Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

sábado, enero 30, 2010

El PTB Inorgánico

El PTB Inorgánico

(El Nobelado Stiglitz luce Neomarginalista)

Manuel Clemente Martínez Molina

26 ene. 10

marmac@cantv.net

<<Las obligaciones vencidas en un periodo determinado representan el precio total de las mercancías vendidas (PTB, decimos ahora). La cantidad de dinero necesaria para la realización de esa suma depende ante todo de la velocidad del curso de los medios de pago.

La función del dinero como medio  de pago implica una contradicción sin término medio. Mientras los pagos se compensan, (el dinero) sólo funciona de manera ideal, como dinero contable  y medida de los valores. Cuando los pagos tienen que efectuarse en la realidad, ya no se presenta como simple medio de circulación, como forma transitiva que sirve de intermediario para el desplazamiento de los productos, sino que interviene como encarnación individual del trabajo social, única realización del valor de cambio, como mercancía absoluta. Esta contradicción estalla en el momento de las crisis industriales o comerciales (o financieras) a las que se les ha dado la denominación de crisis monetarias.

Sólo se produce cuando se han desarrollado el encadenamiento de los pagos  y un sistema artificial (bolsas de valores) de compensarlos de manera recíproca. Si una causa cualquiera perturba este mecanismo, el dinero, en un vuelco brusco y sin transición, deja de funcionar en su forma puramente ideal de dinero aritmético o de contabilidad. Se lo reclama como dinero contante y sonantey las mercancías profanas ya no pueden reemplazarlo. >> (Total: unos ganan y la mayoría pierde). La utilidad de la mercancía deja de contar, y su valor desaparece ante lo que sólo es su forma. Karl Marx El Capital (Libro I Sección Primera La Mercancía) Todas las negrillas encomilladas acabo de colocarlas yo.  

 

De partida, hablamos  de Producto Territorial Bruto inorgánico con el mismo sentido que caracteriza el dinero fiduciario. Hasta las monedas de oro en circulación terminaron siendo fiduciarias, sobre todo las de los pobres, y como tales susceptibles de alteraciones  entre su valor nominal y el intrínseco1. Tal fenómeno se explica con el paso del trueque a   la compraventa de mercancías. Esta lleva consigo la intermediación de terceros (el Estado) entre vendedores y compradores para regular la masa de dinero como numerario o medios de pago.

 

Los cheques, sus endosos, pagarés, letras de cambio, bonos, cesta tickets, monedas febles, divisas y afines, todos estos  medios de pago circulan sin más respaldo que la confianza depositable en ellos. Esta fe la inspiran el Estado como principal avalista,  y la dinámica económica que viciosamente  los pone en circulación.

 

El PTB se compone de todo el valor trabajo acumulado en las mercancías involucradas como medios de producción prefabricados y enriquecidos con   el valor añadido por la mano de obra que los transforma en nuevos valores de uso durante un periodo determinado. El valor del (PTB) sufre algo parecido: mientras los artesanos  trocaban sus bienes como simples valores de uso, sólo la utilidad de los mismos obligaba al   intercambio de los excedentes de cada artesano  o campesino libre, y el trabajo de cada bien determinaba su valor aunque a este nunca se le puso precio alguno ya que esos valores de  uso no se vendían ni compraban. Cada bien específico representaba  el  “precio silenciado” de otro en particular, y viceversa.

 

El estudio macroeconómico del valor trabajo que alimenta el PTB  se sistematiza   con los economistas clásicos. Adam Smith ofreció una  teoría que terminó cuestionando el origen mercantil de las ganancias burguesas. Si el trabajo crea el valor, mal puede la ganancia generarse en el mercado donde aquel es solamente intercambiado. Su trabajo sirvió de apoyo a Karl Marx,  científico pionero en la consolidación y demostración de que toda ganancia expresa tanto valor como el arrancado al asalariado en los centros fabriles del capitalista.

