Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

sábado, enero 31, 2009

Escasez de Opciones Democráticas en Venezuela (El SÍ no garantiza la reelección)

Por Manuel C Martínez M.
31 ene. 09

Como es sabido, Venezuela se hastió del dúo Ad-Copei, partidos políticos que llevaron a nuestro país a profundas crisis morales, a desajustes presupuestarios e iniciaron el deterioro de la calidad educativa nacional en todos los centros públicos de formación académica.

El mejor ejemplo de inmoralidad administrativa educativa lo representan unas Universidades comandadas por delincuentes de toga y birrete, según quedó demostrado por la campaña de depuración administrativa emprendida por el ex Ministro Samuel Moncada. Recordemos que gracias a él se pudo conocer el saqueo anual que durante 40 años practicaron esas autoridades y sus cómplices docentes, unas más adecas y otras más copeyanas, mediante presupuestos amañados plagados de mentiras. Han pasado más de dos años luego de esas denuncias y el país sigue esperando castigo para semejantes delincuentes. En esa “pomada” de corrupción académica coparticipó una izquierda mendaz y oportunista. Esta impunidad ha derivado en la formación de antros de delincuentes estudiantiles hospedados en esas casas de estudio, y cuyos delitos aparecen enmascarados como acciones políticas.

Pues bien, como alternativa política y democrática el país optó por la designación como Presidente al actual mandatario nacional, quien luego de 10 años continuos en el poder lucha desesperadamente por opciones adicionales para su partido político y consecuencialmente para su propia persona como aspirante a más de dos elecciones presidenciales. Su elección fue producto de la unión de varios partidos de izquierda que a la sazón tenían personalidad propia.

De seguidas pasamos a describir el porqué de esa desesperación política, porqué el “chavismo” necesita la enmienda del Art 230 y cómo es la organización democrática nacional bajo las disposiciones de la actual Constitución y de la presente estructura política:

Durante el mandato de adecos y copeyanos la fórmula de la “alternabilidad” política, al igual que en otros países, garantizó el ejercicio democrático del poder, el paso de un gobernante, de un partido, a otro gobernante de otro partido. Ese poder se repartió periódicamente entre los grupos políticos principales a condición de que la estructura socioeconómica se mantuviera incólume y sin asomos revolucionarios de índole política.

El caso es que el poder se le agotaría al Presidente Chávez dentro de unos tres (3) años, según lo dispuesto en el referido Art. 230 de la Constitución actual. Ahora bien, como quiera que la alternabilidad democrática no hace referencia a gobernantes sino a los partidos políticos que escogen, postulan y por voto popular llevan al poder a uno de sus afiliados, esas organizaciones políticas son las beneficiarias de dicha alternabilidad.

Durante el presente gobierno y al amparo de la voluntad popular, el Presidente Chávez logró imponer un partido único (PSUV) que aglutinó el mayor porcentaje de los mismos votos que lo llevó al poder 10 años atrás y que también lo reeligió por segunda vez en el poder que actualmente desempeña. Repetimos: Esos votos se hallaban repartidos en varios partidos de izquierda.

Hoy, al lado del PSUV sólo hay pequeños grupos políticos de bajo peso electoral, y un sector de la Oposición representativo de los viejos modos de gobierno de la IV República. Este sector carece de organización política, habida cuenta de que se trata de impopulares vestigios de los mismos partidos políticos defenestrados hace 10 años. Ellos popularmente no reúnen créditos morales ni políticos para volver al gobierno luego de su derrota de hace 10 años y de las que sucesivamente han venido sufriendo en numerosos procesos electorales todos ganados por la gente del PSUV.

Así las cosas, el pueblo electoral venezolano carece de opciones democráticas de poder ya que, como sabemos, fuera del PSUV no tiene otro partido ni cómo ni dónde elegir un relevo para el Presidente Chávez, ya que de hacerlo estaría ratificando todo el tren burocrático del Chavismo actual, del mismo partido que por la misma razón de ser un partido único deja sin alternativa política al sector electoral que esté disconforme con la actual gestión de gobierno, independientemente de que esté muy satisfecho con la gestión del Presidente Chávez.

Es que una cosa sería reelegir al presidente Chávez, y otra, ratificar en el poder a quienes por vía de ministerios, de alcaldías, gobernaciones y diputaciones no gozan de créditos suficientes para ser reelectos burocráticamente. Por eso inferimos que ni siquiera el SÍ otorgado a la Enmienda en juego garantizaría la reelección del Presidente Chávez ya que el electorado no tiene opción para elegir fuera de este partido único.

viernes, enero 30, 2009

El Mercado Crea Ricos, pero no Riqueza

Por Manuel C. Martínez M.
29 ene. 09

Todos los epígonos y apologistas burgueses, economistas postclásicos, están contestes en atribuir cualidades creativas de riqueza al dinero per se, a la tierra y particularmente al mercado, a las transacciones mercantiles mediadas o no por este último.

Hoy por hoy esos economistas burgueses dan por sentado que el trabajador asalariado recibe justo precio por su trabajo y que cualquier desviación de ese salario sería un asunto de empresarios inescrupulosos o que se debería a circunstancias más o menos erráticas propias del mercado, aunque superables dentro de la contrata obrero-patronal.

Esa concepción dio origen a las reclamaciones sindicales proburguesas que lejos de combatir el trabajo, simplemente han buscado su perfeccionamiento.

Por eso quienes han teorizado sobre la causa de la “Riqueza de las Naciones”, digamos, acerca de la naturaleza o fuente del valor, jamás se pusieron de acuerdo en esa materia hasta la llegada del capitalismo desarrollado. Con este desarrollo surgieron economistas con un criterio más comprensivo de la realidad burguesa, son los llamados Economistas Proletarios o científicos.

Por su parte, los Economistas Clásicos llegaron a descubrir que el trabajo era la fuente de la riqueza, pero negaron la “plusvalía”, magistralmente descubierta y descrita por Karl Marx en compañía de otros colegas e investigadores. Esta categoría puso al descubierto la fea realidad de que el mercado no podía explicar la fuente de la riqueza patronal, y que la ganancia debía entonces responder a la parte del trabajo impago más allá del salario.

En paralelo y como consecuencia del aporte de estos nuevos economistas proletarios se formaron otros economistas dedicados a la defensa a ultranza del sistema burgués y obviaron el rigor científico de la Economía. Dieron pie a lo que se conoce como Economía Política Burguesa o Vulgar a la cual, por cierto, se acogen muchos intelectuales de izquierda, particularmente después de la debacle sufrida por el ensayo socialista soviético.

No negamos para nada que la posesión de la tierra de labrantío y urbanizable ni la de inmuebles rentados, ni la del dinero ni la de las operaciones mercantiles sanas y/o morbosas sean fuente de ricos y ricachones, pero esto no necesariamente supone que tales posesiones en sí mismas sean fuente de riqueza alguna.

Durante toda la historia de la humanidad la riqueza y su valorización cuantitativa ha sido creada por el trabajo abstracto y común del hombre, por su manipulación técnica de los recursos naturales y su transformación en bienes útiles para la satisfacción de variopintas necesidades sociales e individuales. Por eso decimos que el mercado crea ricos, pero no la riqueza que ellos terminan poseyendo.

miércoles, enero 28, 2009

OPEP, Precios y Producción (Cambiemos el nombre a la OPEP)

Por Manuel C. Martínez C.
27 ene. 09

La Organización de países Exportadores de Petróleo, OPEP, debe urgentemente cambiar de denominación. Proponemos que se llame: Organización de Países Productores de Petróleo (OPPP).

De seguidas pasamos a exponer nuestras razones: Cuando sus fundadores decidieron agrupar a los principales países productores de petróleo cuyas reservas ociosas sobrepujaban en mucho sus propias necesidades domésticas energéticas, se quedaron cortos. Cierto que esos países producían básicamente para exportar y de allí la denominación original que aún conserva la organización que nos ocupa.

Observemos la definición biográfica fundacional que nos ofrece la Pág. Web Wikipedia:

<Viena (Austria). Creada como respuesta a la bajada del precio oficial del petróleo acordada unilateralmente por las grandes compañías distribuidoras en agosto de 1960 (que eran extranjeras), sus fines son la unificación y coordinación de las políticas petroleras de los países miembros, con la defensa de sus intereses como naciones productoras. Los países consumidores consideran a la OPEP como un cartel.[1]

Fue fundada en Bagdad, en una conferencia entre el 10 y el 14 de septiembre de 1960 con la iniciativa del entonces ministro de Energía y Minas venezolano Juan Pablo Pérez Alfonzo y el ministro de Petróleo y Recursos Minerales de Arabia Saudita, Abdallah Tariki. Alfonzo señaló que era necesario un "instrumento de defensa de los precios para evitar el despilfarro económico del petróleo que se agota sin posibilidad de renovarse". Las rojillas me pertenecen.

Como puede interpretarse, el motivo inicial de la incipiente OPEP fue evadir o suavizar el control de los “precios del mercado” fijados por parte de los intermediarios quienes ayer como hoy juegan arbitrariamente con unos inventarios generalmente comprados a precio de gallina flaca y en su condición de grandes financistas e inversionistas de la poderosa industria petrolera derivada mundial.

Ahora bien, los intermediarios, independientemente de los productores petroleros, podrían imponer sus controles de precios a punta del juego de la Oferta y la Demanda, pero sólo tratándose de mercancías producidas en serie o ya industrializadas.
Nuevamente, pasamos a explicarnos:

Pensemos en un artesano. Este no fijará el precio de su mercancía según el volumen de encargos que le hagan ni del vaivén de la oferta y demanda, digamos, de sus trajes. Léase bien: de sus trajes y no de los trajes en general donde entrarían los confeccionados en serie.

Mutatis mutandis, los productos naturales, los bienes del subsuelo y los mineropetroleros en particular tampoco no tienen porqué ajustar sus precios a esos vaivenes del mercado. Ha sido la ignorancia y los ventajismos tecnológicos e ideológicos los que han determinado que los precios del petróleo crudo respondan a la incierta e incontrolable coyuntura de unos mercados que siempre estarán al margen de los intereses de los productores, mientras estos no funjan de vendedores directos al consumidor sin pasar de intermediario alguno.

Es claro que si baja la demanda del petróleo, los países productores deben dejar de extraer más petróleo que la cantidad efectiva y finalmente demandada. Es estúpido y antieconómico extraer excedentes en espera de mejores precios, por ejemplo, o para aprovechar la capacidad productiva instalada y llenar inventarios fuera del pozo. Esta estrategia sólo es recomendable para la industria de productos sintéticos en general.

