Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

jueves, octubre 29, 2009

Del Anecdotario Pedagógico Universal y Mercantil

Del Anecdotario Pedagógico Universal y Mercantil

Manuel C. Martínez M.

29 Oct. 09

La cultura alemana y su influencia en el mundo es por demás significativamente encomiable. Músicos, poetas, científicos de elevado innovacionismo, de sobrada connotoriedad financiera y política, y semillero de muchas culturas que la combinatoria genética deriva entre cosmopolitas viajeros migrantes de allá y de acá nos han dejado un mundo donde la presencia  germana sigue cobrando muchos frutos internacionalmente bien compartidos.

Por ejemplo, Los Menonitas paraguayos realizan desde hace ¾ de siglo aprox. una encomiable labor cultural y económica para el rescate del hasta ayer inhóspito Chaco de ese sureño país.

Los alemanes de la incipiente Colonia Española venezolana tomaron para sí la encomienda política de colonizadores. Buena parte del acervo naturalista mundial corrió a cargo del renombrado investigador e historiador  Alejandro  Humboldt. Los hallazgos más significativos sobre energía atómica son alemanes aunque sus peores aplicaciones bélicas corrieron a cargo  de anglosajones y norteamericanos.

Como suele decirse en cristiano, “de todo hay en la villa del Señor”, y ha sido así como conocemos de tristes casos, el famoso Holocausto nazi cuya   versión  más   popular   pertenece a la eficaz y goebeliana mediática de los triunfadores de la Segunda Guerra Mundial. 

Por ejemplo, en la Venezuela de mediados del siglo pasado el gobierno importó textos escolares debido a su carencia de imprentas,   editoriales y educadores propios y proclives para tan importantes funciones pedagógicas. Digamos que nuestros educandos quedaron en manos de culturas extravenezolanas apoyadas en una supuesta universalidad de los conocimientos sobre la Naturaleza y las ciencias “exactas”.

Fue así como se colaron perlas pedagógicas como las que presentamos abajo, aunque en honor a la verdad deberíamos responsabilizar preferentemente a esa   crónica indiferencia y popular  indolencia patria que nos ha caracterizado en la persona de políticos, empresarios y gobernantes nuestros.

De “Wikipedia” tomamos el siguiente fragmento literario:

<<El impresor y editor Guillermo Kraft nació en Brunswick, Alemania, en 1839; falleció en Buenos Aires en 1893. " Llegado a Buenos Aires en 1862, abrió un pequeño taller de impresión en la calle Reconquista. Verdadero pionero, introdujo la primera máquina litográfica y, también, las primeras rotativas. Hacia 1880 su actividad como litógrafo se destacó en trabajos como Trofeos de la Reconquista de Buenos Aires en 1806 y los Atlas geográfico y Album militar de la República Argentina. Sus talleres publicaron la obra de autores como Bartolomé Mitre, Carlos Burmeister, Otto Krause, Lucio V. Mansilla, Adolfo Saldías, Eduardo Holmberg y Salvador María del Carril, entre muchos otros" (1).

En " La primera Feria del Libro Argentino (1943)" , José Luis Trenti Rocamora recuerda la incidencia que tuvo un descendiente del editor alemán en la organización de ese evento: " Se inauguró el jueves 1° de abril de 1943 y ocupó, en la Avenida 9 de Julio, el espacio comprendido entre Cangallo (hoy Presidente Perón) y Bartolomé Mitre. O sea al fondo de la Avenida, pues en ese tiempo concluía allí.

La idea fue de la Cámara Argentina del Libro, que presidía el benemérito Guillermo Kraft. Era gerente mi amigo Atilio García Mellid. Existió en sus organizadores un entusiasmo comunicativo. Los concurrentes conversaban llanamente con Kraft, Losada, Oriani y otros. Se promovió el amor al libro a partir de un cartel colocado en la entrada que sugería al comprador de un libro que evitase que se lo envolviesen: "Si usted adquiere un libro en la Feria, no permita que se lo envuelvan. Salga usted con él, orgulloso, porque debajo del brazo lleva algo precioso" " (2).

En " El libro en la escuela" , Pablo Medina recuerda a los editores inmigrantes:

" Sarmiento ejerció la presidencia de la nación entre los años 1868 y 1874 coincidentemente en este período se instalan en la Argentina los primeros editores. Pablo Emilio Coni, francés de origen, se instaló en Corrientes donde dirigió la imprenta oficial. Desde 1857 a 1864, se radica en Buenos Aires. Don Jacobo Peuser, emigrado alemán estableció su primera librería y editorial "Librería Nueva", en 1867. Proveniente de París, con una gran experiencia como editor llega el joven alemán Guillermo Kraft, ubicando su editorial en Buenos Aires en 1864" .

