vigente los reinantes e inevitables índices de desempleo de mano de obra y otros factores constantes intervinientes se dispararían velozmente. No obstante este aporte a la economía que se lograría con el cesanteo de semejantes patronos terminaría abaratando el costo de producción nacional, si se pudieran convertir en verdaderos cotrabajadores y productores del Valor Agregado.

martes, junio 24, 2008

La escalada devaluacionista, más entreguista que socialista

Por Manuel C. Martínez M.
24 jun. 08

Si partimos de que económicamente somos unas buenas colonias burguesas, las devaluaciones monetarias modernas se pueden aplicar de varias formas, unas directas y otras indirectas, pero todas y siempre sujetas al patrón dólar y otras monedas de los países colonocapitalistas.
Por ejemplo, Cadivi (Comisión para la Administración de divisas, Venezuela), como ayer Recadi, ha colaborado numérica y muy pesadamente con la revalorización del dólar en Venezuela. La excusa de las evasión de las “hiperdevaluaciones” súbitas y extemporáneas resulta ya intolerable en una sociedad que luego de 10 años de mando militar amenaza con retomar viejos rumbos políticos ante el flagelo inflacionario sostenido e ingobernable y creciente, ante una hambre cuyo promedio ha subido y es causado por la política económica de la Administración pública de la presente década., y consistente en quitar a unos trabajadores para regalarles a algunos desempleados, mendigos, minusválidos, ancianos y otros tantos y numerosos “marginados” de los gobiernos anteriores. Estos, aunque bien merecidamente, empezaron comer y a cubrir otras necesidades básicas, lo han venido haciendo con cargo al notorio e inocultable deterioro económico de la llamada “clase media”, como si esta fuera la culpable de nuestros males sociales.
Recordemos que la escalada devaluacionista venezolana arrancó timoratamente en 1965 cuando comenzó la llamada “reunificación cambiaria” tendente a reducir la paridad múltiple de marras: dólar petrolero, d. minero, d. agropecuario, d. bancario, dólar usuario, etc.
Esa reunificación desembocó en dólares revaluados cada vez más, y toda esa escalada devalaucionista en principio y por principio buscó y logró mejores ganancias para las compañías petroleras. Primeramente culminó con la rimbombante Nacionalización del petróleo, a raíz de la cual Carlos Andrés Pérez y demás agentes capitalistas estatales fijaron en Bs. 4,30 el revaluado precio del dólar. Esto significó para las petroleras un sobreingreso en bolívares de Bs., 0,51 por cada dólar vendido al Estado, tan sumiso y generoso como sigue siéndolo con esos “inversionistas”.
Con esa revalorización del dólar, o con esa devaluación del bolívar, las petroleras dejaron de enterar al Fisco Nacional 17% (diecisiete por cada 100), aprox., de los dólares que enteraban con la saliente paridad de Bs.3,09/1.$
Es un hecho que la monodependencia económica del petróleo les ha otorgado a los inversores petroleros un inocultable e ineluctable poder decisorio sobre la república, sobre sus Poderes constitucionales y sobre sus Presidentes, civiles y castrenses, por lo que estos sólo han servido para cumplir tales decisiones.
La paridad devaluacionista, que desde el año 1976 fue impuesta en segundo grado por el gobierno nacional, resultó “razonablemente” inadecuada a raíz de la eliminación del patrón bimetálico que no resistió ni siquiera el Níquel, y se dispara con el “Viernes Verdi-Negro”. Hasta ahora esa carrera complacientemente davaluacionista ha seguido su curso. Primero con devaluaciones expresamente aprobadas hasta la fijación de la paridad oficial regulada por Cadivi, (Bs. 2.150/1$), y en paralelo con la inevitable permisividad de un dólar paralelo y creciente, aunado a las generosas e irrentables colocaciones “patria afuera” que el gobierno nacional, al lado de Cadivi, viene practicando con miras a congelar e impedir la sobreoferta de dólares. Esta sobreoferta daría al traste con las revalorizaciones del dólar, con lo cual sobrevendría la esperada revalorización del bolívar tan temida y frenada por el capitalismo petrolero y extrapetrolero, local e internacional.

