Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

jueves, mayo 22, 2008

PROTECCIONISMO Y SUBSIDIOS

Por Marzha Navarro
(Desde Paraguay)


Para reactivar la economía paraguaya y ayudar a los campesinos, inmediatamente el primer paso deberá ser la terminante prohibición de la entrada al país a todos los productos iguales o similares a los ya fabricados o cultivados en el territorio nacional, o, en su defecto gravarlos con altos aranceles tal como se debería hacer con cualquier otro articulo de lujo, como cigarrillos, bebidas espirituosas, perfumes, joyas, etc.


Con incentivos fiscales y una pronta desburocratización se puede estimular las competencias saludables entre empresas locales.


En Paraguay tenemos dos ejemplos de buenísimas y competitivas empresas de pollos, la Pechugón y la Ksero; ambas van bien, pero podrían estar mucho mejor, generando mas empleos, si no estuviesen dos brasileñas la Perdigao y la Sadia, en una brutal competencia desleal y asimétrica porque, ellos tienen sus empleados, sus camiones frigoríficos y su moneda que vale mucho mas que la nuestra, significa que con una inversión mínima, revientan a dos empresas paraguayas gratuita e inútilmente. Son 4 empresas para dividir el mercado; pierden las dos nacionales, principalmente porque la colonia brasileña aquí presente, que es grande, solamente consume los brasileños; y los consumidores no educados compran cualquiera sin fijarse en marcas y procedencias; la disminución de las ventas hace que las nacionales despidan empleados; esto es categórico y matemático.


Lo mismo ocurre con industrias textiles, calzados, y peor aun, multiplica por mil, lo que ocurre en el campo, con los cultivos de granos, frutas, tubérculos y verduras.


Los nuevos desempleados pasan a ser cargas y algunos eventuales criminales, dejan de ser consumidores y entran a la cadena de pobreza y el efecto domino empieza, no consumen, pagan menos impuestos, hay mas enfermedades, debilita los servicios públicos, menos circulación de mercaderías y mas estancamiento de la economía. Mas niños en las calles, mas presión nerviosa para la ciudadanía.


Opino que los campesinos, agricultores o no, necesitan tierra, subsidios, proteccionismo, bienestar, educación, salud, seguros contra perdidas de cosechas, contra accidentes, leyes laborales y jubilación.
Los subsidios se renovaran toda vez que se compruebe que el campesino fue productivo.

El Banco Mundial esta equivocado, el campo no es para competir y entrar en la cadena de lucros, bolsa de valores y especulaciones; el campo es más que eso, el campo es equilibrio, armonía, alimento, nutrición, bienestar, economía, medio ambiente y ecología. El campo no es financiero es Derecho Humano.


El Estado, con el pago de nuestros impuestos, deberá empezar un programa de retorno al campo con asistencia integral.


Ya no me agrada ser una ciudadana del mercado común del sur, Mercosur significa sin aranceles, y sin aranceles todos los productos locales quedan vulnerables y el país se hunde. Paraguay debe volver a su esencia de ser país rural.