Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

domingo, diciembre 06, 2009

Entrevista a Ricardo Galindez

Entrevista a: Ricardo Galíndez

La Revolución Venezolana, entre el ascenso obrero y la contrarrevolución

 

La presente entrevista la realizó Jeremy Sawyer de la International Socialist Organization de los EEUU al camarada Ricardo Galíndez, militante político revolucionario desde finales de la década de los sesenta del siglo pasado y dirigente obrero en el estado Lara. Ricardo Galíndez es miembro de la Dirección del equipo de El Topo Obrero que lucha por la construcción de una Corriente Socialista Revolucionaria que se postule como la Dirección Política Revolucionaria de Masas de la lucha por el socialismo…

 

Jeremy Sawyer (International Socialist Organization).- ¿Qué panorama político hay actualmente en Venezuela?

 

Ricardo Galíndez.- A pesar de todos los discursos iniciales del gobierno, la crisis nos ha empezado a golpear entrando en un período de recesión. El gobierno desde el mes de febrero del presente año tomó partido de hacia dónde quiere hacer recargar la crisis al lanzar un paquete de medidas económicas que incluya un aumento del impuesto IVA del 9 al 12%, una reducción del presupuesto y un endeudamiento con la banca privada de 15.000 millones de dólares.

 

Los despidos, no renovación y rescisiones de los contratos de trabajo por tiempo determinado en gobernaciones y alcaldías no se hicieron esperar. Las últimas cifras del Banco Central de Venezuela nos dicen que el desempleo en el tercer trimestre de este año aumentó de un 7 a un 7,7%  que si le incorporamos una inflación de un 26 – 27%, frente a un aumento salarial de un 10 + 10 este año, tenemos que definitivamente por segundo año consecutivo el poder adquisitivo de los salarios pierde la pelea frente a la inflación y la calidad de vida está bajando, reflejándose en las cifras del BCV de este año señalando que el consumo de los hogares venezolanos se ha replegado 4,8%

 

La situación en el movimiento obrero es de una continua presión, puesto que hay millones de trabajadores que el gobierno les viene negando la discusión de los contratos colectivos (2.200.000 empleados públicos, desde hace 5 años; 100.000 petroleros, desde hace un año; unos 80.000 trabajadores del sector eléctrico, desde hace aproximadamente tres años; y así sucesivamente).

 

Estos datos sociales son el producto de la toma de postura, no sin algunos elementos contradictorios del gobierno frente a un decrecimiento de la economía nacional que este año sufrió: una caída del 1% en el Producto Interno Bruto (PIB) para primer semestre del año 2009”, “y una reducción de 2,4% en el segundo trimestre de 2009, respecto a igual período de 2008. Este resultado, unido al crecimiento de 0,5% observado en el primer trimestre, determinó una contracción de 1,0% para el primer semestre del año.” (1) Y en el tercer trimestre un -5,8%, con lo que es prácticamente imposible que el año cierre con un crecimiento positivo”.

 

Jeremy Sawyer (International Socialist Organization).- Pero el Ministro de Finanzas, Alí Rodríguez Araque, sigue señalando que todo es coyuntural y que para enero del año que viene esta tendencia a la baja se revertirá…

 

Ricardo Galíndez.- El Ministro basa sus pronósticos tan sólo en la recuperación numérica de los precios petroleros, que siendo muy probable que lo haga no nos da una idea global de totalidad del problema. Veamos: Para el año que viene la Asamblea Nacional aprobó un presupuesto  de 159.000 millones de Bs.F, cuando este año que ya termina fue inicialmente de 185.000, aunque ya sobrepasa  los 220.000 millones de Bs.F, un 14% menor y con una inflación que no bajará de un 30%. El gobierno mediante nuevos endeudamientos y contando con algunos ingresos extraordinarios, pretenderá enfrentar el clima recesivo, pero realmente es prácticamente imposible a pesar de que lo necesita, pues se haya frente a un año electoral y con un creciente descontento social, sobre todo en los trabajadores del sector público y privado.