Se refiere a la labor de la Editorial Peuser a mediados del siglo XX: " Entre los años 1945 y 1955, durante el primer gobierno peronista, la instalación del libro recreativo y de entretenimiento e histórico en la cultura y educación de los niños es un acontecimiento único en la historia del libro escolar. Fue una tarea que se efectuó a través del Consejo Nacional de Educación, el Ministerio de Cultura y más tarde por la Fundación Eva Perón. Se crea la colección "Biblioteca Infantil General Perón", editada por editorial Peuser, en el año 1949. Está compuesto por doce títulos, entre otros: "Cuentos heroicos argentinos", "El niño en la Historia Argentina", "Cuentos del 17 de Octubre", "Historia de los Gobiernos Argentinos", "Una mujer argentina: Doña María Eva Duarte de Perón" y otros títulos (3).>>¡’`

En esa sucinta exégesis se omite una referencia pedagógica de ese editor, relativa a la serie “Enciclopedia Escolar”  para Tercero y Cuarto Grados. Mi libro Cuarto, de Santiago Schnell, años 50, Buenos Aires.

En este libro se insertó la siguiente lección:

“EL PEÓN  Y  EL  MECANÓGRAFO”, cuyo texto integro paso transcribirles:

Semejantes lecciones fueron la fuente educativa donde bebieron todos los políticos e intelectuales de la parte media  del siglo pasado, muchos de los cuales llegaron a ocupar los cargos de mayor rango político,   gubernamental y académico. De esa lectura se desprende un evidente desprecio burocrático por la educación pública que vaya más allá del  simple empirismo de los oficios manuales propios de los ignaros e incivilizados de siempre.

Una lección que resulta además contradictoria para un estudiante que ya sabe leer, pero entonces queda claro que cuando se populariza la Educación Pública fue más bien con fines mercantiles y sobre la base de una necesidad artificialmente inducida y vendida por los mismos gobiernos y mercaderes de la educación.

El libro en cuestión salió del mercado. Hoy nuestros textos y políticos se limitan a enseñar las técnicas y ciencias de moda, pero sin supervisión alguna para los burócratas metidos a docentes   de “quince y último”,  y forman una   mayoría   carentes de toda vocación. La vigilancia del Estado es sobre la militancia  de sus “jefes de gobiernomientras estos duren en el poder.

 

 


sábado, octubre 24, 2009

El Reparto de las "Utilidades"
(Otra Importante Contribución a El Capital, de Karl Marx)
Manuel C. Martínez M.
23 oct. 09

Los patronos burgueses, muy ingeniosa y tendenciosamente y a través de los sindicalistas que les han sido muy afectos, han hecho entender a los trabajadores que las "utilidades" son una coparticipación monetaria de los asalariados y sindicalizados en el monto final de las ganancias que en dinero concreta el mercado a cambio de la oferta de la producción allí mercadeada.

De esa manera acuñaron en la mente del ingenuo trabajador del mundo burgués la perniciosa idea de que efectivamente el mercado es la fuente de las ganancias. Para ello, muy "socialistamente", se han apoyado en la propia literatura marxiana particularmente traducida a lenguas romances. En aquella, la ganancia es manejada como una diferencia cuantitativa entre el precio final de venta de la producción mercadeada menos el monto dinerario de la inversión del capitalista. Esta inversión va representada por la suma del precio de los insumos materiales más el monto de los salarios y con la inclusión en estos de los altos salarios parasitariamente recibidos por su personal ejecutivo, gerencial y custodio.

Vale recordar que en ese leonino Reparto de Utilidades, la parte ejecutiva, gerencial y de custodia participan proporcionalmente en función directa de sus elevados sueldos porque convencionalmente es a ese personal parasitario al que tan indebidamente se le ha reconocido mayor importancia productivo en la empresa.

Hemos dicho en entregas anteriores que los salarios indirectos gerenciales, administrativos y custodios forman parte del capital constante, de la contabilidad marxiana, o de los costes fijos de la contabilidad burguesa. La idea asomada por mí es que se trata de un personal que no agrega valor nuevo alguno al que preexiste en maquinarias, instalaciones y materias primas y energéticas y que se va añadiendo al valor que van creando in situ los obreros de planta y los obreros contables, los obreros relacionistas, etc. no gerenciales.