Digamos que Pablo Pérez Alfonso no tenía muy claro el rol de los intermediarios ni la diferencia entre productos no renovables y los manufacturables en fábricas ad hoc. Se dejó llevar por la influencia del mercado, por una concepción mercantilista que ha pasado limpiamente al modo burgués donde el mercado sigue dictándole órdenes al sector productor.

Un mercado que gobierne la producción es un mercado que no se compagina con las características de los bienes y recursos naturales no renovables.

Por eso, así como el artesano mantiene sus precios para evaluar y vender cada unidad de su obra, asimismo la OPEP, que debería llamarse OPPP, puede perfectamente reducir su extracción y venta de petróleo en la justa medida que sus compradores así lo decidan, pero esto no tiene porqué llevarla al abaratamiento simultáneo de los precios del petróleo.

Cierto que las reducción de extracción reduce costes de prospección y extracción y almacenamiento fuera de pozos o a cielo abierto, pero sin extraer un solo barril de petróleo este seguiría allí naturalmente en reserva como lo ha estado por gigas de tiempo.

A continuación ofrecemos una gráfica demostrativa de la conducta que debe asumir la “OPPP”:



Para D = demanda; O, de Oferta; Pu, de precio único, y Q, de cantidades ofrecidas y demandadas.

En esa gráfica observamos cómo el precio se mantiene o mantendría constante (Pu o precio único) a pesar de las bajas en la demanda.

Sin embargo, es de suponerse que cuando la demanda crezca los precios seguirían el curso ascendente de la curva de la oferta que coyunturalmente determinen los costes de producción del petróleo, y según las necesidades sociales que convencionalmente presente la organización de Países Productores de Petróleo, OPPP.

domingo, enero 25, 2009

Marcos Pérez Jiménez (El Último garante de la Seguridad Ciudadana)

Por Manuel C. Martínez C.
24 ene. 09

Con la caída del Presidente Pérez Jiménez se inicia en Venezuela la carrera de la Promiscuidad escolariega, misma que sin precedentes ha incrementado el índice de pobreza popular. También y paralelamente comenzó el ascenso de una inseguridad ciudadana que sólo se ha perfeccionarse con el correr de las décadas de los gobiernos sucesores.

Es un hecho que los índices de pobreza se mueven a la par de la desigualdad social y con el crecimiento demográfico. Efectivamente, en las sociedades como la nuestra el ritmo del crecimiento poblacional de los llamados pobres es muy superior al de los estratos sociales de mayor poder económico.

La Promiscuidad Escolariega ha contribuido a la explosión demográfica de los pobres y con ello se ha reforzado la suba del crecimiento delictivo que todos conocemos. Los barrios y rancherías de los cordones de miseria imperantes en las principales ciudades se han nutrido precisamente con los hijos de madres infantiles, incapaces de impartirles una vida sana a sus niños, y de allí a que ellos se conviertan en el semillero de la delincuencia nacional sólo ha habido el corto paso de la indiferencia de todos los gobiernos de los últimos 50 años postperezjimenistas.

Para nadie puede ser un secreto que a partir del año 1959 se inicia en Venezuela una carrera de libertades públicas nunca antes vistas. Los ciudadanos trabajadores y honestos empezaron a respirar mejores aires.

Igualmente la multitud de irresponsables y flojos, de vivianes y demás pillos e inmorales nacionales y extranjeros empezó a hacer de las suyas en una sociedad carente de madurez sociológica para hacer frente a un crecimiento poblacional alejado del potencial presupuestario nacional y administrativo de los gobiernos que decidieron habitar en Miraflores. Estos habitantes burocráticos fueron los autores de esa Promiscuidad Escolariega y de toda la blandenguería que ha fomentado y cultivado el actual Índice de Delincuencia Ciudadana.

Si vamos atrás un poco, recordaremos que hasta los años de Pérez Jiménez los tiempos prematrimoniales solían ser de uno o más años, durante los cuales los comprometidos para casarse se enteraban de casi todas las cualidades de su futuro cónyuge. Desde luego, el contacto cercano y el libre abordaje comunicacional entre mujeres y hombres apenas comenzaba en los liceos y bajo la sigilosa mirada de directivos y profesores.

Desde acá seguimos sugiriendo que una simple reconfiguración de nuestros primeros centros de estudios, a fin de que las niñas dejen de mantener relaciones cercanas con los niños, sería un magnífico y eficaz comienzo tendente a reducir la maternidad irresponsable infantil, a bajar el índice de niños pobres en la demografía nacional, para con todo ello bajar los índices de inseguridad ciudadana a mediano y largo plazos. Esta medida sería inconmensurablemente más económica que seguir contratando personal policial y judicial y demás gastos incapaces para mantener una vigilancia pos féstum de la inseguridad ciudadana.

sábado, enero 24, 2009

EL CARÁCTER HISTÓRICO DE LA DIETA ALIMENTARIA (Los Salarios Bajos arrancan desde la cuna)

Por Manuel C. Martínez M.
24 ene. 09

¿Sabía Ud. que ese delicioso mondongo, tan criollo como comer mamones sin lavarlos, tiene un origen esclavista?

El caso es que, mientras hubo esclavitud, como forma de vida y de producción, el esclavista hizo beneficiar su ganado vacuno y reservó los mejores músculos (carnes) para su consumo personal. Es de inferirse que las vísceras, patas, rabo y demás tejidos involucrados eran las piezas que servían de alimentación a los esclavos. Estos supieron ingeniárselas, primero con sal común y luego con especias yerbales, para imprimirles la apetitosidad que hoy brindan al paladar de muchos comensales y comilones de lo más refinados.

Con el ganado porcino ocurrió otro tanto: de allí arranca el conocido <>, el <> y, muy especialmente, el crujiente y pingüedinoso chicharrón que no es más que un vulgar cuero disecado por alta cocción.

Por supuesto, si a Usted lo alimentan con semejante dieta desde que lo destetan le habrán modelado el paladar, y su lengua quedará especializada para el gusto de aquellos platos.

Ahora bien, estas comidas confeccionadas con alimentos de tercera y desechos aprovechables por la industria de conservas y charcuterías no son menospreciables en sí mismas ya que, por ejemplo, el tejido vegetativo animal (musculatura lisa) posee las mismas cargas proteínicas contenida en la musculatura estriada (solomo, punta trasera, lomito, muchachos, lagarto de la reina, gallinita, etc.), y al fin y al cabo todas ellas han dado vida a muchas generaciones a lo largo de la historia de la sociedad humana.

Sucede que, al igual que cualquier desperdicio productivo, son de bajo costo de producción, de baja calidad y de bajo precio en consecuencia frente a las demás mercancías alimentarias, por lo cual se avienen muy bien a los reducidos ingresos salariales de la población trabajadora, principal y despectivamente de la llamada clase obrera.

Es aquí donde el trasfondo histórico de las condiciones económico-sociales aflora con gran diafanidad: Así como los esclavistas escatimaban los costos de manutención de sus trabajadores, asimismo los patronos burgueses hacen lo suyo propio, habida cuenta que a menor costo de vida, por causa de comidas baratonas (empanadas, perros calientes, teretere, aguardientes de tercera, mercancías descontinuadas...), menor exigencia salarial por parte de los trabajadores, y, con ello, mayor ganancia para los explotadores modernos quienes también, hoy por hoy, reservan para sí las mejores comidas y <> en general.

Inseguridad y Subempleo (El Estado Paralelo)

Por Manuel C. Martínez M.
21 ene. 09

La mayoría de las oficinas bancarias venezolanas cierran a media tarde. Los establecimientos comerciales lo hacen un poco más tarde; las estaciones de servicio de combustibles y afines, el reparto a domicilio está desaparecido para farmacias y el grueso de estas ya no opera sino de día con turnos nocturnos muy distantes entre sí.

Para las ciudades modernas dotadas de magníficos servicios de energía eléctrica esos recortes en sus jornadas significan una contradictoria y considerable reducción de su demanda y un consecuente ajuste en la respectiva oferta. Finalmente, todo eso se traduce en subempleo general de insumos varios, mano de obra, inventarios, etc. Esto representa una potencial merma en sus ganancias anuales que los afectados suelen compensar mediante indebidas alzas de precio.

Pero lo más significativo es que esos recortes en la jornada diurna por cierre temprano de comercios en general significan un desaprovechamiento del tiempo solar. Efectivamente, estamos desaprovechando económicamente alrededor de 10% de las 24 horas del día.

Cuando se va a las causas de ese subempleo del tiempo caemos en el problema más relevante de los últimos tiempos, no sólo aquí sino en casi todas las ciudades del mundo. Los gobiernos se han mostrado muy ineficientes e ineficaces para combatir la delincuencia. Han hecho de la inseguridad la más desvergonzada burla burocrática de las principales funciones del gobierno.

¿Para qué sirven las instituciones legislativas, ejecutivas, militares y policiales ante una hampa superior en eficiencia e impunidad? Por las calles, plazas y carreteras de desplazan sin control alguno multitud de antisociales, las cárceles se hallan saturadas, los tribunales se han corrompido, la policía y los militares son burócratas incompetentes para la satisfacción de estas necesidades, y la venta de armas y municiones en un gran negocio para sus traficantes.

Todo este cuadro nos debería llevar a la reflexión sobre qué estamos haciendo con nuestra educación, para qué sirve el alto grado técnico impartido por escuelas, liceos y universidades, si la delincuencias organizada y desorganizada ha ido conformando un auténtico Estado Paralelo.

Efectivamente, el Estado se limita a la contrata política de cierto número de policías y militares. A los primeros los mantiene en completa pobreza, con un hábitat común a los antisociales de baja ralea, y a los segundos los acuartela y usa para actividades protocolares. Por excepción, algunos son usados actualmente para oficios ajenos completamente a la seguridad individual antidelictiva. Un puñado de ellos son empleados para la demagógica función de velar por otro tipo de seguridad ciudadana, como la llamada seguridad “alimentaria”.

El Estado monta un aparataje al montaje de una Fiscalía timorata y corrupta, y unos tribunales que guardan muy poca relación moral y cuantitativa con la desbordada cantidad de casos jurídicos derivados de los diarios y repetitivos actos delictivos.