 

Los precios petroleros del año 2010 van a ser superiores a los de este año 2009, pero difícilmente a los del 2007, cuando adquirieron su máximo valor, lo que le dará al gobierno ciertos recursos para tratar de suavizar o frenar la caída de la economía, pero ellos están mostrando que son limitados, y por lo tanto, no podrán contener el descontento social en general y el laboral en particular.

 

El movimiento obrero viene asumiendo el papel de vanguardia en la lucha contra las medidas gubernamentales anunciadas en febrero de este año como el aumento del IVA de un 9 a un 12%, de una reducción presupuestaria y en general contra la crisis capitalista. Este papel es más que evidente a partir de la victoria de los trabajadores de SIDOR por su contrato colectivo el año pasado. El avance de una corriente sindical clasista (CCURA) en el seno de los petroleros que  captó el 30% de las simpatías de los trabajadores, es una muestra de esta radicalización. Es de hacer notar que con toda la fuerza creciente del descontento laboral, la derecha golpista no se ha fortalecido, sino que lo hacen a la corriente izquierda del PSUV – gobierno.

 

Jeremy Sawyer (International Socialist Organization).- Hablas de descontento social y laboral, ¿Cuál ha sido la actitud del gobierno frente al mismo?

 

Ricardo Galíndez.- Uno de los cambios cualitativos en la política del gobierno frente a la toma de conciencia por parte de los trabajadores que se expresa en un aumento importante de las luchas reivindicativas y algunas que trascienden al plano político, es la criminalización de éstas, llegando a poner presos a dirigentes, como en el caso de Ferrominera y pasado a tribunales a otros junto a los trabajadores como en SIDOR. No ha faltado la represión policial que ha cobrado vidas, (dos en el caso de Mitsubishi, Barcelona, a manos de la policía del estado) y heridos (caso MOLVENCA en Chivacoa, a manos de la Guardia Nacional Bolivariana), sin ser los únicos. Lo que hace tan sólo dos años eran hechos puntuales (caso Sanitarios Maracay), ahora se vuelve rutinario. Si vemos la respuesta del gobierno en su conjunto, se está desarrollando una preocupante política de criminalización de la protesta obrera, en medio de un alza en las luchas de este sector.

 

Este cambio de actitud del gobierno, también se refleja en la utilización de otras armas legales del aparato burgués que permanece intacto, algunas legadas de la IV República aplicadas en casos como los Ferromineros en Ciudad Guayana con las llamadas áreas de seguridad estratégica y otras aprobadas bajo este gobierno, caso la Ley antihuelga llamada de seguridad alimentaria, aplicada a los trabajadores de MOLVENCA y a los de Remavenca, Cumaná.

 

Es importante decir que en este campo el gobierno ha adquirido rasgos antiobreros y que de manera creciente se multiplican, haciéndole perder base social que puede marcar la evolución de la influencia del mismo a mediano plazo.

 

Hasta el movimiento indígena de la zona del Zulia, frontera con Colombia, ha sufrido la represión militar del gobierno al protestar por el incumplimiento del derecho constitucional a la demarcación de sus tierras ancestrales. Un cacique permanece preso y ha sido acusado penalmente. Se trata del cacique Sabino, de la etnia Yucpa.

 

La tercerización y precarización en el trabajo, son otro signo de los elementos que se desarrollan en el gobierno más allá de algunas acciones parciales donde se corrige esta situación. En las llamadas Empresas de Producción Social y algunas de las nacionalizadas, el gobierno desconoce los sindicatos y los contratos colectivos, con lo que siembra en sectores del movimiento obrero una matriz de opinión en contra de la nacionalización de las empresas. Si todavía este desconocimiento no se aplica en empresas como SIDOR, no es porque no haya querido, sino que se ha manejado con algo más de tacto por la fuerza de la clase, pero ya está dando pasos a través de las patrullas obreras del PSUV y la milicia bolivariana para ejecutar la militarización de estas empresas (SIDOR) y así contraponer a los trabajadores y a sus organizaciones sindicales con el aparato que el estado está montando (caso Bauxilum).

