Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

lunes, noviembre 24, 2008

El Capitalismo Comercia el Socialismo

Por Manuel Martinez
24 Nov. 08

Para el sistema capitalista todos los bienes, con inclusión de los servicios in situ, son mercadeables y como tales deben rendir una ganancia a sus agentes privados.

Tal es el caso de la llamada “mediática” privada u oficialista. Por ejemplo, cuando el gobierno de los EE UU quiso abortar o minimizar el Socialismo incipientemente ensayado en la Rusia Soviética, luego de los éxitos logrados por esta en la Segunda Guerra Mundial, se abocó a la contrata de los mejores publicistas, los diarios y medios de más copiosa lectura, audiencia y televidencia nacionales y extranjeros.

Semejante y amplísima propaganda anticomunista fue costeada con el Fisco Nacional de sus habitantes, para lo cual ese Estado se endeudó por montos gigantescos que aún no cancela pero que le sigue costando a ese pueblo gruesas sumas por concepto de intereses causados.

Además, dicha propaganda anticomunista se convirtió en un gran filón para los empresarios correspondientes. Ellos hicieron fabulosas fortunas, compraron editoriales domésticas y extranjeras, digamos que empezaron a globalizar la media, y contaron para ello con el gobierno servil que irracionalmente suelen darse. De esa manera sobrealimentaron su mercado mediático, lo megamonolizaron y hoy por hoy son los auténticos culturizadores de un pueblo que todavía no logra entender en qué consiste un Estado burgués.

Como subproductos mediáticos optaron por editar textos y revistas de literatura marxista-leninista debidamente maquillada en función de sus intereses anticomunistas. Son los libros “envenenados” que tan prolíficamente invadieron los mercados de América Latina, en Argentina, México, Uruguay, Colombia, Venezuela, etc. Se trata de sutiles tergiversaciones destinadas a torcer el contenido original y la tendencia revolucionaria de la ciencia Socialista.

Ha sido marcadamente notoria la proliferación de intelectuales sumados a estas doctrinas y enseñanzas “comunistas”, a tal punto que, por ejemplo, en Venezuela ser de “izquierda” se puso de moda y sus protagonistas sumaban numerosas fans al mejor y más podrido estilo farandulero. Sin embargo sólo muy pocos lograron evadir la culturización burguesa que han practicado paralelamente. Se comenta entre bastidores que ha habido “izquierdistas” al servicio de la CIA, cosas así.

En las sociedades burguesas prendió un populismo que ha manejado ideas, fraseología y hasta banderas propias del pensamiento socialista, pero que jamás ha ido al fondo de la cuestión “obrera”. Son los gobiernos seguidores de políticas mediáticas capitalistas que han buscado suavizar las presiones sociales ante tanta ineptitud gubernamental para resolver los mismos problemas de siempre, vivienda, desempleo laboral, salud, seguridad, educación.

Por supuesto este populismo ha echado manos de grandes erogaciones del patrimonio nacional para la correspondiente contrata con publicistas ad hoc. Usa el mismo esquema empresarial que gobierna la propaganda pro y contracomunista, ya que si bien son contradictorias para socialistas y burgueses, resultan indiferentemente gananciosas para los inversionistas capitalistas.

Tanto da ganancias burguesas la lucha por la paz, como el fomento de la guerra. Se trata de actividades encontradas cuya comercialización ofrecen oportunidades de empleo para un capital que igual opera con mercancías morbosas que con las de sano esparcimiento.

Comerciar el Socialismo ha sido y seguirá siendo un gran negocio para el Capital, habida cuenta de que económicamente hablando tanto da ganancias su práctico ataque como su teórica defensa.

viernes, noviembre 21, 2008

¿Educación Ciudadana o Industria de la Educación?

Por Manuel C. Martínez M.
21 nov. 08

Luego de la ensalzada Independencia Nacional, Venezuela ha confrontado una férrea sumisión económica contra la cual se tiene luchando desde los tardíos años 20 del pasado siglo cristiano.

Efectivamente, desde que los tecnoespías del capitalismo mundial descubrieron aquí petróleo en cantidad industrializable hacia acá ha venido todo tipo de personas y personajes en búsqueda de riqueza fácil y a como dé lugar.

En nuestro sostenido mestizaje hemos importado gente de gran utilidad, dignos representantes de la cultura euroasiática, pero con ellos y muy elásticamente se colaron y colean pillos, mafiosos, traficantes de dinero, de drogas, tratablanquistas, pordioseros, pseudoescritores, pseudoartistas, pseudopolitólogos y adulantes gobierneros como arroz, muchísimos buenos para nada y pare de contar.

Demográfica y económicamente, la gente venida de afuera con alta rentabilidad para el país tiene bajo peso en la cuota de inmigración que nos ha tocado. Muy diferente fue la inmigración de USA de cuyos integrantes este país tomó la base tecnocientífica permisiva del extraordinario desarrollo industrial que sigue ostentando.

Hemos sostenido que pasada la Segunda Guerra Mundial Europa y Asia atornillan para sí mismas lo mejor de sí, y no conformes con ello han logrado importar desde nuestro país lo mejor que hayamos ido produciendo. Los ejemplos no cabrían en estas cuartillas.

Pero el segmento de importados con mayor influencia en esa sumisión nuestra la representa el inversionista capitalista, banqueros, comerciantes y empresarios de transnacionales. Como industriales, han tenido luz verde para cuanta empresa a ellos les resulte rentable. Nuestros gobernantes les han servido de celestinas mercantiles por aquello del “desarrollo nacional” cuyos resultados populares netamente positivos jamás hemos podido constatar.

Y esos empresarios han hallado como mejor filón la Educación, en un país paternalista como ningún otro en el planeta, así nos atrevemos a decirlo.

Esta Educación pública venezolana supone una actividad con elevada demanda de muchas mercancías que periódicamente debe consumir una población estudiantil, como la venezolana, la cual suele impartirse gratis desde preescolar hasta Postgrado sin que para ello al Estado le importe responsable y correspondientemente la vocacionalidad de sus educandos.

