Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

viernes, octubre 03, 2008

Especulación Bursátil e Intransmisibilidad Contractual(Curemos en salud al Banco del Sur)

Por Manuel C. Martínez M.
01 oct. 08


La actual "crisis" economicofinanciera que ocurre en EE UU está consumiendo mucha tinta de parte de marxistas y no marxistas.


Primeramente, dejemos de llamar "crisis" a la quiebra ocasional de unos capitalistas pertenecientes a un sistema donde sus factores sólo se asocian para explotar a un enemigo común, pero que fuera de allí aprovechan la paz laboral para comerse unos a otros.


El mecanismo bursátil siempre ha existido en este sistema burgués. Establecida una compañía anónima, sus acciones gozan de transferibilidad. Dichas acciones son dinero fiduciario respaldado en principio por los activos fijos y variables de la correspondiente compañía emisora. En la bolsa de bonos , al igual que el dinero bancario, el respaldo efectivo de la producción real siempre es mucho menor que el volumen de operaciones bursátiles con las que diariamente "juega" el corredor, así como el volumen de préstamos en dinero bancario es muy inferior al respaldo en dinero contante depositado en bóvedas bancarias y encajes legales.


Efectivamente, cuando los valores bursátiles inician sus alzas, allí están los compradores quienes verán en cada suba de hoy una posible ganancia acorto o mediano plazos por especulativas alzas futuras. De manera que la desgracia de unos será la fortuna de otros. Es una característica capitalista, acumular para sí aun a costa de llevar a la ruina a los demás. Es la típica conducta individualista.


La denominación de crisis económica aplicada a las fases de máximo y mínimo grado de desarrollo económico, es una burda pero bien vendida analogía con los fenómenos físicos explosivamente ondulatorios.


La verdadera crisis del capitalismo sobrevendría cuando la tasa de ganancia media caiga en picado. La quiebra de unos empresarios de alto giro y de las Finanzas sólo sirve para iniciar procesos de recuperación que, como si se partieran de cero, abriría nuevas esperanzas a los mismos epígonos e incautos de un sistema cuya estabilidad jamás ha existido. También sirve para evidenciar palmariamente el papel del Estado burgués que no es otro que defender y alzaprimar el reino oligárquico del explotador capitalista.


Digamos que tales y mal denominadas crisis siempre están en proceso de presentarse cuando se saturan los inventarios de los mercados de mercancías reales. Cuando los ingresos de la mayoría solvente es insuficiente para demandar la ingente sobreoferta. Entonces aflora la alternativa de la especulación o del "juego bursátil", un mecanismo expedito para todos aquienes ofrece ganar mucho dinero en corto tiempo y "sin tirar un palo". Como todo juego azaroso, está preñado de riesgos.


De nada ha servido la copiosa legislación mercantil que rige el funcionamiento de las bolsas de valores de connotada importancia mundial. Como quiera que sus administradores también son empresarios, a estos les es indiferente si quienes ganan hoy pierdan mañana. Ellos cobran su comisión por cada transacción de subas o bajas. Por eso ríen en la apertura y cierre de cada día, como si, por ejemplo, la tragedia de millones de ciudadanos norteamericanos que han perdido sus casas, no fuera una cosa seria.


Las pérdidas de la bolsa de New York de los años 1929-1933 llegaron a unos $75.000.000.000. Curiosamente esas "burbujas" explotaron en un octubre otoñal, como ahora, aunque estas ascienden a unos $700.000.000.000, unas 9 veces mayores, 11% anual, aprox. Esta pérdida será cubierta por los contribuyentes cuando el Gobierno de EE UU de manera antiliberal y abiertamente intervencionista, ante el fracaso del libre mercado, inyecte aquellos $700 millardos. Digamos que el "capital originario e ilícito" de la alta burguesía también se retoma cíclicamente de los trabajadores en contratiempos como estos.


No podría ser de otra manera. Un sistema que produce por un lado y por otro coloca papeles dinerarios en mercados volátiles, cuyos compradores se hallan despegados económicamente de los dueños de las mercancías reales y no fiduciarias, es un sistema con alta inestabilidad.


La experiencia de esos años de preguerra mundial no despertó al trabajador norteamericano. Por el contrario, se negaron al Socialismo ya instaurado en la URSS como alternativa a las desgracias que engendra el sistema que hoy nuevamente luce con problemas, aunque desde ya busca sacarle dinero yganancias a su propia situación. Para efectuar semejante lavado cerebral, la mediática emprendida por los epígonos de la oligarquía burguesa se abocó entonces a pintar de negro la bandera roja del sovietismo de entonces.


En lo que a Venezuela respecta, debemos tomar estas experiencias ajenas y evitar que nuestros y más cercanos inversionistas de la oligarquía nacional sigan alimentando esos mercados bursátiles con bonos de toda índole. El inminente y proyectado "Banco del Sur" puede recogerlas y plasmarlas en su constitución empresarial.


Desde acá proponemos que se regulen eficazmente las ventas de obligaciones a terceros. Proponemos reformas al Código Civil y Mercantil y Financiero a fin de que la emisión de papeles y bonos en general de asociaciones lucrativas deje de ser libremente endosables. Utópicamente, esta intrasmisibilidad dejaría sin mercancías especulativas a los jugadores de la bolsa.