Por último el Estado se aboca a la elección de gobernantes de todo tipo, con diferentes programas de Justicia Social que no termina por convencernos ante el sostenido alto índice delictivo. La inseguridad es un asunto de Estado que el Estado no resuelve mediante las prácticas usuales ni mediante un sistema de seguridad que no da pie con bola. Asimismo, el comercio se limita a cerrar sus puertas y aumentar el subempleo de nuestros recursos y del tiempo en general.

miércoles, enero 21, 2009

La Explotación Transnacional (La Deuda Externa Integral)

Por Manuel C. Martínez M.
19 Ene. 09

Cuando solicitamos cancelar la DEUDA EXTERNA estamos también abogando
para que cesen las Inversiones extranjeras en nuestro país.
Ingenua y estereotipadamente, solemos decir que el patrono da u ofrece trabajo, cuando es todo lo contrario. Sus empleados trabajan para él, y este se limita al aporte o préstamo de capital dinerario.
Asimismo, es común admitir que las Inversiones Extranjeras son beneficiosas para el país receptor, pero, de perogrullo, quien invierte busca y obtiene una ganancia para sí, y obviamente esta debe ser con cargo a dicho país.
La conseja de que el patrono o inversionista extranjero ayuda a la Economía de un país, acompañada del criterio según el cual los países necesitan esa ayuda extranjera porque carece de capital criollo, es la que más alegremente se maneja, la que guía la política económica de los países importadores de capital, y la que mejor encubre los verdaderos objetivos del capital extranjero que tan afanosamente buscan, contratan y hasta protegen y atornillan a los gobernantes de los países prestatarios, so pena de la servilidad que estos le brinde a dichos capitalistas.
Porque bien miradas las cosas, la realidad es otra. Resulta que cuando un país se vale de capital extranjero, pongamos por caso, para el montaje y funcionamiento de empresas burguesas, está contrayendo de hecho una DEUDA que a corto, mediano y largo plazos deberán honrarla los trabajadores del país deudor.
Estamos haciendo esta aclaratoria porque suele reservarse la denominación de DEUDA EXTERNA a las Inversiones Financieras convencionales, o burocráticas, mejor conocidas como empréstitos, por excelencia destinadas a suplir déficit presupuestarios inducidos por los gobernantes de turno, y a las destinadas a la producción manufacturera en el país que las acoge y da empleo de mano de obra local para de esta manera sustituir importaciones de las mercancías proyectadas. Generalmente, estas empresas han sido proscritas en los países de origen por sus residuos tóxicos y antiecológicas.
Pero es que, por ejemplo, cuando ingresa un dólar a nuestro país ipso facto estamos contrayendo tal vez la más onerosa y especulativa de las DEUDAS EXTERNAS.
Nos explicamos: mientras la carga rentista o el pago de intereses generados por un empréstito directamente financiero está cuantitativamente limitado al tipo de interés contractualmente preconvenidos entre prestatario y prestamista, el pago de los *intereses gananciosos* del capital importado y aplicado a una manufactura es de un monto indiscutiblemente muy superior al primero.
El caso es que la ganancia bruta arrancada a los trabajadores de una empresa burguesa montada a punta de capital importado no sólo sirve para alimentar el aparato político burocrático mediante la figura de la tributación municipal y nacional, sino que de dicha ganancia bruta salen el pago mismo de los intereses financieros convencionales, y por supuesto la ganancia industrial propiamente dicha.
De manera que la DEUDA EXTERNA de un país debe medirse en términos del monto global de las inversiones extranjeras sitas en el país y que permanentemente están garantizándoles a los habitantes del país prestamista una jugosa, parasitaria y continua renta que pesa oprobiosa y abrumadoramente sobre los hombros de los habitantes del país prestatario.

lunes, enero 19, 2009

Ética Feudal del Periodismo Burgués

Por Manuel C. Martínez M.
19 ene. 09

El Gremio de Periodistas, como su nombre lo indica, es un vestigio feudal, de aquellos años durante los cuales todos los técnicos solían agruparse en conglomerados artesanales a fin de proteger a sus afiliados, velar por la calidad de sus servicios y ofrecer confianza a sus correspondientes usuarios. Cada trabajador daba cuenta integral de su correspondiente obra.

Esas asociaciones gremiales fueron superadas por el burguesismo en las manufacturas y luego en factorías máximamente mecanizadas. Este industrialización permitió la división del trabajo en desmenuzadas tareas de tal manera que la producción de un bien cualquiera resulta del concurso simultáneo de múltiples trabajadores de un oficio del que ninguno conoce más allá de su simple aporte personal.

Sin embargo, el poder gremial, la necesidad de agrupamiento de los trabajadores siguió vigente durante el capitalismo, ahora como sindicatos con fines exclusivamente centrados en la defensa del salario, y con absoluta indiferencia de la calidad de las mercancías y servicios producidos. Esta calidad es un asunto exclusivo del patrono y los trabajadores se muestran ajenos a la misma. Si el patrono decide mejorar la calidad, el trabajador cumple ese cometido, e igualmente rige para la responsabilidad del asalariado si la calidad debe ser de tercera.

Es por eso que la exigencia de ética profesional de ningún trabajador puede ir más allá del cumplimiento de las obligaciones contractuales entre patronos y empleados. Ningún asalariado puede hacer otra cosa que la previa y planificadamente le indica su patrono so ruptura ipso facto del contrato laboral.

Cuando le oímos a los políticos y a algunos colegas del Periodismo que ellos deben tener criterio propio, que deben ceñirse a la verdad profesional, que deberían limitarse a informar como si se tratara de periodistas artesanos, cuando oímos eso, decimos, es porque todavía no se ha comprendido la verdadera sumisión del trabajador moderno y asalariado a su patrono contemporáneo. Este decide la calidad de la producción de su empresa, y el empleado trabaja en consecuencia so pena de ser liquidado.

Por eso decimos que sólo un Gremio apegado a criterios feudales puede exigirle a sus afiliados una ética autónoma, como si en su condición de asalariado el periodista pudiera burlar las condiciones contractuales de su patrono capitalista.

domingo, enero 18, 2009

Réplica al Señor José G. Piña (La enmienda merece debate abierto)

Por Manuel C. Martínez M.
17 ene. 09

El propio Presidente de la república, Hugo R. Chávez F. fue claro y extenso al solicitar un debate público, es decir general, de tirios y troyanos, para buscarle un sustento popular a la reforma del Art. 230.

Este debate de pros y contras preocupa mucho a quienes no tienen otra razón que la de otorgarle la exclusiva del gobierno nacional a su actual jefe mayor. A tal efecto, hacen todos los malabarismos para justificar una constitucionalidad ilegal de unas disposiciones tan relevantes como esa de convertir la candidatura y reelección presidencial en algo susceptible de cambios enmendatorios cada vez que durante su ejercicio se le ocurra a cualquier Presidente.

Y es el caso de que el señor José G.Piña, quien hoy escribió por “aporrea.org., manifiesta un desborde de visceralidad unilateral increíble. Ignora que el propio Presidente Chávez limita sus objeciones a la búsqueda del concurso electoral, y a señalar que los “escuálidos” mediáticos andan en una de conspiración contra él y la enmienda, pero para nada el Presidente está en contra de las versiones opuestas a las esgrimidas por sus colaboradores y afines.

Es bueno recordar que buena parte de la negativa del 2d2007, pudiera deberse a los diputados por el apéndice reformatorio que montaron en su autobús para ver si se salían con la suya.

Bien, este señor Piña no es capaz de entender mi planteamiento sobre el texto ad hoc elaborado por la Asamblea Nacional cuando afirmo que votar por una enmienda que irrespetaría lo dispuesto en el Art. 230 mal puede hacerlo un votante que acude a las urnas electorales gracias a lo dispuesto en la Constitución.

Para ir en contra de la Constitución vigente habría que convocar a una Asamblea Constituyente, en la cual, por supuesto, no sólo se incluiría ese Art. 230 sino otros, y otros asuntos de relevante importancia.

La actual Constitución dice claramente que ningún Presidente puede durar más de dos períodos en su mando, independientemente de que haya resultado lo mejor del mundo como gobernante. Por su parte, la Historia Universal registra casos de emperadores y reyes que eran vitalicios en sus funciones fueron echados por el pueblo, pero no se conoce que democráticamente un gobernante pueda seguir aspirando reelecciones sin que una nueva Constituyente así lo disponga.

En cuanto a la voz de “trampa”, es el propio señor Piña quien la menciona. En cuanto a que sería una mayoría la que eliminaría ahora la limitación en el tiempo contemplada en el Art. 230, al igual que fue una mayoría la que la introdujo en la Constitución actual, debe recordar que esta última mayoría lo hizo precisamente en pleno desarrollo de una Asamblea Constituyente. Por esta “pequeña” diferencia me he atrevido a plantear que la Asamblea Nacional ha pretendido asimilar una decisión popular, propia de los ciudadanos constituidos en Constituyente, a una simple decisión en libres comicios pautados estricta y taxativamente por la misma Constitución vigente.

viernes, enero 16, 2009

La Enmienda Resulta Constituyentista (Un Reconocimiento de la Violación Constitucional)

Por Manuel C. Martínez M.
16 ene. 09

Según la moderna y rusoniana versión de “soberanía”, esta es una transferible atribución de las personas republicanas. Esta fórmula tuvo un origen burgués y demagógico de partida ya que se enfrentó a la vieja y tradicional concepción bodiniana que consideraba soberano sólo a reyes y monarcas, y a los ciudadanos como simples súbditos carentes de soberanía alguna.

Las personas republicanas son consideradas soberanas bajo una ambivalente conducta. Como individuos, delegan su soberanía en personas previamente escogidas por grupos políticos y económicos ya poderosos de partida. Digamos que los individuos sólo ejercen una soberanía secundaria, salvo cuando se trata de una Asamblea Constituyente en la que, no obstante, esos individuos actúan como un colectivo que delega en algunos individuos el ejercicio de su soberanía en condición de delegatarios suyos.

Tal delegación de soberanía la practican como individuos mediante comicios que inclusive escapan al control de ellos aisladamente considerados, ya que las autoridades de turno o anteriores se subrogan la designación, custodia y contraloría de los entes comiciales (Consejo Nacional Electoral-CNE-, en el caso venezolano). Este CNE es un organismo que no responde a ninguna elección popular, pero que sin embargo y contradictoriamente se ocupa de elecciones populares.

Como colectivo, los individuaos republicanos serían la Ley y la constitución en cierne, pero pierden esa soberanía al delegarla en grupos no preescogidos por ellos ni siquiera actuando como colectivo. Esta soberanía pasa a manos de la autoridad en la que delegaron como individuos en los comicios del caso.

Algunas Constituciones reservan un timorato articulado para la retoma de esa soberanía con todas las trabas e impedimentos que las autoridades de turno lógicamente podrían interponerle a esa colectividad cuando presente objeciones y disconformidad con sus representantes (Art. 350 de la CRBV).

Bien, en el caso de la Enmienda que nos ocupa, recientemente la Asamblea Nacional en su rol de delegataria de la soberanía individual, presentará a la consideración del CNE una pregunta cuyo texto es como sigue, y que merece nuestra crítica:

<<>>

Bien, en ese texto puede apreciarse una aparente e inoficiosa redundancia como lo sería: “la aprobación popular de una enmienda dirigida a permitirse las postulaciones para cargos que en sí mismos son de elección popular, y permitir su posible elección exclusivamente con voto popular”.