Los desaguisados entre graduados en una especialidad que no terminarán desempeñándola, los altos índices de repitencia, el escandaloso malandraje enquistado entre estudiantes, docentes y autoridades universitarias es pasmoso. Las remuneraciones laborales de hambre del profesorado nacional y las retenciones arbitrarias de sus prestaciones sociales, sumado a lo antes señalado, son claros indicadores de que en Venezuela la Educación Ciudadana es más un negocio perteneciente a la Industria de la Educación que una actividad social. Por eso estamos infiriendo que en Venezuela durante los últimos 50 años, en lugar de tener Ministerios la para Educación Ciudadana, lejos de eso, tenemos es una rentabilísima industria de la educación.

miércoles, noviembre 19, 2008

Los Intereses Económicos son Irracionales

Por Manuel C. Martínez M.
19 nov. 08

Los utopistas, los humanistas, los sentimentalistas, los humanitaristas, los"visceralistas", los psicologistas, los farraguistas y los populistas son y han sido personas incapaces de prever el futuro de las sociedades. Todos"pecan" de ser extremadamente racionalistas. Y lo seguirán siendo mientras no se sumen a la ciencia de la Historia Materialista, la dialécticamente legible y entendible. Sólo a través de esta podemos conjeturar el devenir de nuestras sociedades. Por ejemplo: más tarde o más temprano todos seremos igual e irracionalmente COMUNISTAS.

De allí que aquellos cuando participan en la búsqueda de soluciones a la problemática demográfica colectiva de este y de los tiempos pasados echen mano a todo su arsenal disponible de fórmulas que no pasan de ser simples ensayos psicológicos consolatorios. Estos apenas logran reformar el presente, y/o fracasar cuando tales reformas tropiezan con el desarrollo social temporalmente ubicado más adelante. Incapacitados como se hallan para vislumbrar nada acerca del futuro social, mal pueden hallar soluciones eficaces ni siquiera aproximadamente.

Tales soluciones empíricas, aunque muy bien fundamentadas en una cháchara literaria de comprobada inutilidad pragmática, apenas resultan muy buenas para aplacar temporalmente la conflictividad social, pero carecen de basamentos científicos capaces de alcanzar soluciones eficaces y de mayor duración como para garantizar la esperada paz social que tanto y tan infructuosamente han buscado los hombres de buena voluntad.

Resumiremos diciendo que la "razón" de los racionalistas es incompatible, por ejemplo, con los irracionales intereses económicos del agente creador y provocador de toda esa conflictividad social. Precisamente, los capitalistasy aburguesados del mundo se mueven en atención a criterios que involuntariamente los motiva que les viene dados por su misma y ventajista posición social, sin ningún atisbo de "racionalidad", y que paradójicamente para nada responden a visceralidades ni asesorías psicológicas ni económicas ni políticas.

Efectivamente, tomar una decisión para lograr un beneficio "per contra" es un acto reflejo propio de todos los seres humanos y hasta de los animales mismos de los cuales el ser humano es, antropológica y biogenéticamente hablando, un derivado vanguardista. Así, cuando un inversionista capitalista expone su dinero, aunque este haya sido mal habido, lo colocará donde mejor funcione, o sea en unos mercados que le garanticen interés y protección incondicional a su propiedad privada, independientemente de a quiénes este inversor deje en la ruina, se los lleve por delante o cause males sociales y colectivos que no figuran en sus balances patrimoniales de su personalísima, privada y exclusiva pertenencia.

Corolario: Mientras no reconozcamos ni percibamos la irracionalidad de las actuaciones económicas no podremos atacar sus raíces ni ofrecer con admisibilidad mayoritaria un nuevo modelo social que pueda funcionar en ese futuro ya vislumbrado por el materialismo histórico de ultrasesquicentanaria escritura.

martes, noviembre 18, 2008

Parasitismo Legislativo

Por Manuel C. Martínez M.
17 nov. 08

No quitamos ni negamos la significativa importancia del Poder Legislativo en las sociedades modernas. Su soberanía e instauración data de los tiempos de Montesquieu (mediados del S. XVIII). Es un poder popularmente independiente, si hacemos abstracción de la división social de clases.

En Venezuela, la fiebre legislativa arranca en el año 1811 (Primera república). Esta fiebre no ha cesado, por el contrario todos los años en el enfeudado "palacio legislativo" diariamente se derrama litros de tinta en proyectos de leyes y leyecitas, que por lo general se han ido acumulando porque todos los días aparecen nuevos motivos legislativos.

El casuismo jurídico que heredamos de la parlanchina y leguleyista España, ha tenido en nuestro país una de las réplicas más prolijas de América Latina.

Como si fuera poco, como Montesquieu dio carácter autónomo a un "poder" que debería ser meramente transitorio, este se despacha y da su vuelto. La última aberración de esta fiebre leguleyesca fue la solicitud de reforma complementaria que acompañó la reforma del día 2D, del pasado año.

Ahora tenemos enquistados en la Admón. Pública una gran cantidad de legisladores activos y jubilados de nunca acabar. Un personal altamente remunerado que exclusivamente debería cobrar a destajo (dietas), sin sueldo ni derivados salariales. Porque la labor legislativa es meramente textual, de redacción según lo vayan señalando los especialistas en las distintas ramas que interdisciplinariamente concurran en cada caso.

El venezolano debe preguntarse, ¿por qué y para qué tenemos un equipo permanente tiempo completo de legisladores, si de paso, la misma Administración Pública se ha declarado en quiebra para aplicar oportuna y eficazmente las leyes ya aprobadas desde hace décadas.

Somos una sociedad donde se ha legislado hasta la saciedad. Donde la mayoría de las leyes terminan siendo poco menos que letra muerta, o en el mejor de los casos se han convertido en la principal fuente de diversas matracas por parte de un funcionario público de alto, mediano y bajo rangos burocráticos. Estos funcionarios, muy lejos de aplicar sanamente estas leyes y correspondientes procedimientos derivados, más bien, han estado chantajeando con ella ante el primer asomo de violaciones e infracciones y quebrantamientos varios.

Ese parasitismo se ha extendido a todos los estados y alcaldías. Creemos que hay una buena dosis de parasitismo legislativo que la actual asamblea legislativa nacional debería revisar, si en verdad estamos en un proceso de significativos cambios sociales.

ABSTENCION Y LUCHAS SOCIALES

Por TERCER CAMINO, INSURGENTES ALTERNATIVOS

Lejos de las pantallas de los televisores, de los titulares de los principales diarios de circulación nacional, de las agendas de los partidos políticos y de las instituciones fundamentales del Estado, la realidad socio-política venezolana se transforma aceleradamente.

Al margen del poder constituido los sectores populares protagonizan numerosas luchas sociales. Podemos decir que actualmente existen dos Venezuela: una que al pie de fuertes barricadas día tras día toma avenidas, carreteras y autopistas, la de las víctimas de violación de los derechos humanos que asaltan y destruyen comandos policiales, la de los pueblos indígenas que toman haciendas para reconquistar sus territorios ancestrales, la de los obreros y desempleados de Ciudad Guayana que trancan avenidas y los portones de las Industrias Básicas, la de los familiares de la población reclusa que toman cárceles y se declaran en huelga, la de los médicos que reclaman mejores centros de salud, la de los campesinos que se movilizan diariamente por el derecho a la tierra.