Ese personal parasitario representa sólo un coste complementario e indirecto, aunque indudablemente es muy necesario para controlar el anárquico régimen de producción capitalista1. En este sistema los verdaderos creadores de la oferta jamás estarán ni podrán trabajar a sus anchas ni hallarse contentos, ni dar lo mejor de sí sin el concurso de tales parásitos, a sabiendas de que están trabajando para hacer rico a un patrono mientras ellos permanecen y perpetúanse como pobres.

Volviendo al tema: En la definición de "utilidades", estereotipada por demás en toda la literatura panegírica y apologética de los Nobeles y demás connotados "escritores de Economía", se ha plasmado la mayor mentira que los explotadores de todos los tiempos hayan esgrimido para engatusar a sus trabajadores, ayer considerados esclavos, luego sirvientes del campo y de la ciudad, y modernamente proletarios asalariados.

Con semejante artilugio sicológico, los asalariados jamás han asumido para sí ni una pizca de las más importantes reivindicaciones teóricas que los científicos Marx, Engels y Lenin les regalaron con tanto amor y dedicación científica y exclusiva.

Porque según venimos afirmando, los trabajadores asalariados no pueden vender su fuerza de trabajo2, no se alquilan, y sus salarios no deben ser considerados Capital Variable invertido por el patrono, sino más bien capital Constante según la terminología marxiana, pero un capital constantemente aportado por el asalariado en cada minuto de sus faenas fabriles. Tan así es eso que sus salarios deben considerarse simples anticipos, en virtud de lo cual y transicionalmente los trabajadores quedarían asimilados a coaccionistas, en su condición de copropietarios del valor que en el mercado alcance la producción obtenida con su trabajo y el concurso del aporte del capital que no menos transicionalmente sigue siendo propiedad privada del inversionista3.

Es oportuno acotar que la cacareada "transición socialista" entre Capitalismo y Comunismo es una tremenda impostura de la Economía Burguesa y Vulgar o simplemente Economía Mercantil. La auténtica transición hacia el capitalismo comenzó con la aparición de El Capital (Critica de la Economía Política), de Marx y Engels, una monumental obra filosófica, sociológica y económica que desde su primera lectura empezó a resquebrajar la estructura ideológica de la Economía Clásica.

Esta modalidad asumible socialistamente para la nueva Distribución de la Riqueza en lugar del Reparto de Utilidades, antes de que cristalice la apropiación estatal de todos los principales medios, debe darse mediante la intervención de una Contraloría paralela y permanente que algunos trabajadores especializados y contables llevarían a cabo. Estos "trabajadores al servicio de los trabajadores" serían contratados por el resto de los asalariados y no del mismo patrono.

Determinado el costo de producción según los insumos y mano de obra no parasitaria ("agregadora de valor"), se calcularía la diferencia monetaria que surja en el mercado la cual pertenecería a los asalariados. Luego estos reconocerían la Inversión del patrono (los insumos y anticipas salariales) y sobre esa inversión patronal también se reconocería una tasa de ganancia prudencial a juicio de los mismos trabajadores, y no al revés como viene dándose tan leoninamente a favor autónomo del patrono.

Curiosamente, hasta ahora muy poco se ha ventilado sindicalmente el significativo hecho de que los trabajadores no sólo agregan un valor por concepto de de transformación manufacturera o mecanizada, sino que reviven el capital muerto e inerte representado en todo tipo de medios de producción, con inclusión de las ciencias, ya que estas agregan valor sólo cuando sus tecnócratas y científicos se ponen al servicio directo de la producción.

A duras penas se ha admitido que los trabajadores agregan sólo el valor montante a sus salarios, pero rotundamente han silenciado el agregado de plusvalor, como si los patronos contaran con instrumentos sofisticados de alta capacidad y capaces de cuantificar hasta dónde el trabajador sólo añade a los medios de producción el valor neto de los salarios.

Los medios de producción sin la correspondiente transformación que sufren y hecha sólo por los trabajadores no pasarían de ser simplemente las mismas mercancías que su patrono adquirió en el mercado, y que si no se ponen en movimiento por la fuerza laboral humana y asalariada simplemente no podrán derivar ganancia alguna salvo que antes de la esa transformación pudieran ser revendidos a un precio mayor al precio de compra correspondiente. Si no son revendidos hasta podrían arrojar pérdidas por desempleo, obsolescencia física y moral, inutilidad, etc. Si esto es así, cualquier "ganancia de mercado" es la misma ganancia de producción ya lograda dentro de la fábrica y curiosamente el "reparto de utilidades" podría hacerse hasta antes de ser vendida la producción.


