Propietarios Privados o Acaparadores
¿Propietarios Privados, o Acaparadores?
Manuel C. Martínez M.
31 may. 09
Es un hecho ahistórico que desde el momento mismo cuando el hombre tomó para sí del exterior el primer elemento alimentario o vestuario se hizo, por así decirlo, propietario privado.
Todos los frutos de su recolecta, de su caza, de su pesca y modernamente todos los bienes satisfactorios de necesidades básicas y suntuarias que puede adquirir un asalariado convierten a sus tenedores y compradores en propietarios privados.
Y eso no requiere mayores análisis ni disquisiciones ni muchísimo menos largos y tediosos razonamientos logicofilosóficos de ninguna ideología idealista ni materialista. Es la propiedad privada simple, natural e incuestionablemente merecedora del más absoluto respeto por parte de los demás y de todo tipo de gobierno. Es la propiedad privada del trabajador en funciones y/o del comparador con capacidad solvente.
No obstante, históricamente se habla de propiedad privada esclavista, p.p. feudal, p.p. comunal, capitalista, socialista y hasta de la hipotética y anteproyectada propiedad comunista. Con estas denominaciones se alude exclusivamente a la propiedad de los llamados Medios de Producción, como bienes intermedios elaborados por el hombre, y a la tierra, minas y demás recursos naturales prefabricados por la Naturaleza.
Esa distinción entre bienes de consumo y bienes de producción es técnica, en principio, pero se convierte en una discriminación social cuando sean unos cuantos hombres quienes constituidos en clase social (burgocapitalista) ejerzan la propiedad privada de ambos tipos de bienes, los de consumo y producción, al punto de convertir esa Propiedad Privada en fuente de lucro para así evadir el trabajo, y dejar este por cuenta de la otra clase social (proletariado) o asalariados, quienes en condiciones burguesas no tiene propiedad privada alguna sino del salario que canjearán por los bienes de consumo que les permitan subsistir para seguir produciendo con sus manos y cerebros las mercancías sobre las que no tiene propiedad alguna debido a que sencillamente no tiene propiedad privada sobre las meterías primas ni sobre las afines intervinientes en su elaboración ni en el resto de los medios de trabajo y producción.
Y hasta allí es tejida todo ese paquete legislativo que rige desde hace cientos de años sobre la cacareada Propiedad Privada. Es que la PP es una de las banderas políticas más esgrimidas cuando políticamente los asalariados y sus representante asoman cualquier posibilidad de regulación, supresión parcial o total de este mecanismo económico mediante el cual unos parásitos humanos de cada país, de cada región, de cada rincón de la tierra habitada, viven a todo dar, mandan al resto del mundo, disponen de las fuentes de trabajo, de las vidas de las demás personas, de su estancamiento o prosperidad, abren o cierran empresas, estimulan o colapsan la Economía local regional y mundial, ponen y quitan gobiernos, arman y desarman ejércitos, modelan la ideología y el pensamiento de de todos los pueblos, pero fundamentalmente se trata de una clase social que sobre la base de la PP se convierten en ACAPARADORES de todo tipo de mercancías, de los asalariados de su empresa mediante contratos por tiempo determinado o ilimitado bajo el chantaje de las fulanas prestaciones sociales. Acaparan las maquinarias y demás medios de trabajo, acaparan los derechos de invención mediante patentes de uso exclusivo, acaparan mercancías al detalle, al mayoreo, terminadas, semiterminadas, de consumo y producción.
Acaparan el dinero, devalúan o revalúan monedas y divisas, fijan las tasas de interés mediante un hipotético y mendaz juego de ofertademanda de dinero. Provocan pánico, guerras y terminan sacándole ganancias a las armas, a los medicamentos, a la crianza de bebés, al vestido de los trabajadores, a su comida, sus viviendas, sus bebidas y hasta a su manera de pensar, respirar y guardar respeto absoluto a una PP desconocida e impracticada por el trabajador , ya que este jamás la ha tenido ni siquiera sobre su propia vida.
Por tales razones deberíamos ir repensando, revisando y empezar a distinguir entre la Propiedad Privada de uso común para trabajadores y empresarios, y la propiedad trastrocada en ACAPARAMIENTO practicado por la clase empresarial, por la burguesía, por las escasas familias que mediante la figura del la PP han terminado ejerciendo ilimitada e intransferible Propiedad Privada sobre todo la tierra y modernamente hasta sobre buena parte de mercantilizada y satelizada atmósfera terrestre.
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