La otra Venezuela es la de los partidos políticos, oficialistas y de oposición, que con el apoyo de los grandes medios de comunicación social y haciendo uso de los dineros públicos, se enfrentan electoralmente por el control de la institucionalidad, de espacios de poder que les permita administrar corruptamente la mayor cantidad posible de la renta petrolera e implementar programas económicos recolonizadores, antinacionales y antipopulares, de entrega de nuestras riquezas naturales al capital privado internacional.

Las expectativas populares frente a la pretendida “revolución” chavista se desvanecen con la convicción que nos encontramos ante una nueva traición a las aspiraciones populares, a la vez que la inteligencia del pueblo intuye que la derecha tradicional también representaría un gobierno antipopular y antinacional.

En este escenario, la Venezuela de las luchas sociales marcha hacia una estelar confrontación con el poder constituido: los viejos y nuevos terratenientes, las multinacionales petroleras, los cuerpos policiales, las instituciones políticas y estatales antipopulares, antinacionales y corruptas. En ese camino se producirán numerosos hechos constituyentes populares y originarios: pobladas, huelgas, insurrecciones, pronunciamientos militares patrióticos-populares, etc.

La indicada confrontación se expresará con fuerza el 23 de noviembre de 2008, cuando las grandes mayorías populares se abstengan de participar en las elecciones convocadas por el poder constituido representado por el oficialismo y la oposición de derecha.

De esa manera se producirá el más importante hecho constituyente originario y popular de los últimos 16 años en Venezuela y se iniciará un nuevo proceso constituyente originario y popular que desplazará al poder constituido.

Esta nueva realidad socio-política obliga a las fuerzas populares, nacionalistas, patrióticas y revolucionarias de todos los sectores sociales, que representan el poder constituyente originario y popular, a construir una organización social que impulse un plan único de luchas a nivel nacional y elabore un programa para ser ejecutado por un nuevo gobierno que defienda todos los derechos sociales de los venezolanos, los derechos humanos a la vida, a la integridad física y a la libertad, la propiedad de Venezuela sobre sus recursos naturales, el medio ambiente, el derecho a la tierra para los campesinos y al territorio para los pueblos indígenas, que coloque el énfasis de la economía en la producción agropecuaria ecológica, que se proponga la abolición de la justicia clasista y racista, que favorezca el crecimiento de la creación artística: la música, el teatro, la poesía, la literatura, la pintura, la danza, la artesanía, etc.

La unidad de la indicada organización social popular, patriótica y revolucionaria es indispensable para evitar que el nuevo proceso constituyente originario y popular sea recapturado por el poder constituido, tal como sucedió con el proceso constituyente que se abrió con el caracazo del 27 de febrero de 1989 que fue capturado por el poder constituido a través de la elecciones de 1998 que llevaron a la presidencia a Hugo Chávez.

TÚ VOTAS, OTROS GOBIERNAN.

GOBIERNA TÚ!!

TERCER CAMINO, INSURGENTES ALTERNATIVOS, TITO NUÑEZ SILVA, MARA CUMANA, JOSE LUIS MARCANO, RAUL MIRANDA, ROSA PEREZ, NATALÍ VASQUEZ, GUILLERMO SIRA, ENRIQUE CONTRERAS, DOUGLAS BRAVO, FRANCISCO PRADA, LAURA PEREZ CARMONA, ALCEDO MORA, JUANCHO BARRETO, ANTONIO AVENDAÑO, ENRIQUE MARQUEZ, EDUARDO ACEVEDO, JULIO FANDIÑO, FRANCISCO ORTA, GLORIA CASTAÑEDA, OSCAR MONTILLA

viernes, noviembre 14, 2008

Despilfarros Energéticos(La Energía es tan material como El Petróleo)

Por Manuel C. Martínez M.
13 nov. 08

Para los científicos contemporáneos más actualizados la “energía” representa la “utilización” común de la materia entre las numerosas formas de presentársenos esta con sus no menos cambiantes tipos de movimiento. Esto rige exclusivamente para científicos de punta y además dotados de una cosmovisión dialecticomaterialista.

Esa visión es importantemente contraria al obsoleto “energetismo”, donde por cierto anduvo trajinando el sabio Albert Einstein. Por esta razón no nos extraña para nada que en Venezuela exista un Ministerio denominado: “”Ministerio de Energía y Petróleo (MEP)””, (sic) como si la energía anduviera por un lado y el Petróleo (la materia) por otro.

La explicación de semejante desaguisado científico es que también el Estado venezolano se acoge a la versión energetista que acabamos de declarar obsoleta y contraria la moderna interpretación científica de la materia y de su intrínseco movimiento cuya unidad común nos viene dada por la energía en sus variadas presentaciones conocidas y por conocérseles. Decir materia es decir energía, y esta mal podría contraponerse al petróleo.

Los energetistas identificaron masa con materia y de allí su tremenda confusión. Efectivamente, cuando se habla de “energía y petróleo” (sic) se alude a este como materia, y a aquella como otra cosa distinta a la materia, o significa “desmaterialización” del hidrocarburo.

Las formas energéticas o mediciones dinámicas de la materia más conocidas y divulgadas son la energía mecánica, con sus variantes, la e. cinética y la e. potencial; la calorífica, de vapor, eléctrica, la química o atómica (petróleos e hidrocarburos en general), la nuclear, etc. Estas son las materias más dinámicas descubiertas hasta y por ahora. Son derivables o transformables unas en otras.

Pero curiosa y silenciadamente, la capacidad productiva del trabajador, valga la redundancia, es tal vez la mejor y más acabada forma de la materia, es su manifestación más perfecta conocida hasta ahora. Consecuencialmente su tranformabilidad en otros tipos de materia, es decir en bienes y servicios específicos, mediante su consume energético es virtualmente inagotable e imperecedera.

El trabajo potencial o la materia en forma de Fuerza Productiva humana debe su riqueza energética a que nuestro cerebro y el pensamiento, allí acunado, es la forma más evolucionada de la materia misma. De esta energía cerebral se deriva toda la complejidad de los objetos mercantiles tangibles y fungiblemente intercambiables que moderna, ociosa o despilfarradoramente, llenan los inventarios, almacenes y aparadores del comercio capitalista mundial.

Consecuencialmente, el trabajo humano con todo su potencial y efectividad transformadora es la energía más materializada que podamos concebir y palpar. Es la materia por excelencia.

