Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

miércoles, diciembre 16, 2009

En Copenhague se pide Peras al Olmo

En Copenhague se pide Peras al Olmo

Manuel C. Martínez M.

17 dic. 09

Así como en la ONU una mayoría de países con las economías peor dotados se sientan desvergonzada y petulantemente al lado de las pocas potencias que allí controlan al mundo, asimismo vemos cómo en Dinamarca muchos países como Venezuela y otros más pobres que ella actualmente se sientan a sugerir o a disertar y disentir  sobre el curso climático mundial.

Se trata de un enorme despilfarro diplomático de recursos presupuestarios donde los resultados jamás se podrán  avenir a los intereses de los países dominados por el látigo capitalista.

Como ya debería saberse, mal  puede pedírsele a un niño que no consuma dulces, y así mal puede pedírsele a los industriales del mundo que dejen de seguir obteniendo jugosas ganancias. Semejante solicitud verbal es definitivamente la forma más  clara de reconocer que el mundo en general desconoce aún que las relaciones capitalistas no son arbitrarias, que no se trata de industriales malos ni de gobernantes ajenos al problema climático.
Los instrumentos y la tecnología empleados en la medición del deterioro ambiental son producidos y pertenecen a esos mismos países altamente generadores de males ambientales, y consecuentemente las RR burguesas no se pueden detener sino en aquellas funciones donde sus ganancias se vengan a pique.

Por ejemplo, en una  Cumbre ad hoc paralela podría plantearse  un ayuno sostenido contra la producción de bienes en cuya elaboración se determine que se contribuye al deterioro climático. Una medida como esta sí afectaría los intereses económicos de los países con mayor incidencia en el deterioro ambiental, y es una de las pocas formas de obligarlos a reconfigurar y readaptar sus métodos de producción o a variar sus líneas mercantiles. 

Curiosamente, el Presidente Chávez acaba de recoger una consigna popular que se exhibe actualmente a las puertas de la sede donde se celebra una de las improductivas  Cumbres Climáticas. Esa consigna es más clara y dice más que todas las pueriles intervenciones hechas por  los países débiles que se sienten afectados por el deterioro ambiental.

Sin embargo, semejante  consigna de "cambiar el sistema para que con este cambio así lo haga el clima" parece no entenderse bien. Los protagonistas de esta alharaca insisten en solicitarles a los gobiernos de los países imperialistas  que regulen su producción, su economía, y esto  es algo como
"pedirles peras al olmo".