Como puede apreciarse, el voto popular allí sugerido en dicha enmienda, si bien es un ejercicio de soberanía individual, la elección a la que estaría dirigido ese voto es un ejercicio de soberanía colectiva ya que tales permisos y delegaciones de soberanía ya están previamente regidos por la Constitución vigente en su artículos correspondientes.

Digamos que tal redundancia es sólo aparente ya que la finalidad de semejante pregunta, tal como ha sido deliberadamente diseñada por los asambleístas y violadores de su propia criatura legislativa, es que los individuos votantes y consultados se salten lo dispuesto en el Art. 230 de la actual Constitución que premia a los buenos gobernantes sólo con dos periodos sucesivos, y de esa manera introducir en dicha CRBV una decisión que necesariamente debe ser tomada como colectivo cuando dichos votantes opten por una Asamblea Constituyente.

jueves, enero 15, 2009

La Megadevaluación y la Megainflación (Control de precios y suspensión del Control de cambio)

Por Manuel C. Martínez M.
14 ene. 09

Existen dos variantes de devaluación monetaria: aquella que se mide en términos de divisas (paridad frente al dólar), en adelante devaluación I, y la que responde a subas de precios o inflación, en adelante devaluación II.

La variante II no es otra cosa que pérdida del poder adquisitivo de la moneda circulante con un valor nominal constante, y la otra variante también supone esta merma de poder adquisitivo pero también con un menor valor nominal frente a la divisa referencial.

Digamos que la devaluación I ataca el valor nominal de la moneda nacional bajo el ropaje de merma en su poder adquisitivo de divisas, mientras que la Inflación se limita al ataque del valor real. Desde luego, la variante I influye en la variante II por lo que la inflación tiende a cundir en los mercados nacionales.

De allí que cuando escribamos sobre devaluación debamos precisar de cual se trata. Por ejemplo, en Venezuela el año pasado se mantuvo constante el valor nominal del bolívar frente al dólar (Bs.2.150), pero durante los últimos 10 años nuestro bolívar ha devaluado sostenidamente su poder adquisitivo a una razón promediada de (25-30) % anual, a pesar de que aparentemente el bolívar mantiene una paridad constante frente al dólar. Esta paradoja se explica porque la industria nacional infla los precios para retirar el mayor numero de bolívares del mercado nacional, y de esa manera adquirir mayor cantidad de dólares, con paridad constante, que aunque se devalúen en el exterior aquella mayor cantidad de ellos garantizarían el capital inicial de dichos industriales.

Ese tipo de devaluación II por merma del poder adquisitivo frente al mercado de mercancías en general es verdaderamente bestial. Desde luego, está siendo disimulada por el freno de una devaluación frente al dólar que ya resultaría ridículo decretarla para una divisa como el dólar que se haya en picado desde hace varias décadas en los mercados exteriores. El valor y repunte sostenido del euro así nos lo confirma.

Entonces nos encontramos con un Estado que no sólo ha provocada pérdidas en el poder adquisitivo del bolívar mediante sus varias devaluaciones I, sino que silencia, tolera y hasta propicia la devaluación II, la de precios en los mercados nacionales.

Toda esta política empobrecedora de los trabajadores de ingresos medios y bajos parece importarle muy poco a una Administración Pública que limita sus favores y su distribución del Fisco Nacional en beneficio de menesterosos y marginados de todo tipo, a quienes con poco de dinero (devaluado I) mitiga el hambre y la sed de quienes acostumbrados durante generaciones y gobiernos pasados al aguante de hambre pareja, ahora ven el cielo con una migajas de petróleo en gotas entregado mediante “Misiones” varias.

Entonces, cuando la presente Administración Pública afirma que por ahora no habrá devaluación debemos preguntarnos de cuál de ellas se trata. Presumimos que se refiere a la devaluación I, ya que por razones obvias la inflación o devaluación II seguirá su curso normal mientras el dólar siga cayendo en los mercados internacionales como un efecto de la crisis financiera de reciente destape mundial nacida en EE UU y parte de Europa.

También deberíamos escribir sobre alternativas aliviadoras. Desde aquí proponemos un fuerte control de precios y una Suspensión del Control de Cambio.

martes, enero 13, 2009

La enmienda de la Enmienda

Por Manuel C. Martínez M.
13, ene. 2009

La pregunta que acaba de proponer la Asamblea Nacional para dejar abierta la posible reelección sucesiva del mismo Presidente de turno es la siguiente:

<< ¿Aprueba usted la ampliación de los derechos políticos de las venezolanas y venezolanos en los términos contemplados en la Enmienda de los artículos 230, 160, 174, 192 y 162 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, tramitada por iniciativa de la Asamblea Nacional al permitirse la postulación para todos los cargos de elección popular de modo que su elección sea expresión exclusiva del voto del pueblo? >>

Bien, esa formulación les surge porque realmente parece que el gobierno cayó en la cuenta de que solicitarle al pueblo que un Presidente se perpetúe en el poder alargando indefinidamente su mandato , aun mediante comicios “democráticos”, es precisamente lo menos democrático y menos soberano que pueda concebirse en un sistema electoral que prevé cambios de gobernantes, y que mal puede entonces la Constitución facilitar la evasión de la alternabilidad, figura esta que también tratan de desfigurar y hacerle ver a este pueblo , que dejar a una misma persona es también alternabilidad. “La alternabilidad fija el tiempo del mandato de buenos y malos gobernantes, pero de ninguna manera puede facilitar su perpetuidad “.

Ahora bien, la ampliación de los derechos políticos de los venezolanas y venezolanas recogidos en aquellos artículos constitucionales, en los términos contemplados en una enmienda dirigida a “permitir que la postulación de todos los cargos de elección popular esté sujeta a una expresión exclusiva del voto popular”, en verdad no nos dice nada en concreto, ya que , por ejemplo, la ampliación de los derechos políticos previstos en los referidos artículos pudiera estar referida a un mayor número de años, en vez de siete (7), ocho (8) o diez(10), para uno (1), dos(2) o tres (3) períodos, o también que si un funcionario resultare ratificado en un Referendo Revocatorio su período comience de nuevo, cosas así.

De manera pues que esta nueva enmienda de la “enmienda”, lejos de aclarar, más confunde. Al Presidente se le olvidaría que el 2D2007 fue la misma Asamblea la que le echó paja con su ristra de artículos presentados para su enmienda de entonces en su fallido intento por disfrazar el trasfondo político que representaba, como ahora, la enmienda del Art. 230.

Como sabemos, esta busca saltarse lo pautado en la Constitución, la que si bien ella da dos (2) oportunidades de mando a los funcionarios de elección popular, también contempla que terminados esos dos (2) períodos no podrán volver a esas funciones y ni siquiera postularse en consecuencia.

sábado, enero 10, 2009

La Crisis del Capitalismo y otras Crisis

Por Manuel C. Martínez M.
10 ene. 09

Ninguna de las acepciones lexicográficas del artículo “crisis” se refieren al acabose del capitalismo. En los momentos actuales los politólogos, los pseudorrevolucionarios, los ignaros y demás parlanchines mediáticos del mundo burgués y de Cuba hablan de “crisis” del capitalismo con la errónea y falaz intención de referirse a la hora cero de este sistema. Tratan de motivar a los indecisos e ignaros para que crean que al Capitalismo le llegó “su sábado”.

Nada más falso. Eso no ocurre ni siquiera con la llamada “crisis general del capitalismo” mientras no haya un verdadero y generalizado desprecio hacia el salario como forma de pago al trabajador. Sin embargo, ciertamente este sistema de producción sufre crisis periódicas de cada una de las cuales sale con más fuerzas cada vez, con más experiencia social y con un mayor arremetimiento contra las banderas socialistas.

A estas banderas las ha ido deshilachando una a una. Acabó con el ensayo más importante de Socialismo a gran escala. Así fue, acabó con la URSS, nacida a raíz de la crisis general del capitalismo fascista europeo que originó la 2da. Guerra Mundial. Mantiene un cerco económico y mediático contra Cuba, y, lo más relevante, actualmente usa las banderas socialistas humanistas como expresión de revolución, como si con semejante “socialismo” se pudiera ir reemplazando a un capitalismo que hoy por hoy luce más gobernante de la situación mundial que durante todos sus dos siglos precedentes.

El caso curioso es que el capitalismo lucha contra un enemigo que no guarda secretos ni estrategias ni planes en su antagonismo contra aquel, mientras este siempre tiene cartas bien guardadas y no precisamente debajo de la manga. El capitalismo no necesita espías ni contraespías: la asequible y abierta literatura marxista se hace cargo de enterarlo de cada una de aquellas, le desbroza el camino para ir aplastando con éxito cada una de las acciones que los líderes socialistas vayan emprendiendo con reiterado fracaso.

Por ejemplo, las cruentas masacres y saqueos que la alta burguesía mundial practica en Afganistán, en Irak y ahora en Palestina en convivencia con la intermediación de sus títeres, como los militares israelitas, ofrecen una prueba fehaciente de cómo las grandes potencias capitalistas siguen despachándose y dándose el vuelto. No puede ser de otra manera cuando la “crítica del capitalismo” realizada por Karl Marx y el resto de su equipo de científicos y colaboradores de la segunda mitad del siglo XIX se ha convertido en una poderosa arma profiláctica defensiva para un sistema que paradójicamente sabe más de socialismo que de capitalismo.

Organismos de relativa confianza para la conservación de la paz y el logro de justos arreglos internacionales entre países fuertes y paises débiles como la ONU, la OEA, La Cruz Roja, son hoy unas instituciones desvergonzadas que sólo sirven para albergar un simple parasitismo burocrático que ni siquiera logra aparentar para qué fueron fundados.

Las otras crisis son permanentes e ínsitas al sistema capitalista. Tal es el caso de las crisis confrontadas semanal, quincenal, mensual y anualmente por los trabajadores burgueses. Estas personas sólo cuentan con un salario mezquinado y amputado durante el año, al final del cual los patronos les liquidan una parte de los salarios implícitamente retenidos para que sus explotados puedan renovar ciertas mercancías duraderas. Y al final de sus días, ya deshechos y jubilables, a los trabajadores burgueses se les liquida las llamadas Prestaciones Sociales con la cuales, asimiladas a capital, el patrono se ha lucrado contratando más trabajadores, más materias primas y al propio jubilable.