 

El descubrimiento de Marx  echa por tierra las hipótesis de los neoclásicos o economistas vulgares, particularmente la de los  marginalistas quienes para zanjar las incomodidades clasistas derivadas de la Economía Clásica  smithiana confundieron valores de uso con valores de cambio, asimilaron la microeconomía a la macroeconomía. Mediante un  pedante y profuso manejo estastico de agregados económicos, ellos  les atribuyen a la escasez o abundancia  de algunos  bienes naturales unos valores de cambio  que no poseen, y lo hicieron al margen de las relaciones sociales de producción. Para los marginalistas no cuenta valor de cambio del trabajador sino su valor de uso, su “utilidad marginal. Al asalariado se le usa al lado  y en un plano de igualdad productiva con los medios de producción. Estos  son estériles per, su  valor ya fue contabilizado como parte del PTB de períodos previos,  y según esos economistas vulgares al asalariado debe pagárseles de acuerdo a su utilidad técnica y no en función del valor que crean en los galpones del capitalista.

 

El PTB como expresión de todos los precios de la Oferta de un periodo económico respeta el valor nominal de la moneda básica pero cuando el volumen de circulante adquisitivo para un período económico dado se aparta del valor del Producto Territorial Bruto (PTB), efectivo en bienes y servicios como valores de uso, este PTB ora se revalúa nominalmente si resulta escaso, ora se devalúa si resulta excesivo, al igual que cualquiera otra mercancía. El juego bursátil se acoge a la ley de la ofertademanda y marca su valor de mercado. Diremos que el PTB es inorgánico porque su monto en dinero estaría sujeto al mismo carácter inorgánico de la moneda que le sirve de medida para su valor.

Buena parte del numerario sale al mercado contaminado con la probabilidad de que su volumen exceda con creces el valor trabajo de las mercancías que salen de las fábricas. Estas llevan un valor trabajo,  de cambio, pero los mercaderes del crédito, los financistas y el Estados terminan poniéndoles otro generalmente superior. El PTB se hace inorgánico, los valores de  uso y su utilidad ya parecen  no contar y la Economía que se  asfixia en un mar de papeles inservibles   contradictoriamente clama por más ellos. 

 

Es el típico distanciamiento cuantitativo entre valores de usov. de cambio inevitablemente derivado del dinero como intermediario entre los productores y como medio de pago. Estos distanciamientos están potenciados para provocar las megacrisis financieras sin que nadie ni   Estado alguno pueda prevenirlas ni regularlas. Son crisis inherentes al proceso mercantil fiduciario y crediticio.

 

Toda esa problemática de las alteraciones del valor de la moneda y del PTB representan  el meollo fundamental entre un sistema de trueque y otro mercantil, pero magnificado  éste en condiciones capitalistas, habida cuenta de que en este sistema, contrariamente a lo planteado por los marginalistas,  termina privando el circulante frente a los bienes y servicios o valores de uso, a tal punto de que el empleo del dinero como medio de pago cristaliza en la figura del crédito.

 

Cuando el Nobelado Stiglitz sugiere abultar el PTB a punta de servicios no mercantilizados, en cierto modo reedita el criterio marginalista   del valor utilitario común a todos los bienes con inclusión de los b. naturales tales como el agua y los diamantes. Aunque él alude a otros bienes, los de producción casera, por ejemplo. Repite así la ignorancia de  que precisamente la utilidad de las mercancías es creada exclusivamente por los trabajadores en   el momento mismo que ellos transforman los medios de producción que en conjunto forman el PTB.

1.-Recordemos los famosos y repudiados “mediecitos lisos”, de plata. Los comerciantes al menudeo y de bodegas de pobres estaban moscas ante esa alteración monetaria. La devaluación de esa monedita la hacía inaceptable en la circulación y su vida solía terminar en los crisoles. Hasta las de níquel terminaban allí por igual situación circulatoria. Sin embargo historiográficamente jugaron el papel de indicador indiscutible de la constancia de precios  que hacía muy raro  el reemplazo del circulante por otras monedas como suele pasar modernamente en algunos países rezagados o   mal gerenciados.


lunes, enero 25, 2010

078_27_02_KK5_CuriosidadesIVb

                                                                      Sadelas

(Sociedad Amigos de la Salud)

Aves migratorias

(Curiosidades IV)

 Manuel C. Martínez M.

