AHORRAR PARA LA VEJEZ

Por Marzha Navarro

Muchos liberalistas del capital proclaman que la ciudadanía, en forma individual, debe ahorrar para la vejez. Me sorprende que en los días de hoy, existan todavía tales afirmaciones, tan lejanas de la realidad.
Hace algunas décadas atrás las personas disciplinadas económicamente siempre encontraban una forma de ahorrar para su vejez. Podía ser pagando una caja mutual, publica o privada, comprando lotes de tierras o invirtiendo a rendir intereses.
Hoy debido a que estamos en la era del libre comercio - libertad comercial - nos deparamos con la realidad de que la medicina y la salud, así como las jubilaciones y los medicamentos, pasaron a ser negocios de mercado, oferta y demanda, compra- venta - lucro, y lucro desmedido. Como artículos de lujo.
Por mas ahorro que se logre y dependiendo de la enfermedad o necesidad del ahorrista, hoy ya es imposible que su vejez sea totalmente amparada por sus ahorros, pues existen enfermedades que necesitan muchos días de terapia intensiva por ejemplo, o una cirugía y medicamentos tan caros que en un mes, puede diluirse ahorros de 30 años. Ayer conocí un caso de una persona que entró al hospital solamente para morir y en pleno choque emocional de la familia entregaron una factura de dos mil dólares.
También es común en nuestros países, principalmente del tercer mundo, que el paciente prevenido con sus ahorros, o con su contrato de medicina pre paga, se vea de repente en la incomoda necesidad de luego de algunos días de internación, tenga que abandonar la clínica para mudarse a un hospital del Estado debido a que su seguro ya llego a su limite y continuar seria económicamente catastrófico para toda la familia.Contar con un lote de tierra reservado para este fin ya no es viable, pues puede ser invadido por un campesino sin tierra o de plano no conseguir venderlo por su real valor.
Conclusión, todos los ciudadanos deben contar con un seguro de salud y la jubilación del Estado, es la única forma en que, todos pagando sumas razonablemente módicas, será perfectamente equilibrada la posibilidad de que todos accedan a los mismos e ilimitados derechos, hay asegurados que nunca necesitan, hay otros que necesitaran mucho, con el aporte de todos, como en una gran cooperativa, es viable. Así como también se puede crear y desarrollar impuestos direccionados para la vivienda popular digna, para becas, y todo lo que signifique bienestar social.