             

En SIDOR, el gobierno se está preparando para la próxima discusión del contrato colectivo con un buen arsenal de instrumentos que presagian una confrontación tan fuerte o más que cuando la empresa estaba en manos de Techint.

 

Jeremy Sawyer (International Socialist Organization).- ¿Y la respuesta del movimiento obrero?

 

Ricardo Galíndez.- En las empresas privadas la resistencia obrera se sigue manifestando con fuerza, incluso se han dado caso de huelgas ilegales que obvian la Ley “antihuelga” de seguridad alimentaria, como en Maxi Pollos en el estado Yaracuy a principio del mes de noviembre. Los trabajadores de las empresas cafetaleras han salido a pedir la nacionalización de estas empresas; los trabajadores portuarios también realizaron jornadas de lucha al momento de ser nacionalizados éstos, porque el gobierno pretendía desconocer la estabilidad laboral y la contratación colectiva. En Matesi, Guayana, los trabajadores mantuvieron una toma por meses por la violación de la contratación colectiva…

 

Y en las empresas del estado, la lucha también ha sido un signo creciente. Empresas como Alcasa, Venalum, Carbonorca, Bauxilum, Ferrominera del Orinoco, Sidor, ante la violación de la contratación colectiva se han realizado paros y movilizaciones extra empresas; en PDVSA durante meses la lucha de los trabajadores petroleros por la realización de las elecciones sindicales los enfrentó al gobierno obteniendo un triunfo…

 

Las luchas se han venido moviendo entre las reivindicativas de carácter defensivo y otras de corte político como las mencionadas luchas por la nacionalización de empresas, así mismo se han presentado alguna acciones y muchas denuncias contra las gerencias bolivarianas en las empresas nacionalizadas como Milazzo (procesadora de leche pasteurizada y jugos – Barquisimeto), o del estado como las del sector eléctrico, hoy agrupadas en CORPOELEC). Toda una dinámica de ascenso inicial en las luchas, donde las más importantes y numerosas han sido las de carácter reivindicativo.

 

Jeremy Sawyer (International Socialist Organization).- Se habla del nuevo Plan Guayana 2009-2010 de Chávez que se propone como plan aumentar control obrero de las fábricas de Guayana, aunque esto limite su habilidad de hacer paros/huelgas. ¿Cuál es el significado de este plan para las metas de control obrero verdadero en las industrias básicas, cómo los obreros observan este plan?

 

Ricardo Galíndez.- El gobierno ha propagandizado mucho la supuesta participación de los trabajadores en la gestión de las empresas y del impulso de los consejos de trabajadores para que ejecuten este control, y aunque se dieron unos tímidos pasos años atrás (casos Invepal e Inveval), hoy día nada más alejado de la realidad. Quizás el documento donde mejor expresa el gobierno su idea de “control obrero”, es el titulado “Plan Socialista Guayana 2019 (Al-Fe) Período 2009 -2012, el cual es una linda expresión del intento de desarrollar el concepto de “Calidad Total” con sus Círculos de Calidad, cambiados al nombre Consejos de Trabajadores o Patrullas del PSUV. Este documento que fue bajado a la discusión entre las bases obreras del PSUV en Ciudad Guayana, no fue aprobado como el gobierno lo quería, pero se viene intentando su aplicación por la vía del hecho. Esta es una batalla que se está librando en esta zona tan importante del país y que los momentos más candelosos, están por venir.

 

En otras empresas del estado o EPS, todos los movimientos en sentido de “participación” están orientados en la concepción de la Calidad Total donde los trabajadores no tienen sindicatos, con jornadas de trabajo extenuantes, sin contratos colectivos, con regímenes contractuales por tiempo determinado y en casos donde no se ha eliminado el sindicato y el contrato (caso Milazo) y las empresas del gas recién nacionalizadas, los trabajadores no tienen ningún poder de decisión en la gestión de las mismas y se han visto impedidos de discutir sus contratos colectivos aparte de que les violan los existentes que vienen de cuando dichas empresas eran privadas.