Otras crisis son las de los gobiernos demócratas burgueses. Cada día van perdiendo credibilidad y cada vez más el Estado debe recurrir a llamados y a estrategias populistas tendentes al apaciguamiento de las eclosiones sociales que las crisis de los trabajadores van generando sin solución de continuidad. Esta crisis estatal es tan notoria que instituciones religiosas con más de 100 años de alejamiento político están retomando el poder. En Venezuela lo hacen con una abierta injerencia mediática en asuntos políticos para los que no están facultados, y ya otros países están recurriendo a ministros para el ejercicio de la Primera Jefatura. Tal es el caso de Paraguay.

De manera que las crisis son mayormente de los trabajadores sin que estos desaparezcan como asalariados, y del Estado como institución, mientras el sistema capitalismo sólo confronta desajustes de mercado, en la colocación de su capital e inestabilidad en una tasa de ganancia media que si baja aquí crece allá, pero al final y macroeconómicamente sale robustecido.

No a la "manía miserable"

Opinión
Jorge Sánchez Meleán /Economista - - 09/01/2009 00:01 09 La Verdad http://www.laverdad.com

Como bien lo expresara un ex presidente uruguayo, "la reelección es un veneno para la democracia", y mucho más, cuando esa reelección es indefinida. Enmendar inconstitucionalmente una Constitución sólo por la conveniencia de un gobernante, desvirtúa el principio de supremacía constitucional y desnaturaliza la carta fundamental, sobre todo cuando esa enmienda altera principios fundamentales, como ocurre en el caso actual de Venezuela.

La reelección aún siendo limitada, requiere de una institucionalidad consolidada, que asegure igualdad de condiciones para todos los participantes en el proceso electoral, en un régimen pluralista de partidos. Mucho más si ésta es ilimitada como lo pretende Hugo Chávez? Podrá darse igualdad de condiciones en una elección presidencial en un régimen autocrático como el actual, donde los diversos poderes no se atreven a ejercer con autonomía sus competencias? ¿Podrá darse igualdad de condiciones entre los aspirantes a la presidencia de la República, en un país donde el CNE no se atreve a regular en lo más mínimo el comportamiento ventajista de un presidente en campaña, con todos los recursos del poder y del Estado a su disposición?

En estas condiciones, aprobar la reelección indefinida es acabar con la alternabilidad y entronizar en el poder a un autócrata como el de Cuba, hasta que le dé la gana de dejar a otro familiar. Un candidato-presidente divide al país y acaba con la legitimidad de la institución presidencial, que en nuestro caso, incluye a la jefatura del Estado y la del Gobierno.

Un candidato-presidente como ha sido el caso reciente de Venezuela, no gobierna, pues siempre está en campaña, situación por demás peligrosa cuando el mundo entero está entrando en una crisis económica de pronóstico reservado, con repercusiones gravísimas en Venezuela. Cuando un presidente es potencial candidato siempre el poder se concentra aún más, la corrupción llega a niveles inimaginables y el ventajismo en el uso de los recursos del Estado en función candidatural, acaba con la ética y la moral. Cuando un presidente no tiene límite en el ejercicio del poder, lo que menos le importa es la eficiencia y la legalidad. Ella es sustituida por la violencia política, instrumento con el que se dirime cualquier conflicto.

Cuando un presidente no tiene ninguna limitación para el ejercicio del poder lo que menos le preocupa es ejecutar las leyes. Por el contrario, las destruye, las viola, las interpreta a su conveniencia, pues goza de total impunidad. ¡Pobre revolución aquella que depende de los caprichos de un solo hombre que se cree indispensable! ¡Pobre pueblo aquel que tenga que soportar a un dictador con la "manía miserable de querer mandar a todo trance", como lo dijo Bolívar. Por eso, a esa "manía miserable", hay que decirle "No" y mil veces "No".

jueves, enero 08, 2009

La Propiedad Económica y la Propiedad Jurídica

Por Manuel C. Martínez M.

07 ene. 09


En orden de importancia social, la propiedad económica lleva la delantera. Desde antes de la invención de la escritura, desde antes del Contrato Social rusoniano, desde antes de los constitucionalistas y del burocratismo contemporáneo, ya existía la propiedad económica de los principales medios de producción, de la tierra de labrantío, de las mineras y de los valles habitables.



Desde luego, la propiedad jurídica o la del papeleo burocrático acompaña vinculadamente a la propiedad económica. Digamos que ésta queda convalidada mediante aquella, sobre todo para efectos ante terceros, para la transmisibilidad y para legados, préstamos, arrendamientos, donaciones y sucesiones en general.



Los patriarcas, caciques, esclavistas y feudales, los latifundista de cualquier magnitud, todos esos explotadores fueron propietarios económicos en el bien entendido de que a ellos pertenecieron los frutos y el uso de la tierra poseída. La propiedad jurídica tardó en conocerse y admitirse con la confiablidad que estaba en juego.



Pero para usar y usufructuar cualquier bien proveniente de la Naturaleza, aun en condiciones de producción silvestre, es necesaria la presencia de la labor humana, del trabajador, antes esclavo, luego siervo y modernamente cachifo, funcionario público y asalariado. Antigua y modernamente los recolectores y pescadores en tierras ajenas realizaban y realizan esa labor a favor de sus propietarios, y a pesar de no agregar valor alguno no por eso dejaron de ser explotados por los propietarios económicos de marras y de ahora mismo.



Los propietarios económicos modernos son los grandes propietarios del dinero, de la banca privada, de grandes extensiones de tierra, de la tecnología teórica o patentada, de las principales acciones de las compañías anónimas transnacionales monopólicas y paramonopólicas de alto giro.



Los empresarios con acciones en menor número, los de pequeños capitales y aquellos que reciben financiamiento de otros capitalistas son simples propietarios jurídicos. Por lo general, su propiedad es transitoria, inestable y en constante riesgo de ser tragada por el prestamista del caso o por el competidor de mayor capital.



Un ejemplo importante de propiedad económica actual es la propiedad del Fisco Nacional. Ningún burócrata puede apropiarse jurídicamente ni de un centavo de dinero patrimonial del pueblo, del Erario Público. Sin embargo, los principales burócrata, gobernantes , pueden y de hecho es lo que suelen hacer, cuantifican mediante impuestos al trabajador, disponen, traspasan, Administran, reparten, prestan sin garantía, donan, condonan, todo a su entero arbitrio, y despilfarran y malversan la fortuna que pasa por el Fisco Nacional sin mayor cortapisa que las disponibilidades instantáneas y futuras de la Hacienda Pública. Hasta se dan el tupé de endeudar al país para ellos poder seguir disfrutando de comodidades y del proselitismo que lo elige o reelija.



Y un importante ejemplo de propiedad jurídica es la del salario de los trabajadores capitalistas y la remuneración de los funcionarios públicos de mediano y bajo rango burocráticos, carentes de poder decisorio salvo para ir las urnas a votar precisamente por quienes sí terminan adueñándose económicamente del Patrimonio Nacional.

lunes, enero 05, 2009

Lagunas Jurídicas en Serie

Por Manuel C. Martínez M.
05 ene. 09

Sólo reflexivamente: Creo que nuestra Constitución actual no contextualiza nada referente a la posibilidad de que sólo concurra un (1) aspirante a las Elecciones Presidenciales, o regionales ni municipales.

Si eso ocurriera, no tendría sentido alguno invertir despilfarradoramente ni un *dólar* en el aparataje electoral para campaña alguna, ni emisión de boletas, activación de terminales electrónicos ni afines.

La abstención que se dio en materia parlamentaria (4d) no asomó esta laguna por su propia naturaleza, ya que la Asamblea es un organismo colectivo per se.

Y ha ocurrido que nuestras constituciones han sido elaboradas sobre la base de un polipartidismo antagónico, que ha dado como un hecho la concurrencia de por lo menos dos aspirantes para la máxima investidura política.

Obviamente, si no concurriere más de un aspirante a la presidencia de la República, el país quedaría acéfalo, habría un vacío de poder, porque nadie puede sentarse en Miraflores sin ser electo democráticamente. De manera que tenemos una *laguna* jurídica en esta materia presidencial. La reelección por defecto no está muy clara, que digamos. http://www.aporrea.org/actualidad/a22219.html

Añadamos que si un Presidente resulta revocado en Referendo a la mitad de mandato a nosotros nos parce que moralmente ese ex mandatario no podría postularse para el final de ese sexenio ni para el trienio restante, pero la Constitución taxativamente no dice nada al respeto, y esta es otra Laguna Jurídica de claro adolecimiento.

Los Auténticos Marginados

Por Manuel C. Martínez M.
05 ene. 09

Desde los tiempos bíblicos y hasta más atrás los líderes y parlanchines sociales han tomado a los pobres y miserables como bandera para su ascenso y figuración personal. Todos han abogado por estos pero ninguno de ellos ha ido al fondo causal de ese grueso segmento poblacional.
Lo cierto fue que ni siquiera el superdotado Jesús con poderes divinos logró averiguar dicha causa y se limitó a condenar a los esclavistas en su condición de ricos, pero no como explotadores.
Después de Jesús, esos líderes jamás han aportado nada en concreto más que su labia que por lo general sólo revela copismos, clonismos y adulteraciones de informaciones de terceros que él recopila y memoriza para la configuración de sus convencionales discursos.
Con los casos políticos como el argentino peronista, en América se consolida la figura del populismo, una extraordinaria versión del socialismo chimbo, de la adulteración del Socialismo Científico. Su ejemplo se ha multiplicado sobre la base de que la pobreza y los miserables de estos países lejos dereducirse se han multiplicado más allá de los pronósticos maltusianos con cada nuevo gobierno asumido por esos farsantes y tartufos megasociales.
La versión venezolana de los pobres y miserables los identifica como marginados o excluidos. Estos son la base política y electoral del presente gobierno. Este ha resultado ser tan populista como el que más pero majaderamente bautizado como revolucionario y socialista, de un socialismo hecho en casa a la medida del tren burocrático y populista que ya lleva en el poder una década y que planea seguir así sin que ni tan siquiera uno de sus miserables y pobres, de sus marginados y excluidos, haya podido salir de su misma y paupérrima condición que ya afrontaba cuando el Presidente Chávez fue electo como tal.
Es que si a ver vamos, sin apasionamientos por el poder político, los verdaderos y auténticos marginados o excluidos son precisamente los asalariados. Como sabemos, estos consumen su miserable vida con un salario que jamás podrá satisfacerles sus cotidianas necesidades. Su vida se les va al lado de la bonanza exhibida por sus patronos y por cuanto comerciante y banquero se mantenga en ejercicio.
Los asalariados serían quienes menos deberían tener problemas económicos, habida cuenta de que trabajan y viven para trabajar, razón de gran peso por la cual, por derecho y sin líderes populistas ni parlanchines, se hacen acreedores a una vida más digna y menos miserable, y menos dependiente de esos auténticos farsantes y aprovechadores de oficio.
La exclusión y marginalidad social donde se hallan los asalariados se manifiesta por la permanente situación en rojo que ofrece su patrimonio cada semana, cada quincena, cada mes y cada fin de año. De poco sirven los ajustes salariales de los Primeros de Mayo.
De poco o para nada sirven las regulaciones de precios de los bienes de la básica, como tampoco han funcionado eficazmente el oneroso tren burocrático ni las leyes del trabajo que sólo han servido para encarecer el impuesto que religiosa y obligatoriamente pagan los asalariados.
Recordemos que los impuestos que pagan los patronos son rebajas a sus ganancias y estas provienen del trabajo impago que hacen aquellos, y que representan el origen de su capital y riqueza así como de la pobreza y marginalidad de los verdaderos marginados y excluidos de estas sociedades burguesas.