Cabe acotar que tan fiduciaria es nuestra moneda como lo es el dólar, por lo que tales devaluaciones siguen siendo cuestionables. Por todo eso inferimos que en Venezuela la escalada devaluacionista es más entreguista que socialista.

El Experimento

Por Eudes Vera

Los Defensores del bolívar hemos saludado como un paso en la dirección correcta los anuncios del Presidente Chávez en política fiscal y cambiaria con motivo de su reciente reunión con empresarios nacionales. Sin embargo, en aras de lograr un combate más efectivo contra la inflación, creemos que el Presidente pudo ir mucho más allá. Por ejemplo, además de eliminar el ITF, también pudo haber hecho lo propio con el altamente regresivo Impuesto al Valor Agregado (IVA), que afecta sobretodo a los sectores más desfavorecidos de la población y que no se justifica ni moral ni económicamente a la luz de los ingentes ingresos petroleros. La medida de flexibilizar el control de cambio para las empresas registradas en CADIVI que hagan solicitudes no superiores a los 50.000 dólares, con la sola exigencia del control a posteriori, nos parece altamente riesgoso para las reservas monetarias del país. El Presidente no dijo cuántas veces una misma empresa puede solicitar el cupo máximo de divisas en lo que resta del año. Se podría entonces dar el caso de que una misma empresa solicite el cupo máximo o una cantidad cercana al mismo varias veces al año. En el año 2007 el promedio diario de divisas liquidadas por CADIVI fue de 170 millones de dólares. Como hay más de 7000 empresas (http://www.cadivi.gob.ve/divisas/empresas/empresas.pdf) registradas en CADIVI, bastarían 1700 solicitudes diarias del cupo máximo para que se alcance el 50% de dicho promedio. Eso podría conducir a una rápida caída de nuestras reservas internacionales.

La principal falla de esta medida es que se trata de un cheque en blanco que se le da al empresariado y que carece, además, de un elemento disuasivo que lleve a los empresarios beneficiados a auto moderarse en la solicitud de las divisas. Además, la medida es excluyente, porque deja fuera el grueso del pueblo venezolano.

Otra debilidad de la medida en cuestión es que las divisas que se otorguen se cargarán a las reservas internacionales del país, lo cual contribuye a debilitar la base de sustento de nuestra moneda que es precisamente el nivel de dichas reservas. Cuanto más alto sea éste, mayor fortaleza tendrá el bolívar. Por ello sugerimos que las divisas otorgadas mediante esta flexibilización cambiaria sean cargadas a las reservas excedentarias del país acumuladas en el Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN).

El Presidente calificó esta flexibilización cambiaria como un experimento cuya fecha de finalización es el 31 de diciembre de este año. Sin embargo, no hay garantías de que esta medida tenga los resultados deseados, a saber, aumento de la producción y disminución de la inflación. Primero porque no existe ningún compromiso en este sentido por parte de los empresarios y segundo porque al mantenerse el control de cambio seguiría existiendo el dólar paralelo, el cual sería utilizado por los empresarios como referencia en la reposición de inventarios futuros.

Aprovechando los colosales precios del barril de petróleo que para este año no deben caer por debajo de los 100 dólares en promedio, y que garantizan unos ingresos excedentarios no inferiores a los 52.000 millones de dólares, nos permitimos proponer la puesta en práctica de otro experimento en política cambiaria, el cual a nuestro juicio garantizaría el aumento de la producción nacional, la disminución de la inflación a niveles mínimos y la desaparición del mercado paralelo de divisas.