Las aves migratorias (pensamos) no vuelan per se. En sus largas trayectorias invernales e intercontinentales se limitan a tomar el transporte eólico que les brindan las periódicas corrientes de vientos norte sur y viceversa.Como quiera que se trata de corrientes bisensuales y/o bidireccionales, inverna acá y veranean allá. Porque de otra manera no puede entenderse de dónde van esos  debiluchos  seres a sacar tanta energía para cubrir tan tan largas rutas, ni podemos imaginarnos el recalentamiento muscular  que tan prolongado ejercicio supondría. Digamos que las aves no vuelan, sino que se trata de pasajeras en el suave vehículo del viento.

Si usted se halla, pongamos de ejemplo, en el último piso de un edificio y desea bajar hasta la planta baja, debe pedir el *último piso*; es un asunto de simple relatividad espacial.

Los nombres propios,  extranjeros para uno, son de partida intraducibles, máxime cuando estén referidos a personas. Así, por ejemplo, Charles, Peter, Marzha y  John deben seguir siendo:  Charles, Peter, Marzha y John, respectivamente, mientras se les emplee para identificar a tal o cual Charles, Peter, Marzha o John, quienes, como personas, hayan sido así bautizadas en su país de origen, y a nadie se le ocurrirá dirigirse a ellos como Carlos, Pedro, Marta o Juan, en la seguridad de que no se darán por aludidos. Desde luego,  Charles y Marzha pueden equivaler a Carlos y Marta, respectivamente, pero sólo como nombres potencialmente  atribuibles a otras personas de origen latino en el momento del bautizo. Tocamos este punto porque abunda la literatura con traducciones latinas de nombres extranjeros.  El caso es que cuando se ha tratado de George Washington se le señala como *Jorge* W., e igual, cuando leemos *Carlos* Dickens como  traducción  de Charles D.

Los cajeros bancarios venezolanos no han podido perfeccionar su infimísima* productividad. Como sabemos,  además de desplegar, alisar, cuadrar, clasificar por colores y denominación; además de empaquetar, precintar, sellar y contabilizar los billetes recibidos en depósito, desvergonzadamente y ante la pacienzuda calma del depositante  sólo les falta ordenarlos alfanuméricamente, según los seriales ad hoc, para que así sea máximo el grado de resistencia que viene imponiéndoseles a los usuarios de esas instituciones financieras tan estimadas y *timadas* por los huéspedes de Miraflores.

Los cacareados, y connotados como buenos, salarios reinantes en EE UU y en algunos otros países *eurogases* tienen como contrapartida el sacrificio de ganancias domésticas que practican  los inversionistas de allá, aquí, con cargo a las superganancias  que ellos mismos derivan de las elásticas  políticas operativas que los gobiernos hispanoamericanos  les ofrecen. De allí los pésimos salarios criollos y la baratura  de las distintas y consabidas materias primas explotadas por esos generosos patronos yankees.

Los  gallos del planeta viven comunicándose entre sí como si dispusieran de un Internet natural. Esto lo afirmamos porque matutina y vespertinamente estas aves cantan continuamente con una sonoridad y volumen audibles para  radios acotados que van sensibilizando a los gallos vecinos y huéspedes  de sus correspondientes periferias en un intervalo continuo de tiempo de 24 horas, de tal suerte que el área de intercomunicación se va espaciando durante períodos de tiempo en unos husos horarios que cubren la Tierra misma. De allí que su canto se deje oír en las madrugadas y en las tardes, porque ambas fases son indistintamente  madrugadas o atardeceres, según el hemisferio  donde nos hallemos. Porque el gallo de su vecino, el propio suyo de usted , luego de emitir su adorable e inmolesto  *quiií quiri, quiií*, tardará unas 12 horas en recibir respuesta canora de sus congéneres del lejano Oriente/Occidente , gallos esos que a su vez oirán ese gallo suyo unas 12 horas después de su inalámbrica y eólica transmisión. De otra manera: pregúntese: ¿cual es el gallo que inicia el concierto?