 

Jeremy Sawyer (International Socialist Organization).- Inveval y otras industrias han sido exhibidos como modelos del control obrero. ¿Eso es verdad? Y si no, como se viera el verdadero control obrero en Venezuela? ¿Cómo ayudaría a los Venezolanos mas control obrero durante estos tiempos de crisis?

 

Ricardo Galíndez.- ya dijimos algo sobre los planes de “control obrero” del gobierno en la respuesta anterior, a lo cual podemos añadir que la empresa Inveval que se nacionalizó después de VENEPAL, hoy Invepal, se mantiene bajo control de los trabajadores, pero el gobierno no le ha dado el apoyo necesario para que se estabilice su producción. Se oyen informaciones sobre que el gobierno va a pasar a la ofensiva en esta empresa para convertirla en una EPS y con ello eliminar el consejo de trabajadores, el sindicato y fuera todo contrato colectivo. En el caso de Invepal, cuando los trabajadores se empezaron a tomar en serio lo de control obrero, empezando por la Junta Directiva de la Empresa, esta fue intervenida y puesta a funcionar como una empresa privada más.

 

Jeremy Sawyer (International Socialist Organization).- ¿Cómo ayudaría al pueblo Venezolanos más control obrero de las empresas durante la crisis?, ¿Hay maneras concretas económicas en las que control obrero de estas fabricas pudiera ayudar?, ¿Bajo del control obrero tendrían que exportar los productos (Fe, Al) o podrían producir por la economía domestica?

             

Ricardo Galíndez.- La propuesta de Control Obrero busca educar a los trabajadores abriéndole una perspectiva ante una situación de crisis como la que estamos viviendo y que se refleja en múltiples empresas. En diversos momentos ha servido para que los trabajadores complementen su lucha reivindicativa con una política que los planta frente al poder del burgués dueño de la empresa. La primera experiencia se dio en Venepal, hoy INVEPAL, pero la más importante y profunda fue la de Sanitarios Maracay, donde los trabajadores controlaron todas las fases de la producción de equipos para baños, entendiéndose compra de materia prima, producción y venta de lo elaborado, sin exceptuar la contabilidad a través de personal contratado. Se vincularon a comunidades a quienes les vendían con descuentos.

 

Esta experiencia mostró que la clase obrera organizada puede hacer funcionar una empresa sin necesidad de patronos ni de la burocracia que proteje sus intereses y a precios menores que los de empresas privadas. Claro, esto se pudo pues se controló el manejo de “la plusvalía” que antes quedaba en manos del patrón.

 

En términos generales al lograr establecer el control obrero de la producción, los trabajadores le quitan el poder a los empresarios de determinar la producción de bienes y servicios, su precio, su calidad y dependiendo de la empresa cubrir tan solo el mercado interno o hasta exportar, cuestión esta que solo es posible si se cuenta con las palancas del aparato estatal. Con el control obrero de las empresas, los trabajadores pudiéramos organizar y planificar la producción de bienes y servicios para cubrir las necesidades de la población y no las ganancias de unos pocos, con lo que acabaríamos con la crisis de sobreproducción que estamos viviendo en el mundo capitalista.

 

En este momento  nosotros creemos que el control obrero es una propuesta transicional que no se puede desarrollar de manera general e integral en la industria, sino solo bajo un gobierno de los trabajadores en transición al socialismo. Se trata de quitarle el poder de decisión en las empresas a la burguesía y ello no será posible sin duros combates. El que en momentos determinados como cuando explota una crisis en una empresa, como fue el caso de Industrias Occidente Sociedad Anónima (IOSA) que pretendía despedir la mitad del personal obrero, nos sirve para educar a la clase, para agitar y organizar una propuesta alternativa a la salida capitalista a la crisis que es despedir personal. En esta pelea se logró frenar el despido de trabajadores, alcanzando llegar a otras empresas donde se compartió la propuesta. Se tocó a varios organismos gubernamentales. Los trabajadores vivieron, aprendieron la lentitud de estos organismos y funcionarios cuando hay que solucionar un problema de tal magnitud. Hoy los compañeros están a la espera de que se reanude la producción, luego que los empresarios vendieron parte o todas las acciones a una empresa holandesa.