1.- http://www.aporrea.org/ideologia/a87814.html (Valor Agregado Neto y
Verdadero Capital Constante)

2.- http://www.aporrea.org/ideologia/a85166.html (Fetichismo del salario)

3.- http://www.aporrea.org/ideologia/a64497.html (Los Salarios no son
Costes de producción)

jueves, octubre 22, 2009

Las Naciones de la ONU no son tales ni están unidas

Manuel C. Martínez M.

21 Oct. 09

Partamos de la siguiente definición "bolivariana", muy aburguesada en sí misma:

La existencia de una Nación se fundamenta en «la aparición de un grupo social capaz de establecer su hegemonía y definir un proyecto político de autodeterminación que aglutine a todos los demás sectores subordinados», es decir, que logre determinar como lo recomendó Gramsci- «además de la unidad de los fines económicos y políticos, la unidad intelectual y moral», o sea, la unidad cultural en un sentido nacional; que asimismo, consiga colocar «todas las cuestiones en torno a las cuales hierve la lucha no sobre un plano corporativo (es decir, de los intereses puramente económicos de un grupo), sino sobre un plano universal...» [1].
http://www.voltairenet.org/article120758.html Tomado de Wikipedia

En principio, esa definición resulta muy abstracta, tan así es que reconoce y desconoce la existencia de las sociedades clasistas. En definiciones como la leída y en muchas otras se peca de una importante imprecisión, o sea que albergan una contradicción lógica consistente en definir una nación como la emanación de una voluntad y un imperio de pretensiones hegemónicas por parte de un "grupo social" (obviamente extraído de una sociedad clasista dada) apto para establecerlas.

Precisamente, en estricto sentido, esa nacionalidad sería característica de la sociedad burguesa en la cual un puñado de patronos aglutina envolventemente bajo su férula toda la masa de trabajadores productivos e improductivos. Ninguna sociedad con clases antagónicas puede ser unida ni en consecuencia tener nacionalidad alguna.

Aclaramos que nos enfrentamos a una metodología burguesa muy bien instrumentada y esparcida a través de una literatura mediática. Esta ha vendido con gran eficacia la utópica posibilidad de que los proletarios sin ideología propia, "sin un catre donde caerse muerto", pudieren desarrollar una conciencia diferente a la que la burguesía majaderamente termina imponiéndole a toda la sociedad donde impere el régimen capitalista.

Una de los supuestos sociológicos de Karl Marx fue atribuir la posibilidad de un desarrollo de las Fuerzas Productivas humanas de tal magnitud que llegarían a chocar contra las relaciones sociales que lo promovieron, algo así como un fuego iniciado que luego no podamos apagar.

Sin embargo, la praxis cumplida nos indica que el desarrollo de esas FP va inextricablemente unido con una admisión incondicional por parte de los trabajadores que hicieron posible dicho desarrollo, en el bien entendido que ninguna ciencia se desarrolla por sí sola, ni sirve por sí sola sino a través de sus practicantes; que ninguna maquinaria resulta útil hasta tanto no sea manipulada. Ese tipo de medios de producción es trabajo muerto o inerte, y las verdaderas y únicas fuerzas productivas son la del trabajador en vida y operado con dichos medios, porque una cosa es el trabajador en funciones y otra la persona desempleada.

Obviamente, la aspiración bolivariana o socialista de cualquier "sociedad" resulta por demás utópica a partir de semejantes premisas. Mal puede, por ejemplo, la clase o "sociedad" proletaria imponerse como nación y ser capaz de aglutinar sus propios intereses conjuntamente con los intereses de la "sociedad" o clase burguesa. Eso es un "arroz con mango" de tedioso detalle.

Las naciones y la "nacionalidad" prendieron ferazmente durante el Feudalismo tardío porque en sus habitantes se había arraigado muy fuertemente el respeto hacia el núcleo glebal y manorial, a las costumbres locales o feudales como cotos cerrado,... y el apego a un sólo Amo y a un solo Señor, así como el incondicional respeto de estos a su Rey. De perogrullo, el paso y conversión de Reyes a Presidentes no fue traumático, aunque subsisten simbólicos vestigios reales estratégicamente dispuestos sobre el planeta.