Ahora bien, como sabemos, casi toda la naturaleza ha recibido el verdadero toque de Midas que “alquimistamente” convierte en valores de uso y de cambio toda tipo de materia que el trabajo humano manipula, que ha creado y puesto al sol por primera vez desde que nos desprendimos del “huevo cósmico”.

El caso es que tenemos un cúmulo permanente y acumulativo de materia, o sea de energía completamente ociosa. Nos referimos a los repletos inventarios no vendibles que suelen irse amontonando en almacenes, galpones y aparadores del los grandes centros de mayoreo y detalleo comerciales de las ciudades burguesas.

Se trata de mercancías pasadas de moda, fabricadas en exceso con una franca desproporción con las necesidades cualitativas y cuantitativas de los consumidores solventes.

Esos invendibles representan uno de mayores “despilfarros energéticos”, al lado de la mano de obra desempleada, si se le compara con los despilfarros de agua, electricidad, combustibles y otros energéticos derivados del petróleo.

Ocurre que como esa riqueza mercantil se nos presenta como objetos de naturaleza material, y a esta se la desliga de la energía, entonces el científico burgués no ha podido asombrarse aún de cómo mediante el trabajo individualista, propio de la sociedad capitalista, se comete uno de los despilfarros energéticos más grandes que pudiera conocerse hasta ahora.

Y ni qué decir del despilfarro de hombres útiles lanzados a guerras que sólo buscan la permisividad y protección del despilfarro de mercancías producidas en régimen burgués.

Digamos que una de las más pesadas contradicciones o paradojas es la de invertir y sacrificar millardos de millones de horas/de energía humana, representados por trabajadores beligerantes, en búsqueda de petróleo y otros energéticos (caso iraquí).

No deja de sorprendernos igualmente que en países con gobernantes con convicción teóricamente socialista se siga manteniendo criterios científicos reñidos con la concepción dialecticomaterialista del mundo y de la sociedad. Negar el carácter material a la energía nos resulta muy impropio de gente con intenciones verdaderamente socialistas.

miércoles, noviembre 12, 2008

Masoquismo Popular

Por Manuel C. Martínez M.
12 nov. 08

Cuando el austríaco Sacher-Masoch calificó de masoquistas a quienes gozaban sufriendo, no aludió expresamente a ninguna de las respetadas figuras religiosas, mártires y afines. Tiempo después es obvio que así se infiriera.

En desagravio de esos respetables ciudadanos del mundo religioso debemos reconocer que su atípica conducta respondía a un plan en pro de la salvación de los pueblos, sus gremios o sus dioses.

Aunque en principio S-M trató particularmente el tema del placer sexual distorsionado, es un hecho que esta desviación puede ser analógica y perfectamente extendida a las satisfacciones morbosas que pueda sentirse con el maltrato físico o psicológico que otra persona pueda infligirnos.

Y mientras este anormal sentimiento sólo involucre personas aisladamente consideradas no representaría mayor problema. Este se presenta cuando semejante irregularidad psicológica sea experimentada colectivamente.

Estamos hablando de la curiosa satisfacción política “popular” que caracteriza a todo un colectivo local, regional y nacional, en cualquier país del mundo y desde el propio nacimiento de las sociedades humanas. Hablamos de cómo todo un pueblo y con sus propios pasos y en cambote va derechito a las urnas electorales a elegir motu proprio o inducidamente a una gente que no son sus familiares, o a lo sumo con quienes sólo tiene vinculaciones políticas harto deleznables.

Estamos hablando de la tradicional y republicana escogencia popular y democrática de gobernantes a quienes no se les exige de antemano ninguna garantía, más allá de su siempre y cuestionable palabra entretejida en sus rayadas y conocidas promisiones de difícil cumplimiento.

Resulta por demás sorprendente la conducta masoquista de quienes masivamente una y otra vez siguen entregando el patrimonio y la conducción del destino de toda una sociedad a un puñado de privilegiados. Estos, escogidos coyuntural y tradicionalmente, se yerguen conductores nacionales, y a ellos se les tiene y conoce como líderes.

Tales líderes asumen para sí la misión expresa de adueñarse de toda la sociedad in sólidum, hacer y deshacer a su antojo, irrespetar costumbres y principios constitucionalmente pactados, burlar el Fisco Nacional a diestro y siniestro, y hasta mostrarse represivos, asesinos y atropelladores de quienes no les caigan en gracia.

Se trata de un masoquismo desenfrenado y enfermizamente reiterativo. De poco han servido los sempiternos fracasos y decepciones acumulativamente recibidos y claramente experimentados por un pueblo que sigue sin autoevaluarse, que sacrifica su autoestima a la voluntad de gobernantes, a pesar de que estos han terminado defraudándolo las más de las veces.

Conste que aún en las sociedades sin clases resulta muy dudoso que un gobernante vele por todos y cada uno de sus gobernados. Débese tener en cuenta que cada funcionario público es una persona cargada de problemas comunes a sus electores. A diario nos consta que la mayoría de los gobernantes son pobres y consecuencialmente muy ávidos de riqueza. Su elección como administradores de la cosa pública pasa a ser el equivalente del “poner a zamuros a cuidar carne”.

Desde luego, dentro de un gobierno puede haber gente de holgada posición económica, pero la facilidad que le ofrece la administración del Patrimonio Colectivo a fin de mejorar su propio peculio y conservar su estatus siempre le resultará más expedita que estar al frente de su empresas y gestiones privadas.

Definitivamente, el descubridor del “masoquismo” se quedó corto cuando atribuyó el padecimiento de esta anomalía a las personas en particular, y no a los pueblos en su conjunto para decidir la mejor forma de gobierno y sus mejores hombres públicos.

Semejante masoquismo carece de todo objetivo racional que pudiera justificar a todo un pueblo cuando este desde hace milenios viene practicando sin éxito alguno la elección de terceros para una Administración Pública en la que necesariamente todo el pueblo tendría que ser juez y parte.

Curiosidades venezolanas, Actualizaciones 3

Por Manuel C. Martínez M.
11 nov. 08

1. No sólo en Venezuela sino en el mundo civilizado, hasta ahora hemos creído siempre que el famoso y connotado sonido “TIC TAC” es propio del reloj de péndulo. Como si el reloj mismo fuera el productor de dicho tictac. Cumplimos con aclarar que cualquier objeto de forma pendular que se halle en movimiento sobre una superficie con un mínimo de vibratoriedad emitirá también un tictac como si fuera onomatopéyico de un reloj pendular.

