La devaluación es igual a inflación

Por Josefina Hilda Pérez de Alvarado

En la estructura-valor del Producto Interno Bruto (PIB) venezolano, las materias primas, insumos, transferencia de tecnología, pago de deuda privada y pública externa, entre otras variables, son de origen importado; entónces, la ilusión monetaria de devaluar para financiar al fisco, constituye dinero inorgánico que no genera productividad en la utilización del gasto público, sino que se premia a la ineficiencia y se financia más bien el nacimiento de mayor pobreza, donde el Estado paradójicamente se convierte en el sujeto pasivo de mayor nivel de empobrecimiento nacional originado por la inflación generada más que proporcionalmente a cada devaluación decretada.

Digo sujeto pasivo, porque el Estado en este círculo vicioso perverso de devaluación-inflación-empobrecimiento, deberá atender en las misiones sociales mayor número de necesidades cuantitativa y cualitativamente hablando. Cuantitativa (mayor presupuesto para atender el empobrecimiento) y cualitativa (surgen nuevas necesidades anteriormente inexistentes antes de devaluar con el traslado de mayores ciudadanos de clase media a la pobreza).

Entónces, el peor negocio que puede hacer un gobierno es devaluar, porque la ilusión monetaria de financiar al fisco con la generación de mayores ingresos ordinarios nominales se vuelve "sal en agua" dentro del círculo vicioso de la pobreza.

Aquellos tenedores de dólares en circulante y activos fijos, segmento interesado en promocionar la devaluación para enriquecerse cada día más, no deberían poder manipular a las autoridades monetarias del país, argumentando que la devaluación es la panacea para seguir adelante. Más bien nosotros, Defensores del Bolívar, deberíamos ser escuchados y tomados en cuenta para decretar la revaluación % intermensual antes de aplicar la reforma monetaria que se está planteando.