Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

miércoles, diciembre 09, 2009

Los Costes de Producción (Arbitrarios, erráticos y aproximados)

Por Manuel C. Martínez M.
09 dic. 09


El sistema capitalista de producción sigue descansando sobre una gran mentira cuando se afirma que el trabajador recibe salarios justos pero se oculta que estos son calculados en la puja de la oferta-demanda de una mano de obra ávida de trabajo, insegura y sin sustento propio.
Un salario justo no resuelve el problema de la explotación. Por elevada que sea la paga salarial siempre quedará un margen de valor creado gratuitamente a favor del patrono, de lo contrario no habría contrata alguna.
La contabilidad burguesa es aparentemente exhaustiva, va al detalle con el uso de la llamada "Contabilidad de Costo". Esta es una matemática profesional que se reserva para el control de inventarios capitales, de entradas y salidas al proceso técnico de producción, y es tan minuciosa consus "costes directos e indirectos" que pareciera que sirven para algo, más allá de saber al final a cuánto asciende la ganancia final.
A la farsa del salario justo se suma la farsa de la contabilidad exhaustiva. Ocurre que normalmente los productores adquieren sólo lo necesario, viven al día con ligeras reservas de materia primas, y lo que sí se garantizan hasta por 100 años es la explotación de sus trabajadores, las firmas comerciales,y hasta la exclusividad de sus mercados, cosas así.
Entonces, llevan unas cuentas al día que arrojan unos supuestos costes de producción de las mercancías que finalmente lanzan al mercado, pero este es el que finalmente les aplica el rasero de la competencia. Como siempre habrá ganancias para productores y comerciantes, no viene al caso la fidelidad ni la precisión que se les exige los contadores de costo.
La Contabilidad de Costes es una parafernalia financiera tendente a demostrar que los patronos saben de antemano a cómo venden, saben cuánto invierten en las mercancías terminadas, semiterminadas y en materias primas sobrantes, y que saben cuándo deben, pero se trata de verdades a medias que sólo sirve para llenar libros y más libros de contabilidad.
Esos libros de c, son presentados como Informes o estados financieros. Se trata de unos 5 o más juegos de balances varios. Un primer juego es para presentárselos a los cobradores de impuestos, un segundo estado es para controles internos sobre una realidad técnica administrativa. Un tercerestado va a los accionistas menores, un cuarto estado va a los accionistas con mayor participación de capital, y un último estado que sólo conocen los administradores.
Farsa sobre farsa, como hemos asomado en oportunidades anteriores, estos administradores usan para fines personales todo el capital que les fue puesto en sus manos. Estos administradores, por ejemplo, declaran y asientan 10 toneladas de insumos en los otros estados financieros cuando en verdad procesan 20 toneladas en su estado financiero personal. Es obvio que las ganancias de las 10 toneladas no declaradas representan la poción de capital crecentado que por causa de un reciclaje bien montado le permite operar y lucrarse con capital ajeno, el de sus patronos. Estos patronos lo saben, pero su interés en la buena parte de las ganancias que les toca les impide tomar medidas correctivas, so pena de quedarse sin administradores de mayor y mejor confianza.
Como vemos, tampoco ningún Producto Interno Bruto recoge los costes reales, ya que ninguno de los llamados costes medios revela la verdad, habida cuenta que originalmente no responden a costes verdaderos. Un coste real recogería la plusvalía; como no lo hace estamos en presencia de simples estimados, errática y arbitrariamente calculados según normas contables convencionales con rango de seriedad profesional y académica.