Todos los vivos nos intercomunicamos oral, escrita, directa, indirecta, alámbrica o inalámbricamente, de espíritu a espíritu, y cuando muérese alguien, este se desalma o desespiritualiza por cuanto con la biodegradación de su cuerpo visible va metamorfoseándose la base misma  de nuestra conciencia  (animación) y de  de  nuestra capacidad parlamentaria., de tal manera que entre espíritus andamos sólo mientras vivamos.

Los pintores y sus críticos han estado plasmando y  evaluando unas obras que, más que reproducción de modelos prefabricados por la realidad misma, han sido creadas por dichos pintores y   siempre imaginativamente, añadiendo aquí un retoque, suprimiendo otro allá, según patrones como: ideales de belleza, de perspectiva, de simetría etc.  Ha sido poquísimo  lo que han dejado a las desviaciones normales del azar, de la naturaleza autónoma que sí caracterizan originalmente  toda obra exterior a la mente de  pintores y críticos suyos.

Cuando la gente de habla anglosajona habla sin conocimiento de nuestra gramática, lo hace con respeto de la suya propia. A tal efecto, las *tarzanadas* son un magnífico ejemplo de este aserto. En la expresión: <<Yo comer mucho>> o <<yo querer comer lo que él come>>, instintiva o inconscientemente ese parlante y traductor conserva la invariabilidad del verbo inglés en su primera persona y se limita a variarlo en su tercera como lo estipula la gramática inglesa.

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* Hemos adecuado nuestro léxico a la reciente reforma de la Real Academia de la Lengua Española, recogida en su Diccionario lexicográfico, en materia de superlativos y comparativos adjetivales. Esa honorable academia admitió el vulgarismo *buenísimo* y afines como opción a óptimo, cosas así, y de allí que podamos, y así lo hacemos, crear un extrasuperlativo  para los tradicionales. Diremos en lo adelante: infimísimo, optimísimo, mejorísimo y cuanta vulgaridad idiomática supuestamente popular y dinamizante se nos ocurra. Si el ignorante y analfabeto logró con su  sistemática usanza la aprobación de sus aberraciones lingüistas, pensamos que si las comete el alfabeto su admisión debe ser más expedita.

             

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        078_27_02-KK5 (#865, año XyVIII-05-03-1998) 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Fin del Anticapitalismo2

¿Fin del Anticapitalismo?

(Por el camino heterodoxo)

Manuel Clemente Martínez Molina

21 ene. 10

marmac@cantv.net

Llamamos “camino heterodoxoal que se aparta del que descubrió Karl Marx. Recordemos que este último conducirá ineluctablemente a la extinción de la tasa de ganancia media, hecho que ocurrirá al margen de que el mercado produzca o no la ganancia, en una réplica  metafórica de la decisión tomada oportunamente por Galileo cuando optó por vivir a cambio de negar que la Tierra se moviera. Es una salida de naturaleza largoplacista   sujeta a la mayor o menor velocidad de la transnacionalización del modo de vida burgués.

La historia del contracapitalsimo cumplida hasta el presente nos indica que ni siquiera los portentosos ensayos socialistas soviéticos hicieron mella alguna en la estructura económica propia de la prerrevolución. No pudieron abatir el imperio de las relaciones burguesas. Tampoco la China maoísta, hoy abiertamente capitalista, ni el apasionado y admirado ensayo cubano puesto que este sigue clamando un cese del embargo burgués que pesa toneladas sobre una economía socialista que groso modo ha terminado siendo más retrógrada que progresista.

Para la instalación exitosa de un imperialismo socialista en el globo mercantil actual no bastan asociaciones políticas de ninguna envergadura ni densidad demográfica, por cuanto, en el supuesto de que triunfara sin que antes la tasa de ganancia media dejara de ofrecer rentabilidad para los mismos conductores sociales, entonces subsistiría el albur de que las   semillas del capitalismo no tardarían en germinar mientras haya un cm2 de tierra o mercado capitalizable.