VANGUARDIA POPULAR ANTE LA CRISIS DEL PAÍS

Por Comité Central del partido Vanguardia Popular

Venezuela recibe el 2009 en medio de una gran incertidumbre. A las erráticas políticas económicas del gobierno de Hugo Chávez, se unen su carácter arbitrario, autoritario y despótico; sus pretensiones de perpetuarse en el poder y los estragos de una crisis recesiva mundial que desnuda la profunda dependencia del país y las fragilidades de nuestra estructura económica y social.

El año 2008 cerró con una inflación general de 34% que en el renglón alimentos alcanzó al 45%, con un déficit fiscal cercano a los $10.000 millones, con una deuda externa de más de $40.000 millones (incluida la deuda de PDVSA), con una caída de los precios petroleros alrededor de los $30 por barril, con un deterioro manifiesto en la cobertura y calidad de los servicios públicos, con el desbordamiento de la inseguridad y las formas más atroces del delito y el crimen, con una corrupción desatada que crece ante el silencio cómplice de todas las instituciones del Estado llamadas a combatirla, y con una ofensiva hegemónica y arbitraria, que de manera impune irrespeta la manifestación de la soberanía popular.

El próximo 2 de febrero el gobierno de Hugo Chávez cumplirá diez años consecutivos en el poder. Durante ese período ha administrado cerca de 850.000 millones de dólares producto de los más altos ingresos petroleros y fiscales de nuestra historia. A su vez, ha contado con el control absoluto de todas las instituciones del Estado, con poderes habilitantes de larga duración y amplio alcance para legislar de acuerdo con las necesidades del país y, hasta hace muy poco, con el más amplio respaldo nacional e internacional. Ningún otro gobierno en Venezuela dispuso de tanto dinero, poder político y respaldo popular como el que ha tenido el gobierno de Hugo Chávez. Sin embargo, ha fracasado estruendosamente, frustrando las expectativas de transformaciones y cambios demandados por el país.

El crecimiento sostenido del PIB de los últimos años contrasta con la caída del 40% de la capacidad productiva industrial y agropecuaria. Esto se explica por el incremento de la capacidad expansiva del Estado sobre la economía y el fortalecimiento de la demanda interna que, a su vez, se cubre con el crecimiento inusitado de nuestras importaciones, las cuales alcanzan al 60% de los productos que consumimos. Hasta hace poco vivimos una dinámica de altos ingresos fiscales por la vía del negocio petrolero y del incremento de la capacidad recaudadora del fisco nacional, mientras simultáneamente ha aumentado el endeudamiento público a niveles colosales y se desarrolla una tendencia al déficit fiscal. Los cuantiosos recursos petroleros, la recaudación del SENIAT y el endeudamiento público se hicieron insuficientes para financiar el gasto dispendioso del gobierno y para cubrir nuestras crecientes importaciones, para sostener su derroche de publicidad y su política clientelar, su despilfarro demagógico nacional e internacional, su ineptitud para gobernar y su danza de corrupción.

Una consecuencia directa de lo anterior es el incremento del circulante monetario, el cual ha disparado los costos de producción y el precio de los productos desatando la espiral inflacionaria. Por su lado, la industria petrolera venezolana registra un déficit financiero y productivo, tanto por su excesivo endeudamiento (calculado en $17.000 millones), como por el derroche y corrupción que se han enseñoreado en su seno. El deterioro de la industria, el incremento de los accidentes y la caída de la capacidad productiva, nos han colocado en la irónica situación de tener que importar gasolina para cubrir el déficit del mercado interno. Sin embargo, nunca como ahora hemos dependido tanto del petrolero, el cual constituye el 90% del total de los ingresos del país.

La situación de las industrias básicas y estratégicas tuteladas por la CVG es grave. Luego de diez años de fraseología "patriótica y revolucionaria", constatamos con dolor dos saldos del régimen chavista en este sector: por una parte, seguimos siendo básicamente productores de materias primas y productos semielaborados cuyo destino principal es el mercado internacional. Por la otra, las empresas de la CVG han sido técnicamente quebradas, han reducido sustancialmente su capacidad productiva, registran una merma en sus ingresos como consecuencia de la caída de la producción y mantienen una altísima deuda laboral con sus trabajadores directos e indirectos.

El área de la economía social y de las empresas nacionalizadas no registra un balance mejor. la quiebra de cooperativas, empresas y proyectos han convertido al sector en un desaguadero del dinero público, en el que campean la ineficiencia, el derroche y la corrupción; la manipulación sectaria y excluyente; la compra de conciencias y el reparto demagógico de algunas migajas del festín petrolero: deterioro de la calidad y cantidad de los bienes y servicios producidos, fracaso administrativo y financiero y fuente de corrupción y demagogia; son el saldo principal de la gestión oficial en un sector que Vanguardia Popular reivindica por razones de interés nacional, de equidad y justicia social.

En los campos de la vivienda, los servicios públicos, la seguridad social y personal, también el gobierno ha fracasado. El problema del empleo, la informalidad y los bajos salarios; la negación de las libertades sindicales y demás derechos laborales, especialmente la negación de la discusión de los contratos colectivos de los trabajadores, educadores y profesionales al servicio del Estado; constituyen parte de la deuda social acumulada por décadas y que este gobierno ha sido incapaz de saldar en diez años de gestión.

A todo lo anterior se une el cuantioso gasto militar, que promedia los $10.000 millones anuales, y el desarrollo de una estrategia geopolítica internacional que se sustenta en el manejo discrecional, irresponsable y demagógico de los ingentes recursos de que han dispuesto. El creciente gasto militar tiene como objetivo principal apuntalar una Fuerza Armada Nacional que es el verdadero soporte de su proyecto de poder. Su fortalecimiento forma parte del esquema hegemónico impuesto, de la concepción de un régimen militarista centralizado y autoritario, en la cúspide del cual se halla un teniente coronel delirante y megalómano, que copa todos los espacios de poder en el Estado y en la sociedad. El crecimiento de este costoso y desproporcionado aparato militar, y el desarrollo de una política internacional demagógica y expansionista, poco tienen que ver con nuestra tradición solidaria como pueblo y como nación, con nuestra vocación integracionista o nuestra herencia bolivariana. Por el contrario, ambos asuntos se inscriben dentro de una estrategia de poder nacional e internacional que se adorna de épica seudorevolucionaria para ocultar su fondo fascistoide, y cuyos costos para el país son absolutamente onerosos e insostenibles.

El gobierno de Hugo Chávez ha reforzado el carácter rentista de la economía venezolana y profundizado nuestra dependencia del negocio petrolero, ha fortalecido los nudos que nos atan a los grandes centros financieros nacionales e internacionales de cuyos créditos dependemos, ha quebrado el aparato productivo nacional y nos ha hecho más dependientes de las importaciones de todo tipo. En estas circunstancias, la crisis financiera y recesiva de la economía mundial hará sentir sus consecuencias sobre la economía nacional, poniendo al desnudo las enormes fragilidades de la misma y derrumbando todo el artificio del crecimiento económico de los últimos años, todo el espejismo de desarrollo y prosperidad que nos han vendido, y toda su capacidad para repartir migajas entre los más pobres. La recesión que afecta al sistema capitalista mundial ha provocado la caída vertiginosa de los precios del petróleo, reducirá aún más la demanda de nuestras materias primas provocando una merma mayor de la producción y precios de las mismas, hará más difícil el acceso al crédito y a las fuentes de financiamiento y reducirá la oferta de bienes y servicios disponibles en el mercado. Mientras nuestras exportaciones sufrirán un baja sensible en su demanda y precios, las importaciones registrarán una reducción en la oferta y un alza en sus precios.

Como puede observarse, el gobierno de Hugo Chávez ha engendrado las causas de nuestra crisis, sacrificando una extraordinaria oportunidad histórica para transformar nuestra economía rentista y dependiente en crecimiento con desarrollo sostenible y sustentable, con equidad y justicia social. Los embates de la crisis internacional no son entonces la causa fundamental de los problemas del país. Son, en todo caso, un agravante importante en medio de los desatinos y fracasos ya señalados, resultados de una década perdida en un proyecto que hoy se revela claramente como antinacional, antipopular y antidemocrático.

Los abundantes recursos existentes han sido dilapidados en el propósito perverso de imponerle al país un proyecto personalista y despótico, de corte autocrático y militarista, de pretensiones hegemónicas y totalitarias, que ha querido ser pasado de contrabando en nombre de la revolución y el socialismo. La promoción deliberada de un cuadro de polarización política de la sociedad, la manipulación ideológica y maniquea del carácter de la confrontación planteada, la intolerancia y la descalificación a priori de la crítica, la protesta o la disidencia; han servido de marco a la estigmatización, la persecución política y la criminalización de la protesta.

Sin embargo, 10 años de fracasos no son suficientes para las ambiciones de poder de Hugo Chávez. Tampoco lo son los 14 años que habrá de cumplir en febrero de 2013, cuando deba entregar el mando del gobierno (equivalentes a casi tres períodos constitucionales de la llamada 4ª República y cuatro años mayor que el tiempo que duró la última de las dictaduras en Venezuela).Su objetivo es concentrar todo el poder en sus manos y perpetuarse en la presidencia de la república, para lo cual necesita modificar la Constitución Nacional. Con este propósito intentó la Reforma Constitucional y trata ahora de imponer la Enmienda. Su talante antidemocrático y su desconocimiento de la soberanía popular se evidencian, una vez más, cuando aprueba el paquete de 46 decretos-leyes para imponer lo que ya había sido rechazado por el pueblo en el referéndum del 2D; cuando de manera arbitraria y cuasidelictiva enviste contra los gobernadores y alcaldes de aquellos estados y municipios en los que el chavismo no fue favorecido por el voto popular, despojándolos de sus competencias más importantes, reteniendo ilegalmente los recursos de sus presupuestos, ocupando algunas de sus instalaciones, obstaculizando su gestión o fraguando maniobras para desalojarlos de sus cargos; y, finalmente, cuando intenta por 2ª vez imponer su reelección indefinida contra toda constitucionalidad y legalidad.

