Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

jueves, octubre 23, 2008

Señor Presidente, Por favor use su Atribución 19 Art. 236 CRBV

Por Manuel C. Martínez M.
23 oct. 08

A pesar de tantas burlas a las leyes nacionales, sus sugerencias sociales, su prolífera y acertada pedagogía hacia las masas más humildes se verían reforzadas si hace un uso más a menudo y extenso de su atribución 19, Art. 236 de la Constitución vigente.

Estamos hablando de que de la misma manera que usted está facultado con máximo nivel jurídico y sin casación alguna para conceder indultos a sentenciados firmemente condenados por los Tribunales correspondientes, y hasta para amnistiar criminales y malos ciudadanos, como fueron muchos de los saboteadores petroleros que toda Venezuela conoce, asimismo usted está implícitamente facultado para acciones de menor jurisdicción administrativa.

El caso es que en Venezuela existe un Fondo de Jubilaciones. Este organismo ha incurrido impune y sostenidamente en hechos ilícitos contra los afiliados de las Universidades Públicas.

Efectivamente, al personal jubilado de esas casas de estudio se le ha venido reteniendo forzosamente la misma cuota dineraria de jubilación que religiosamente le descontaron de su sueldo durante sus años como funcionario activo.

Como si ya las retenciones de sus prestaciones y fideicomisos por parte de las autoridades universitarias, según versión del Ministro Acuña (Programa “Despertó Venezuela, días pasados recientes) no fueran de peso suficiente para apersonarnos de dicho personal, no conformes con esa mala praxis académica las pensiones de jubilación se vienen amputando cada quincena sin que haya instancia jurídica alguna a quien acudir en una sociedad salvajemente capitalizada y aburguesada.

Acudimos a usted para que de alguna manera haga valer sus facultades constitucionales y termine la labor que dejó inconclusa el ex Ministro Samuel Moncada cuando destapó la pestífera olla de unas autoridades académicas que han saqueado al Fisco nacional durante más de 40 años y lo siguen haciendo bajo la férula de una supuesta Autonomía Universitaria buena para todo menos para enriquecer endógenamente el acervo tecnocientífico ni la moral de nuestros ciudadanos. Sin más, por ahora, reciba usted un cordial saludo de quien ha sabido compartir sus aciertos y explicar sus yerros.