Asociación Civil Bolivariana "Defensores del bolívar"

domingo, junio 24, 2007

¿IZQUIERDA o DERECHA?

Por MARZHA NAVARRO

Si estar del lado de los pobres es ser de izquierda, soy de izquierda.

Si admirar al industrial que cuando joven era pobre y por una buena idea, creatividad, mucho trabajo e ingenio, triunfo, es ser de derecha, entonces soy de derecha.

Si estar convicta de que los subsidios al agricultor, al transporte de pasajeros, y a servicios de primera necesidad es ser de izquierda, entonces soy de izquierda.

Si creer que, progresar, crecer, estudiar y realizarse en la vida sin ayuda alguna de Estado es ser de derecha, entonces soy de derecha.

Si pensar que hay personas pobres sin vocación, ni ganas para progresar y éstas, así como sus hijos, necesitan del Estado para vivir dignamente, es ser de izquierda entonces soy de izquierda.

Si abogar por un proyecto de educación especial y forzada para que las personas analfabetas y sin discernimiento, dejen de procrearse irresponsablemente, es ser de derecha, entonces soy de derecha.

Si creer que el Estado debe entregar vacunas, alimentos, uniformes e útiles a todas las criaturas y jóvenes estudiantes, con el pago de nuestros impuestos, es ser de izquierda, entonces soy de izquierda.

Si creer y estar plenamente convencida de que las personas analfabetas y sin discernimiento no deben ejercer el sufragio, sin capacitación previa y obligatoria, evaluada a través de examen psicotécnico, es ser de la ultra derecha, entonces soy de la ultra derecha.

Si creer que una mamá miserable que roba para alimentar a sus hijos no es criminosa ni ladrona, es ser de la ultra izquierda, entonces soy de la ultra izquierda…

¿Y Usted que es, de izquierda o de derecha?

lunes, junio 18, 2007

No vivimos del Petróleo, sino del trabajo

Por Manuel C. Martínez M.
18-jun-07

La negativa del valor trabajo sigue viva, a pesar de los aportes de los economistas Ádam Smith y David Ricardo, connotados apologistas burgueses de una respetabilidad académica comprobada por el propio Karl Marx. Las limitaciones científicas de esos grandes pensadores clásicos en materia de Economía Política quedaron reducidas a creer y sostener que los asalariados venden su trabajo por su valor, o sea no conocieron ni reconocieron el plusproducto, ni el plusvalor. Este reconocimiento fue un logro de los pormenorizados estudios realizados por el citado investigador, K. Marx, un teórico anticapitalista del siglo XIX cuyos descubrimientos socioeconómicos siguen gobernando la literatura internacional de burgueses y proletarios, unos a favor y otros en contra, unos negando su teoría, otros aprovechándose de ella para sobrevivir, y, paradójicamente, unos descubrimientos desconocidos y hasta repudiados u omitidos por los propios beneficiarios a quienes Karl Marx dirigió sus aportes en este asunto de tanta relevancia en la Guerra y la Paz de la humanidad.

Por eso, cuando en Venezuela se afirma que sus habitantes dependemos del petróleo, que su pesada y subproductiva burocracia se financia y costea con cargo al subsuelo mineropetrolero, que el Estado venezolano recibe Regalías e impuestos del concesionario petrolero (hoy convertido en condueño de dicho subsuelo mediante la artilugiosa figura jurídico mercantil conocida como EMPRESAS MIXTAS), cuando escribimos, leemos y oímos tales declaraciones de ciudadanos venezolanos y extranjeros, de connotados académicos nacionales y extranjeros, cuando lo afirman políticos y parapolíticos, docentes y estudiantes, entonces estamos en presencia de una de las mayores mentiras inducidas por los sempiternos negadores del *valor trabajo*, por los saqueadores de nuestro país.