El experimento que sugerimos consiste en efectuar una mini revaluación del bolívar cada día hábil por una cantidad fija, disminuyendo el tipo de cambio por ejemplo 10 bolívares diarios, de tal manera que en 10 días hábiles, el dólar se habría depreciado en 100 bolívares. Este sería el elemento disuasivo que con seguridad inducirá a cada venezolano a valorar más su moneda y a abstenerse de comprar divisas con fines especulativos, pues de antemano se sabría que el dólar oficial perdería 10 bolívares el siguiente día hábil. Simultáneamente con la revaluación del bolívar se emprendería con carácter experimental un período de suspensión temporal del control de cambio, al que llamaremos Período de Cambio Libre Supervisado. Durante el mismo se efectuará un seguimiento o monitoreo diario, hora a hora, del nivel de las reservas monetarias internacionales. El objeto de este monitoreo es evitar una fuga masiva de divisas que haga caer su nivel por debajo de un valor especificado previamente, al que llamaremos Nivel de Alarma. De producirse esto último, inmediatamente se retornaría al régimen de control de cambio, como el que existe actualmente, con la salvedad de que durante el mismo seguirán las mini revaluaciones diarias del bolívar y el monitoreo continuo del nivel de las reservas. Tan pronto como estas últimas superen un nivel predeterminado al que llamaremos Nivel Seguro o Nivel Óptimo se retorna nuevamente al régimen de cambio libre supervisado manteniéndose las mini revaluaciones diarias. Sugerimos adoptar como nivel de Seguridad 31.000 millones de dólares y como Nivel de Alarma 25.000 millones de dólares.

Ahora bien, surge la pregunta: ¿Por cuánto tiempo deben mantenerse las mini revaluaciones diarias del bolívar? Sugerimos que se utilice un objetivo de índole socioeconómico como el indicador que sirva de referencia para marcar el cese de las mini revaluaciones. Ese objetivo podría ser cuando el salario mínimo iguale o sobrepase el costo de la canasta básica, ambos expresados en dólares. Hemos denominado Hambre Cero este objetivo.

Para el mes de abril de 2008, la canasta alimentaria normativa estaba en Bs. F. 713,21 (http://www.ine.gov.ve/tripticos/menuboletines.asp). La canasta básica es el doble de la canasta alimentaria, o sea, Bs. F. 1426,42, o $663,45 (a la tasa de Bs. F. 2,15/$). Por otra parte, el sueldo mínimo actualmente es de Bs. F. 799,23, o $371,74 (a la tasa de Bs. F. 2,15/$). Por lo tanto, en la actualidad el sueldo mínimo apenas cubre el 56% de la canasta básica, muy lejos del objetivo Hambre Cero.

Ahora bien, mediante la revaluación el bolívar es posible lograr la disminución de la canasta básica en bolívares por una parte y el aumento del sueldo mínimo en dólares por la otra. En efecto, sólo la revaluación garantiza en un país netamente importador como Venezuela la reducción de la inflación y al mismo tiempo el aumento en dólares del sueldo mínimo, sin necesidad de recurrir a los aumentos por decreto.

Manteniendo el sueldo mínimo en Bs. F. 799,23 y llevando a cabo las mini revaluaciones propuestas durante 115 días hábiles, se alcanzaría un tipo de cambio de Bs. F. 1,00/$ y el sueldo mínimo llegaría a $ 799,23, un aumento del 46,51% en menos de 6 meses! Si la canasta básica para ese entonces es igual o inferior a este valor se suspenden las mini revaluaciones. De lo contrario continuarían hasta que se logre el objetivo deseado.


Eudes Vera
eudesvera@cantv.net

lunes, junio 23, 2008

Exportemos también la Pobreza

Por Manuel C. Martínez M.
20, jun. 2008

Ya antes propuse que EXPORTÁRAMOS, además de petróleo y afines, la pobreza que nos satura, la misma que inocultablemente se acrecienta con cada barril exportado, en nombre un pueblo que sigue siendo analfabeto tanto formal como funcional, en términos medios o masivos. Conocer y garabatear la "o" por su redondez no tacha ni desescribe la analfetitud de nadie.


Hablo de colocar en los Tratados Comerciales Internacionales, con prioridad "A1", con cada porción de recursos energéticos exportables una cuota inextricablemente paralela o complementaria de mano de obra venezolana desempleada y en situación de abierta pobreza. No limitemos nuestras exportaciones a la fuga de "cerebros". Esta la podemos dejar a voluntad del interesado.

Porque, dado que la mano de obra asalariada circula libremente como mercancía, entonces demos en "comodato" la mano de obra que no podemos alimentar ni cubrirle satisfactoriamente sus necesidades dignamente prioritarias.


