Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

martes, julio 07, 2009

Las Ganancias son Insoportables

Manuel C. Martínez M.

04 jul. 09

A los asalariados, su salario; al Estado, sus impuestos; al terrateniente su renta, y a los empresarios, su ganancia como  fabricante, como  comerciante o como  prestamista. Tal es el esquema distributivo de la Renta Nacional en las economías capitalistas.

Vamos al detalle: Los salarios es la paga que reciben los trabajadores por su trabajo en los centros fabriles y mercantiles, comercio  y banca. Los impuestos son cargados al pueblo por concepto de Servicios públicos recibidos y por recibir. Los alquileres del casero responderían al uso de inmuebles que no son propiedad de su ocupante o usuario.

En cambio la ganancia recibida por los intermediarios del mercado, por los empresarios fabriles ni por los prestamistas, tienen asidero alguno, salvo el comprobante jurídico de que su receptor es el dueño   del dinero que financia la maquinaria y los materiales empleados en la fabricación de una mercancía traficada, o dueño de estos bienes para nuevas fabricaciones o para  su simple comercialización.

Los apologistas del sistema capitalista sostienen que la ganancia se explicaría por el riesgo corrido por el  prestamista, o por el comerciante y los productores fabriles, en un plano de igualdad con la ganancia del jugador. Sostienen que la g. sería el estímulo a ese banquero, a ese comerciante o a ese empresario “productor”. Pero bien miradas las cosas, ningún estímulo ni ningún riego puede  correr ni necesitar a nadie para conseguir lo que no le pertenezca, salvo en una mesa de juego, en un atraco o en apropiaciones de alguna formas indebidas.

Ningún documento de propiedad, por bien registrado que legalmente esté, puede justificar que un patrono termine con más dinero que el empleado en determinada actividad económica, si no ha estado trabajando directamente al frente de sus operaciones. En este caso, y sólo en este, ese empresario justificaría su paga por un monto correspondiente técnicamente a las horas trabajadas y al mérito de su participación productiva en un plano de igualdad con el resto de los trabajadores que se hallen a su cargo.  Entonces hay que elucidar muy bien cómo es que estos empresarios se las arreglan para soportar y conservar sus ganancias.

Bueno, digamos que se las han arreglado para instaurar un Estado obediente, armado con policías de toda índole, policía municipal, p. estadal y ejércitos nacionales. Han logrado instaurar un método psicológico de conducta social diseñado y escrito constitucionalmente, amparada en un paquete de literatura burguesa, de tal modo que todos los ciudadanos terminen creyendo que son iguales, que todas las oportunidades para hacer dinero están a la orden de todos ellos, que todo sería cuestión de voluntad y de facultades laborales.

Sus apologistas niegan aberrantemente que en estas sociedades se formaran clases sociales, una de las cuales posee las insoportables ganancias que arranca al trabajador, misma que es traspasada en registros oficiales y las protege dicha policía. Para evitar el arrebatamiento dentro de la misma clase poderosa ésta creó y dispone de todo ese aparataje jurídico y tribunalicia. Para evitar la protesta laboral cuenta con el aparataje policial y militar.

Y más allá de esas ganancias y de su insoportabilidad está el hecho de que una vez legalizadas se convierten en poderosas armas para contrarrestar todo tio de cticas, de observaciones contra el cuadro de riqueza en pocas manos y pobreza en las mayorías.. Por ejemplo, el científico más vilipendiado y subestimado durante las dos últimas centurias  ha sido Karl Marx, y este sólo hizo la consideración de que si el valor de una mercancía proviene del trabajo humano, los ricos de siempre deben ser simples rentistas o explotadores. El resto de su obra se limitó a buscar a conciliar la Contabilidad Macroeconómica a fin de cuadrar las cuentas globales del valor de la producción con el volumen de compraventas realizadas en un período determinado, lo cual revelaría que las ganancias son sólo parte del valor creado y perteneciente al trabajador.