El hecho se reduce a que en las sociedades clasistas es conceptualmente imposible alcanzar nacionalidad alguna distinta a la que tan erróneamente se conoce en los países regidos por leyes burguesas. Si se reconoce que la clase burguesa es apátrida por antonomasia (burguesía procede de ciudad o burgo, para diferenciarla del campo agrícola), y que la clase proletaria, por su parte, suele limitarse a clonar irreflexivamente la desnacionalidad propia de la burguesía, de la clase dominante, entonces la nacionalidad de la clase burguesa sería la mundialidad como expresión de una macronacionalidad universal. Entonces la ONU deja de ser una organización de naciones y pasa a representar simplemente un Imperio Burgués.

De resultas, somos unos desnacionalizados mientras siga rigiendo el régimen clasista capitalista. Consecuentemente, las denominadas naciones unidas de la organización de las Naciones Unidas (ONU) están formadas por sociedades que "nacionalmente" y de partida no conocen ni practican el sentimiento de nacionalidad. Esos países miembros de la ONU, los países que integran la ONU, son apátridas, son países carentes de nacionalidad, salvo que entendamos por "nación" la mera noción de entidad material, política o jurídica, como grupos amorales y libres de sentimentalidad y de espiritualidad alguna.

martes, octubre 20, 2009

El Carácter Histórico de las Asentaderas

Manuel C. Martínez M.

19 oct. 09


Aquí no se trata de la parte erótica: Se trata sólo de percibir la relación directa, aunque no necesariamente lineal, entre el volumen y prominencia de las "asentaderas" y el grado de civilización alcanzado generacionalmente a lo largo de la existencia de la especie humana.

Ocurrió que en las primeras etapas, correspondientes a la infancia de las sociedades, las asentaderas quedaron establecidas como órganos para sentarse, y de allí su nombre, y de allí también la causa de su gran contenido de tejido adiposo, muy adecuado para que las personas (de ambos sexos) de entonces se posaran y descansaran o trabajaran. Y tómese en cuenta que lo realizaban a cuerpo limpio, en contacto directo con la Naturaleza, vale decir que echaban glúteos a cualquier rolo 'e palo, a una piedra o al suelo para sentarse con sus mullidos órganos.

Con el correr de la civilización fue diseñado un mueble conocido con el nombre de silla, que primeramente fue uno que otro pedazo de madera, un taburete tosco y duro, pero soportable gracias a la ampulosidad glútea que seguía reinando. Pero la civilización continuó su incesante proceso de desarrollo, y progresó más aún, como así lo hizo en una que otras regiones del globo terráqueo, aunque lo hizo de manera desigual y combinada.

De resultas, hubo civilizaciones que perfeccionaron aquella silla hasta convertirla en un mueble que, si bien podrieron haber conocido de su existencia, muy probablemente no todos la usaron por limitaciones económicoclasistas. Me refiero a que hoy hay sillas dónde apoltronarse, donde repantingarse y artificialmente mullidísimas, las mismas que, diseñadas por las sociedades más avanzadas o más industriosas, hicieron que progresivamente la función original de los glúteos de la clase de mayor poder adquisitivo fuera desaplicándose hasta virtualmente extinguirse, hecho este que se manifestó en una progresiva reducción de su volumen de adiposidad y de su característica y "encantadora" curvilinealidad.

En paralelo, existen personas que apenas cuentan con un (1) mesa multifuncional que les sirve de silla, de comedor , de caballete, de sofá para algunas visitas, de escalera y hasta de tranca para la humilde y riesgosa vivienda que perfectamente armoniza con su atraso, con su pobreza y con su condición de proletario, e independientemente de su grado de preparación técnica, académica o artística.

A propósito y viene muy bien al caso: El inolvidable periodista, escritor y crítico literario, barcelonés, Mario Verdaguer (Medio Siglo de Vida Barcelonesa, 1957, Editorial Barna, S. A.) nos dejó parte de la ejemplarizante biografía del brillante y humilde Pintor uruguayo, Rafael Barradas. Este artista con su material miseria, "sin un céntimo en el bolsillo" llegó a Barcelona (1925) con su sorprendente y gigantesca carga de estoicismo, para "vivir" en una "carcomida casita" sita en un no menos deprimente suburbio de la filoartística Barcelona, y en la que como único mueble había una mesa adosada a la pared que le servía de caballete, de mesa de aplanchar y como asiento para sus apretujadas visitas que con grande admiración por su arte religioso(Jesús, Carpintero, Jesus, Albañil; J., Panadero y mil oficios más, muy propios de los pobres de siempre, y los de su recordado Uruguay) lo acompañaban durante programadas y periódicas reuniones de la pléyade española más acreditada de marras. "Ese hereje de la pintura, tal vez más que Picasso y que Juan Gris, había encontrado una sorprendente manera personal de renegar de los clásicos. Sus imágenes cazadas a lazo en la vasta pampa americana de su mundo interior, se estrellaban de un batacazo contra las telas de los cuadros y no quedaba nada de la fría serenidad académica". (Ad líteram sin negrillas).