Curiosamente eso es lo que sobreentendidamente ha venido haciendo la empobrecida Europa, luego de su desgaste productivo, de sus ruinosas guerras.


Europa, África y parte de Asia se han quedado con la parte rentable de su producción humana. Esto no podemos seguir silenciándolo, sin ánimo alguno de despreciar a inmigrantes tan valiosos o más como los que allá se quedaron, pero quienes, por su condición de pobres y ex asalariados, su país nativo, sus gobernantes, los pusieron en listas de exportación. En Venezuela se conoce a las ingentes cuotas de inmigrantes de variopintas nacionalidades, todos pobres, todos venidos a menos. Paraguay se ha enriquecido con importantes cuotas de Menonitas.


Reconozcamos que la pobreza también es exportable además de la riqueza convencional que se ha limitado a contener el llamado Valor Creado (que no agregado). Porque esto es lo que desconsideradamente hemos venido haciendo a través de tratados diplomáticos y consulares.


Ha sido, por desagradable analogía, vender el lomito y quedarnos con las vísceras correspondientes. Hemos exportado nuestra riqueza heredada por la única razón de haber nacido dentro de estas coordenadas geofísicas, pero nuestra clientela ha exigido y logrado comprarnos sólo la parte que unilateralmente les ha convenido.


Digamos que jamás hemos hecho un pacto bilateral intersocial, ni equitativo ni balanceado. Nos hemos limitado a recibir sumisamente un mandato del "amo". Y esto es razonablemente entendible. Lo que no podemos seguir compartiendo es que no exportemos ese componente intrínseco de nuestra humanidad marginada y, esa parte humana, habida cuenta que si la dejamos sin petróleo la dejaremos desnuda.

viernes, junio 13, 2008

Las Empresas Nacionales y Transnacionales son la Misma Cosa

Por Manuel C. Martinez M.
11 jun. 08

Con la mayor disciplina civil le hacemos un llamado al Presidente Chávez , y a sus pares del mundo capitalista, para que tomen en cuenta la siguiente observación de índole macroeconómica:


La aparente contraposición teórica entre empresas "nacionales" y empresas"transnacionales" podemos datarla para los primeros meses inmediatos al fin de la Segunda Guerra Mundial, siglo XX. Se corresponde con la contraposición precedente entre los obsoletos "imperios" aristocráticos y feudales, y las"naciones" subsumidas por estos. Dichas naciones terminaron consolidando su desunión y separatismo luego del triunfo burgués concretado en la Revolución Francesa.


El desmembramiento de aquellos imperios fue la pionera y gran conquista de la burguesía. Fue su primerísima manifestación de individualización o desunión hasta para los miembros de sus propias familias. De hecho y de derecho todo movimiento burgués es competitivamente divisionista por naturaleza propia, y, como Capitalismo, se convirtió en su forma más perfectamente desarrollada hasta ahora por la clase social dominante.


Citemos que las elogiadas y épicas luchas independentistas en América, África y otros continentes derivaron en la formación de entidades republicanas con soberanía y autonomía de gobierno similares, pero preñados de culturas exóticas y de variopinto mestizaje cultural. Todas ellas, cual menor de edad, carecieron de poder económico y hasta sus dioses fueron echados a un lado.


Es que ambivalentemente el Capitalismo desgaja al trabajador y aglutina a sus patronos. Por esto es difícil el logro del objetivo comunista consistente en la posible unión mundialista de ese proletariado difuminado y repartido entre tantos países soberanos, independientes y superestructuralmente autónomos.


El caso fue que en esos flamantes países quedó sembrada desde un principio(ab ovo) la semilla capitalista, y las empresas que la representan han presentado un dinámico y elástico volúmen de inversiones de espurio capital en constante movimiento, zigzagueante y periódicamente hacia atrás y hacia delante. Un capital semoviente intermediado por pausadas fases de claros estancamientos económicos.


Sin embargo, es frecuente que la tribuna mundial antiimperialista de siempre siga paradójicamente fomentando, planeando y defendiendo la reunión de esas partes que sin cesar la burguesía contemporánea desmorona en mil pedazos, como una limpia expresión de ese individualismo que le resulta tan caro a la ideología capitalista de estos dos últimos siglos.