Hacemos un llamado a los trabajadores españoles, canarios, *fenicios* y alemanes, e ingleses y holandeses, chinos, brasileños, argentinos, cubanos, bolivianos, franceses y toda esa gente servidora de los accionistas de la industria capitalista internacional moderna, una industria capitalista que sigue vendiéndose como ayudanta de Venezuela, gente trabajadora de todas las especialidades que hoy están subrepticia o abiertamente representados por el Imperio Norteamericano como factor principal en el control mundial de la Economía universal, para que reconozcan, hoy después de más de 150 años, que sólo los trabajadores del mundo son los creadores de la riqueza que en bienes y servicios útiles para la industria intermedia, para la final, para la demanda final, para alimentar la burocracia nacional, para costear todas las ganancias registradas en las gruesas cuentas corrientes de quienes siguen diciendo que los venezolanos vivimos del petróleo, que somos unos parásitos y corruptos, y vividores, etc., para esconder de esa manera a los verdaderos delincuentes del mundo: a los empresarios mixtos, de hoy, ayer concesionarios de la industria petrolera.

Desde luego que existen los burócratas corruptos, los vividores del Estado, y en número considerable, pero sólo son saqueadores de segundo grado, coaprovechadores del trabajo ajeno, porque debemos reconocer que sólo puede vivirse del trabajo y no de ninguna otra fuente alterna, ya que hasta los primitivos recolectores trabajaron en la recolección misma de los silvestres bienes de entonces.

La Política Fiscal Monetarista es Antisocialista

Por Manuel C. Martínez M.
17-jun-07

La lucha socioeconómica entre asalariados y empresas anónimas no cesa, ni cesará mientras haya gentes que vivan de lo lindo del trabajo de los demás, y que además tengan el tupé de hacerlo ajustado a derecho, un Derecho positivo o escriturado por sus mismos y alienados asalariados, muchos de ellos formados en connotadas academias, institutos y universidades burguesas.

Los deseos para resolver los desequilibrios entre la Oferta y la Demanda en régimen capitalista han generado un cúmulo de hipótesis, apologías y bien montadas argumentaciones, muy especulativas, tendentes a suavizar, frenar y pacificar puntual y temporalmente el gran conflicto social cuya solución lleva ya más de 150 años de infructuosa espera. Quien guste de leer o releer el *opúsculo* Manifiesto Comunista (Marx y Engels) podrá corroborar el amplio intervalo de semejante espera.

Ocurre que las mayoritarias y populares insuficiencias salariales, los excedentes de oferta invendible, los conflictos huelgarios, las violentas y recurrentes explosiones sociales, la consuetudinaria inflación, la permanente beligerancia internacional, los desastres ecológicos, las hambrunas y subambrunas, la inseguridad personal, los altos e indecrecientes índices de crímenes, suicidios, querellas civiles, un generalizado estrés y los bajos niveles de salubridad, todos ellos configuran un cuadro que nos pinta la subyacente contradicción antagónica de las clases sociales propias del Capitalismo.

Burgueses y proletarios han sido, lo son y serán irreconciliables por denodados que pudieran ser los esfuerzos gubernamentales, religiosos y profesionales emprendidos por algunos hombres de buena voluntad de incuestionable altruismo.

El punto fiscal y monetarista: la salida del conflicto fabricada por los defensores del capitalismo evade muy tangencialmente la investigación de las relaciones económicas obrero-patronales, y a lo sumo procura incrementar la productividad del trabajador a cambio de cualquier aumento salarial o de mayores inversiones tecnomecánicas, y so pena de trasladar ipso facto estas sobreinversiones a los precios de sus mercancías, a fin de capitalizar con creces el desembolso en cuestión.

El panegirista burgués entiende por relaciones obrero-patronales la contrata jurídica celebrada entre un trabajador común y una empresa cualquiera. En este sentido, todo queda reducido a la puja mercantil por mejores salarios, y a las mediciones del efecto inflacionario que sus aumentos llevan consigo.

Varios nobelados, literatos famosos, cristianos y judíos, burgueses y asalariados, blancos y negros, americanos, europeos, asiáticos y africanos, altamente asalariados, cubren la plantilla de ese panegirismo burgués, como postura literaria netamente antisocialista.

Por esa vía trasladan al mercado la problemática del trabajo impago, la de la explotación capitalista, como tal, y conmina al gobernante del Estado burgués para que lo apoye en su terca supervivencia y dirima las desavenencias por la vía fiscal y monetarista mediante minimización del salario, devaluación monetaria, control de divisas, proteccionismo, e imposiciones legales de frecuentes y reiteradas violaciones de parte y parte como resultado de un frustrado intento gubernamental para lograr equilibradamente una pronta solución de un conflicto que no es del mercado sino de la producción, que es socialista y no fiscal, ni monetarista, y que sólo se resolvería con medidas socialistas tendentes a la supresión y cambio de semejantes relaciones proletario-burguesas por otras no antagónicas, o relaciones laborales a secas.

sábado, junio 16, 2007

El Verdadero Dinero Fiduciario

Por Manuel C. Martínez M.
15-jun-07

Fiduciario viene de confianza, un valor asignado a un bien, especialmente al dinero, principalmente cuando el poder adquisitivo mercantil de este queda avalado por una autoridad pública. Se dice dinero con poder fiduciario, y dinero con poder ad valórem.

