Vasallaje financiero o feudalismo contemporáneo
Manuel C. Martínez M.
19-feb-06
La explotación del hombre por el hombre parece no pasar de moda, es más bien la moda misma. Cronológicamente, de la primera sociedad colectivizada y plenamente esclavizada se pasó al sistema feudal donde los hombres ya eran libres de todo menos de sus propios medios de producción, salvo de la tierra de labradío, del maderaje o la minería.
Según fue desarrollándose el comercio, este dio origen al préstamo de dinero para financiar embarques y compravender en gran escala y a grades distancias, más allá del simple volumen de artesanías locales vendibles a cielo abierto en los bazares de las ocasionales ferias tri o bianuales. Tales bazares feudales dieron paso a la manufactura en serie, y la división del trabajo incrementó a tal punto la oferta de mercancías que valía la pena dedicarse a mediar como simple vendedor de dinero en vez de producir directamente los bienes del consumo imperante. Surgieron así los simples comerciantes o intermediarios, y posteriormente el Inversionista financiero, quien hoy practica lo que estamos denominando vasallaje Financiero.
Matemáticamente expresado, el tránsito mercantil ya desarrollado se dio en los siguientes términos:
1) M-D-M’, para M = mercancía producida y vendida por un artesano para adquirir dinero (D) con el cual comprar las mercancías (M’) que cada uno de esos comerciantes no producían por sí mismos, y posteriormente,
2) D-M-P-M’-D’, para P, el proceso productivo manufacturero que recibe las materias primas (M) compradas con D, a fin de transformarlas en otras mercancías (M’) para su venta, y con esta adquirir suficiente dinero (D’) mayor que el invertido en la compra de dichas materias primas.
En la primera ecuación el dinero, D, es simple medio de compra, tal como lo es la paga del asalariado; en la segunda, ese mismo dinero es CAPITAL.
La diferencia numérica entre D’ y D es lo que conocemos como ganancia bruta., que en este caso, no tiene contraprestación alguna por parte de sus beneficiarios, habida cuenta que, como lo demostró Carlos Marx, tal ganancia es la alícuota dejada por los capitalistas del proceso productivo (P) y también compartida a partes tendenciosamente iguales con los intermediarios de las mercancías, o sea:
3) D-M-D’-M’-D’’, y D-M-P-M’-D. En ambas situaciones el vasallaje financiero lo practica el simple prestamista con los comerciantes o intermediarios, quienes intervienes tanto en la oferta de medios de producción como en venta de los productos terminados. Digamos que en el caso del capitalista comercial, este toma a préstamo D y devuelve D’’ al vasallista financista. Consecuencialmente, los trabajadores o vasallos no sólo enriquecen indebidamente a los comerciantes sino a los financistas de comerciantes y empresarios productivos. Basta agregar que ya durante el presente los capitalistas casi no negocian con los productores; esto se o dejan al Estado moderno bajo la estrategia keynesiana vendida hábilmente por los ingleses al mundo avasallado por ellos.
Modernamente, el capitalista del dinero suele tener como vasallos a los países de su esfera de influencia, y de allí su nombre de imperialistas., que aquí llamamos vasallistas financieros, y cuyas pruebas son el parasitismo presupuestario que representa y sufre Venezuela con el pago anual del servicio de la Deuda Pública a organismos internacionales, que no son más que grandes corporaciones financieras anónimas donde su propio vecino bien podría ser coaccionista, y usted ignorarlo. Por supuesto, este vasallaje financiero está amparado por leyes y teorías académicas debidamente procesadas por el mismo Imperio.
Apareció así el vendedor de dinero o capitalista financiero, y cuando este comercio dinerario se agigantó, el proceso mercantil se desarrolló y con ello se autonomizó la simple colocación de dinero como negocio industrial en sí mismo. Fue así cómo del vasallaje feudal se ha pasado al vasallaje financiero o Feudalismo Contemporáneo, cuyos principales exponentes son los grandes transnacionales del préstamo a intereses.
Mientras la servidumbre del medioevo contaba como explotados a las personas de sus haciendas o feudos, el vasallista financiero y contemporáneo dispone de los países que se hallan bajo su dominación imperial comercialmente hablando. Tal es la causa principal del Endeudamiento público contraído inclusive por países como Venezuela, un país capacitado potencialmente para ser prestamista y actualmente va rumbo a sus asfixia por causa de dicho endeudamiento, un endeudamiento que carece de toda lógica y de sentido economicista ya que si puede ayudar financieramente a terceros, ¿cómo puede seguir acrecentando su propia Deuda Externa?
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