2. Si el café fuera de color negro, entonces en vez de *marroncito* habría que pedir un grisecito. La academia de la lengua hispana trae *café puro* o sin leche, pero no NEGRO.

3. Solemos decir: Te espero en mi casa, ve por mi casa, cuando no pasamos de simples inquilinitos, casi siempre morosos, y nómades.

4. Hablamos de la *Prehistoria*, como si se tratara de una era cumplida y pionera de la humanidad, pero quien arroja basura por las calles mientras desenvuelve mercancías, o arroja conchas de bananas y mamones, es viejo espécimen prehistórico, sólo que ahora sus desperdicios son imbiodegradables.

5. Se habla de *democracia* como un sistema donde el pueblo tiene el poder, a pesar de que se trata de sociedades abiertas y descaradamente clasistas, donde los pobres y asalariados sólo tienen voto, pero no voz, y un voto perfectamente vulnerable, manipulable, tracaleable, como lo demuestran hasta ahora todas las cuestionables elecciones que se realizan con cargo al Erario Público.

6. Hablamos de libertad de expresión, pero los cogollos partidistas le imponen a sus seguidores que estos oculten todas las marramuncias practicadas por el mediano y alto liderazgo, bajo la desvergonzada figura de *lavar los trapos sucios en casa*.

7. En las elecciones *democráticas*, para elegir directivas de organismos gremiales, sindicales, de oficios o profesiones en general, se inscriben ternas o cuaternas, según el número de directivos a elegirse, y cada grupo político presenta su respectivo equipo directivo, pero la constitución de la Directiva termina conformada por aquellos aspirantes que aparecieron como candidatos a la presidencia de dicha Directiva, independientemente de que, pongamos por caso, como Secretario de Finanzas quede un ignaro que no sabe lo que es una cuenta corriente, y suele confundir Entidades de Ahorro y Prestamos con bancos privados.

8. Los niños asisten a la escuela a enterarse de la Historia de sus antepasados internacionales, pero desconoce de dónde son sus vecinos del piso superior del edificio donde vive.

9. A esos mismos niños se les enseña el concepto de infinito, a y sumar gigantescos sumandos con decenas de dígitos, pero el salario de sus padres, por ejemplo, no pasa de tres dígitos en términos de dólares. Ver arriba las adenda del caso 3.

10. La libertad de tránsito terrestre por calles, plazas públicas y demás accesos viarios, rige también y en perfecta igualdad "democrática" para malandros y "malandras", para trabajadores y pillos, para insociables de todo tipo, para prostitutas y dignas señoras, para sanos y enfermos, para cuerdos y menos cuerdos, para sobrios y vikingos.

11. Solemos lavarnos las manos después de usar el lavabo y de hacer micción o "pipi", pero no las lavamos antes de tocar o de usar nuestro órgano sexual exterior. Así corremos el riesgo de habernos contaminado justo antes y autopasarnos microbios venéreos, entre otros, sin haber tenido contacto sexual alguno. Tampoco lavamos la manivela del lavabo después de usarla, y podríamos contaminar los futuros usuarios.

lunes, noviembre 10, 2008

En Venezuela no Existen Servicios Públicos

Por Manuel C. Martínez M.
07 nov. 08


Veámoslo así: usted acude a un centro hospitalario cualquiera, pongamos por caso uno de esos que no son burocráticos sino comerciales y lucrativos.


Por grave que sea su emergencia, ese centro sólo le dará ingreso como paciente si usted demuestra que puede pagar por adelantado sus servicios recibidos, que se halla solventemente asegurado con una compañía de probada responsabilidad o que tiene personal cuenta corriente bancaria o ahorros de igual naturaleza patrimonial y disponibles perfecta y previamente conformables.


Si el caso es el de un centro hospitalario burocrático, conocido eufemísticamente como Hospital Público, entonces allí le exigirán una carta de recomendación de un amigo “pesado”, o en su defecto ser amiguísimo aunque sea del portero de guardia.


Son formas sucedáneas de pago de contado en esos centros burocráticos. En su cartera usted deberá cargar referencias de su vecino quien es un empleado burocrático. Cargará el amiguismo político, la palanca, la amistad coyuntural, etc. Todas estas variantes son también formas de pago que quien no las posea ni disponga inmediatamente de ellas tampoco será ingresado para prestarle el tratamiento correspondiente, así se esté muriendo.


Esta privatividad imperante en los mal llamados Servicios Públicos Hospitalarios rige también para todo tipo de servicios prestados dentro de sus variadas competencias gubernamentales.
Es más, de da el caso de organismos recién inaugurados que pueden prestar servicios gratuitos y oportunos, pero sólo resultan servicios gratis y oportunos con una finalidad expresamente promocional, como lo hacen las compañías privadas incipientemente penetradoras del mercado que les interesa.


Digamos que la maquinaria burocrática de todos los organismos más temprano que tarde hace suyo, privatiza, digamos, esos servicios y con mucho éxito le da por prestarlo al precio que ellos decidan. El soborno, la venalidad, la matraca y el amiguismo están inscritos fuertemente en la burocracia venezolana sin que ningún gobernante haya podido ni siquiera atenuar semejante flagelo nacional venezolano. Por el contrario, desde los mismos tiempos del proburgués Rafael Caldera en la Admón. “Pública” se atornillaron fuertemente todos los amiguitos políticos de su partido, los de A.D. y los de los demás y múltiples partidos políticos. Lo hicieron en estricta correspondencia numérica con sus cuotas de poder electoral.


De resultas, la inamovilidad laboral en los frentes burocráticos fue vendida como una gran reivindicación proletaria por parte del sindicalismo corrupto que se desarrolló en esta sociedad.
Por ejemplo, no dudamos de las buenas intenciones ministeriales. Un Ministerio seglar cualquiera decide montar un servicio público, y efectivamente como tal podría marchar los primeros días para todos los ciudadanos potencialmente usuarios, y hacerlo sin distingo de condición social de ninguna índole. Pero, cual virulencia contaminante, ese mismo personal responderá inconscientemente a dar prioridad a sus amiguitos de vecindad, de parranda, de estudios compartidos en años de coescolaridad, etc. Tenderá a dar preferencia a sus vecinos y amigos, a los familiares del gobernador, de Dn. Fulano o de Dn. Zutano o Mengano, porque sencillamente el venezolano aún no desarrolla para sí el verdadero sentimiento de funcionariedad púbica o colectiva.


Nuestros funcionarios “públicos” respiran aires clasistas, tienden a ser privatistas, exclusivistas y excluyentitas. De manera que el carácter privado recorre toda la administración “Pública” nacional, a tal punto que ha convertido los llamados “servicios públicos” en fuentes de ingresos extras de su personal bien mal pagado en sus segmentos medios y bajos.


