Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

lunes, enero 25, 2010

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                                                                      Sadelas

(Sociedad Amigos de la Salud)

Aves migratorias

(Curiosidades IV)

 Manuel C. Martínez M.

Las aves migratorias (pensamos) no vuelan per se. En sus largas trayectorias invernales e intercontinentales se limitan a tomar el transporte eólico que les brindan las periódicas corrientes de vientos norte sur y viceversa.Como quiera que se trata de corrientes bisensuales y/o bidireccionales, inverna acá y veranean allá. Porque de otra manera no puede entenderse de dónde van esos  debiluchos  seres a sacar tanta energía para cubrir tan tan largas rutas, ni podemos imaginarnos el recalentamiento muscular  que tan prolongado ejercicio supondría. Digamos que las aves no vuelan, sino que se trata de pasajeras en el suave vehículo del viento.

Si usted se halla, pongamos de ejemplo, en el último piso de un edificio y desea bajar hasta la planta baja, debe pedir el *último piso*; es un asunto de simple relatividad espacial.

Los nombres propios,  extranjeros para uno, son de partida intraducibles, máxime cuando estén referidos a personas. Así, por ejemplo, Charles, Peter, Marzha y  John deben seguir siendo:  Charles, Peter, Marzha y John, respectivamente, mientras se les emplee para identificar a tal o cual Charles, Peter, Marzha o John, quienes, como personas, hayan sido así bautizadas en su país de origen, y a nadie se le ocurrirá dirigirse a ellos como Carlos, Pedro, Marta o Juan, en la seguridad de que no se darán por aludidos. Desde luego,  Charles y Marzha pueden equivaler a Carlos y Marta, respectivamente, pero sólo como nombres potencialmente  atribuibles a otras personas de origen latino en el momento del bautizo. Tocamos este punto porque abunda la literatura con traducciones latinas de nombres extranjeros.  El caso es que cuando se ha tratado de George Washington se le señala como *Jorge* W., e igual, cuando leemos *Carlos* Dickens como  traducción  de Charles D.

Los cajeros bancarios venezolanos no han podido perfeccionar su infimísima* productividad. Como sabemos,  además de desplegar, alisar, cuadrar, clasificar por colores y denominación; además de empaquetar, precintar, sellar y contabilizar los billetes recibidos en depósito, desvergonzadamente y ante la pacienzuda calma del depositante  sólo les falta ordenarlos alfanuméricamente, según los seriales ad hoc, para que así sea máximo el grado de resistencia que viene imponiéndoseles a los usuarios de esas instituciones financieras tan estimadas y *timadas* por los huéspedes de Miraflores.

Los cacareados, y connotados como buenos, salarios reinantes en EE UU y en algunos otros países *eurogases* tienen como contrapartida el sacrificio de ganancias domésticas que practican  los inversionistas de allá, aquí, con cargo a las superganancias  que ellos mismos derivan de las elásticas  políticas operativas que los gobiernos hispanoamericanos  les ofrecen. De allí los pésimos salarios criollos y la baratura  de las distintas y consabidas materias primas explotadas por esos generosos patronos yankees.

Los  gallos del planeta viven comunicándose entre sí como si dispusieran de un Internet natural. Esto lo afirmamos porque matutina y vespertinamente estas aves cantan continuamente con una sonoridad y volumen audibles para  radios acotados que van sensibilizando a los gallos vecinos y huéspedes  de sus correspondientes periferias en un intervalo continuo de tiempo de 24 horas, de tal suerte que el área de intercomunicación se va espaciando durante períodos de tiempo en unos husos horarios que cubren la Tierra misma. De allí que su canto se deje oír en las madrugadas y en las tardes, porque ambas fases son indistintamente  madrugadas o atardeceres, según el hemisferio  donde nos hallemos. Porque el gallo de su vecino, el propio suyo de usted , luego de emitir su adorable e inmolesto  *quiií quiri, quiií*, tardará unas 12 horas en recibir respuesta canora de sus congéneres del lejano Oriente/Occidente , gallos esos que a su vez oirán ese gallo suyo unas 12 horas después de su inalámbrica y eólica transmisión. De otra manera: pregúntese: ¿cual es el gallo que inicia el concierto?

Todos los vivos nos intercomunicamos oral, escrita, directa, indirecta, alámbrica o inalámbricamente, de espíritu a espíritu, y cuando muérese alguien, este se desalma o desespiritualiza por cuanto con la biodegradación de su cuerpo visible va metamorfoseándose la base misma  de nuestra conciencia  (animación) y de  de  nuestra capacidad parlamentaria., de tal manera que entre espíritus andamos sólo mientras vivamos.

Los pintores y sus críticos han estado plasmando y  evaluando unas obras que, más que reproducción de modelos prefabricados por la realidad misma, han sido creadas por dichos pintores y   siempre imaginativamente, añadiendo aquí un retoque, suprimiendo otro allá, según patrones como: ideales de belleza, de perspectiva, de simetría etc.  Ha sido poquísimo  lo que han dejado a las desviaciones normales del azar, de la naturaleza autónoma que sí caracterizan originalmente  toda obra exterior a la mente de  pintores y críticos suyos.

Cuando la gente de habla anglosajona habla sin conocimiento de nuestra gramática, lo hace con respeto de la suya propia. A tal efecto, las *tarzanadas* son un magnífico ejemplo de este aserto. En la expresión: <<Yo comer mucho>> o <<yo querer comer lo que él come>>, instintiva o inconscientemente ese parlante y traductor conserva la invariabilidad del verbo inglés en su primera persona y se limita a variarlo en su tercera como lo estipula la gramática inglesa.

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* Hemos adecuado nuestro léxico a la reciente reforma de la Real Academia de la Lengua Española, recogida en su Diccionario lexicográfico, en materia de superlativos y comparativos adjetivales. Esa honorable academia admitió el vulgarismo *buenísimo* y afines como opción a óptimo, cosas así, y de allí que podamos, y así lo hacemos, crear un extrasuperlativo  para los tradicionales. Diremos en lo adelante: infimísimo, optimísimo, mejorísimo y cuanta vulgaridad idiomática supuestamente popular y dinamizante se nos ocurra. Si el ignorante y analfabeto logró con su  sistemática usanza la aprobación de sus aberraciones lingüistas, pensamos que si las comete el alfabeto su admisión debe ser más expedita.

             

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        078_27_02-KK5 (#865, año XyVIII-05-03-1998)