La unión del patronato mundial existe tácita y tendenciosamente. Todos configuran una clase mentalmente libre, para pensar y actuar con conciencia propia. De allí que todos (todos) los capitales del mundo estén enredados en una sola maraña mundial, transnacional o internacional.


No existe un artesano, un inversionista menor ni un detallista al menoreo,que no practique en mayor, mediano o menor grado, la contrata salarial. Por eso mismo podemos afirmar que los patrones, Nacionales e Internacionales son la misma cosa, a tal punto que las crisis que brotan en las empresas más importantes y de alto giro son las que provocan hasta guerras mundiales, como efectivamente ha ocurrido en varias oportunidades. Cuando la Física afirma que "hasta el aleteo de una mariposilla puede provocar huracanes a larguísima distancia, pareciera haberse inspirado en los efectos críticos que provocan las decisiones y arbitrariedades de los capitalistas de mayor poder en el mundo.


Consecuencialmente, cuando un Estado opta por ayudar la empresa nacional, ese mismo Estado está ayudando a la empresa internacional, y desgraciadamente a los países imperialistas.


Entonces, verdaderamente, ¿acaso los países como Venezuela están capacitados para ayudar a otros más poderosos que ellos? ¿las naciones deben o pueden ayudar al Imperio? ¿O es que acaso el papel de los gobernantes de los Estados capitalistas es precisamente disponer de la mayor parte del Peculio Público para cedérselo de mil formas y con variadas sutilezas al patronato capitalista internacional?


Por ejemplo, tenemos una Europa con un buen número de países. Curiosamente, este número de países no aparece en ningún diccionario usual. A lo sumo se los reagrupa y clasifica cardinalmente por sus troncos lingüísticos antropológicos. Con África y América observamos una atomización patriótica igualmente anónima en cantidad de países americanizados. Tal divisionismo nacionalista ha sido medíaticamente ofrecido como una reivindicación política soberanamente conquistada.


Conviene acotar que los diccionarios lexicológicos y enciclopédicos, reales y virtuales, y otras estadísticas, sólo informan del potencial económico de riquezas pasivas y de mano de obra, es decir de su población y constitución geofísica, fáunica y floral. Los espías "internacionales", como los respetados naturalistas e investigadores A. Humboldt, H. Pitièr, A. Codazzi y J. Cousteau, son una excelente muestra de las fuentes que alimentan aquellas estadísticas. Le precedieron imperfectamente los modos esclavistas y feudales. Por el contrario, el modo de producción, llamado "asiático", más arcano, (con toda su carga de connotación inducidamente despectiva) se mantuvo dentro del colectivismo primitivo.

miércoles, junio 11, 2008

Posible malversación monetaria del BCV

Por Manuel C. Martínez M.

Como todos lo sabemos, el Banco Central de Venezuela no ha podido cumplir ni honrar totalmente su promesa en materia de "bolívares fuertes". Casi cumplido el primer semestre de este año y el plazo para la conversión final de los bolívares suplidos, todavía no circulan con la profusión ni cantidad ni calidad ni el desparramamiento que ese medio de pago impone.


"Concretamente, aún no aparecen las cúpreas o cobrizas monedas de Bs. F.0,05; Bs.F. 0,02; ni las de Bs. F. 0,01". Creemos hallarle una razonable explicación a semejante incumplimiento del BCV, y pasamos a formularla: Por una parte pudo haber errores involuntarios de acuñación lo que obligaría a su aborto, pero principalmente creemos que al fin la Directiva del BCV cayó en la cuenta de la pobre maniobrabilidad de esas "moneditas". Efectivamente, a partir de cierto y pequeño volumen las monedas suelen ser muy viscosas. Esta viscosidad retarda la velocidad de circulación y consecuencialmente entorpecen y "encarecen" las transacciones mercantiles involucradas. En ambos casos se trata de malversación.