Hablamos de poder mercantil en su sentido amplio, cuando el valor del dinero se haya equilibrado con el de los bienes de uso. Fuera de este concepto, aparecen desviaciones causadas por disparidades cambiarias justa o injustamente adoptadas por aquella autoridad.

Algunas de esas disparidades responden al uso indebido de monedas extranjeras (divisas), y otras, a desajustes entre la oferta y la demanda productivas anual o polianualmente entendidos.

Las monedas de *metal feo*, por contraposición a *m. precioso*, los billetes de banco, los cheques, pagarés, letras de cambio (¿obsoletas?), vales, cartas de crédito, cesta tickets, bonos de la Deuda Pública, etc., depósitos en cuentas corrientes, de ahorros, en fideicomiso, todos estos tipos dinerarios, si bien son fiduciarios, su invalidación o inaceptabilidad cambiaria se detecta rápida y eficazmente cuando sus tenedores husmean que algo anda mal con el poder de compra nominal que traen estampado/acuñado en las respectivas unidades monetarias. Por esto las consideramos como dinero fiduciario de menor importancia.

Porque poco o nada se ha escrito en la literatura económica universal sobre los verdaderos valores fiduciarios. Nos referimos a las obras de arte, pinturas, esculturas, partituras, copyrights, antiguallas, incunables, etc.

Esos valores, verdaderamente fiduciarios, son avalados por grandes capitalistas y gente desorbitada y descarada e inmoralmente adinerada. La constitución de estos falsos valores responden a la propia inseguridad cambiaria que tiene el dinero convencional, las tierras (inclusive)1, las maquinarias, el oro mismo2, ante posibles, subyacentes e inevitables crisis económicas con las que el sistema capitalista, el mismo que ha facilitado la concentración y centralización de esas ingentes e ilícitas fortunas dinerarias en pocas manos, amenaza permanentemente con devaluarlo a tal punto de potencialmente llegar a no servir ( en la chiquirritica) para la adquisición ni siquiera de un mendrugo de pan.

Todo comienza en/con un mercantilizada subasta, *solo para compradores sumamente adinerados*. Estos últimos empiezan a cotizar en alzas competitivas hasta que al final del corro echado el bien subastado se reviste de un poder fiduciario ahora en manos de esa autoridad extra pública llamada anticuario o magnate del mundo actual, persona esta que termina atesorando un *dinero* cuyo valor de fabricación y conservación dista mucho del valor de su venta. Tal es el verdadero dinero fiduciario.
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1 Es cuestionable que las tierras escapen a la devaluación temporal. Económicamente, un pedazo de tierra de alto valor puede devaluarse instantáneamente, por ejemplo, en caso de guerra.

2 La escasez ocasional de bienes alimentarios puede dejar sin efecto cambiario al *mejor* oro del mundo. Y si lo dudan, pregúntenselo al dueño de *la última Pepsi del desierto*.

miércoles, junio 13, 2007

La metasensorialidad

Original de Manuel Martínez en www.pagina.de/sadelas

En materia de sensorialidad humana, nos acostumbraron a una interpretación mecanicista y puntual (de primer grado). Así, tenemos entendido que, dado un estímulo óptico, una descomposición luminosa, por ejemplo, nuestra retina sabe percibirla o retenerla con el lenguaje de sus correspondientes ondas, y luego enviarlas al cerebro mediante su traducción electroquímica, para que finalmente sean procesadas y reconvertidas en los diferentes colores que inicialmente un objeto alumbrado le ofreció a nuestra curiosa vista.