Así, pues, todo ello mientras en otras latitudes en la clase más trabajadora pero pagada, donde hubo rezagos civilizatorios y ha seguido imperando el régimen clasista gobernado por la clase dominante, valga la redundancia, y por razones inoportunas de mayor detalle, la ampulosidad de los glúteos siguió vigente y se conserva casi sin alteración alguna, a manera de continuidad biosocial que sigue siendo muy útil hoy, como ayer, para que esos glúteos funcionen para sentarse en cualquier orilla de acera o en un tosco y duro pupitre escolariego, en la tangente del tubo más cercano, y hasta para hacerlo en el suelo pela'o.

De manera que cuando usted vea glúteos prominentes, haga por segundos abstracción de su eroticidad, y mire en ellos sólo visos de de un primitivismo atávico en sus propietarios o portadores. De allí la relación entre la ampulosidad glútea y su arcano origen histórico y primitivo.

lunes, octubre 19, 2009

Plantas y Animales, Como alimentos y compañeros

(Sin ellos moriríamos de hambre y de soledad)

Manuel C. Martínez M.

18 oct. 09

Estamos convencidos de que las mejores pinturas de los mejores artistas son los paisajes donde sus protagonistas son árboles y arbustos, yerbas, hojas, aves, peces, canes, gatos, vacas, caballos y mariposas.

Convencidos también de que los modernos apartamentos familiares de propiedad horizontal serían cascarones cavernosos si en sus paredes no colgaran las pinturas, y si estas son “impresionistas” mucho mejor porque sus creadores terminan recogiendo en ellas todo el caluroso dinamismo de la vibrátil luz, única forma de reflejar físicamente la realidad material del mundo exterior.

Nos han acostumbrado a una versión idealista del mundo donde la Flora y la Fauna aparecen como objetos y no como sujetos. Y todo parece encajar armoniosamente, ya que la autovisión clasista hace que unos hombres no miren a los otros como reflejos de sí mismos sino como extraños.

Por esas contradicciones, los vegetarianos aducen no comer cadáveres, pero se alimentan de vegetales, por eso descuidamos el jardín de las calles, reducimos la vegetación, los peces y mamíferos en general, y hasta hoy en la China moderna se alimentan con fetos abortados, y en América se come sintéticos programados.

Cuando paseamos por las calles vacías, libres de esculturas, carentes de árboles y arbustos, y ni siquiera vemos un hambriento perro callejero, pareciera que estamos solitarios en un apelotonado mundo donde además de hambre estaríamos muriendo de soledad.

sábado, octubre 17, 2009

Los Docentes

(Promotores ad honórem de Editores)

Manuel C. Martínez M.

17 oct. 09

Muchas personas, los estudiantes y comerciantes del libro y de la prensa, conocen el rol muy bien desempañado por los docentes de todo el sistema educativo nacional, quienes desde toda su vida preparatoria y profesional son los primeros clientes de los EDITORES PRIVADOS tanto nacionales como extranjeros.

Dichos editores cuentan con un mercado cautivo y con un Estado y unos Ministerios de Educación *Inferior* y *superior* que desde hace décadas perdieron el hábito de supervisar exhaustivamente la calidad de los recursos bibliográficos que se distribuye libérrimamente en nuestro país. Más bien y tal vez hasta se hacen copartícipes mediante lo que se conoce como matracas o vacunas ministeriales, y no precisamente sanitarias.

Esas editoriales han sido incapaces de donar motu proprio ni un solo libro a fin de que los docentes los evalúen y hasta recomienden su utilización, sí fuere el caso, y si a ver vamos deberían pagar por la correspondiente promoción que dichos docentes les vienen haciendo gratuitamente.

A propósito, este servicio, prestado por nuestros docentes, sí es gratuito, y no así los servicios públicos, a pesar de que algunos gobernantes y funcionarios del Estado empleen semejante adjetivo cuando quieren magnificar su gestión administrativa.

De buenos lectores y observadores es conocido que la mayor parte de nuestros libros son de tercera, previamente desechados por los controles de calidad de las editoriales extranjeras, e irresponsablemente ofertados por las editoras y distribuidoras criollas, tanto públicas como privadas.