No cabe duda de que si esas cobrizas "moneditas", así como las plateadas deBs.F. 0,10, fueran de mayor volumen, en grosor y diámetro, aun mayores que las "plateadas" de Bs.F. 0,10, entonces dichas monedas de menor denominación podrían circular con mayor satisfacción para compradores y vendedores.


Ocurre que los "conos monetarios" son tales conos sólo cuando las monedas del caso tienen un valor per se equivalente a su valor nominal. Por eso se distinguen, por ejemplo, el cono de las monedas de plata, el de las de oro, el de las de Níkel, y el de las de COBRE o de metal feble.


Tal es el cono monetario de las monedas de oro, de plata y de níquel, todo en función lineal, en una correspondencia de 1 a 1 para el valor intrínseco, coyuntural e internacional de dichos metales, pero sólo hasta el límite permisible por la maniobrabilidad circulatoria. Con las de cobre y febles en general, debe invertirse esa linealidad entre poder adquisitivo y tamaño.


Por ejemplo, el antiguo BCV acuñó monedas de cobre cuyos diámetros fueron mucho mayores que el de las monedas de Níkel y el de algunas de plata. Pero lo mejor fue que sus monedas de cobre guardaron una relación de peso y diámetro contraria a su valor nominal, digamos que mientras menos poder adquisitivo tenían se acuñaron de mayor tamaño. Tal fue el caso de las monedas de Bs.: 0, 01; 0,005; y 0,00250 (1 centavo, 1/2 c. y ¼ c.,respectivamente). Digamos que una moneda de plata puede ser perfectamente de mayor volumen y diámetro y peso que una de oro cuando sus valores nominales resulten iguales. Asimismo, las monedas de dinero feble, como las actuales, pueden tener diámetros que no se correspondan con su valor adquisitivo, siempre que cambien de color o de morfología.


Como fuere, estamos en presencia de una posible malversación monetaria por parte del referido Banco Central de Venezuela.

martes, junio 10, 2008

Imperialismo no, Capitalismo sí

Por Manuel C. Martínez M.
09 jun. 08

De acuerdo al título de esta entrega, pareciera que estamos recogiendo la actitud de muchos gobernantes modernos empeñados en acabar con muchos males sociales engendrados por algunos países "imperiales". Sin embargo, y bien miradas las cosas, una especie de "izquierda aderechada" desde antes de la Segunda Guerra Mundial ha venido desvirtuando el "Imperialismo". Como es bueno enfatizar, esta figura hace referencia a una modalidad geopolítica general de amplio contenido. En la antigüedad hubo muchos imperios mediterráneos y orientales. También los tuvimos en México y en el Perú durante tiempos precolombinos. Hubo imperios esclavistas, feudales y feudaloides. Ninguno de esos imperios fue "capitalista".


En sentido lato hablamos de imperialismo cuando una nación o país termina por ampliar sus fronteras geográficas, en principio para acrecentar su poder económico y seguridad territorial. En sentido estricto, o económico, el imperialismo fue catalogado como la fase superior del capitalismo (Cf.Lenin, El Imperialismo, estadio supremo del Capitalismo).


De manera pues que por un lado tenemos imperios precapitalistas, y por otro el imperio capitalista. Este último es monolítico, dinámico e intangible por excelencia, aunque territorialmente se hace ostensible en EE UU, Inglaterra, Francia, Alemania, España, Holanda, Brasil, África del Sur y otros pocos países, y reciben críticas adversas pero todas estas según la connotación propia de los imperios no capitalistas arriba mencionados.


Para entender esa integridad imperial es necesario comprender y reafirmar que se trata del "imperialismo económico" preliminarmente trabajado por A.Hobson y R. Hilferding, Imperialismo y El Capital Financiero, respectivamente. Repetimos, el Imperialismo es una categoría estrictamente económica, pertenece al basamento del modo de vida laboral, a su Estructura Económica, y se halla al margen de los tradicionales espacios territorialesy marítimos de los imperios antiguos ya citados.


El imperialismo económico es intangible, tiene mil imágenes, mil rostros, pero todos ellos son igualmente fantasmagóricos. El IE carece de "patria", de nacionalidad, de coordenadas físicas. Es, una Relación Social". Una relación leonina entre un contrario que todo lo puede, todo lo gobierna, todo lo impone, y otra parte que resulta impotente aisladamente considerado y como tal debe obedecer, so pena de sufrir más de la cuenta.