Otro tanto podríamos decir de la sensación sonora, de la olfativa, de la gustativa y de la táctil. Digamos que un cielo despejado lo vemos azulado, los acordes emitidos por el violín los percibimos agudos, y el jugo de limón, con su acidez correspondiente. Pero la sensorialidad cerebral va más allá. Para nuestro cerebro las variopintas sensaciones aparecen supersutil o azarosamente combinadas, a veces yuxtapuestas, a veces imbricadas, a veces contrariadas, pero todas concomitante, articulada y armoniosamente empaquetadas en una suerte de menú memorístico que va alargándose o enriqueciéndose con cada una de nuestras metasensaciones de cualquier tipo.

Porque, pongamos por caso, un objeto de color de rosa necesaria e inevitablemente evoca rasgos de otros objetos, de ciertos olores, de ciertos gustos y sonoridades. Toda una percepción de multisensaciones interrelacionadas que son procesadas automáticamente cada vez que ponemos en marcha alguno de nuestros particulares órganos sensoriales.

Digamos que a cada paquete exógeno de sensaciones captadas que impresionan nuestros sentidos, se suman endógenamente las informaciones precedentes ya convertidas en recuerdos debidamente estructurados. A las informaciones externas y netamente objetivas nuestro cerebro añade todas las metainformaciones *subjetivas*, u objetivas de segundo grado o más, en una cadena explosivamente envolvente de datos cuyos detonantes requieren estímulos extraídos del mundo exterior, cuando nos hayamos en vigilia, pero cuyas percepciones cerebrales terminan autonomizándose cuando soñamos, o cuando, estando despiertos, nos abstraemos del mundo exterior e inmediato para penetrar metasensorialmente dentro de nuestro propio Yo a fin procesar toda esa información acumulada desde que se sensibilizaron todos nuestros órganos primosensoriales.

Tal vez usted haya experimentado el irrefrenable y complejo flujo de ideas que suelen venirnos a la mente cada vez que oímos a un interlocutor, cada vez que comemos determinado plato u oímos determinada pieza musical. A tal punto de que eventualmente llegamos a *perder* la concentración in situ para adentrarnos en la encrucijada de mil caminos, y la lectura del caso, el sabor del caso, o la audición correspondiente, si bien siguen impresionando nuestros sentidos, para ese entonces nuestro cerebro divaga a sus anchas por el copioso cúmulo de recuerdos que están allí precisamente para alimentar nuestras reacciones ante tal o cual experiencia sensorial de reciente factura. De otra manera estaríamos padeciendo de demencia senil o del embogado *mal de Alzheimer*.

Es esa metasensorialidad la que marca la diferencia entre informaciones subjetivas y objetivas claramente reconocibles pero que tanta confusión ha inspirado entre pensadores objetivitas y subjetivistas , y redundado en la precipua división filosófica entre idealistas y materialistas, no respectivamente.

Sadelas
Sociedad Amigos de la Salud *

sábado, junio 09, 2007

Las mejoras salariales intensifican la explotación capitalista

Por Manuel C. Martínez M.
09 jun. 07

Ciertamente, durante el arranque del régimen capitalista los salarios se hallaban por el suelo, apenas cubrían el valor del *trabajo necesario*1, lo que se tradujo en una sobredosis de plusvalor excedentario aplicada despiadadamente sin medida, o sea, una etapa durante la cual pudo ser máxima la *explotación del hombre por este* con cargo a subsalarios.

Fueron los tiempos de la formación del *capital originario*, cuando ningún capitalista tenía idea de la relación física entre mejoras salariales y sus ganancias por causa de mejoras productivas derivadas de un trabajador mejor pagado. Por el contrario, desde entonces sólo admitía que a mayores salarios menores ganancias. La tecnologízación de esta relación corrió a cargo eficazmente de industriales como el pionero Henry Ford (EE UU).

Vino luego la competencia intraclasista por la conquista de mercados, particularmente el de la mano de obra más productiva. De perogrullo, las primeras mejoras salariales fueron, más que reivindicaciones sindicales, una dádiva forzosa que los industriales mejor dotados otorgaban al trabajador con el ánimo retener los de su plantilla, y de atraer traicioneramente los de cualquier competidor menos potente. Tal estrategia no pierde vigencia todavía.