Sería pedirle peras al olmo esperar una mejor supervisión educativa por parte del Estado cuando aquella viene corriendo a cargo de cuanto privilegiado con titularidad legal o amañada entra en el juego del reparto burocrático de unos cargos y contratos lucrativos que se han convertido en Venezuela en el verdadero Leitmotiv de nuestras instituciones. Por supuesto, estas instituciones se apoyan en la inducida necesidad de alfabetización y preparación técnica y sistemática de vieja data (sugerida por Simón Bolívar y Dn. Simón Rodríguez) para educar a los venezolanos, y así poder desangrar formalmente el Presupuesto Nacional con todos los visos de legalidad y legitimidad que viene dándose en estas sociedades burguesas.

De resultas, esas editoriales tienen conceptuados a los docentes y bibliotecas nacionales como simples clientes (eufemismo de pendejos), como Promotores de sus mercancías bibliográficas. Como promotores puestos por un Estado indolente y despatriado y tolerante con unas editoriales que gozan del amparo de políticos indiferentes o inescrupulosos, quienes tal vez terminan lucrándose prorrateadamente con la parte del lucro que por derecho propio debería ir a los ya menguados bolsillos de dichos docentes.

viernes, octubre 16, 2009

La Administración Pública debe Sincerar sus Nóminas Laborales

Manuel C. Martínez M.

16 oct. 09

Todos los gobiernos nacionales, estadales y municipales venezolanos, particularmente los “democráticos”, se acostumbraron inercialmente a no honrar oportunamente sus pasivos sociales, a entrar en mora sostenida y creciente por concepto de una que otra obligación debidamente contraída con los funcionarios públicos. Y lo han hecho no necesariamente por falta de recursos financieros, de ninguna manera, sino porque al gobierno central de ayer y hoy no les ha convenido ni jamás se han preocupado oportunamente por actualizar ni siquiera semestralmente esos pasivos que suelen crecer, crecer y crecer sin freno ni control social popular alguno.

Con el uso de semejante método administrativo no es difícil reconocer un sobreprecio contable que incrementa constante e irresponsablemente la Deuda Social original del Fisco Nacional. Con semejante método cunde el descontento popular, y por lo general la infidelidelidad y la impostura populares se hacen crónicas frente a todos los gobernantes que van sucediéndose al frente de semejantes procedimientos administrativos y fiscales.

Buena parte de la Deuda Pública Nacional (DP) responde a esa olímpica manera de operar: El nuevo gerente gubernamental sigue automáticamente la costumbre hallada en su personal y que fue propia de sus antecesores, se muestra ortodoxo, no introduce reforma alguna, pero la DP sigue creciendo y con ello la desidia popular nos ha llevado hasta convertirnos en verdaderos tartufos morales de cuanto gobierno aparece con cada nueva elección popular.

Es que los ciudadanos tampoco tienen razón alguna para mostrarse sinceros en la administración de sus votos políticos. Hoy se lo dan a Fulano y mañana al propio enemigo de este. Es su manera de pasarle factura a cuanto administrador público transita por Miraflores, quien deja todo como lo encontró, con lo cual el funcionario público termina sufriendo el castigo que debería aplicarse severamente a los irresponsables administradores que el país ha incorporado en y para el manejo de unas insinceras nóminas durante el último 1/2 siglo.

La insinceridad de las Nóminas Nacionales venezolanas se manifiesta de la siguiente manera:

1.- Oportunos y religiosos descuentos semanales y mensuales por concepto de Seguro Social, de Política Habitacional, de aportes a la Caja de Ahorros así como de todas las demás cuotas en favor de Sindicatos, gremios varios y de Seguros privados, y

2.- Tales descuentos no son enterados ni transferidos con la misma religiosidad ni automáticamente a los beneficiarios de tales descuentos. Por el contrario, esos descuentos obligatorios alivian los desembolsos semanales y quincenales de los organismos públicos correspondientes. Estos empiezan a disponer de ellos con lo cual se acumula pasivos contra el Fisco nacional, y este suele terminar volviendo a autorizar nuevas partidas presupuestarias para parcialmente pagarles a los funcionarios públicos afectados con esa mora, y lo hace sólo como corolario de fogosos debates y pugnas entre sindicalistas y políticos quienes generalmente terminan convirtiendo una irresponsabilidad administrativa gubernamental en conquistas de votos para ambas partes, ya que sindicalistas y gobernantes usan semejantes, deliberadas y acostumbradas moras como fructíferas banderas para sus promisiones electoreras.