 

Una de las cosas más importantes que se aprende en este tipo de lucha, es que si no se da una correlación de fuerzas totalmente favorable a la clase, el control obrero no se da, se mediatiza o es destruida como en el caso de Sanitarios Maracay.

 

Jeremy Sawyer (International Socialist Organization).- ¿Cuáles fuerzas u organizaciones han dirigido las luchas, acciones, y paros que han aumentado el ano pasado?

 

Ricardo Galíndez.- En el presente año, son los sindicatos la dirección más extendida geográficamente con que ha contado el movimiento obrero para impulsar y dirigir sus luchas reivindicativas y políticas, pero donde la dirección política organizada no ha actuado como tal.

 

En la principal batalla librada este año, como fue la de los trabajadores petroleros por dotarse de una dirección sindical única, la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela (FUTPV), fue dirigida por los compañeros de la Corriente  Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma (CCURA), impulsada por los camaradas de Unidad Socialista de Izquierda, corriente que se reclama del marxismo revolucionario, enfrentando a la del PSUV, representada principalmente en Vanguardia Obrera Socialista (VOS). La segunda parte de esta batalla, la discusión del contrato colectivo se está librando estos días y lo principales protagonistas vuelven a ser CCURA que representa a lo más avanzado de la clase y VOS, como representante de la burocracia sindical y el patrón PDVSA.

 

Una segunda batalla, que es la de los trabajadores de la Mitsubishi, la dirige la Corriente Marxista Revolucionaria, que también se reclama marxista revolucionaria de la CMI. Por la tenacidad y clasismo de los trabajadores y los momentos dramáticos por las que ha pasado, entre ellos la toma de la empresa, su destoma por la presión del gobierno, el asesinato de dos trabajadores durante la toma y luego la suspensión de 11 de los principales directivos sindicales y un total de 153 calificaciones de despido, ocupa el segundo lugar en importancia de las luchas de este año.

 

Otras direcciones político sindicales que hacen vida en el movimiento obrero está Marea Socialista, división de CCURA y que también se reclama marxista; el Colectivo Trabajadores en Revolución, cuya máxime dirigente viene de COPEI y en cuyo seno participan corrientes de izquierda; el PCV, con su corriente “Cruz Villegas”, entre otros. Estas corrientes, no han dirigido luchas de importancia o trascendentes este año.

 

Jeremy Sawyer (International Socialist Organization).-¿Cual es el estado de la izquierda revolucionaria organizada en Venezuela hoy? ¿Cuáles son las tareas más importantes para los revolucionarios ahora?

 

Ricardo Galíndez.- La izquierda revolucionaria venezolana en general cuenta con algunos núcleos dispersos en varios estados importantes del país: Estado Bolívar, Anzoátegui, Región Capital, Caracas; En el estado Aragua, donde se es la primera fuerza de la Unión Nacional de Trabajadores; en Carabobo, donde también se es la primera fuerza, y en Zulia.

 

A nivel nacional, la fuerza más conocida y con más proyección es la CCURA – USI(2), cuyo dirigente más conocido es el camarada Orlando Chirino. Es hoy por hoy, un núcleo en expansión y con posibilidades de convertirse en una fuerte alternativa para el movimiento obrero y popular. Este último si logra superar, desde nuestro punto de vista, elementos de sectarismo y oportunismo que le impiden hoy acelerar su desarrollo en las bases descontentas del chavismo.

 

Es importante ver que en los sectores claves del movimiento obrero, los núcleos revolucionarios que están a la izquierda del PSUV, existe una presencia mayor o menor de estas corrientes que incluye ser dirección de masas y ante una situación de una dirección política del PSUV que se burocratiza cada vez más y que no tiene respuesta satisfactoria para los problemas de los trabajadores, y donde la derecha golpista mantiene una importante debilidad, la oportunidad de convertirnos en la dirección política revolucionaria que se requiere para dar el salto cualitativo del capitalismo al socialismo, es algo cierto.

