Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

viernes, marzo 10, 2006

EFECTO DOMINO AL REVES

Por Marzha Navarro

Para levantar la última piedra del efecto dominó, se necesita un esfuerzo inhumano, pero en nuestro caso es la única y real salida para vivir mejor.

La Ley de adecuación fiscal representaría el primer esfuerzo, sería muy pesado, especialmente porque requiere disciplina y nosotros no estamos acostumbrados a vivir con ese tipo de organización, tal como registrar todos los ingresos, los egresos y restar lucros para luego calcular. Para algunos resulta asombroso pensar en dicha Ley, muchos piensan que cambiar de gobierno o salir del país seria menos complicado que una simple adaptación de si mismo en el proceso.

La segunda piedra del efecto dominó al revés, seria que nosotros controlemos, pero en alerta total, que no se robe lo recaudado; luego de pagar nuestros impuestos, debemos ser mas exigentes, y salir a las calles a protestar con vehemencia en caso que veamos todavía niños pobres y necesitados esparcidos por el país, por ejemplo. Es totalmente inadmisible, cuando se paga los impuestos. No se debe abonar nada cuando se matriculan niños y jóvenes en escuelas y colegios y todos deben tener derechos tales como alimentos, útiles, vacunas, orientación vocacional, capacitación profesional y todo lo que se pueda hacer con el pago de impuestos.

La rutas deben estar bien cuidadas, asfaltos y señalizaciones, las empresas estatales deben hacer sus inversiones debidas y normales para su modernización y perfecto funcionamiento por el bien de todos nosotros, sus dueños.

Todo trabajador, pagando sus impuestos, principalmente el IVA que es generalizado, debe tener derecho a una jubilación digna luego de 30 años de servicio, o en caso de enfermedad, o de accidentes.

La tercera piedra pesada de nuestro dominó imaginario, sería valorar al máximo nuestro voto. No jugar mas con él, estar consciente de su importancia, de su consecuencia, que puede durar 5 años de severo castigo y mucho sufrimiento, si nos equivocamos por una levedad momentánea nuestra.

Cumpliendo nuestras obligaciones y luego exigiendo, a como de lugar, nuestros derechos, en poco tiempo desaparecerá el efecto dominó en que vivimos ahora mismo; será muy lindo para todos nosotros cuando los Paraguayos residentes en Argentina, Estados Unidos o España empiecen a regresar, a invertir y a enseñar con un inmenso amor y patriotismo todo lo que aprendieron afuera donde la institucionalidad funciona porque ya levantaron hace mucho, todas sus piedras derribadas.