Y este personal, indolente por demás, termina recibiendo prestaciones sociales, jubilaciones y demás prebendas como si se tratara de algún ejemplar funcionario Público, que no lo es ni lo fue ya que trabajó afanosamente en un organismo nominalmente público pero con funcionalidad privada.

La Liberación Política merma la Tasa Media de Ganancia Capitalista(Revoluciones diplomáticas)

Por Manuel C. Martínez M.
08 nov. 08

Ortodoxamente hablando, Marx condicionó la caída espontánea del capitalismo al desinterés general de sus agentes para seguir explotando trabajadores asalariados.

Realmente, la productividad mercantil podría elevarse ad infinitum gracias al desarrollo de la Fuerza de Trabajo Humano y Salarial (THS), pero el valor del PTB producido por asalariados jamás compensará cuantitativamente los apetitos de ganancia correspondientes al cúmulo creciente de capital material y dinerario que el propio sistema va inevitablemente atesorando y es ilícitamente apropiado por un número de manos burguesas cada vez más reducido.

Sin embargo, esa “profecía” marxiana lleva más de 150 años en espera de su cumplimiento. Debemos y nos proponemos dar alguna hipotética justificación a semejante tardanza.

Bien mirada la explotación burguesa de los últimos 500 años, observaríamos que además de la explotación comercial lograda a través de compraventas de mercancías no capitalistas, los dueños del dinero industrial consiguen jugosas ganancias en la contrata de mano de obra asalariada para la producción de sus propias mercaderías.

Por otra parte y complementariamente, al lado de esas expeditas y convencionales formas de lograr ganancias hasta para un simple y analfabeto bodeguero, al lado de ellas, decimos, ha estado el saqueo de riquezas varias por la fuerza o por la diplomacia gubernamental de los pueblos débiles por los países más poderosos, más promocionados, más admirados e industrializados del mundo occidental europeo.

Pues bien, resulta que todas esas anteriores formas de enriquecimiento las practican los inversionistas burgueses en la producción asalariada, en el comercio y la banca con paraasalariados, y, como si fuera poco, han visto mejorada su tasa de ganancia mediante la consecución de materias primas de bajo coste, el cautiverio de mercados, las facilidades de transporte y el negocio de la bibliografía de transculturización.

Todas esas ganancias confluyen con sus respectivas ponderaciones al logro de una “Tasa de Ganancia Media” que hasta hace pocos años había crecido sostenidamente, salvo bajones experimentados en coyunturales crisis inherentemente derivadas del zigzagueante movimiento del sistema burgocapitralsita.

Y hoy de consuno algunos países empiezan a sospechar de las buenas intenciones del Imperialismo Industrial, a cuantificar la merma de sus materias primas para sus propios desarrollos y empiezan a entender que el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales sigue en desventaja con el alcanzado en los países saqueadores.

El llamado ejercicio de la soberanía nacional, la fijación de nuevas reglas de juego y la regulación parcial de las riquezas nacionales tendrá necesariamente un efecto deprimente en la tasa de ganancia internacional. Digamos que la profecía de Marx podría estar en sus prolegómenos de ocurrencia, no precisamente por cese de la relación laboral ni por rebeliones huelgarias, sino porque con la reducción del saqueo diplomático comercial merma las ganancias por este concepto ya dejarán solas las ganancias de producción y de las actividades mercantiles y financieras con lo cual numéricamente la tasa de ganancia media tenderá incontrovertiblemente a su baja.

Los Inexistentes Avales Burocráticos

Por Manuel C. Martínez M.
08 nov. 08

Observe usted que los avales pecuniarios y morales exigidos por patronos comerciales y domésticos son un requisito sine qua non para conseguir una chamba, inclusive para el desempeño de la “faena sucia”. Trátase de garantías pecuniarias o de recomendaciones debidamente firmadas y confirmadas por teléfono o mediante entrevistas vis a vis. Eso ocurre en los herméticos escenarios de la empresa privada y de las familias.

Para cualesquiera transacciones crediticias usted debe llevar un garante o fiador. Si usted no paga oportunamente, el acreedor va por encima sin titubeo alguno y le cobra a sus fiador, y si este no tiene con qué cubrirle la deuda morosa a su afianzado, hasta el secuestro podría castigarlo.

En habitual e inadvertida contraposición de esa normativa de justicia económica, nos encontramos con la sucia e inmoral Política Nacional Venezolana, y probablemente mundial. Hablamos de una política ejercida por delincuentes de todo tipo disfrazados de defensores del pueblo, de los pobres y marginados. Arguyen estar muy conmovidos y dolidos por la problemática social interna, etc.

Hasta ahora, esos delincuentes politizados, decimos, pueden cometer todo tipo de delitos administrativos, ilícitos, asesinatos inclusive, a cambio en última instancia de una rimbombante salida electoral al término del vencimiento de sus cuestionados mandatos.

En los tiempos actuales de supuestas convulsiones morales y asomos tentativos de cambios sociales importantes, es hora de que ningún político que sea candidateado para el ejercicio de un cargo concurra como tal “sin avales suficientes”.

Es hora de que los presidentes de la república, los ministros seglares del gobierno, los directores y gerentes, los jefes de departamentos y secciones, así como los alcaldes en general, deban garantizar su ejercicio con buenas dotes pecuniarias y/o morales. Pero también es hora de fijar responsabilidades penales si fuere el caso para los burócratas que terminen nombrando y dándole cargo a personas carentes de los respectivos avales. En estos casos el ejecutivo correspondiente deberá asumir y compartir todas las responsabilidades de sus subalternos. Ya basta de sacudirse como el perro argumentando que cada quien (menos él) tiene sus propias responsabilidades.

En caso de incumplimiento, de robos, de negligencias de omisiones, sobreprecios, trácalas, y en la comisión de actos corruptos en general, sus fiadores deberán correr con las consecuencias y ser enjuiciados sin mayores dilaciones y sin los entrabamientos tradicionales de una Justicia por demás alcahueta y venal como la que conocemos hasta ahora, con los raros casos de excepcional conducta.

No pude ser que un gobernante corrupto y asesino simplemente termine su mandato por vía política electoral y sin recibir severos castigos de inmediato. Ni siquiera debería pasar por tribunales ordinarios cuando las denuncias y evidencias en su contra sean noticia crimini o vox pópuli. Hasta deberíamos echárselos a los “tigres” como en los viejos tiempos romanos.

