Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

lunes, diciembre 17, 2007

LA FARSA QUE CONCLUYÓ Y LA QUE NOS VIENE

Por Insugentes

Una nueva farsa electoral se ha consumado en el país. El único y gran ganador ha sido el sistema capitalista y su orden “democrático”, que ha recibido un nuevo barniz rejuvenecedor. El Presidente Chávez aparece como el gran demócrata que reconoce la derrota. El CNE queda limpio de culpa como un sistema “altamente” confiable, y sobre todo transparente para gobierno y oposición. Se ha cumplido una vez más el viejo truco del juego democrático, la oposición puede vencer al gobierno y así podemos “cambiarlo todo para que todo siga igual”.
¿Quién es el real ganador en esta farsa?
La alternativa planteada entre el SI y el NO a la Reforma constitucional propuesta por el Presidente Chávez, era una rifa donde el capital internacional, el que impulsa a nivel de América Latina, las empresas mixtas entre el Estado y el sector privado; los planes militares, los Tratados de Libre Comercio (TLC), la militarización de la sociedad bajo la estrategia de la Democracia Blindada, los tratados antiterroristas y la flexibilización total de la mano de obra, tenia en su poder todos los números de la rifa electoral.

Si ganaba el SI, a nombre del “socialismo” se legalizaba de derecho lo que ya existe de hecho, entre otras cosas; las empresas mixtas, dándole rango constitucional a la propiedad- empresas mixtas (Estado – capital privado- gobiernos extranjeros). De esta manera a través de los artículos 112, 113, 115, 301 y 302 de la Reforma, la alianza entre el capital privado internacional con el Estado, quedaba legalizada como la unidad económica fundamental dentro de la economía del país. Esta alianza existe hoy no sólo en el petróleo y petroquímica, sino que se extiende a la minería, agricultura, servicios, etc.
La Reforma a través del SI, legalizaba de hecho la concentración de poder político, que el capital internacional, ha ido depositando en el Presidente Chávez como expresión concreta de la concentración y centralización de capitales (privatización de hecho), el aumento de la dependencia del exterior, incremento de la deuda, etc., que viene ocurriendo en el país y en América Latina.

Al triunfar el NO, sigue vigente la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), de 1999, que consagra a través de los artículos 115, 299, 301 y 303 el reino de la propiedad privada, incluyendo las empresas mixtas, aunque no se nombran específicamente, además que con ella se ha permitido y legalizado todas las facultades que se ha reservado el ejecutivo nacional en los últimos años vía leyes habilitantes.

Lo más grotesco y cínico, de esta farsa es que la oposición “oficial” y colaboracionista que asumió la defensa de esta Constitución de 1999, hoy a nombre de una supuesta defensa de la “libertad y la democracia” son los mismos que la adversaron en el referendo constitucional de 1999, y que en abril del 2002 de un zarpazo la derogó y lanzó al cesto de la basura.
Como vemos la propiedad privada, y en especial el capital internacional tenía todos los números de la rifa electoral.
En Venezuela el pueblo ha votado desde la aparición del petróleo, sobre la forma de cómo y quiénes van a repartir la renta petrolera; si en una forma “democrática”, vía partidos políticos, parlamento y presupuesto, o si se hace a través de la forma dictatorial vía Juan Vicente Gómez, Marcos Pérez Jiménez o unipersonal como es el caso del Presidente Hugo Chávez. Sencillamente todo el poder y soberanía del pueblo, se reduce al mísero acto de elegir al verdugo o los delincuentes que repartirán la renta petrolera en beneficio de los sectores dominantes; y claro está todo esto a nombre del pueblo y su soberanía.

En esta farsa electoral montada por la burguesía, la izquierda oficialista y gobiernera fue su más eficiente aliado. Hoy esta izquierda oficial se reúne apresuradamente para “reflexionar sobre la derrota”, cuando ellos ayudaron a vender a la población esta estafa electoral entre dos constituciones ampliamente neoliberales, como una supuesta lucha entre capitalismo y socialismo. Este inmenso engaño fue avalado, apoyado y promovido por toda esa “izquierda”, en especial los “intelectuales” que en el celebre remitido de Ultimas Noticias en apoyo el SI, avalaban esta nueva estafa y le ratificaban su apoyo incondicional a su “comandante en jefe”.

Una izquierda pequeño burguesa, que como toda clase media es la expresión de las contradicciones del sistema, una buena parte de ella luchadora contra el Estado burgués al lado de los explotados en la IV República, el Gobierno del Presidente Chávez los convirtió en funcionarios defensores de ese mismo Estado. Y no se puede entender nada, ni oponerse al gran timonel, si el cargo, el sueldo, la beca o el contrato que se recibe, depende de quien asigna el cargo, entregan el contrato o paga el sueldo que se devenga. En estos casos no hay nada de principios o posiciones ideológicas; todo se resume en el más vil de los pragmatismos y oportunismo conocido: el mercantilismo más vulgar, sencillamente se actúa como un mercenario de la política.

La aparente crisis de gobernabilidad que se ha creado al sistema dominante, con este “triunfo de la oposición”, el surgimiento de Baduel como garante de la paz y el orden constituido y la estrepitosa derrota del Presidente Chávez, no debe llevarnos al engaño de que éste está caído y que hace falta una “empujoncito cívico militar”, para que caiga, como se oye entre los fanáticos de izquierda y de derecha, que pretenden asignarle, a un número determinado de votos, una fuerza que no pasa de allí: un acto simbólico.

