S A L A R I O S y C O N S U M O S quincenales

Por Manuel C. Martínez M.
10 dic. 08

Demos una correspondencia biunívoca a las letras de SALARIOS , de la variable X, con las de CONSUMOS, de la v. Y (sólo coinciden numéricamente por conveniencia pedagógica). Así:

Para el salario S tendremos el consumo C; para el salario A, el consumo O; para el salario L, el Consumo N, etc., etc.

Los valores: S, A, L, A, R, I, O y S representan las ordenadas de ingresos en una gráfica cartesiana. Estos salarios se mantiene constantes durante, digamos, varias quincenas.

Y los valores: C, O, N, S, U, M, O y S también son ordenadas que representan la conversión de aquellos salarios en mercancías varias. Son también y correspondientemente una constante para el mismo período en juego.

De manera que: Y = ¡uuuuuu! Viene siendo el desenvolvimiento gráfico de la zigzagueante curva en forma de “U”, y generada por el vaivén de ingresos y gastos de un asalariado cualquiera, según detalle recogido en el texto siguiente:

Así, al término de la primera quincena (un valor temporal para las abscisas), el asalariado recibe su paga correspondiente e igual a un valor para las “ordenadas”; pero, es el caso que, tan pronto el aslariado recibe el salario, este se le esfuma en virtud de los gastos de consumo que va realizando a lo largo de cada quincena vencida.

Y la reacción de las ordenadas no se hace esperar: la curva se precipita súbitamente al eje de las “abscisas” donde se entretiene revolcadamente hasta el vencimiento de la nueva quincena. Este ciclo, así descrito, se repetirá con todo el respeto de sus particularidades, abstracción hecha de las variaciones salariales en el tiempo, habida cuenta que también el balance, INGRESOS-CONSUMOS, de todo asalariado siempre da cero, por dilatada que sea La ANCHA BANDA de la POBREZA.

Bien, la curva en cuestión adopta la forma de úes (UUUUU) yuxtapuestas horizontalmente por lo que considero que puede ser leída con atención a tales y únicas vocales. Tal es la GRÁFICA PARLANCHINA o gráfica del asalariado que vive “ladrando”.

Tomado de Sadelas: 33_17_10_2002