Cuáles serían esos avales burocráticos y sus correspondientes y no menos burocráticos avales lo dejamos para críticas posteriores, aunque se oye opiniones al respecto.

viernes, noviembre 07, 2008

Exportaciones de Primera Calidad e Importaciones de Tercera

Por Manuel C. Martínez M.
04 nov. 08

Quede claro que estamos evaluando en términos estadísticos, vale decir guiándonos por inferencias de los “”grandes números”” que arroja la buena parte de las mercancías importadas en Venezuela y en otros países no menos débiles y pendejos frente al Poder comercial internacional.

Nuestros insumos, sus empaques y hasta su mercadeo están marcados por ser mercancías y servicios de una calidad que no es precisamente de primera.

Efectivamente, carecemos de un Ministerio eficiente y eficaz que vele de antemano por esos controles proteccionistas para el consumidor nacional. Los repuestos de automóviles y maquinaria en general dejan mucho qué desear. Los perfumes y sus esencias no conservan sus oloridad original.

Creemos que hasta los insumos de la farmacopea nacional carecen de larga frescura. Las partes de automóviles ensamblados aquí generalmente traen defectos de fabricación. La música clásica, antes en acetato, luego en casetes y modernamente en CD, traen yerros de impresión, tergiversaciones melódicas y discontinuidades cacofónicas. De allí que los ofrezcan apendiciariamente como obsequios en el precio de revistas llamativas.

Por eso pensamos que los controles de calidad funcionan allá, en el exterior exportador. Lo que van desechando nos lo envían, a sabiendas de que pasarán por aduanas y lectores poco avizores. El ejemplo más objetivo e incuestionable es el de los libros de texto y afines que van a ingenuos alumnos y a profesores en general. Las editoriales más importantes del mundo suelen hacer grandes tirajes de sus producción, y cuando encuentran erratas menores, medianas y graves, y su exigentes lectores se quejan, entonces dichas impresoras y editoriales no incineran ni reciclan esa producción defectuosa sino que a sabiendas de la pobreza de nuestros controles y del bajo nivel de exigencia propia de gobernantes y lectores criollos, entonces nos los venden y a aprecios de primera.

En esa carrera de importaciones de tercera no quedan a salvo ni siquiera las mercancías adquiridas en la propia Europa o Asia o las procedentes de EE UU. Efectivamente, cuando un criollo visita algún país extranjero, en este huelen enseguida su pobreza contralora, saben que lo traerá a Venezuela. Para este tipo de comprador tienen inventarios especiales repletos de mercancía ya desechada por sus CC. Y si usted se vale de un extranjero para que le consiga una mercancía en el país productor, pensando que así sí podría ser de primera calidad, se equivoca. El vendedor sabrá distinguir que ese paisano suyo enviará ese producto hacia acá y procede en consecuencia.

Correspondientemente, pero a la inversa, nuestras exportaciones pasan por el riguroso control de calidad exigido por nuestra clientela extranjera. Así, los plátanos de Santa Bárbara del Zulia, agigantados como un antebrazo humano, adornan los mercados de víveres de Nueva York y otras ciudades importantes del exterior. Nuestras mejores semillas y frutos de café y cacao, nuestras mejores bebidas espirituosas, y nuestras mejores materias primas industriales: petróleos livianos, mineral de hierro de alto tenor, bauxita, etc.

Ni qué decir sobre nuestros mejores técnicos y científicos que suelen radicarse en ese exterior que sabe cotizarlo y reconocerle su justo valor, ni qué decir sobre nuestros mejores artistas. Por el contrario, no me atrevería a decir que hemos importado lo mejor de la mano de obra europea, por ejemplo.

jueves, noviembre 06, 2008

Engels, Jesucristo y Marx (Dos cosmovisiones y un sólo objetivo salvador)

Por Manuel C. Martínez M.
05 nov. 08

Cronológicamente fueron Jesucristo, Marx y Engels, aunque nuestro título de hoy se ciñe a una ordenación respetuosamente alfabética.

Estos interesantes personajes han cubierto buena parte de la mediática universal de los últimos 2 milenios. El del medio lo viene haciendo desde hace unos 20 siglos, aprox, y paralelamente los dos restantes ya lo hacen desde hace más de siglo y medio.

En los tiempos de los Césares, de aquellos imperialistas romanos, el grado de explotación e injusticias sociales no había madurado suficientemente. Es un hecho consumado que ni siquiera al precoz, divinizado y superdotado Jesucristo pudo serle revelado el origen intrínseco de la maldad terrenal. Éste, armado con toda la sabiduría de entonces, todo lo atribuyó a la falta de amor entre los hombres. No tocó para nada el asunto de las clases sociales, ni mencionó al Estado como brazo ejecutor del poder esclavista e imperial de marras. No con la certeza formulada por Marx y Engels 1.800 y pico de años después del asesinato del martirizado y misericordioso Jesús.

Convencido Jesús de que el hombre se había desviado de su misión divina sobre la Tierra atraído este como se hallaba por la adoración al lucro comercial, entonces en obediencia a su mesiánico rol redujo su praxis al derroche de todo su inconmensurable potencial de amor sobre la humanidad sin distingos sociales. Lo hizo como fórmula sugerida para salvar al hombre incrédulo y violador de las leyes mosaicas. Lavó los pies de una pecadora de bajos fondos, perdonó a Judas y a sus crueles asesinos.

Digamos que filosóficamente Jesús improvisó sin éxito la idealista Política del amor, del perdón hasta de nuestros más enconados enemigos. Porque si la “Historia” fuera tiesa y repetitiva, si careciera del dinamismo dialéctico que la caracteriza, dos mil años de amor y perdón habrían sido más que suficientes para calmar la rabia de Dios y desacelerar la avaricia mercantil y la crueldad del mismo explotador.

Pero es que ni siquiera ese Dios terrenal podía conocer bien a sus criaturas en su constante y cambiante devenir. Esa incomprensión fue una prueba fehaciente de la temporalidad o historicidad de las convicciones religiosas en cualquiera de sus especulativas variantes, tanto ortodoxas y monoteístas como las intrascendentes y multiteocráticas.

La inmadurez del grado de explotación de unos hombres sobre otros no permitió inferir las causas últimas de la iniquidad del hombre ni del maltrato al creador de todas las riquezas materiales, al trabajador, ayer esclavo, luego feudal y todavía asalariado. La cosmovisión idealista y platónica seguía privando como aporte filosófico de helénica procedencia.

Pero ya para mediados del siglo XIX las condiciones sociales y clasistas habían alcanzado tal grado de desarrollo que permitieron descubrir las verdaderas, involuntarias, inconscientes y no viscerales causas del maltrato económico que han sufrido todos los trabajadores del mundo, del de los tiempos de Jesús hasta los de ahorita mismo.