Desde luego, dentro del espíritu burgués, cualquier inversión productiva supone absorción de capital para medios de producción y mano de obra, de allí que las mejoras salariales desde un principio ineluctablemente se traducen en alzas del costo de producción. Este encarecimiento poco importa al patrono cuando puede trasladarlo al precio de venta. Es más, a mayor costes de producción, mayores inversiones, mayor ganancia bruta, y, en el caso de las mejoras salariales, un posible incremento en la productividad del asalariado en sentido microeconómico redundaría *felizmente* en una mayor tasa de ganancia personal. A esta mejora productiva del asalariado damos en llamar intensificación de su explotación a favor patronal.

En la actualidad, casi nadie ignora que las mejoras salariales sólo aumentan transitoriamente el poder adquisitivo del trabajador, y suponiendo una paridad monetaria constante, el traslado de esos incrementos salariales desemboca en alzas de precios que luego darán cuenta de aquellas mejoras.

Para compensar el *alza* de la carestía, el trabajador termina física y psicológicamente reventado con sobreesfuerzos laborales, con la compra de mercancías de peor calidad y abaratodoras de los precios en un falso intento empresarial por atenuar la inflación inducida por aquellas mismas mejoras salariales. Sin contar con que la falsa lucha sindical le merma presupuesto por concepto de cotizaciones para unos colegas que las más de las veces terminan intensificando su explotación.
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1 Trabajo necesario = valor promedial creado por el trabajador durante un tiempo dado suficiente para cubrir sus necesidades básicas. Un trabajador que ni siquiera reciba un salario necesario, no sólo es explotado con las ganancias ilícitas derivadas del trabajo excedentario (plusvalor) sino que se convierte en un subasalariado.

miércoles, junio 06, 2007

EL PAPA ESTADO

Por Marzha Navarro

Cualquier persona al pasar bien temprano en la calle que esta atrás del Supermercado Real Villa Morra, podrá ver una Señora que duerme por el piso frente a una casa, en la calle. Sin almohadas, ni frazadas, con su ropa del cuerpo y nada mas.
Ella trabaja todo el día en la Calle Eulogio Estigarribia, vende frutas para otra Señora, que las vende para un Señor que las trae del Mercado de Abasto.

Entonces investigué con las otras Señores y supe que la joven es un poco retrasada mental y suele tomar bebida alcohólica.
Supe que ella es muy pobre y trabaja para comer, vive en 4 Mojones y cuando el dinero no le alcanza para su pasaje se queda a dormir donde trabaja, en la calle!

En varias ocasiones pude verla al despertarse, abre los ojos, mira hacia los lados, ve su amiga, sonríe con sus escasos dientes, toma las bolsas de pera y ya empieza a trabajar inmediatamente…
Cuando ella compra su comida, paga IVA…

En mi mente choqueada viene imagen y voces de aquellos señores periodistas, profesores, analistas y políticos, repitiendo diariamente, "el Paraguayo esta acostumbrado a recibir todo del papá Estado" – "el asistencialismo no es bueno" y el Señor Bernardo Kliksberg en su cruzada por el mundo – patrocinado por la Bayer, pontifica un capitalismo social, donde el empresariado libre de los impuestos, por libre y espontánea voluntad hace donaciones para sus amados pobres…

PREGUNTO: Hoy y ahora,
¿Creen que algún empresario, ONG o fundación la sacará de la calle? Ella necesita urgentemente de 4 ministerios, para su vivienda digna, sus ropas, su alimentación, su salud y capacitación para un trabajo justo. Yo no tengo esa capacidad, ni hablando con todos mis vecinos.

Entonces propongo tomar muy en serio la Ley de Adecuación Fiscal, involucrarnos de verdad y ver de qué manera el Estado Paraguayo empiece a funcionar para todas las personas necesitadas. Ayudar a todos, desde indígenas y señoras como la mencionada, hasta los propios empresarios e industriales quienes necesitan crecer mas para generar mas empleos y pagar mas impuestos, esta es nuestra realidad, necesitamos un Estado fuerte hecho por todos nosotros para el bien de todos.

martes, junio 05, 2007

It fights Interclasista and Lucha Intraclasista

By Manuel C. Martínez M.
04 Jun. 07

So soon they appeared the commercial interchanges, became the fights between the different communities inevitable, first by simple own disagreements of the competividad, and soon by geoeconómicos controls, routes, supply centers, market. This fight has not stopped to the point of which some managed to dominate the rest of them and from then we have only known the society militant, one of most bloody and wild of them it is empire of the present international capitalist community, with the U.S.A. to the front of all the industrial companies of the planet by its universalist, antinationalistic and unpatriotic character.

