COMPRAR FRUTAS

Por Marzha Navarro

Mi consciencia social es tan aguda que con tan solo comprar frutas ya vivo un drama. Al llegar al súper mercado antes de entrar ya me deparo con aquellas cariñosas señoras vendedoras de frutas y, ya me empiezan las dudas, diagnósticos, propuestas y soluciones.

Si compro las frutas de las Señoras (en ocasiones mas caras que dentro del súper mercado) las estoy ayudando en su supervivencia del día, será su alimento de hoy, pero será también un estimulo al intermediario que esta entre el campesino los vendedores y nosotros - entonces a pesar de que ayudo a la señora en su miserable vida, estoy colaborando en la perversa cadena de explotación a los agricultores y facilitando la evasión de impuestos; Lo que a la larga perjudica a la Señora y el futuro de nuestros hijos, los míos y los de ella también.

En un circulo virtuoso lo ideal seria siempre comprar en los súper mercados y en los negocios legalmente constituidos, porque allí se paga impuestos, el Estado recauda mas y tiene mas dinero para distribuir en educación, salud, capacitación profesional, a parte, si las empresas privadas van bien, crecen y contratan mas empleados, proporcionan mas oportunidades de empleos, los nuevos empleados compran, y consumen y así se reactiva la economía.

Debemos por lo tanto evitar al máximo comprar de vendedores ambulantes. No propongo dejarlos de golpe, ya que casi no tienen alternativas, y seria catastrófico para ellos, pero sí, disminuir considerablemente, de manera que los obligue a formalizar o ingresar a la legalidad.