Nacionalización Bancaria

Por Manuel Martínez

Independientemente de que se trate de otra cortinita de humo, sería bueno que el Gobierno en vez de amenazarlos con una nacionalización de mendaz factura, emplace a la banca privada para que haga considerables rebajas en sus precios por los servicios bancarios prestados a la abultada burocracia nacional, a la que le cobran hasta por el aire respirado de pie en sus atrasadas y anquilosadas oficinas, muchas de las cuales sitas a la intemperie y sin protección policial alguna. Hasta se ubican en edificios con empinadas escalinatas a la entrada con lo que las personas de la tercera edad se las ven negras para subirlas o bajarlas.

Para nadie es un secreto que el manejo de las nóminas oficiales, ministeriales, estadales y municipales es el gran filón del que los banqueros de este país derivan sus principal fuente de ganancias . Antes, estos ingresos gananciosos dependían de la gerencia usuraria en función de los créditos concedidos por concepto de tasas activas , en lugar de tarifas que es lo que más aplican en estos tiempos.

Ahora, cuando el gobierno paga a sus empleados mediante depósitos en esos bancos privados, debería restringir al mínimo el cobro de tarifas o comisiones ad hoc.

La idea es presionar a la banca para que busque otras fuentes convencionales y tradicionales de ingresos, y no se limite, como hasta ahora, a servir de receptor y pagador de las nóminas oficiales, recepción de impuestos al Seniat, como en los mejores tiempos de los banqueros alemanes (Welzares) que tanto desfalcaron la mediocre e incapaz Corona de otrora .