A estas alturas, ante conatos de rebelión y reiteradas protestas contra gobiernos imperiales, contra los transnacionalistas, los monopolistas y contra la pésima distribución de la Renta Nacional (PTB), los caminantes del método heterodoxo anticapitalista suelen echar manos a métodos represivos cruentos o incruentos que subjetivamente consideran apropiados. Ante esos fracasos y resultados contraproducentes ha ido fraguándose la convicción y el reconocimiento de que la lucha anticapitalista subjetiva es más bien la más preciada ayuda que los explotados y sus defensores populistas pueden prestarle al sistema ya que con ella le alargan la vida al modo que desean reemplazar por otra forma de vida.

Es que los políticos y gobernantes disconformes con este sistema recorren caminos heterodoxos, o senderos señalados por procedimientos feudaloides, según los cuales la dinámica económica de la Edad Media era reducida a la contienda política subjetiva para el sometimiento de feudos vecinos y así incrementar   la tributación, el vasallaje y los diezmos como fuentes de ingresos de la aristocracia y de sus reyes vencedores.

Para finales del Medioevo terminó asentándose el Fisiocratismo y el Mercantilismo. Estas teorías acientíficas dejaban a un lado el trabajo de los siervos y esclavos como fuente del valor del PTB; para los apologistas y paracientíficos de marras la naturaleza y las transacciones de compraventa originaban las ganancias, un fenómeno muy evidente pero ilusorio. Adam Smith quebró esas doctrinas y dio luz verde al capitalismo que hoy confrontamos.

Luego de sus descubrimientos científicos, Marx intuye que la lucha tradicional contra gobernantes, contra especuladores, contra los monopolios y paramonopolios; que las regulaciones de precio, las mejoras salariales el intervencionismo o liberalismo económico según las coyunturas y zigzagueos propios de la dinámica internacional burgonmercantil, lejos de mermar o debilitar el sistema terminaban repotenciándolo. Y esto se ha cumplido al pie de la letra.

Marx jamás aconsejó una rebelión precipitada o extemporánea contra el capital. Digamos que ni siquiera la iniciativa leniniana tuvo soporte marxiano, y en tal sentido el pionero en transitar caminos heterodoxos fue Vladimir I. Lenin. Por el contrario, Marx hizo observaciones puntuales al respecto. Fue así cómo en el Primer Prefacio de la Primera Edición de Das Kapital afirmó que: <<…descubierta la ley económica del movimiento de la sociedad moderna, la sociedad no puede franquear de súbito las fases de su desarrollo natural, ni mucho menos abolirlas por decretos. Pero la sociedad podría acortar el período de gestación y atenuar los dolores del parto>>. E inmediatamente (misma fuente) dice: <<Mi punto de vista, según el cual el desarrollo de la formación económica de la sociedad es asimilable al desarrollo de la naturaleza y a su historia, puede, menos que ningún otro, hacer responsable al individuo de unas relaciones de clase de las cuales ese individuo es socialmente la criatura, haga lo que hiciere por desprenderse de ellas. >> Estas negrillas las he puesto adrede.

Ese es el meollo del mensaje marxiano para dar cuenta de la inconveniencia de las luchas prematuras y subjetivas que vienen aplicando los caminantes de la vía heterodoxa en su infructuosa lucha anticapitalista. 

La atenuación de los dolores del parto sólo puede lograrse cuando, mutatis mutandis, se dé plena libertad al desenvolvimiento económico burgués a fin de que este agote con la mayor brevedad posible cualquier tasa de ganancia rentable.

