Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

lunes, septiembre 28, 2009

Ley de Gresham

(Control de Cambio y Fuga de Divisas)

Manuel C. Martínez M.

26 ago. 09

El ciudadano Thomas Gresham, comerciante y financiero inglés de los Quinientos, describió una interesante propiedad que suele acompañar a la moneda devaluada frente a otra u otras que se hallen simultáneamente en circulación. Los tenedores de la moneda “mala optan por salir de ella y ahorrar la “buena” o de mayor valor intrínseco. Es lo que hoy conocemos como Ley de Gresham.

Estamos hablando de toda una larga época donde las monedas tenían valor extranominal y hasta podían ser lucrativamente fundidas o atesoradas con fines especulativos a largo y mediano plazos. Es una ley que hoy parecería no tener vigencia, pero no es así.

Ocurre que por extensión y modernamente a esa ley podemos hallarle muchas aplicaciones. Hoy se prefiere la tenencia y atesoramiento de la moneda fiduciaria que nos luzca más estable por su paridad frente a otras monedas devaluadas o en proceso de devaluación frente a aquella. Las monedas fuertes bajan su velocidad de circulación y sus tenedores optan por mantenerlas a buen resguardo.

Cuando una Economía no posee una moneda realmente fuerte, la/las divisas que desea conservar suelen escaparse en obediencia a esta Ley. La fuga de divisas no necesariamente responde únicamente a intereses políticos. Y cuando se aplica un Control de Cambio Monetario, si este no es suficientemente severo la Ley de Gresham sigue rigiendo y la fuga sigue su curso.

Algunas de las monedas divisionarias del Cono Monetario venezolano, por ejemplo, están desapareciendo porque unas resultan más manipulables que otras. Tal es el caso de las monedas de BsF 0,50 y BsF 1,00.

En general las mercancías de primera calidad prontamente suelen desparecer de los inventarios visibles y no necesariamente porque hayan sido muy demandadas, sino porque los mismos comerciantes las prefieren para su clientela especial, razón por la cual la oferta disponible se recarga de mercancías de tercera.

Los usuarios de calzado y vestidos suelen reciclar más los de menor calidad o pasaditos de moda, y mantener en el guardarropa a sus mejores prendas.

En cuanto a la mano de obra económicamente activa de un país, las personas mejor preparadas, las más responsables no son quienes aparecen en las interminables y frecuentes colas a puerta de fábrica en búsqueda d empleo, y no necesariamente por recesión de la economía sino por la justa aplicación de la vigentísima Ley de Gresham.