Vanguardia Popular rechaza toda esta escalada autoritaria y despótica y exige que todas las energías, esfuerzos y recursos que se destinan a impulsar este conjunto de maniobras se reorienten a atacar los efectos más terribles de la crisis que se nos viene encima y a enfrentar las verdaderas causas que la engendraron. Denunciamos que la respuesta del gobierno frente a ésta es irresponsable y evasiva y que las medidas anunciadas hasta ahora son parciales e insustanciales. Es claro que quienes se emborracharon en la abundancia de los ingresos fiscales, quienes creyeron que el petróleo duraría toda la vida a $120 por barril, y que dispondrían eternamente de presupuestos anuales de alrededor de 200 billones de bolívares antiguos, sacrificaron una importante oportunidad histórica para corregir los males estructurales que secularmente ha padecido nuestra estructura económica y social y para brindarle al país un modelo de desarrollo basado en la reivindicación de la soberanía nacional, la democracia, el progreso y el bienestar social.

En tales circunstancias, advertimos acerca de los riesgos de que las medidas de recorte del gasto público y de ajuste fiscal, que inevitablemente tendrá que tomar el gobierno, se descarguen sobre los hombros de las grandes mayorías sociales del país y se traduzcan en más impuestos, más inflación, más empobrecimiento del valor de la moneda y del poder adquisitivo de los sueldos y salarios, más escasez de productos básicos, más arbitrariedad y autoritarismo. Existen otros caminos y otras medidas, de orientación patriótica y popular, de profundo contenido ético y de claro aliento social, que pueden reducir sensiblemente el impacto inmediato de la crisis, al tiempo que propenden a atacar de forma más eficaz el fondo de la misma, sin sacrificar al pueblo. En este sentido, Vanguardia Popular propone el siguiente Programa Mínimo:

1) Recortar drásticamente el gasto militar y la compra de armas para ubicarlos en $3.000 millones anuales. Esto es más que suficiente para garantizar el gasto operativo y el mantenimiento de la FAN y representa para el país un ahorro de $7.000 millones al año.

2) Reducir sustancialmente el gasto externo del país, acabar con la política demagógica de la regaladora de dinero y de promoción de proyectos faraónicos y rocambolescos. Estamos seguros de que acabando con el pago de Lobbies y el derroche publicitario del gobierno en el exterior, con el reparto indiscriminado y demagógico de "ayudas" a terceros países, y con la pretensión de desarrollar proyectos faraónicos e inviables, el país podrá ahorrar una cantidad no menor de $2.000 millones anuales.

3) Utilizar racional y transparentemente el superávit existente de reservas internacionales y otros fondos nacionales disponibles, para financiar básicamente planes de inversión y gasto social. Esto permitiría disponer en lo inmediato de unos $30.000 a $40.000 millones más para amortiguar la caída brusca de los ingresos petroleros y fiscales.

4) Impulsar un plan audaz de recompra de bonos de nuestra deuda pública, los cuales hoy se negocian en el mercado a menos de la mitad de su valor. Esto permitiría comprar baratos los Bonos Soberanos emitidos por la nación y reducir parcialmente el peso de nuestra deuda pública.

5) Reducir nuestras importaciones en forma gradual pero sostenida y promover el desarrollo efectivo de nuestro aparato industrial y agropecuario. Esto supone el otorgamiento de incentivos a la inversión productiva y la remuneración justa del trabajo. El país no puede seguir financiando, a través de las importaciones, la agricultura y la industria foráneas, mientras las nuestras van a la ruina como consecuencia de la falta de inversión, el deterioro de la infraestructura de servicios, la falta de insumos y bienes de capital, la ausencia de estímulos y de reglas de juego claras para la inversión y el comercio de los productos.

6) Adelantar en forma consecuente y transparente un plan nacional de austeridad del Estado venezolano, orientado a eliminar o reducir, según sea el caso, el gasto superfluo, el derroche publicitario, los gastos de representación y la ostentación de riqueza. Dentro de este contexto, una importante señal sería la reducción sustancial de los sueldos y emolumentos de los altos funcionarios del Estado, cuyos groseros ingresos contrastan con los devaluados sueldos y salarios del venezolano común.

7) Combatir radicalmente la corrupción, la ineficacia, la ineficiencia y el derroche de recursos que desangran a la administración pública. Es necesario derrotar la impunidad que se ha instalado en el país con el silencio y la complicidad de las instituciones llamadas a enfrentar este flagelo. No tenemos dudas de que, más allá de las implicaciones éticas y morales que esto supone, la corrupción entraña hoy, dada su magnitud, importantes repercusiones económicas y financieras para el funcionamiento del Estado, el desarrollo de las políticas sociales y el costo de los proyectos de inversión.

8) Decretar la intervención de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y adelantar con urgencia un plan para la recuperación de sus empresas tuteladas. Esta medida, de alto interés nacional, tiene que ser presidida por una comisión nacional y no gubernamental, suficientemente plural e interdisciplinaria, altamente calificada desde el punto de vista ético y moral, técnico y gerencial, para presentarle al país un diagnóstico exhaustivo de su verdadera situación y un plan viable para su recuperación en el corto y mediano plazos.

9) Adelantar urgentemente una reforma tributaria orientada a eliminar todos los impuestos regresivos, tales como el IVA; a estimular y facilitar la inversión productiva y la generación de empleo digno y bien remunerado; a hacer más eficaz la recaudación del impuesto sobre la renta y otros; a eliminar la discrecionalidad, la evasión fiscal y otras formas de corrupción; a pechar a los grandes capitales, la ganancia excesiva, la ganancia súbita y el consumo suntuario; y otras medidas similares.

10) Resguardar y potenciar las principales políticas y programas sociales en desarrollo, los cuales no deben ser afectados por los planes de recorte del gasto público y/o de ajuste fiscal. En su lugar, es necesario garantizar el manejo transparente, eficiente y austero de todos los programas y proyectos que se adelantan y de todos los recursos que se emplean. Esto supone acabar con la discrecionalidad y el misterio que envuelve la asignación de presupuestos y la distribución y ejecución de los recursos; imponer una verdadera y eficiente contraloría social y legal; combatir la corrupción, la ineficacia, la ineficiencia y el derroche de recursos; y, finalmente, despojarlos de toda manipulación sectaria y excluyente, de toda práctica que reproduzca la vieja perversión de cambiar migajas por conciencia o por incondicionalidad.

11) Concertar un aumento general de sueldos y salarios del 40%, el incremento del salario mínimo nacional a BsF 1.500 mensuales y la discusión y firma de las convenciones colectivas de condiciones de trabajo pendientes. Todo esto, como parte de los esfuerzos orientados a compensar la caída del poder adquisitivo de aquéllos a causa de la inflación, como una medida de justicia social hacia los trabajadores y el pueblo en general, y como un factor de estímulo a la demanda interna y a la reanimación del aparato productivo nacional.

Todas estas medidas son perfectamente factibles y se complementan y refuerzan entre sí. De conjunto suponen, más que un plan de recorte del gasto público o de ajuste fiscal, una política de austeridad, de reorientación radical del gasto público, de eficiencia y transparencia en la administración de los dineros de la nación. Su implementación demanda un gran acuerdo nacional y un clima político que favorezca el consenso y los compromisos de todos los sectores involucrados (gobierno nacional y demás instituciones del Estado, sector empresarial y laboral, academias y universidades, medios de comunicación públicos y privados, partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, entre otros.), para que la pugnacidad y la polarización políticas den paso a la concertación de esfuerzos, y para que todas las voluntades y recursos disponibles se aboquen a atacar los graves problemas derivados de la crisis y a superar las causas de fondo que la han engendrado.

El gobierno nacional tiene la palabra. A él corresponde dar los primeros pasos y enviar las primeras señales. Todas aquellas acciones que claramente generan o estimulan el clima de confrontación y de polarización existente, el desconocimiento de la soberanía popular, la violación de la Constitución y leyes de la república, el cercenamiento de las libertades democráticas y los derechos del pueblo; deben cesar. De acuerdo con esto, Vanguardia Popular demanda del gobierno nacional:

1) Retiro inmediato de su propuesta de Enmienda Constitucional, cuyo único propósito es atornillar a Hugo Chávez en la presidencia de la república, exacerbando el clima de confrontación y polarización e imponiendo nuevas erogaciones milmillonarias al Estado venezolano.

2) Cese de la actitud intolerante, arbitraria y hostil hacia aquellos gobernadores y alcaldes recién electos y que no son afectos al presidente y su partido. Respeto pleno de sus competencias, garantías para la entrega de los recursos presupuestarios, colaboración y coordinación interinstitucional para atacar graves problemas como los de la inseguridad, vialidad, servicios públicos, vivienda y otros.

3) Libertad para los presos políticos, cese a las persecuciones y regreso de los exiliados.

Finalmente, hacemos un llamado al pueblo venezolano, a todas las fuerzas democráticas, patrióticas y populares del país, más allá de los partidos y de la oposición misma, para que unamos nuestros esfuerzos en función de enfrentar los graves peligros que acechan a la nación, para que le salgamos al paso a cualquier intento por imponer a perpetuidad el despotismo y la autocracia militarista, para evitar que eventuales medidas económicas antipopulares conviertan a las mayorías sociales empobrecidas en víctimas inocentes de la crisis nacional e internacional, y para que convirtamos estas propuestas en banderas de lucha a favor de la soberanía nacional, la democracia, el progreso y el bienestar social. En definitiva, no se trata sólo de derrotar el proyecto y las pretensiones del chavismo. Se trata, sobre todo, de superarlo ética, política y socialmente, para dar respuesta positiva a las demandas de cambios y transformaciones que objetivamente requiere el país, que se han hecho conciencia y reclamo popular y que han sido frustradas por la estafa chavista. ¡NO a la Enmienda Constitucional!

¡NO a la reelección indefinida!
¡NO a las políticas económicas hambreadoras!

domingo, enero 04, 2009

PROPUESTA PARA EL PODER POPULAR

Por Osmar Castillo
osmarcastillo@cantv.net

En la cúspide del Poder Popular deben estar los Consejos Comunales; sus integrantes, voceros, deben ser electos, por los miembros de la comunidad a la cual pertenezcan; NO EN UNA ASAMBLEA, sino en forma secreta, organizada por un ente electoral local. Entre los que resulten electos elegirían la distribución de responsabilidades. TODO lo que decida el Consejo Comunal debe pasar por la aprobación de la Asamblea de la Comunidad, que habría que legislar respecto a su funcionamiento. Habría que establecer que en caso de decisiones de alto impacto, habría que consultar a TODA la comunidad del territorio del Consejo Comunal, en forma de referendo.

