Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

martes, febrero 27, 2007

¡Cómo nos hemos equivocado!

Por Manuel Martínez

Sabíamos que la nueva república estaría *preñada* de lastres de la reemplazada, pero NO se nos ocurrió pensar que este remedio resultaría peor que la enfermedad, salvedad hecha de las torturas físicas, de los desaparecidos, porque es bueno reconocer que un gobierno más indiferente a la aplicación de justicia, a la toma de justa venganza, a la práctica del castigo al delincuente mayor, al especulador, al corrupto, al universitario pillo,etc., no lo hay.

Lo de este gobierno es hacerse el loco, robar y dejar robar, con muy pocas añadiduras, además de gobernar virtualmente, ya que: ¡cómo les encanta maquillarse, para salir en la pantalla chica!

Ahorita está acorralado con la incontenible inflación in crescendo, misma que provocó con su aberrante, terca y obtusa política devaluacionista ordenada por el Imperio al que indudablemente pone por encima de los intereses populares, más allá de los platos de comida inmunda que le sirve en calles y aceras a cielo abierto a los pordioseros, más allá de las becas subsidios (más recibida por vivianes que por verdaderos necesitados), becas denigrantes y humillantes de la personalidad ciudadana.

Hoy se hace vigente el viejo proverbio acerca de *debemos preferir lo malo conocido a lo bueno por conocer*, por aquello del albur siempre corrido en esas aventuras, y más aún en una sociedad de indiferentes como somos la mayoría popular y electorera de este país, empezando por mí que soy fruto de esta cultura.

El comercio al detal está haciendo su agosto. Como este gobierno es incapaz de resolver el problema del circulante menudo (en parte se lo lleva Colombia ante la fría o copartícipe mirada de la *Desguardia Nacional*, en parte es atesorada con fines de sabotaje por una escualidad impune ante todos su atropellos).

Entonces, esos comerciantes al detalleo se están limitando al redondeo ultrainflacionario ante la escasez de monedas menores, de sencillo, pero vemos con curiosidad cómo empiezan a circular billetes nuevecitos impresos en el año 1998, cosas así.

La mercancía que vale BS.. 1.200, la redondea a Bs. 1.500, la que vale, Bs., 1.800, a Bs. 2.000, y así por este estilo todo el paquete de mercancías ora secas, ora húmedas de bajo monto, la que más golpea al pobre. Menos mal que este gobierno se jacta de estar empoderando a los pobres: dígasenos si no lo hiciera!.

El Bono Sur beneficiará a los intermediarios, en esa desesperada búsqueda de frenos a la inflación atacando efectos y no causas, en este caso, atacando el volumen de circulante representado por moneda inorgánica, fofa y feble, de valor despreciable, y no su perversa devaluación, misma que se verá acrecentada cuando impongan la supresión de ceros, ya que desde Bs. 2,15/$ será muy fácil e imperceptible la retoma del camino devalucionista, p o p u l i s t a y p e r m i s i v o de la s u b e s t i m a de los v e r d a d e r o s I n g r e s o s p e t r o l e r o s.

Este recurso de supresión de ceros, para aparentemente abaratar la paridad de la divisa norteña, es el mismo que usual y tradicionalmente aplica ese elefante blanco y agente de la banca internacional llamado Banco Central de Venezuela, cuando este ajusta el Índice de precios al Consumidor (IPC). Este BCV rueda la base 100, cuando ya la Inflación acumulada se hace notoriamente inescondible e inmaquillable.

Por otra parte, El presidente Chávez ha llagado al tupé:

Declara con énfasis de campaña electoral que él está NACIONALIZANDO las petroleras cuando por decreto las obliga a convertirse en EMPRESAS MIXTAS (eufemísticamente, habla de migración ).