Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

miércoles, diciembre 27, 2006

EL TRABAJADOR Y EL ESTADO

El Trabajador y el Estado
Por Marzha Navarro

En los países europeos llamados del primer mundo el trabajador publico o privado y toda su familia son muy bien protegidos y rigurosamente por Ley; A parte de su buen sueldo, reciben seguro de salud (sin limites), seguro contra accidentes, seguro de vida, vacaciones y jubilación, el trabajador del primer mundo también recibe todo tipo de capacitación y créditos fáciles para ayudarlo a progresar. Repito, el Estado ayuda a que los trabajadores publico o privados progresen, caso deseen. Nada es gratis, todo el trabajo del Estado es sostenido por el pago de los impuestos.

Las personas que comúnmente llamamos de vagas, las que no quieren trabajar, gozan también de muchos derechos, entre ellos la vivienda digna. Ya el trabajador, tiene derecho a la vivienda digna, pero con más confort, mas numero de cuartos y etc. Para despedir a un trabajador se debe probar y comprobar fallas horrendas.
Los sindicatos son libres y poderosísimos

En la mayoría de los países llamados del tercer, el trabajador no tiene derechos, solo obligaciones, trabajan mucho pero ofrecen pésimo servicio ya que no fueron capacitados, no están educados y su alimentación es deficiente. No se respeta ni un techo como salario mínimo, vacaciones las obtiene después de tres años de servicios consecutivos. Solamente quince días. Y en el fin del año el escuálido aguinaldo (13º salario) le es pagado con odio y desprecio. El trabajador puede ser despedido por cualquier motivo inclusive solo porque el patrón amaneció de mal humor.

Un accidente de trabajo puede paralizar al trabajador por el resto de su vida, llevándolo a la miseria extrema.

La educación y capacitación que el Estado da al trabajador del primer mundo lo hace digno.

La falta de esa misma educación y capacitación agravada por la deficiente alimentación, y sin Leyes, trasforma al trabajador en reptil, adulón, asustado y mentiroso. Los sindicalistas cuando no son falsos, por su ignorancia y resentimiento social acaban siendo contra producentes.

Cuando el trabajador no es respetado no hay posibilidad de democracia.