 

Para lograr este salto es fundamental que esos núcleos nos convirtamos en los más consecuentes defensores de los intereses reivindicativos y  políticos de los trabajadores frente al patrón privado y el patrón gobierno. Que sepamos desarrollar una política que permita a los trabajadores superar la preocupante dispersión que existe a nivel sindical. Que desarrolle una política que permita acelerar la discusión en las bases del chavismo y su acercamiento a las filas de los marxistas revolucionarios. Tenemos que ponernos a la cabeza de la serie de luchas que se vienen desarrollando y que se acrecentarán en los meses por venir, con todo y campaña electoral y que cubrirán el sector público y privado.

 

La clase está combatiendo. La clase está girando a la izquierda pero esto no es suficiente para garantizar el triunfo definitivo sobre las fuerzas de la reacción. Hace falta una Dirección Política Revolucionaria de masas. Estamos convencidos que el desarrollo de políticas de Frente Único, como se planteó en la III Internacional, como lo defendió León Trotsky en “La Lucha Contra el Fascismo en Alemania”, se puede construir esa Dirección Política Revolucionaria en el transcurso de los próximos meses o años. Desde el año 1958 a los revolucionarios no se nos presentaba una oportunidad de oro como la presente.

 

Un elemento adicional. Se está produciendo un movimiento de centrífuga interesante de diversos grupos a la izquierda del PSUV que hacen, han hecho o no vida activa en el mismo. Desarrollar una profunda discusión política-ideológica con estos grupos o núcleos va  a ser importante en el proceso de construcción de La Dirección Política Revolucionaria de masas que requerimos para dar el salto al socialismo.

 

Jeremy Sawyer (International Socialist Organization).- ¿Y la situación interna en el PSUV a raíz de las elecciones para el Congreso Extraordinario?

 

Ricardo Galíndez.- Lo que pasó en el PSUV durante la selección de delegados para el Congreso, es una muestra del proceso de burocratización de esta organización. La determinación de quién tenía derecho a postularse o no como candidato, eso lo decidió una dirección sin consulta con las bases. A la hora de las postulaciones, funcionó lo que llamamos patrullas “planas” fantasmas. El peso de Los Gobernadores, Alcaldes, Concejales a la hora de la escogencia de los delegados era bestial. Candidatos propuestos por las bases, casos trabajadores en Anzoátegui, Zulia, Carabobo, Aragua  y otros estados, sencillamente no aparecieron en las listas del partido, o se les desconoció la votación y como ésta quedó en manos de la dirección del partido sin publicarse, nadie podrá probar nada.

 

De los más de 7 millones de inscritos que tiene el partido, tan sólo tenían derecho a voto alrededor de dos millones, y de ésos tan sólo ejercimos el derecho al voto unos 900.000 Estos resultados nos dicen que la participación en estas elecciones internas fue menor que al Congreso Fundacional. La motivación de los militantes pierde fuerza y no puede ser de otra manera ante tantas necesidades insatisfechas, ante tanta arbitrariedad, ante el crecimiento desbordado de los signos de corrupción y de favorecimiento a grupos empresariales.

 

La actitud de la dirección nacional del PSUV y las mismas regionales ha recibido un rechazo, todavía pasivo de la militancia chavista, siendo más activo en los sectores más politizados del partido. Se ha generado una discusión que apenas está en sus comienzos, pero se acrecentará en la medida que se profundicen y multipliquen las posturas antidemocráticas de estas direcciones y que en el desarrollo de la crisis no den respuesta a los problemas de los trabajadores y del pueblo. Los marxistas tenemos que tener, dentro del conjunto de nuestras políticas, una en particular que nos permita ganar “también” a la vanguardia de las masas del PSUV al marxismo revolucionario. Tenemos que ser factor consciente que contribuya a acelerar la crisis que está mostrando bastante más que únicamente la punta.

 

Jeremy Sawyer (International Socialist Organization).- La situación con Colombia ¿cómo ves la situación?