Ahora bien, la derechización de esa "izquierda" consiste en omitir tendenciosamente el carácter económico del imperialismo. Este es el capitalismo máximamente desplegado por la faz de la Tierra..Es decir, esos"izquierdistas aderechados" ocultan que se trata del Capitalismo sin importar su presente fase. Silencian que se trata del sistema de explotación asalariada, con lo cual inducen y manejan la posibilidad reformista del sistema. Hablan de capitalismos buenos, de capitalismos humanos, de capitalismos "socializados".


Y mírese que hay personas y personalidades indiscutiblemente cargadas de buena fe, de buenas intenciones y de mucha esperanza en que el estado de cosas actuales pueda perfeccionarse dentro del mismo sistema capitalista. Estas personas obedecen consciente o inconscientemente a su plena conviccióna clasista del presente modo de vida. Para ellos sólo parece existir empresarios inicuos y bondadosos; gobernantes inescrupulosos y corruptos; ricos y pobres; especuladores y filántropos. Se esconde así el substrátum económico, la lucha de clases imperante entre, por un lado el inversionista, el industrial, el hombre de negocios, y por el otro el asalariado, el gerente, el profesional, el técnico, el obrero raso o técnico de rango menor. Digamos que ubican el imperialismo en la superestructura económica y lo desalojan de la estructura económica.


Por eso decimos: Vayamos en contra del Capitalismo en su fase Terminal(Imperialismo), y dejemos de atacar al Imperialismo en abstracto.

miércoles, junio 04, 2008

Trabajo, Divertimento y Fuga

Por Manuel C. Martínez M.
01 jun. 08

Dado que el hombre es hechura de ese trabajo sostenido durante cientos de miles y hasta de millones de años, es impensable que tal trabajo pudiera ser una molestia para quien se crece con cada logro laboral, con cada hallazgo productivo, con cada bien que satisfaga y llene su vida. Pero desgraciadamente la sociedad capitalista “ha sustituido el trabajado atractivo por el trabajo forzado” (Cf. Karl Marx, Das Kapital)

En algunos científicos poco connotados, en profesionales y artesanos de incuestionable vocación y en los artistas “no serviles”, tipo Armando Reverón (1889-1954, Venezuela) tenemos los vestigios de aquella sociedad donde los trabajadores eran dueños de su destino y tenían el control sobre sí, y aunque la literatura oficialista y clasista diga lo contrario, ellos dominaron y dominan aún la Naturaleza imperante a punta del correspondiente grado tecnocientífico alcanzado en cada fase social. Se trata de trabajadores que “trabajan para vivir”, y no “viven para trabajar”.

Por eso nos atrevemos a sostener que las actividades deportivas, las mismas que hoy se hallan divorciadas de la producción de valores de uso, nos revelan unas condiciones de trabajo muy incómodas y molestas hasta para el más diligente trabajador, tanto de sistemas ya superados como del presente modo asalariado de trabajo.

También sábese que el trabajador moderno suele cargarse de cansancio y estrés al final de cada jornada anual, semanal y diaria, valga la redundancia. Por eso recurre a breves pausas y asuetos dedicados a lecturas, radio, TV e Internet, y a caminatas, ingesta de bebidas espirituosas y demás actividades festivas, así como las de recreación deportiva o gimnásticas. No sobra decir que estas terapias consumen buena parte de sus correspondientes salarios, además de y reducir la participación del trabajador en las insustituibles tareas hogareñas o familiares.

Súmese al desestrés las diversiones brindadas por viajes o paseos turísticos o vacacionales. Estas actividades y aquellas podrían considerarse mecanismos de fuga del medio que ya le resulta inhóspito al trabajador. Digamos que huye de los talleres, de su vecindario, de su parroquia y hasta de su país. Que sus diversiones son el medio para escapar de la molestia en la que se ha metamorfoseado un trabajo que debería brindar felicidad y no incomodidad, ser atractivo y no forzado, ser atrayente y no indeseable.