In the posnapoleónicas societies, such fights necessarily they happen through the conquest of the political power, and at the moment qua is a requirement sine non for societies that follow embobalicadas with the ingenuous trilogy agent chief executive inculcada by Juan J. Rousseau, a desconocedor prerrevolucionarista francoburgués of the dominion executive, legislative, moral and judicial underlying that exerts the main economic groups on rest of its competitors of smaller equal turn or (fight that we called Intraclasista), and, with greater force, on the workers of the world (it fights interclasista). This capitalist absolute Power is the truely original one and of game one is over any electoral political transitory power.

It is good for clarifying popularly that while the dominant class uses the political Power to hold fast ideological, military and, the operated class or worker is disabled departure to do it because their electoral fights always are pregoverned by representatives of the dominant power, independently of whom with governors the working town receives transitory quotas of being able minor, or receives one better temporary dose of economic well-being, but to the cost of following submissively exploded in his chronic condition of wage-earning and not of collective co-owner.
The patronos capitalist do not fight against their workers, single negotiate with them, they are limited to dominate them. The revolutionary fight of the worker is strike either neither the wage reclamation, nor the improvements of life, its true clasista fight would be by the elimination of the idle patronage that lives on illicit rents.

For that reason it is necessary to define these two (2) types of fight that occurs in the society: 1. - the fight between the groups of being able economic by the conquest of the political power, a fight always hoisted with slogans Populists to enlist to the worker in a fight that does not belong to him, but that electoral the working joint party while lack clasista conscience, and 2. - the fight that still does not appear, between the working-class against all its patronos and all their political governors.

Thus the things, we must define between the fights staged between the national and world-wide to conquer markets through docile governors, and still the nonexistent fight in sólidum between the workers and their patronos, orerators and operated capitalist industrialists.

Obsérvese that the worker continues fighting by the relief of governors, of industralists, but has still fought by the replacement of a political control who run to their position, by the call *Dictadura Proletaria*.

On the contrary, this it fights interclasista it has been and it follows strongly fought by the group of being able, to the point of which, for example, in present Venezuela the fight of the puntofijistas of IV the republic against the government of the present bolivariana republic is sold, as a revolutionary sociolaboral conquest, when that simply is relief of representatives of the Empire, because they do not go more there of the simple bargaining of better wages, of labor vindications that have only contributed to the improvement of their condition of wage-earning, and they make see him these that its fight is question of reforms and not of revolution.

OBSERVATORIO DE MEDIOS

Por Marzha Navarro

Creo que vivimos momentos muy propicios para pensar, hablar y debatir sobre la creación de varios ombudsman (defensores) de lectores, oyentes y televidentes, así como también de observatorios de medios de prensa.

No se trata de crear el sexto poder, como ya vi en otros países, pero sí de un control ciudadano de la falta de ética (deber ser) en el periodismo y en todas las programaciones de los medios de comunicación.

El objetivo y propósito debe ser siempre EDUCAR.

Cualquier persona puede trabajar de Ombudsman, en su cotidiano, al asistir un programa en la televisión, escuchar la radio o leer un diario, siendo racional, lógico y objetivo no cuesta nada ser un poquito mas restricto y prestar mas atención en las publicaciones no debidas.

Hace poco el periodista Oscar Cáceres observo y fue publicado en el Diario Ultima Hora, en el reportaje sobre una niña violada, donde los periodistas cuidaban para no decir su nombre ni mostrar su imagen, pero decían su dirección, nombre de padres y etc., resultado, no fue verdaderamente preservada la identidad de una niñita que quedara marcada toda su vida.

Cuando el periodista comenta un crimen debe aprovechar para educar partiendo de la nefasta experiencia narrada, es una obligación.

Un comunicador que dice en el aire que el no pagara sus impuestos porque el gobierno roba, o reivindica su derecho a tener un auto mal (robado), o aun afirma que si alguien invade su tierra que el personalmente matara al invasor, éste está deseducando- y nosotros no debemos permitirlo jamás.

Vigilar la falta de ética es muy diferente de un proceso judicial por difamación, aquí hablamos de pequeños detalles que no deben pasar desapercibidos por nosotros, los educadores y consumidores.