Se trata, pues, de toda una consuetudinaria y enquistada estrategia aplicada por descarados pillos de la cosa pública, más que de honrados funcionarios. No pedimos disculpas por estos peyorativos porque consideramos que estamos simplemente reflejando la calidad moral de unos funcionarios públicos cuyos ascensos al poder nadie duda que han estado respondiendo más a intereses grupales partidistas que a la sana obligación constitucional a la que deben su razón de ser para semejantes y elevados caragos gubernamentales.

lunes, octubre 12, 2009

Reformas Estadísticas del PIB

(Sugeridas por el Nobel Stiglitz)

Manuel C. Martínez M.

12/10/2009

De entrada: no existen Nobelados antiimperialistas; por el contrario, son sus apologistas de avanzada. Los Nobeles son el máximo reconocimiento académico de los aportes teóricos personales y experimentales asumidos por algunos bien escogidos investigadores sin que estos posiblemente ni siquiera retribuyan unas simples “gracias” a sus respectivos colaboradores, como secretarias, ayudantes varios, y colegas inclusive no tomados en cuenta para la consignación de esas pecuniarias premiaciones.

El explosivo desarrollo de las “ciencias” fácticas y de las fuerzas productivas o laborales de los últimos 250 años ha sido burgués por excelencia, germinaron bajo la férula del capitalismo. Este sistema ha sido el más conspicuo beneficiario de todos los aportes tecnológicos derivados de ellas en materia de productividad de una riqueza material que, paradójicamente, ha terminado en los bolsillos de unos, y contribuido a la mayor pobreza humana conocida hasta ahora. Bien, precisamente, del seno de gente burguesa e investigadora nació la premiación nobelada, y de allí que sus objetivos jamás podrían ser contrarios a la preservación del sistema que les sirvió de cuna y alimento.

Por favor, no sigamos confundiendo pobreza humana con rezagos tecnocientíficos. Actualmente existen comunidades de personas que llevan una mejor vida que la experimentada diariamente por millones de esos modernos asalariados y exasalariados que sobreviven miserablemente en la periferia y penumbra de las grandes urbes de New York, México, Londres, París, etc.

Entrando en el tema que nos ocupa, los estadísticos, como el PTB, PIB, PIN, VA, (VAN, según mi personal aporte), “CI”, IMI, etc., son indicadores macroeconómicos de aplicación internacional. Esto lo sabe muy bien el Nobelado involucrado en estas pretendidas reformas estadísticas, las mismas reformas. que actualmente sugieren poner en práctica algunos gobiernos hora por ingenuidad, ora por otras causas que no debatiremos por ahora.

Lo cierto es que hay convenientes y bien planificados centros de acopio informativo, como la ONU, y hacia ellos van dichos datos para la consulta general de los países que los soliciten. De esa manera pueden tener bases cuantitativas comparativas mundiales, según los objetivos particulares de cada uno de ellos.

Tengamos claro que ni conocer ni manejar estadísticas nos convierte en matemático ni en científico alguno como tampoco en tecnólogos. Las estadísticas son simples troqueles teóricos susceptibles de recibir diferentes materiales para su correspondientes modelajes. Las es. suelen servir más a sus manejadores que al público en general. Provienen de una Matemática eminentemente burguesa, proburguesa, y son la expresión tecnológica más acabada en materia de lenguaje científico. De allí que haya necesidad de extremar el control ex ante de su tentadora y posible aplicabilidad ya que una estadística en manos inescrupulosas puede dar resultados inesperados e indeseables para los países receptores de semejantes informes.

Lo que viene proponiendo este mensajero de Estocolmo es sencillamente una suerte de “Torre de Babel” (Babilonia o alrededores íntimamente cercanos al actual Irak), por lo menos mientras haya países que manejen datos mediante diferentes métodos y variables, ya que obviamente estaríamos depositando en los mismos archivos una data de estadísticos heterogéneos e incompatibles entre sí.

Pero, además, vivimos en sociedades burguesas cuyo motor predominante, con mayor caballaje potencial, es el LUCRO, el dólar, por extensión. Como esto es así, de poco o nada serviría que un país, por ejemplo, Venezuela que es paternalista hasta los tuétanos, incluya rubros no monetarios en su PIB, salvedad hecha del empleo de un mayor número de funcionarios públicos parasitarios de lo cual ya está hipersaturada la Administración Pública Nacional, salvo que ahora se decida imputar en el propio PIB el monto de las erogaciones por concepto de remuneraciones al personal improductivo. En este aspecto y sin lugar a dudas Venezuela se aseguraría un privilegiado lugar en las estadísticas del nuevo PIB mundial.