Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

lunes, agosto 24, 2009

El Intervenible Banco Central de Venezuela

Manuel C. Martínez M.

24 ago. 09

Esta solemne y afamada institución monetaria venezolana lleva ya varios años al margen de su objetivo fundamental, según reza el Art. 318 de la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Título VI, Capítulo II, Sección Tercera, que de seguidas parcialmente transcribimos:

“Las competencias monetarias del poder nacional serán ejercidas de manera exclusiva y obligatoria por el Banco Central de Venezuela. El objetivo fundamental del Banco Central de Venezuela es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria. La unidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es el Bolívar, etc.”

De acuerdo con la textualidad de ese Art., ese instituto bien podría ser intervenido, y con ello mejoraríamos su funcionamiento, hasta ahora bastante suntuario y antieconómico porque una institución que descuide el cumplimiento de sus obligaciones fundamentales y si siga operando lo hará con fines puramente burocráticos y diplomáticos, pero habrá perdido su razón de ser. La plantilla de trabajadores de ese ente es larga y con sueldos de alto giro.

Para nadie es un secreto que los precios en Venezuela no han detenido su marcha ascendente desde hace sus buenas décadas, salvo que por estabilidad de precios se entienda la evasión de precios zigzagueantes, y no sus sostenidas alzas que es lo que ocurre.

Todavía el año pasado un “plato de espagueti” costaba unos 10 BsF en restoranes de mediana calidad sanitaria. Hoy ya ronda sus buenos 19 BsF y sólo llevamos medio semestre de subas de precios.

En cuanto al valor interno y externo el BsF, su preservación es una parte intrínsecamente ligada a los precios ya que en nuestro país las subas de estos no responden a empeoramientos de la productividad del trabajo ni al uso de técnicas productivas retrógradas ni obsoletas, sino todo lo contrario.

Es que las subas de precios son derivadas directas del gran descontrol de cambio que opera en nuestro país desde que las anteriores y la presente Administración Pública decidieron, con fines desesperadamente políticos, optar por el Control de Cambio de la divisa norteamericana, que hoy ejecuta a medias la comisión que se conoce como CADIVI, antes RECADI.

Hemos denunciado la desfachatez y libertad con que opera el conocido “dólar paralelo” que, por cierto, es usado por los comerciantes e industriales más inescrupulosos para justificar sus especulaciones y demás trampas contables que los caracteriza.

Hasta ahora el Banco Central de Venezuela se viene dedicando a taparear la inflación mediante el artilugio bancario del cambio periódico del Índice de Precios al Consumidor , una figura que les viene al pelo para aparentar control de precios al reemplazar las bases anuales referenciales.

Además, hace varios lustros que tales Índices de Precios al Consumidor no se corresponden con los salarios mínimos, o minimizados, necesarios para la cobertura de la cesta básica, con lo cual de poco o nada sirven las onerosas erogaciones por concepto de encuestas familiares si al final sus resultados no guardan una correlación directa y proporcional a con los salarios ni los precios que tan lieberalsitamente operan en una Venezuela que no termina de entender para qué sirven algunas instituciones burocráticas si ellas no cumplen estricta ni mediamente con sus objetivos fundamentales.