Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

martes, junio 24, 2008

La escalada devaluacionista, más entreguista que socialista

Por Manuel C. Martínez M.
24 jun. 08

Si partimos de que económicamente somos unas buenas colonias burguesas, las devaluaciones monetarias modernas se pueden aplicar de varias formas, unas directas y otras indirectas, pero todas y siempre sujetas al patrón dólar y otras monedas de los países colonocapitalistas.
Por ejemplo, Cadivi (Comisión para la Administración de divisas, Venezuela), como ayer Recadi, ha colaborado numérica y muy pesadamente con la revalorización del dólar en Venezuela. La excusa de las evasión de las “hiperdevaluaciones” súbitas y extemporáneas resulta ya intolerable en una sociedad que luego de 10 años de mando militar amenaza con retomar viejos rumbos políticos ante el flagelo inflacionario sostenido e ingobernable y creciente, ante una hambre cuyo promedio ha subido y es causado por la política económica de la Administración pública de la presente década., y consistente en quitar a unos trabajadores para regalarles a algunos desempleados, mendigos, minusválidos, ancianos y otros tantos y numerosos “marginados” de los gobiernos anteriores. Estos, aunque bien merecidamente, empezaron comer y a cubrir otras necesidades básicas, lo han venido haciendo con cargo al notorio e inocultable deterioro económico de la llamada “clase media”, como si esta fuera la culpable de nuestros males sociales.
Recordemos que la escalada devaluacionista venezolana arrancó timoratamente en 1965 cuando comenzó la llamada “reunificación cambiaria” tendente a reducir la paridad múltiple de marras: dólar petrolero, d. minero, d. agropecuario, d. bancario, dólar usuario, etc.
Esa reunificación desembocó en dólares revaluados cada vez más, y toda esa escalada devalaucionista en principio y por principio buscó y logró mejores ganancias para las compañías petroleras. Primeramente culminó con la rimbombante Nacionalización del petróleo, a raíz de la cual Carlos Andrés Pérez y demás agentes capitalistas estatales fijaron en Bs. 4,30 el revaluado precio del dólar. Esto significó para las petroleras un sobreingreso en bolívares de Bs., 0,51 por cada dólar vendido al Estado, tan sumiso y generoso como sigue siéndolo con esos “inversionistas”.
Con esa revalorización del dólar, o con esa devaluación del bolívar, las petroleras dejaron de enterar al Fisco Nacional 17% (diecisiete por cada 100), aprox., de los dólares que enteraban con la saliente paridad de Bs.3,09/1.$
Es un hecho que la monodependencia económica del petróleo les ha otorgado a los inversores petroleros un inocultable e ineluctable poder decisorio sobre la república, sobre sus Poderes constitucionales y sobre sus Presidentes, civiles y castrenses, por lo que estos sólo han servido para cumplir tales decisiones.
La paridad devaluacionista, que desde el año 1976 fue impuesta en segundo grado por el gobierno nacional, resultó “razonablemente” inadecuada a raíz de la eliminación del patrón bimetálico que no resistió ni siquiera el Níquel, y se dispara con el “Viernes Verdi-Negro”. Hasta ahora esa carrera complacientemente davaluacionista ha seguido su curso. Primero con devaluaciones expresamente aprobadas hasta la fijación de la paridad oficial regulada por Cadivi, (Bs. 2.150/1$), y en paralelo con la inevitable permisividad de un dólar paralelo y creciente, aunado a las generosas e irrentables colocaciones “patria afuera” que el gobierno nacional, al lado de Cadivi, viene practicando con miras a congelar e impedir la sobreoferta de dólares. Esta sobreoferta daría al traste con las revalorizaciones del dólar, con lo cual sobrevendría la esperada revalorización del bolívar tan temida y frenada por el capitalismo petrolero y extrapetrolero, local e internacional.

Cabe acotar que tan fiduciaria es nuestra moneda como lo es el dólar, por lo que tales devaluaciones siguen siendo cuestionables. Por todo eso inferimos que en Venezuela la escalada devaluacionista es más entreguista que socialista.