Ya los Observatorios, deben ser creados en las Universidades, entre profesores y alumnos de periodismo, de sociología, antropología, magisterio y ética. Cada accionar o comentarios de dudosa moral divulgados en los medios deberán ser desmenuzados, y luego de profundamente debatido se debe proceder a corregir al infractor públicamente. Para que la opinión pública conozca y aprenda.

Todos los medios deben estar obligados por Ley o en su defecto, por voluntad social propia, a tener un espacio abierto para la corrección del defensor.

Lucha Interclasista y Lucha Intraclasista

Por Manuel C. Martínez M.
04 Jun. 07

Tan pronto aparecieron los intercambios comerciales, se hicieron inevitables las luchas entre las diferentes comunidades, primero por simples desavenencias propias de la competividad, y luego por controles geoeconómicos, rutas, centros de abastecimiento, mercado. Esta lucha no ha cesado al punto de que algunas lograron dominar el resto de ellas y desde entonces sólo hemos conocido la sociedad belicosa, una de las más cruentas y desenfrenadas de ellas es el imperio de la presente comunidad capitalista internacional, con EE UU al frente de todas las empresas industriales del planeta por su carácter universalista, antinacionalista y antipatriótico.

En las sociedades posnapoleónicas, tales luchas necesariamente pasan por la conquista del poder político, y actualmente son un requisito sine qua non para unas sociedades que siguen embobalicadas con la ingenua trilogía mandataria inculcada por Juan J. Rousseau, un prerrevolucionarista francoburgués desconocedor del dominio ejecutivo, legislativo, moral y judicial subyacente que ejercen los principales grupos económicos sobre el resto de sus competidores de menor giro o igual (lucha que llamamos Intraclasista), y, con mayor fuerza, sobre los trabajadores del mundo (lucha interclasista). Este Poder omnímodo capitalista es el verdaderamente originario y de partida se halla por encima de cualquier poder transitorio político electoral.

Es bueno aclarar que mientras la clase dominante usa el Poder político para afianzarse ideológica, militar y popularmente, la clase explotada o trabajadora está incapacitada de partida para hacerlo porque sus luchas electorales siempre están pregobernadas por representantes del poder dominante, independientemente de que con unos gobernantes el pueblo trabajador reciba transitorias cuotas de poder menor, o reciba una mejor dosis temporal de bienestar económico, pero al costo de seguir sumisamente explotado en su crónica condición de asalariado y no de copropietario colectivo.

Los patronos capitalistas no luchan contra sus trabajadores, solo negocian con ellos, se limitan a dominarlos. La lucha revolucionaria del trabajador tampoco es la huelga ni el reclamo salarial, ni las mejoras de vida, su verdadera lucha clasista sería por la eliminación del patronato ocioso que vive de rentas ilícitas.

Por eso es necesario deslindar estos dos (2) tipos de lucha que se da en la sociedad: 1.- la lucha entre los grupos de poder económico por la conquista del poder político, una lucha siempre enarbolada con consignas populistas para enrolar al trabajador en una lucha que no le pertenece, pero que electoralmente el trabajador comparte mientras carezca de conciencia clasista, y 2.- la lucha que todavía no aparece, entre la clase trabajadora contra todos sus patronos y contra todos su gobernantes políticos.

Así las cosas, debemos deslindar entre las luchas escenificadas entre los industriales capitalistas nacionales y mundiales para conquistar mercados a través de dóciles gobernantes, y la todavía inexistente lucha in sólidum entre los trabajadores y sus patronos, entre explotadores y explotados.

Obsérvese que el trabajador sigue luchando por el relevo de gobernantes, de empresarios, pero no ha luchado aún por el reemplazo de un mando político que correría a su cargo, por la llamada *Dictadura Proletaria*.

Por el contrario, esta lucha interclasista ha sido y sigue fuertemente combatida por el grupo de poder, al punto de que, por ejemplo, en la Venezuela actual se vende la lucha de los puntofijistas de la IV república contra el gobierno del la presente república bolivariana, como una conquista sociolaboral revolucionaria, cuando que simplemente se trata de relevos de representantes del Imperio, porque no van más allá del simple regateo de mejores salarios, de reivindicaciones laborales que sólo han contribuido al perfeccionamiento de su condición de asalariados, y le hacen ver a estos que su lucha es cuestión de reformas y no de revolución.