De entre los voceros de los Consejos Comunales se elegirían por votación universal, directa y secreta, de toda la nación, los voceros de una Confederación de Consejos Comunales, a nivel nacional, donde entrarían los recursos económicos que perciba el País; Esa Confederación tendrá que legislarse respecto a ella. Pudiera ser que en ella estuvieran incluidas, además de otras, las funciones que la actual CRBV le otorga al Consejo de Estado. Estarían incluidas aquí las funciones que actualmente realizan, Presidente, Vicepresidente, Ministros, Asamblea Nacional, Poder Judicial, Poder Moral y Poder Electoral.

En el siguiente escalón, debajo de los Consejos Comunales tendríamos los Consejos Parroquiales, cuyos voceros, serían electos por todos los ciudadanos que conforman el territorio de todos los Consejos comunales, incluidos en una determinada Parroquia. Nuevamente, entre ellos se distribuirían las Responsabilidades. Y Todo lo que decidan debe ser sometido a la aprobación de los habitantes de la Parroquia.

El tercer estrato del Poder Popular, sería el Consejo Local de Planificación Pública, cuyos voceros serían elegidos por los habitantes de las parroquias que conformen la ciudad; igual que antes, sus vocero, los eligen los habitantes de la Ciudad; y entre ellos se distribuyen las responsabilidades. Igual en cuanto a la aprobación de los asuntos transcendentales del territorio, tienen que someterse a los habitantes del mismo.
A este Consejo debe adscribirse un organismo técnico que estudie las propuestas que surjan de las comunidades, a los efectos de su concreción.

En cuarto término, estaría el Consejo de Planificación de Políticas Publicas, del estado o región, que sería electo por los habitantes de ese territorio; Igual tratamiento que los anteriores en cuanto a distribución de responsabilidades; y las decisiones de trascendencia, definidas en el mismo Consejo, irían a la aprobación de los habitantes del estado o región.
Igualmente tendría que haber aquí un equipo técnico, para revisión y recomendación en cuanto a proyectos de la comunidad.

En quinto peldaño estaría un Consejo Federal de Gobierno, nuevo, no el definido actualmente en la CRBV, cuyos voceros, serían electos por todos los habitantes del país; ellos harían la distribución de responsabilidades; y deberán someter a consulta popular materias transcendentales para el País.
En este Consejo podrían estar incluidas las funciones de los Gobernadores y Alcaldes actuales.
Igualmente requiere de un equipo técnico para los efectos de los proyectos de interés nacional.

En la anterior propuesta no se nombran jefes de juntas parroquiales; concejales; alcaldes; gobernadores; diputados de consejos legislativos; diputados de asamblea nacional; ministros; ni presidente de la República. Todas esas denominaciones desaparecerían; y las funciones que realizan en la organización actual, quedarían incluidas dentro de los Consejos que se han mencionado aquí.

Otro factor importante es que serían las comunidades las que propondrían los candidatos a los diferentes consejos, sin necesidad de intermediarios; o sea desaparecerían los partidos y nuestro Libertador descansaría en Paz.

Lo anterior es una Transformación profunda de lo que tradicionalmente hemos mantenido en la República, y que lo conserva la Constitución actual.

viernes, enero 02, 2009

Hablemos del Banco Central de Venezuela (Reservas Internacionales, Liquidez monetaria…)

Por Manuel C. Martínez M.
02 ene. 09

El presente párrafo se halla en la Pág. Web del Banco Central de Venezuela (BCV):

<<Los bancos centrales han evolucionado hasta instituirse en autoridades independientes, dedicados a mantener “la estabilidad de los precios y la confianza en la moneda”, calificados como un “bien público fundamental”.

Un nivel adecuado de dinero y de crédito en una economía contribuye con el desarrollo económico y social, al facilitar el intercambio comercial, estimular la confianza y hacer más atractiva la inversión, aumentar la capacidad para generar empleos y lograr un mejor nivel de desarrollo humano.

Cuando el dinero y el crédito en la economía se expanden demasiado rápido, las personas elevan su demanda de bienes a un ritmo mayor al que las empresas podrían satisfacer esa demanda, lo que puede generar alza en los precios y, por ende, inflación. Por el contrario, cuando el dinero y el crédito en la economía se contraen demasiado, la demanda de bienes puede caer, lo cual conduce a la recesión y desempleo.>>

De entrada, el carácter “independiente”, señalado en el primer párrafo de arriba, es obviamente muy dubitable para un país fuertemente dependiente de sus relaciones internacionales.

Seguimos: A tenor de aquellas definiciones, la función de esta suprema institución financiera es eminentemente monetarista y keynesianista. Se limitaría a ser la poderosa muletilla económica de los empresarios y comerciantes en general a fin de suministrarles capital a los empresarios carentes de capital propio, y dinero al Estado burocrático para la cobertura de sus Gastos previamente presupuestados, así como la de sus emergencias por imprevistos del mismo Presupuesto Nacional, según lo dispone el Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM).

Se trata, pues, de una concepción marcadamente monetarista y paternalista, muy al margen del trasfondo económico que caracteriza el régimen burgués al cual necesariamente estas instituciones sirve, aunque muy enmarcada dentro de la convicción burguesa de que “dentro del mercado, todo, y fuera de este, nada”.

Es que según esa concepción inscrita en los estatutos del BCV, la producción de bienes no dependería tanto de la mano de obra, de sus productividad ni de los estímulos laborales y la sana distribución del PTB, sino del monto de “billete” en circulación y o la oportuna dotación o retiro de circulante del mercado.

Según esa misma concepción, un Estado como Venezuela pasa a convertirse en el gran capitalista financista, y sus ciudadanos en simples funcionarios públicos, así como en simples marginados y olvidados por gobiernos de baja sensibilidad humanitaria, y en asalariados, y en empresarios sin capital propio quienes privilegiadamente, por su propio estado social y ascendencia sobre los gobernantes, o por razones politiqueras logran sacarle dinero al Estado para fungir y fingir como empresarios, es decir para su enriquecimiento personal.

Semejante BCV, a decir de semejantes disposiciones estatutarias y constitutivas, viene a confirmar nuestra convicción de que los Estados como el venezolano entran perfectamente en el grupo de “Estados como Fuente de Capital”, a diferencia de los “Estados como Protectores de capital” y de sus propietarios privados.

Con posturas como aquellas, emanadas de la “sapiencia” de los directivos del Estado, a este termina importándole muy poco las figuras mercantiles del acaparamiento (hoy llamado sabotaje alimentario), poco o tampoco importaría la baja remuneración salarial, empezando por el mismo estado que sigue reconociendo y manteniendo salarios de hambre para su médicos y docentes a pesar de rendir tanto culto a la personalidad de un Simón Rodríguez, un preceptor que sembró la idea del conocimiento y enseñanza popular como método independentista.

Otra curiosa concepción nos ofrece esta institución en materia de Reservas Internacionales:

<<Las reservas internacionales son los recursos financieros en divisas con los cuales cuenta un país para garantizar los pagos de los bienes que importa y el servicio de la deuda, así como para estabilizar la moneda.

Las reservas internacionales de Venezuela que administra el BCV provienen fundamentalmente de las exportaciones petroleras que realiza PDVSA. Cuando PDVSA comercializa petróleo recibe divisas, las cuales vende al BCV a cambio de bolívares. Luego, PDVSA paga sus impuestos, regalías y utilidades y traspasa esos bolívares al Gobierno Nacional. De esta forma es que el BCV crea los bolívares que circulan en la economía y cuyo respaldo son las reservas internacionales.

Para el buen funcionamiento de la economía, el BCV maneja las reservas internacionales de Venezuela, atendiendo a tres criterios:

Seguridad: activos de calidad.

Liquidez: activos que se puedan negociar fácilmente.

Rentabilidad: activos que provean un rendimiento adecuado.>>

Como vemos, más que definición del concepto de “Reservas Internacionales” (RI), el BCV nos habla de su función o para qué sirven y quiénes sirven.

Veamos más de cerca: En primer lugar estas RI sirven al empresariado comercial e industrial sito dentro o fuera del territorio nacional pero que saca del mercado bolívares que potencial y efectivamente tiende a convertir en divisas, generalmente dólares para su correspondiente trasiego o fuga al exterior. Y sirven para que nuestros acreedores nacionales y extranjeros (FMI, BID, etc.) logren oportunamente su correspondiente reintegro de capital acreditado y complementarios intereses.

Observamos que tales reservas no guardan ningún compromiso económico social “profiláctico”, es decir, no son de ninguna manera reservas o ahorros que un país debe tener para periodos de “vacas flacas” ni emergencias provocadas por las inestimables catástrofes naturales, etc. No son tampoco reservas para disponer de mejores Ingresos anuales libres de nuevos Impuestos.

Digamos que esas “reservas” son la expresión más genuina de una Administración Pública que está más al servicio de la burguesía extranjera que del pueblo venezolano. Ellas, como las concibe el BCV, no reflejan economías del Gasto Público. Más bien, pareciera que el déficit crónico es la meta de tales presupuestos y para esto están allí el BCV y los Ministros de de Finanzas de turno.

Esas Reservas sólo responderían como garantía de nuestros acreedores, quienes, precisamente por disponer enteramente de dichas reservas, dejan en rojo permanente a estos países, de tal manera que son posibles e indeseables nuevas desgracias públicas o crisis eventuales (como la actual crisis financiera norteamericana). Estas, por su parte, sólo se traducirán para esos mismos acreedores, representados por la burguesía criolla y mestiza, y por la burguesía extranjera 100%, en nuevos préstamos a un país que permanentemente vivirá del Crédito Público para pagar los intereses causados por aquel.

También se traducirían en garantía para nuestros comerciantes e industriales, en la segura conversión de sus bolívares en dólares y/o en euros. A propósito: la diversificación de los depósitos del BCV en el exterior, más que garantía para Venezuela y del Estado, lo ha sido para resguardar mejor el capital de sus beneficiarios contra posibles devaluaciones del dólar, divisa esta que había sido su respaldo por excelencia.

No en balde los gobiernos venezolanos, con tanto poder respaldatario de su moneda, la han devaluado hasta casi tocar el suelo, y muy posiblemente lo sigan haciendo.

En cuanto al cacareado Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM) destinado a cubrir desajustes fiscales del Presupuesto Nacional, respecto al presente año, decimos que un Presupuesto Fiscal elaborado con un precio petrolero de $60/barrel, para un probable precio que caiga por lo menos 25%, = $15, y el precio promedio anual del petróleo venezolano no baje de $45/barrel, entonces el déficit fiscal alcanzaría cerca de 12%%, y el FEM actual apenas cubriría un escaso 1%, según su monto de unos 80 MM de dólares/(cifras de la misma Pág. Web citada arriba).