Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

viernes, enero 30, 2009

El Mercado Crea Ricos, pero no Riqueza

Por Manuel C. Martínez M.
29 ene. 09

Todos los epígonos y apologistas burgueses, economistas postclásicos, están contestes en atribuir cualidades creativas de riqueza al dinero per se, a la tierra y particularmente al mercado, a las transacciones mercantiles mediadas o no por este último.

Hoy por hoy esos economistas burgueses dan por sentado que el trabajador asalariado recibe justo precio por su trabajo y que cualquier desviación de ese salario sería un asunto de empresarios inescrupulosos o que se debería a circunstancias más o menos erráticas propias del mercado, aunque superables dentro de la contrata obrero-patronal.

Esa concepción dio origen a las reclamaciones sindicales proburguesas que lejos de combatir el trabajo, simplemente han buscado su perfeccionamiento.

Por eso quienes han teorizado sobre la causa de la “Riqueza de las Naciones”, digamos, acerca de la naturaleza o fuente del valor, jamás se pusieron de acuerdo en esa materia hasta la llegada del capitalismo desarrollado. Con este desarrollo surgieron economistas con un criterio más comprensivo de la realidad burguesa, son los llamados Economistas Proletarios o científicos.

Por su parte, los Economistas Clásicos llegaron a descubrir que el trabajo era la fuente de la riqueza, pero negaron la “plusvalía”, magistralmente descubierta y descrita por Karl Marx en compañía de otros colegas e investigadores. Esta categoría puso al descubierto la fea realidad de que el mercado no podía explicar la fuente de la riqueza patronal, y que la ganancia debía entonces responder a la parte del trabajo impago más allá del salario.

En paralelo y como consecuencia del aporte de estos nuevos economistas proletarios se formaron otros economistas dedicados a la defensa a ultranza del sistema burgués y obviaron el rigor científico de la Economía. Dieron pie a lo que se conoce como Economía Política Burguesa o Vulgar a la cual, por cierto, se acogen muchos intelectuales de izquierda, particularmente después de la debacle sufrida por el ensayo socialista soviético.

No negamos para nada que la posesión de la tierra de labrantío y urbanizable ni la de inmuebles rentados, ni la del dinero ni la de las operaciones mercantiles sanas y/o morbosas sean fuente de ricos y ricachones, pero esto no necesariamente supone que tales posesiones en sí mismas sean fuente de riqueza alguna.

Durante toda la historia de la humanidad la riqueza y su valorización cuantitativa ha sido creada por el trabajo abstracto y común del hombre, por su manipulación técnica de los recursos naturales y su transformación en bienes útiles para la satisfacción de variopintas necesidades sociales e individuales. Por eso decimos que el mercado crea ricos, pero no la riqueza que ellos terminan poseyendo.