Paradójicamente, pues, los apologistas y sus panegíricos que han combatido hasta con despiadadas guerras los conatos heterodoxos “marxistas y antimarxianos a la vez (?), y han pedido a gritos la supervivencia de la actividad mercantil burguesa, lejos de estar defendiendo al capitalismo lo han estado combatiendo, habida cuenta de que por ese camino le acortan  su desenvolvimiento natural, mediante un curioso anticapitalismo ortodoxo ya previsto y sugerido por Marx, según las citas anteriores.  Pensamos que ante tantos fracasos de esa lucha heterodoxa y feudaloide practicada por marxistas y no marxistas debamos preguntarnos si estamos ante el fin del Anticapitalismo.


lunes, enero 18, 2010

Algunos Abusos de Transnacionales


Manuel C. Martínez M.
17 ene. 10


Cuando protestamos algunas imprecisiones contables de cargos y abonos en nuestras cuentas con ciertas compañías transnacionales, de teléfonos celulares, por ejemplo, nos encontramos con que si uno decide terminar el contrato con ellas a fin de que no sigan facturándonos sus servicios por una disconformidad que justificadamente tengamos, entonces ellas obligan a uno a dirigirse al banco de la Tarjeta de Crédito correspondiente, y el contrato sigue vigente.


Y cuando uno va al banco en cuestión a exponerle nuestro deseo de no continuar con tal o cual compañía, dicho banco contrarguye que ese problema eso no lo ventilan ellos, y terminan sugiriéndonos que nos dirijamos a la compañía en cuestión.


Todo un aberrante círculo vicioso entre transnacionalistas: compañías de servicios telefónicos, como hipótesis, y compañías financieras, todo lo cual es demostrativo de   una descarada mancomunión de sórdidos intereses privados e internacionalistas. Se trata de la conducta propia de las empresas burguesas en general


Esas mismas compañías de telecomunicaciones vienen aplicando una violación de disposiciones legales que datan de muchas décadas atrás. Este es el caso: Cuando se “apertura” una cuenta de servicio celular, si el cliente paga con cargo a la Tarjeta de Crédito le cargan a uno el primer mes por adelantado, por un monto determinado según el plan de referencia. Luego, al final de cada mes ajustan el predescuento al consumo real del mes consumido,  y al saldo le recargan un nuevo mes por adelantado. Es decir, les pagamos un mes y nos descuentan el siguiente, de tal manera que en sus activos sigue habiendo el mismo mes que nos descontaron a principio de Contrato.


Lo grave y violatorio es que se trata de un artilugio contable según el cual pareciera que no hay anticipo de pago alguno. Es más, esas empresas se encargaron de llamar “tarjeta prepago” al pago realizado estrictamente por anticipado, para hacer ver que el otro tipo de contrato o “domiciliado” con cargo a la TC no es cobro por adelantado durante un años, dos años y todos los años que dure la relación “pendejo-compañía de celulares.


Añadamos que legalmente cuando uno paga un mes o dos por adelantado, la compañía receptora de esos depósitos o anticipos debe reconocernos intereses por tal concepto. Por cierto, y a manera de antecedentes ad hoc, la Electricidad de Caracas estuvo abusando de esa forma durante muchas décadas.
Por supuesto, todas esas argucias contables responden al carácter leonino que gozan semejantes empresas cuando actúan en bloque y mancomunadamente. Así, si uno rompe con una de las que cobran con cargos domiciliados, vía Tarjeta de Crédito, y el banco se negare a suspenderle los pagos a esa compañía no nos quedarían más remedio que entrar en mora forzosa. Esta mora nos llevaría directamente a la penosa situación de un posible embargo judicial y hasta perder las pocas propiedades que el cliente tenga. Todo un perverso mecanismo que te obliga a que sigas siendo   víctima de sus abusos transnacionalistas y burgueses.



sábado, enero 16, 2010

La Contrarrenta Petrolera (Más acerca de la devaluación en proceso)

Manuel C. Martínez M.
15/01/2010
Por primera vez en la centenaria Historia de la Venezuela Petrolera, nuestra vida fiscal y presupuestaria tiende a girar unos 180° mediante un salto verdaderamente “revolucionario”, y pareciera que por fin se está doblegando la dependencia del Estado de su Renta Petrolera. 

