Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

domingo, octubre 07, 2007

Nuestras aguas tienen amos

Por Manuel C. Martínez M
04-03-KK3 - 07/10/2007

Las sociedades humanas del mundo siempre se han desenvuelto con sujeción a uno que otro amo de turno ora real, ora virtual, directo o indirecto, per se o por mediación de terceras personas. Por ejemplo, los antiquísimos egipcios tuvieron como *dueño* de sus vidas al río Nilo, y durante muchos siglos de sociedad feudalizada tuvo a los señores hacendados, quienes si bien eran dueños de sus siervos, eran al mismo tiempo una pertenencia no inventariada de condes, y la de estos, de marqueses, y la de estos, de los duques, quienes pertenecían a los reyes de marras, sujetos a la propiedad eventual de uno que otro conquistador y avasallador de turno.

En las sociedades modernas todo tiene propietario real y jurídicamente establecido: El aire que respiramos lo pagamos al precio de los tributos municipales por derechos de frente y afines; las calles y carreteras, el espacio aéreo; la comida, el calzado, la bebida, medicinas, transportes, y hasta las aguas de <> montañas vertidas en lagos, ríos y venas acuíferas del subsuelo tienen hoy propietarios privados, en contravención flagrante con las disposiciones legales ad hoc.

Concretamente, se trata de los industriales de la cerveza y de las demás bebidas gaseosas. Esta gente, opta por dotarse de sus propias reservas industriales, ante la sempiterna incapacidad de los institutos públicos ad hoc para garantizarle a nadie un suministro mínimo diario y sostenido, para lo cual se impondría una burocracia más técnica y menos dependiente de esos servilismos politiqueros y sindicales que han divorciado el aspecto tecnocientífico del político.

Como prueba: en un programa de la TV oficialista, el conocido periodista José Vicente Rangel permitió que su entrevistado del domingo 07-10-2007, Ing. Fruto Vivas, dejara colar la existencia del monopolio acuífero que disfruta la Cervecera Polar, de los industriales Mendoza, favoritos beneficiarios de la actual Política Económica del Chavismo gobernante (no de su oposición).

Digamos que Venezuela está virtualmente impedida para abastecer al pueblo de agua oportuna, y tampoco a la pequeña, mediana y gran industria, pero estas, ni cortas de dinero ni perezosas, tienen colocado, como inversiones de capital fijo infraestructural, gigantescos depósitos de metros cúbicos, con equipos de bombeo capaces de abastecer plenamente hasta las más apartadas taguaras dedicadas a la venta de aguardientes y demás aguas edulcoradas y mineralizadas , conocidos como refrescos gaseosos, a fin de que en ningún momento del día ni lugar, digamos, Ud. pida una <>y lleguen a decirle que no la tienen, como ese: <> que tanto oímos en los organismos públicos, en centros comerciales varios, en hospitales, cuerpos de bomberos, los cuales deben adquirir esas aguas artificialmente suministradas por los modernos amos de nuestras aguas: los acaparadores transnacionales quienes para proteger sus inversiones y ganancias no se detienen en almacenar las aguas del resto de la población, misma que impotente e ignorante se limita a responsabilizar al Diablo o a la naturaleza de sequías y demás tipos de escasez de H2O.

Las confesiones de José Vicente Rangel, de hoy, son irrefutables. Ocurre que las Empresas Polar disponen a su arbitrio de 100% de uno de los tres afluentes (quebradas) que bajan del Ávila y pasan por debajo de La Carlota , una agua pulquérrima, limpísima y de disponibilidad gratuita y exclusiva de estos industriales. Por eso este Ingeniero ha sido invitado a que reformule su proyecto de reubicación de La Carlota porque por su subsuelo discurren tres afluentes o corrientes acuíferas, uno de ellos adueñado por dicha industria Polar, y como quiera que con los movimientos de tierra de ese proyecto urbanístico posiblemente sus aguas se vean contaminadas o mermadas, los industriales Mendoza , en su condición de amos del agua venezolana, ordenaron al Ejecutivo, vale decir a su Presidente Chávez, para que busque otro sitio y respete la propiedad privada.