 

Ricardo Galíndez.- En la confrontación, hasta ahora verbal del gobierno de Chávez con el de Colombia por el tema de las bases militares, podemos ver varias cosas. El gobierno de Chávez tiene razón en denunciar estas bases como parte de un plan global del imperialismo de sentar pie militar para en el momento que lo crea conveniente tratar de poner orden en lo que siempre ha considerado su patio trasero interviniendo de manera súper rápida con tropas propias.

 

Pero el lado de este elemento positivo, le está dando un tratamiento muy defectuoso y hasta equívoco de plano, con sus ataques a sectores de trabajadores colombianos, a los cuales trata de contrabandistas así de simple, con lo que los empuja del lado del gobierno con características semi-fascistas de Uribe.

 

Por otro lado, si bien caracteriza las bases como una agresión del imperio norteamericano contra los pueblos indo-hispano-afro americanos del centro y el sur  del continente, mantiene una política de apoyarse en los monopolios imperialistas, que son el principal pie de fuerza para la desestabilización económica de nuestro país y para una invasión contra Venezuela.

 

El gobierno si de verdad quiere debilitar al punto de mate, una posible agresión victoriosa del imperio, sea directa o a través de tropas o paramilitares colombianos, tiene que lanzar todo un llamado al pueblo colombiano para que impulse en ese país la expropiación de todos los intereses imperialistas, sin indemnización y bajo control obrero, mientras expropia los mismos en territorio venezolano. Solamente una política de este corte puede alcanzar la unidad de nuestros dos pueblos en la lucha contra el imperialismo y derrotarlo en todos sus planes de agresión, aparte de que consolidaría lo que es el crecimiento de la conciencia de nuestros pueblos desde las fronteras de México hasta la Patagonia.

 

Una preocupación: Vamos a decir como el “Padre Cantor Alí Primera”, esta tarea entre más se tarde, más difícil es. Hace tan sólo unos años atrás, en el 2002, o en el 2005 cuando se derrotó a las fuerzas de la contrarrevolución que eran financiadas por la burguesía venezolana y el gobierno imperialista de Los Estados Unidos, para poner unas fechas, el peligro de esas bases no existía. Ahora, por tanto esperar de este gobierno, ya tenemos unas bases y mañana, si seguimos esperando podemos sufrir una agresión más directa y frontal. Las fuerzas revolucionarias venezolanas, colombianas y de América tenemos que impulsar una campaña internacional por la retirada de las bases militares gringas de Colombia, por la expropiación de los monopolios y Banca norteamericana de nuestros países, hoy en especial, con más fuerza en Colombia y Venezuela. Esta es la mejor manera de unir a nuestros pueblos trabajadores, nuestros pueblos campesinos, nuestros pueblos indígenas y de otras minorías étnicas. Esta es la mejor manera de evitar una guerra fratricida, derrotar al imperialismo y acabar con el capitalismo, tareas que están soldadas dialécticamente.

 

Jeremy Sawyer (International Socialist Organization).- Chávez ha planteado la retirada de las bases y tropas yanquis de Colombia, a fin de liberar al hermano pueblo de Colombia de la bota imperialista. pero parejo ha atacado como contrabandistas a los trabajadores que aplican el comercio en la frontera para poder cubrir sus necesidades vitales, cuando en el pasado hasta llegó a llamar al pueblo norteamericano a movilizarse en apoyo a vuestra revolución. ¿A qué se debe que no llame con más fuerza al pueblo colombiano a combatir las bases militares y en defensa del proceso revolucionario venezolano y más bien ataque a trabajadores colombianos?

 

Ricardo Galíndez.- Chávez, aunque desarrolla algunos planteamientos que le generan roces con el imperialismo norteamericano, no es menos cierto que cada vez con más claridad impulsa la defensa del estado burgués y en el plano internacional el respeto del orden imperial establecido, aunque él lo quisiera con algunos cambios cosméticos donde los dueños del capital y el mismo estado, fuesen más favorecidos en los intercambios económicos.

 

Chávez a pesar de algunos avances mostrados en los primeros años del proceso social revolucionario venezolano, se ha estancado sin poder salir de concepciones burguesas, que cuando mucho se asemejan a las de una revolución por etapas tal y como lo plantean los grupos de origen estalinista.