Efectivamente, posiblemente la industria de hidrocarburos y particularmente Pdvsa recibirán subvenciones del Fisco Nacional, de un Estado que ha vivido   de la Renta Petrolera (RP) desde hace unos 80 años, aprox. Aclaramos que vivir de la RP sólo ha regido para pocos dado el permanente cuadro de malestar social para las inmensa mayoría de los trabajadores venezolanos.

Esta nueva fase fiscal sería el resultado de la perversa política keynesiana que tan ingenuamente asumieron los gobernantes nuestros. Esta política  comenzó con ayudas para aquellos capitalistas privados, “privados de capital propio, a fin de engrosar el mercado de los excedentes industriales de los países ya industrializados y con problemas de demanda solvente. Ayudas que se vendieron entusiastamente como medidas en pro del desarrollo industrial   del país. Muchos empresarios alcanzaron éxito, mejoró el PTB y Venezuela comenzó a modernizarse con los encantos de avance tecnocientífico mundial. Desgraciadamente, el progreso burgués es para los burgueses y sólo a medias o muy menguado para los asalariados en general.

En un segundo momento, el mismo Fisco ha tenido que subvencionar a muchos empresarios a fin  de paliar las características e inevitables  crisis periódicas del sistema capitalista y evitar así perturbaciones de la paz laboral. El Banco Industrial de Venezuela y otros bancos estatales dan cuenta de las cuantiosas erogaciones sin retorno que han recibido muchísimos empresarios y seudoempresarios. Parte de esta ayuda ha servido como fuente indirecta  de financiamiento para políticos inescrupulosos e inmorales.

Hoy estamos ante un cuadro diferente, de una política atípica de un Estado que sigue viviendo enteramente de la RP y además viene agravando  impositivamente el peso de la población trabajadora, y continúa siendo muy elástico y manirroto con falsos empresarios. Además ha endilgado a Pdvsa funciones públicas que tradicionalmente asumía el Estado como receptor de la renta en cuestión.

Pdvsa no sólo sigue entregando cuantiosas sumas de dólares al Banco Central  sino que funge de Estado paralelo, para supuestamente evitar corruptelas y distracciones en la cadena burocrática que tanto deja qué desear, como si la corrupción burguesa pudiera  evitarse.

Buena parte del Ingreso petrolero no contabilizado en el Presupuesto Nacional de   último trienio ha  sipo manejado directamente por el Ejecutivo sin pasar por Contraloría alguna. Ese descontrolado ingreso  ha sido usado para costear numerosos programas sociales, y han convertido a Venezuela en un curioso y atípico país biestatal: es un Estado (I) convencional, y también es otro Estado (II) que cuenta con recursos directos de Pdvsa para cubrir sus propias y paralelas necesidades de Servicios Públicos.

Infiérase que un Estado II que recientemente ve mermada su RP tradicional por razones exógenas, que acusa un PTB decreciente, con una Deuda Pública Social que sigue en mora, se vio obligado a decretar otra perversa devaluación del bolívar a fin de proveerse, ya no de la Pdvsa deficitaria, sino del pueblo mismo, en una suerte de retorno al Estado I de lo poco o mucho que el Estado II ha entregado al pueblo en sus programas paralelos.

De esa manera el gobierno seguirá disfrutando de su RP, y hasta podría subvencionar atípicamente a Pdvsa, a  una Pdvsa que confronta variopintos problemas de caja,   endeudamiento, carencia de Reservas para su crecimiento y  tiene una pesada Deuda Privada también paralela. Una Pdvsa que, al parecer,  ya no  puede seguir cargando sobre sus hombros al Estado II, so pena de mermar el flujo de dólares correspondiente a la RP del Estado I.

A esta nueva subvención doy en llamarla Contrarrenta Petrolera, y  mucho tememos que también subvencione indirectamente  los socios de las Empresas Mixtas, pero esta es harina para otro costal. Ahora será Pdvsa la que dependa del Estado y correspondientemente sus altos funcionarios dispondrán de su propia Contrarrenta.