El Presidente Chávez aún con la derrota, sigue siendo el hombre que le garantiza al capital y a la burguesía la desmovilización de un importante sector de la población, sobre todo del único sector que puede poner en peligro con una insurrección popular, la estabilidad del sistema: la población de los barrios. El adocenado movimiento estudiantil que los medios de comunicación nos quieren vender como la “nueva vanguardia histórica", no pasan de ser unos tontos útiles del capital , que al estar bajo el control y dominio de los señores Borges y Rosales, nos dicen con claridad cual es la realidad no sólo de su fuerza, sino de su “profundidad” ideológica y política. Repetir y gritar palabras y frases en abstracto sobre la libertad y la democracia - como lo hacen estos dirigentes estudiantiles-, sin fijar posición, ni definirse, ante los graves problemas del país que afectan a las grandes mayorías, nos indica al servicio de quien está, este nuevo movimiento estudiantil, independientemente de su coraje, ingenuidad o disposición de manifestar.
La nueva farsa que se avecina
Los operadores políticos en defensa del orden democrático, ante la crisis de gobernabilidad creada con la derrota del Presidente Chávez y la necesidad de impulsar la Reforma, han empezado de inmediato un nuevo engaño: La convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
El Presidente Chávez tan pronto reconoció su derrota, lo primero que recalcó fue que iba a insistir en imponer la Reforma, incluso por vías alternas como las leyes habilitantes. A este planteamiento del Presidente Chávez, el Gral. Baduel, le tiende de inmediato un puente y propone una ANC, que cuenta con respaldo de la oposición. No olvidemos, que la oposición no se oponía a la esencia de la Reforma (las empresas mixtas, militarización, etc.) y sólo pedían más tiempo para su discusión.

Por qué una vez derrotada la Reforma, se propone una ANC “que produzca una Constitución que sea un verdadero pacto social de máximo consenso y en la cual nos veamos representados todos, todos, todos los venezolanos” (R.I.Baduel, La Razón, Nº 674, Pág. 8).

La derrota del Presidente Chávez y sus posteriores actuaciones han abierto una crisis de gobernabilidad, para el capital. El gran timonel, que desmoviliza a una buena parte de la población, ha perdido credibilidad, sobre todo en los barrios donde quiérase o no está la fuerza social que puede derrocar el sistema y orden existente. En estas condiciones, la burguesía con su vasta experiencia en estas situaciones, donde “una chispa puede incendiar la pradera” , hace uso una vez mas de su mejor mecanismo de adormecimiento: Convocar de nuevo a elecciones y canalizar hacia el juego electoral los conflictos sociales que inevitablemente estallaran en el próximo año cuando a los viejos problemas no resueltos para el pueblo, como la inseguridad, vivienda, desempleo, desabastecimiento, servicios, etc., se le una el “Bolívar Fuerte” y su consecuente inflación. El pueblo y trabajadores despertarán del sueño de la navidad y los aguinaldos encontrándose con la pesadilla de la inflación más alta de América y tal vez del mundo.

Se avecina una nueva repetición del Pacto de Coche de 1863, el Pacto de Punto Fijo, el Pacto AD-COPEY para colocar a R.J. Velásquez como presidente, del Pacto Miquilena-Chávez-Burguesía para la ANC de 1999 y por último el Pacto Chávez-Carter-Cisneros.
¿Qué busca la burguesía a través de las declaraciones y propuestas de sus operadores políticos Chávez, Baduel, Rosales, José Vicente Rangel, Teodoro Petkof en torno a la ANC, acuerdos democráticos y nuevos pactos sociales?
El objetivo supremo de toda burguesía es preservar la paz y seguridad del orden establecido, que le garantice la continuidad de sus negocios y ganancias. Y para ello antes de usar la fuerza y la represión, no hay mejor mecanismo que la trampa electoral y el pacto social. En ese sentido a partir de este momento, todo el esfuerzo de los actores políticos de la burguesía, desde el gobierno hasta la oposición pasando por Baduel, se concentrarán en las elecciones de gobernadores, alcaldes y asambleas regionales y en la convocatoria de una nueva Constitución a través de una ANC que imponga la esencia de la reforma donde coinciden gobierno y oposición en representación del capital.

¿Discutirá la ANC los problemas del pueblo?, En absoluto. ¿La elección de nuevos gobernadores, alcaldes o legisladores regionales significan una mejoría en la situación de los trabajadores? Claro que no; todo esta farsa no es mas que un nuevo reacomodo político del sistema capitalista en el país sobre la base de las empresas mixtas, la militarización del país, la flexibilización de la mano de obra y la privatización de toda la economía del país incluyendo servicios y seguridad social, vía empresas y propiedad mixta.

Ante este nuevo engaño y estafa que preparan los operadores políticos del capital, se impone a todos los asalariados, explotados y excluidos por el capital, la recuperación de la autonomía política, ideológica y organizativa de las luchas de los obreros, campesinos, estudiantes, explotados contra el capital y su Estado. Hay que forjar un verdadero movimiento de clase contrapuesto al capital, sus aliados y su Estado, de lo contrario todo el movimiento de los trabajadores y explotados por el capital seguirá a la cola de la burguesía, sus partidos, mesías y operadores políticos de viejo y nuevo cuño.

En ese sentido, llamamos a los asalariados, explotados y excluidos por el capital, a quienes aún mantienen el socialismo de clase, como solución a los problemas creados por el capitalismo a construir un movimiento organizado, clasista, autónomo y con un claro programa que nos trace un verdadero rumbo a seguir. Sólo el pueblo salva al pueblo. La liberación de los oprimidos y excluidos por el capital y su Estado, solo puede ser obra de los mismos oprimidos y excluidos. Ningún Mesías, vanguardia esclarecida o héroe individual podrá establecer una nueva sociedad si esta no nace de la lucha, acciones, trabajo y esfuerzo de los mismos explotados.