 

Esto le ha creado un impasse, y es que mientras la clase obrera dirigía sus esfuerzos por reconstruir sus organizaciones y por ende su capacidad de luchas, él se ayudaba ayudando en este proceso organizativo. Eran tiempos que nadaba en abundantes petrodólares con los cuales realizar o ejecutar algunas políticas reformistas que le daban amplio apoyo social. Eran tiempos que daba encendidos discursos hacia fuera y dentro del país llamando a la organización y movilización de las masas, incluyendo a los trabajadores. Hoy el panorama es otro y ha aquí su problema.

 

La burocracia que le rodea ha venido sufriendo un proceso de metamorfosis que ha transformado a los más destacados dirigentes en nuevos burgueses. No una nueva burguesía sino en nuevos empresarios del sector agro productivo e industrial, de la construcción, de la banca y finanzas, de los sectores exportadores e importadores, del comercio interno, Etc. Ahora, este sector de su equipo ya no presiona o está de acuerdo o acepta movilizar a las masas en su propio beneficio en su enfrentamiento con la burguesía “tradicional” y sus representantes políticos, sino que empuja para que no las convoque,  para que las frene con todas las herramientas a su alcance, cuestión que Chávez muestra estar de acuerdo en lo fundamental. He allí parte del proceso de transformación de un gobierno pequeño burgués nacionalista en uno claramente burgués. Esta transformación también se refleja en su política internacional. Mientras Chávez encabezó un gobierno que avanzaba políticamente, mientras representaba a sectores pequeñoburgueses y nacionalistas-reformistas, movilizaba su base social de manera controlada y hacía llamados al pueblo de Norteamérica y otros para que se movilizaran y apoyaran el proceso revolucionario venezolano y hasta para que combatieran sus propias “oligarquías”. Hoy lo hace cada vez menos y así será en la medida que la composición de clase del gobierno se clarifique y la clase obrera se plante en contra de las medidas económicas del gobierno que hacen recaer la crisis capitalista sobre la humanidad de los explotados y oprimidos del país.

 

Allí tenemos el caso Honduras como un síntoma de lo que decimos. En un principio hizo una denuncia frontal contra el golpe. Hubo encendidos discursos alabando al pueblo hondureño y contra el dictador Micheletti. Poco a poco, fue girando hacia un apoyo indirecto entregando la batuta del discurso y de la política a la OEA y la ONU. Al final, todo dependía de lo que dijeran esos organismos, que con todas y sus contradicciones, estaban por una solución “negociada” que impidiese una salida insurreccional de las masas. Chávez no puede apoyar insurrecciones de masas fuera de las fronteras y reprimirlas y satanizarlas en Venezuela.

 

Volviendo al punto Colombia, Si Chávez llamara al pueblo colombiano a movilizarse en contra de las bases militares, en contra del intervencionismo norteamericano en general, estaría convocando a 5 millones de colombianos que viven en Venezuela a movilizarse. Estaría planteándole a millones de colombianos, trabajadoras y trabajadoras a buscar, aunque no lo quisiera, la solidaridad activa de sus hermanos venezolanos a luchar por sacar al imperialismo de Colombia y de Venezuela y ello no está en los planes del gobierno.

 

Las agresiones del discurso de Chávez contra hermanos trabajadores colombianos que viven y trabajan en la frontera, como lo hacen todos los pueblo del mundo, no puede estar cayendo bien. Debe estar generando una opinión contraria al propio Chávez y aunque esto no en este momento no sea masivo ni profundo, son siembras de las cuales se puede cosechar tempestades.

 

Para los marxistas revolucionarios insistimos que la situación requiere que unifiquemos esfuerzos para lanzar una política que fortalezca los lazos entre la clase obrera venezolana y la colombiana, que luche por la salida de las bases militares gringas del hermano país y por la expropiación de  las multinacionales imperialistas en ambos lados de la frontera.

 

 

(1)“El Ministro Alí Rodríguez Araque debería ser más reflexivo antes de hablar con tanto optimismo” marxismo.org

(2) Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria Autónoma – Unión Socialista de Izquierda

 

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