Marx y Engels también abogaron por el amor sobre la población humana. Para ello dedicaron más años que su endiosado predecesor, y meticulosamente consiguieron entrever la verdadera causa material de la problemática humana y laboral.

Sin embargo, a pesar de abogar por la paz entre los hombres, por el fin de las guerras fratricidas y por el logro de un óptimo aprovechamiento del potencial natural y humano, por el contrario, sus prédicas y normativas científicas destinadas y dirigidas a la supresión del binomio clasista de la sociedad, esas prédicas decimos han sido contradictoria e interesadamente contrapuestas al mensaje divino emitido 2.000 años atrás.

Esta contradicción y desagradecimiento hacia el aporte materialista de la Historia de Marx y Engels y de sus sucesores más connotados viene a completar la fusión de dos fracasadas cosmovisiones del mundo alrededor de un sólo objetivo, en correspondencia equitativa entre el martirio e inmerecida muerte de Jesucristo y el desprecio vigente que siguen sufriendo los seguidores de los modernos salvadores del mundo.

lunes, noviembre 03, 2008

Las Prendas Íntimas se Agotaron(Las Revoluciones Políticas y las Cambistas)

Por Manuel C. Martínez M.
03 nov. 08

Aparecieron Marx y Engels y todo cambió, menos el cambio mismo. Más allá de la Dialéctica Hegeliana se impuso la Filosofía Marxista, vale decir que por primera vez empezó a teorizarse sobre la nueva cosmovisión mundial, y con el aporte perfeccionista de Lenin se teorizó sobre sus ciencias derivadas: El Materialismo Histórico y la Dialéctica Materialista.

Esas dos ciencias, de máximo nivel cognoscitivo, representan el andamiaje sobre el cual ningún científico que se precie de sí puede dejar de montarse, o a lo sumo se limitaría a envolverlo en mendaces sutilezas literarias al servicio de quienes pagan su aburguesamiento. Hablamos de los Nobeles, de los apologistas del modo capitalista, de los Economistas Vulgares, de los crematísticos, etc. Y hablamos también del pirataje de los parlanchines de asuntos económicos, o sea de los tiraflechas de siempre. Entre estos últimos salvamos a quienes limitan sus intervenciones a variantes crematísticas asimilándolas a temas económicos.

Es un hecho que la Filosofía posthegeliana gobierna en toda la fenoménica universal menos en la perteneciente a la jurisdicción burgocapitalista, y menos también en aquella que la misma dialéctica científica contempla para el dinámico devenir comunista, donde tampoco ocurrirá el “Fin de la Historia” sino su metamorfosis por otro modo de una elevación espiritual tal que nos es prematuro y aventurado imaginarlo aún.

Con la nueva filosofía materialista fueron muchas las viejas y tradicionales “constantes” que desparecieron del universo y de la mentalidad humana. Tales constantes pasaron al basurero no reciclable de la historia. Por ejemplo, y sin que Dios haya enmudecido, las ideas y la palabra dejaron de ser la fuente originaria del mundo, aunque los vestigios religiosos imperialistas que todavía subsisten sigan negándolo como en los tiempos de Galileo, el sabio de Pisa.

Volviendo a Marx y Engels, y más recientemente y por razones clasistas, a esos filósofos alemanes se les negó la paternidad de la cacareada y premiada Ley de la Relatividad o no absolutez no sólo del tiempo y espacio sino de la elástica y siempre mutante materia de la que estamos hechos. Cierto es que cada día aparecen nuevas formaciones de complejos atómicos, de elementos “pesados” y “livianos” como suele llamárseles.

La academia burguesa sigue atribuyendo a Albert Einstein la paternidad de semejante e ínsita propiedad de la materia. Recordemos también que este sabio alemán, un filoburgués hasta su último cromosoma, coyunturalmente fue vendido al mundo como “socialista” después de haber sido él el principal coordinador de las pioneras fabricaciones atómicobelicistas. Las matanzas de Hiroshima y Nagasaki, de permanente recuerdo, siempre estarán asociadas a Albert Einstein, quien como buen energetista, deliberada o complacientemente, negó el carácter energético de la materia, y formuló que la Energía (“E”) implica la destrucción de la esta. No en balde la burguesía de alto poder económico aprecia e idolatra tanto la fórmula E = mc2, como un nuevo dios al mejor estilo de los egipcios preptolemaicos.

Desde luego, en Matemática siguen su curso muchas relaciones estereotipadas e invariantes, a las cuales muy convencional y transitoriamente se les da un carácter tieso, libres de mutaciones. Pitágoras infirió que en la naturaleza su creador hablaba en términos numéricos, como si el cambio no fuera la Naturaleza misma. Pitágoras no pudo, o no tuvo tiempo, ver que tales relaciones eran tan fugaces como su temporalidad personal.

Si pudiéramos observar mejor, reconoceríamos que todos los días son tan nuevos como cuando nació el Universo, que ningún lunes se parece a otro, sólo que nuestra cortedad temporoespacial nos impide percibir la cotidiana novedad de flores abotonadas, del tierno tejido en formación del feto incipiente y de la frescura de nuevas sustancias que constantemente aparecen y desaparecen para seguir coexistiendo.

Luego de ese enrevesado circunloquio paso a citar una muestra de los fenómenos materiales sujetos al cambio histórico. El paso de la moda es quizás una de las más frágiles mutantes de la fenoménica universal. Efectivamente, ya en la década de los cincuenta un humorista español afirmaba que las revistas más caras de su actualidad eran las que traían “mujeres vestidas”.

Vemos que ahora las llamadas prendas íntimas pueblan coloridamente los exhibidores comerciales más pacatos y refinados. Como si esas prendas hubieran sido expulsadas de herméticos y prostibularios recintos, de los viejos serrallos, de las casas de lenocinio y afines. Como si las ciudades modernas fueran el más abierto y acogedor burdel de los tiempos modernos.

¿Cuáles son las prendas íntimas que no se han agotado, además de las que fueron acaparadas por la mediática publicitaria y comercial?

En cuanto a las Revoluciones Cambistas, estas son simples expresiones de una de las leyes de la Dialéctica Materialista. La acumulación de capital pasa zigzagueante y explosivamente por cambios cuantitativos y cualitativos.

Creemos que el alboroto (de unos) y el alborozo (de otros) con motivo del problema del crac en proceso actual no pasan de ser un nuevo cambio cualitativo al cual habrá que enfrentarse proletariamente desde nuevas o futuras posiciones y posturas politicoeconómicas.